🌸Cinco
Las manos del Alfa habían tomado a Jimin por la cintura y lo habían pegado más a su cuerpo y después de un breve instante en el que se perdió en la mirada del Omega sus labios se habían apoderado de los del contrario.
Su aroma lo había cegado.
Sabían que estaba prohibido, pero con cada beso era como abrir una puerta más a su propia condena.
Aquel beso era suave y lento muy lento que les permitia probar con mayor facilidad el sabor natural de los labios de cada uno, dulce y mentolado.
Jimin ya se había perdido y lo supo cuando abrió más la boca para darle acceso al Alfa para que explorara más profundo convirtiendo el beso tierno en uno lleno de anhelo y perfumado en pasión.
La lengua del Alfa acarició la suya enviando una sensación electrificante a toda su espina dorsal y de manera totalmente inconsciente se permitió pegarse más a él.
Ellos lo sabían, en su interior sus lobos tenían claro que estaban haciendo lo correcto.
Aunque estaban equivocándose, porque se buscaban sin quererlo los dos humanos sabían que estaba correctamente incorrecto lo que pasaba con ellos.
Los labios del Alfa cortaron suavemente con aquel beso y al separarse finalmente sus frentes se unieron, sus pechos subían y bajaban tratando de controlar sus respiraciones y sus latidos acelerados.
El primero en atreverse a hablar fue el Alfa.
—Yo se que estoy mal Minnie, se que no es correcto pero lo siento no lo pude evitar. Lo siento, lo siento.
Sus ojos permanecían cerrados y sus frentes aún unidas y Jimin negó también con sus ojos cerrados.
Tenía sus dos manos sobre el pecho del Alfa porque en un principio su intención fue alejarlo pero no pudo. Su determinación flaqueó ridículamente cuando el Alfa lo besó con aquella pasión que jamás había sentido en otro beso ni en otros labios.
—N-no Yoongi, no es solo tu culpa yo tampoco me alejé así que si yo lo permití también es mi culpa.
Por la cercanía en la que estaban Yoongi podia sentir los latidos acelerados del Omega, él también estaba así y también se sentía así como Jimin se sentía.
—Tienes miedo. —Habló en un susurro. —También yo lo tengo Minnie, jamás me había sentido de esta manera, te estoy siendo muy honesto... no se lo que pasa conmigo yo, solo quiero tenerte a mi lado. Me...duele me duele mucho esto.
Su voz se volvió aún más y más suave mientras le confesaba al Omega como se sentía.
Jimin agradecía la sinceridad con la que el Alfa hablaba, él también quería entenderlo y entender que pasaba con ellos y que iban a hacer porque no podían seguir así.
—S-si tengo miedo Yoongi de esto que siento, de lo que estoy comenzando a sentir.
—¿Qué... qué sientes Jiminie?
Yoongi esperó silencioso y ansioso solo deseando escuchar algo que él anhelaba con ganas en su interior.
El Omega permaneció en silencio.
¿Cómo se atrevía ese Alfa a venir y así como así derribar su pared en la que él se escondía detrás para sentirse seguro? ¿Cómo se atrevía a hacer trizas toda su burbuja de seguridad? Le hizo bajar la guardia totalmente.
Porque si hace días dudaba que lo que había pasado entre ellos solo fue una mala decisión de ambos, ahora sentía totalmente distinto.
¿Qué sentía?
¿Qué le iba a decir?
¿Que toda una vida soñó con encontrar a su Alfa destinado y que ahora que lo había encontrado tenía más miedo que ilusión?
Porque así era.
Tenía miedo de confesar sus sentimientos, de decirle que tenía una inmensa necesidad de tenerlo cerca, de sentir su aroma, de sentir sus manos sosteniendo las suyas. Eso deseaba.
Eso quería su lobo y su corazón.
—E-es que y-yo y-yo... yo no sé.
Pero Min Yoongi no era suyo era de Hoseok su primo.
Fue entonces que su razón volvió a tomar parte vital en su cerebro y se alejó un poco de Yoongi interponiendo sus manos entre ellos.
—No, esto no puede repetirse Yoongi no podemos, no... no quiero hacerle esto a Hobi. ¡Es mi familia!
