Extra
Gulf suspiró por décima vez sentado en aquella habitación. Aún no podía creer que estuviera de regreso en esa casa, y volver a estar tan cerca de esa persona. De hecho, no se lo había planteado. Había estado tan cegado por su dolor y miedo que antes no había visto con claridad las cosas, hasta ahora. Sentado con las piernas cruzadas sobre el sofá, Gulf se mordió la uña de su dedo índice, repasando lentamente cada una de las palabras que su mejor amigo le había dicho aquel día que había huido.
----- ¿Realmente piensas antes de actuar? ¡Escuchaste su explicación! ----- Con lágrimas en los ojos y los puños fuertemente apretados, Gulf negó ----- ¡Ese es el punto! Ni siquiera le diste la oportunidad de explicarte como fueron en verdad las cosas. Y escúchame Gulf Kanawut, no eres más que un mocoso idiota por no escuchar a tu marido ----- Sintiendo la rabia correr por sus venas debido a las palabras de Up, Gulf gritó.
----- ¿Qué sabes tú? ----- Negando, Up se negaba a creer que ese fuera su amigo.
----- Yo... yo se lo mucho que ese hombre te ama, lo que sufrió al verte en esa maldita camilla después del accidente, debatiendo entre la vida y la muerte, debatiéndose entre sí salvar tú vida o la de sus hijos. ¡A todos de una jodida vez! Y también que jamás te sería infiel. Yo sé mucho más que tú, porque yo era quién estaba al lado de ese hombre, fui yo quién crío a tus hijos mientras tú estabas en ese puto hospital ----- Sintiendo las lágrimas volver a mojar sus mejillas, Gulf retrocedió.
Ese era el problema. El mismo sabía que el hombre jamás lo engañaría, y a pesar de tener esas dudas, él sabía a la perfección que no se había ido por eso. Si no por su cobardía. Por el miedo a enfrentar más problemas y no poder superarlos, por el miedo de perder al hombre que amaba para toda la vida. Todo por sus malditos miedos.
Frunciendo el ceño, Gulf se negó a seguir maquinando todo tipo de ideas. Se sentía realmente confundido, y el tan solo pensamiento de saber qué hubiera pasado si no se hubiera negado a escuchar a Mew lo tenía llenó de ansiedad. Poniéndose de pie decidió dejar de pensar y subir a descansar un rato y de paso ver como se encontraba Mew, sin embargo, unos suaves susurros provenientes de la habitación de los pequeños la hicieron detenerse frente a la puerta, y sentir como su corazón se disparaba al ver la imagen dentro de ésta.
Sentado en el centro de la cama, con los gemelos en cada uno de sus brazos y la pequeña Natasha en el centro de su pecho, Mew cantaba una suave