Yoongi casi pudo sentir la desesperación de Jimin porque él estaba igual. Ambos compartían más que un lazo, compartían sus sentimientos y sus miedos.
Y Jimin tenía razón, Hoseok estaba abajo compartiendo un momento con la familia y ellos no debían estar a solas ahí arriba, no podían dejarse llevar de nuevo por sus sentimientos.
Con un sentimiento de pesadez en su pecho Yoongi también se alejó un poco.
—Tienes razón Jimin, no debemos hacer esto.
Jimin también asintió bajando la mirada con una sensación de tristeza metida en su pecho cuando dejó de llamarlo Minnie para llamarlo Jimin.
—Será mejor que baje a recibir bien a Hobi pero... aun debemos hablar sobre la marca pero no lo haremos en casa no nos debemos arriesgar a estar más sólos, si el domingo antes de irse tienes un tiempo dime, te daré una dirección y nos reuniremos.
Yoongi volvió a asentir.
—Si, está bien. Yo bajaré hasta la cena no estoy... necesito descansar.
Jimin suspiró y vio como Yoongi salía de su habitación.
¿Yoongi no estaba bien? Porque eso fue lo que le quería decir y él lo captó.
Sintió su corazón quebrarse un poco porque no solo había engañado a Hobi si no que se sentía responsable por la manera en que Yoongi se sentía.
Tomó una ducha para quitarse el aroma de Yoongi el cual hacía a su lobo enloquecer. Amaba ese aroma lo debía admitir.
Cuando bajó Hobi seguía sentado en la sala platicando animadamente con sus padres.
Sonrió tratando de calmarse y de mantener su mente serena.
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La cena había sido servida y la familia Park junto a los Min comían en completa armonía...
Bueno al menos todos los demás menos Yoongi y Jimin.
Jimin estaba demasiado tenso mientras metia pequeños bocados de comida y Yoongi agarraba demasiado fuerte su tenedor.
Jimin ni si quiera se atrevía a alzar la mirada porque justamente le había tocado sentarse frente al Alfa pelinegro.
Yoongi participaba en la conversación que los demás tenían en ese momento la cual todos charlaban animadamente pero solo opinaba en cosas mínimas.
—¿Jimin cariño?
El aludido dió un respingo y levantó la vista hacia su madre a su lado.
—¿Si mami?
—¿Te ocurre algo? ¿Estás Bien? Has estado callado cielo ¿Pasó algo malo con tu novio?
Jimin se movió algo incómodo en su silla y sus ojos se desviaron un momento hacia el Alfa quien tenía la vista en su plato pero su ceño fruncido.
—Me gustaría conocer a tu novio Jimin-ah ¿Y si vamos el viernes por la noche a un bar?
Hoseok se veía realmente entusiasmado. Yoongi por fin levantó la vista, preocupado.
—No creo que sea buena idea Hobi yo creo que Yoongi y tú querrán pasar su tiempo a solas es su...Luna de miel. —Respondió de manera monótona y sin ánimo.
—Hay por Dios Minnie no lo digas así, anímate primito ni nos vemos tan seguido así que yo también quiero aprovechar eso estoy seguro de que Yoongi no tiene ningún inconveniente. ¿Verdad amor?
Yoongi abrió la boca sin saber que decir, tampoco creía que fuera una buena idea para el espacio que ellos habian planeado poner en sus vidas.
—Yo creo que...
El teléfono de Hobi comenzó a sonar así que tuvo que levantarse y antes de ir a responder se disculpó con los demás.
Los demás siguieron con su comida, Jimin estiró una mano hacia la bandeja de la mantequilla para poder untarla con el pan pero desgraciadamente su mano rozó la de Yoongi la cual sostenía un vaso con agua sobre la mesa, inmediatamente el calor se apoderó de sus mejillas tuvo que carraspear y apartar la mano rápidamente para volver a clavar su vista sobre su plato.
¡No podía creerlo! aunque haya sido solamente un leve roce de sus manos aquello le causaba una gran ebullición en su interior.
—¿Y dime Yoongi? ¿Estás disfrutando de tu luna de miel?
El Alfa Alzó la vista y tragó lo que tenía en la boca antes de poder responderle a la madre de jimin Y entonces asintió.
—Si, bastante. He podido viajar lo que no he viajado durante mi soltaría. —Respondió con una elegante sonrisa.
Aquella sonrisa le causó a Jimin una sensación de calidez.
Su madre sonrió al comentario de Yoongi.
—Que bueno, espero que cuando mi Jiminie se case su Alfa lo lleve por el mundo, él tiene la ilusión de conocer Hawaii y las islas del caribe. ¿Verdad cariño?
Jimin aún tenía sus mejillas color carmín.
—S-si mami.
El señor Park aclaró su garganta.
—Sólo espero que tu Alfa sea un buen Alfa que sepa cuidarte Minnie, lo mereces.
"Yo soy ese Alfa"
Yoongi se quería meter en un hueco y no salir nunca. Su lobo a veces expresaba lo que él se callaba.
—Si papá así será.
Jimin quería que sus padres dejasen de hablar de él y de su futuro Alfa y menos en presencia de su verdadero Alfa destinado.
Hoseok volvió luego de unos 5 minutos de nuevo a integrarse en la cena familiar con una gran sonrisa para seguir platicando sobre hacer planes para salir a pasear con Jimin y su novio y también ir de compras ya que estaba en Francia quería viajar a París para comprar muchos outfits para renovar su armario en casa.
Durante la cena tampoco pasó desapercibido para el Alfa las preciosas mejillas de Jimin que se tornaban rojas cada vez que alguien le hablaba o le decía algo, el pecho de Yoongi quería explotar por momentos cuando su mirada se cruzaba con la de él.
Cuando la cena acabó el primero en despedirse con la excusa de que estaba cansado por el ensayo del día fue Jimin después de darle un cálido beso a sus padres y un fuerte abrazo a su primo y luego una reverencia a Yooongi desapareció en su habitación y no volvió a salir asegurándose de poner seguro en su puerta porque en realidad no quería volver a cometer ninguna indiscreción con el Alfa en su casa.
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En su habitación Hobi estaba sobre el Alfa besándolo con desesperación, el calor se apoderaba poco a poco de su cuerpo mientras mordisqueaba el cuello de su Alfa. Pero entonces las dos grandes manos de Yoongi lo apartaron cuidadosamente de encima y se sentó en la cama.
Ni siquiera los fogosos besos que compartía con Hobi pudieron crearle una erección.
—¿Qué pasa Yoon?
—No me siento cómodo aquí Hobi, es...la casa de tus tíos.
Hoseok sonrió ladino y se levantó para servirse un vaso con agua.
—No creo que se molesten además no se oye nada. —Respondió. —Ya no hay agua iré por más.
—Yo... puedo ir por eso si quieres.
En realidad Yoongi solo deseaba alejarse un poco de su esposo porque de verdad se sentía un poco incómodo teniendo relaciones ahí en la casa de los tíos de él y durmiendo cerca de la habitación de Jimin.
—Oh gracias amor eres tan gentil.
Yoongi asintió y tomó la jarrilla de cristal para salir despacio de la habitación. Obligó a su cuerpo a pasar directo sin detenerse frente a la habitación del Omega Jimin y bajó directo hasta la cocina.
Todo estaba en penumbra pero aún así pudo reconocer el camino hasta la cocina y hasta donde estaba el dispensador de agua.
Lo vio y se acercó para llenar la jarrilla, pensando en como demonios le iba a hacer para sobrevivir esos días en presencia de aquel Omega con aroma a margaritas.
Perdido estaba en sus pensamientos cuando sintió a alguien a sus espaldas.
—No hubieras bajado amor, yo llevo el agua.
Se dio la vuelta para darse cuenta de que no era Hoseok, era Jimin.
Llevaba una pijama de short muy cortito color rosa y una camiseta ajustada. Tuvo el tiempo de apreciar un momento aquellas hermosas piernas largas y gruesas.
Pasó saliva con algo de dificultad.
—Jimin...
—Lo siento te oí salir y yo no sé por qué te seguí se que no debía.
—No te preocupes... ya me voy.
Yoongi hizo el ademán de seguir su camino pero la manita de Jimin tocó su hombro para llamar su atención.
Hasta ese momento Yoongi pudo ver que el Omega llevaba su almohada.
—¿Ssii?
—Yoongi yo, no puedo dormir mi lobo aulla como loco... yo quería saber si...
Y ahí estaba nuevamente aquel gesto que hacía a Yoongi babear como un loco, el rojo en las mejillas del Omega se veía tremendamente hermoso.
—Dime. —Susurró muy cerca del Omega.
Jimin levantó su almohada demasiado tímido como para poder pronunciar una palabra y entonces el Alfa comprendió que era lo que el Omega necesitaba.
—¿Mi aroma?
Jimin mordió con fuerza su labio inferior asintiendo muy apenado por lo que tenía que pedirle al Alfa.
Yoongi soltó una sonrisita un poco impulsiva y tomó la almohada de Jimin con la felicidad brotando de su pecho al saber que el Omega necesitaba de su aroma y la pegó a su pecho, después comenzó a liberar sus feromonas de olor para poder calmar los nervios del Omega impregnando por completo toda la almohada, esperando realmente que le ayudase a dormir.
—Aquí tienes jimin. — El Alfa devolvió la almohada al Omega.
Jimin nuevamente la tomó entre sus manos y no pudo evitar olfatearla en presencia del Alfa cerrando sus ojitos complacido al sentir el aroma del sándalo y el ámbar muy cerqita de él.
Yoongi estaba muy feliz de ese gesto.
—Lamento mucho tener que pedirte esto...en cuando hayamos solucionado lo de la marca estaré mucho mejor.
Yoongi asintió y entonces cuando hubo comprobado que Jimin estaría bien subió de nuevo con su corazón acelerado por mil.
"Puta mierda" pensó.
¿En que momento habia cambiado su vida tan tranquila?
Estaba seguro que su lobo tampoco iba a dejarlo dormir durante esa noche y las demás que iba a pasar en esa casa pero él no tenía opción de pedirle el aroma al Omega para poder tranquilizarse.
Al volver a la habitación Hobi Ya estaba dormido así que dejó la jarrilla con el agua en la mesita de noche y se acomodó en su lado de la cama para poder cerrar los ojos sin embargo tal y como lo había supuesto no concilio el sueño largas horas durante la madrugada porque cada vez que cerraba sus ojos su imaginación le jugaba malas pasadas poniendole imágenes del bello Omega que dormía en la habitación de al lado en su mente.
Por más que trataba de no pensar sus recuerdos siempre volvían a aquella vez cuando lo tomó como suyo y también los momentos que había compartido con él durante esa tarde, aquel beso tan profundo e íntimo que habían compartido, las miradas sutiles, los roces, aquellos son rojos que hacían ver al Omega más precioso de lo que era, su voz, su sonrisa.
Todo en el Omega llamaba su atención y lo mantenía intranquilo. ¿que iba a hacer?
Estaba totalmente perdido cayendo en un abismo, perdido sin esperanza por aquel Omega con el cual no tenía una oportunidad ni la tendría.
Suspiró por milésima vez durante la madrugada tratando de dormir pero como definitivamente no iba a conseguirlo decidió salir de nuevo de la habitación y bajar a la sala donde encendió la TV y se quedó ahí por el resto de la madrugada tratando de ocupar su mente en lo que estaba viendo, tratando de no pensar más en el Omega porque si lo hacía si seguía sucumbiendo ante él cometería más y más errores que no estaba dispuesto a perdonarse jamás.
—Dios Jiminie, Minnie... ¿Qué me has hecho cariño?
Así pasó el resto de la madrugada entre pensamientos que iban y venían, entre imágenes de la televisión que cambiaban y pasaban, entre programas que comenzaban y terminaban hasta que finalmente el sueño lo llamó y rendido volvió a la habitación a eso de las 5 de la mañana para por fin poder dormir un par de horas antes de que sonara el despertador.
Eso si... totalmente convencido de que estaba perdidamente enamorado de Park Jimin, el primo de su esposo.
Su Omega.
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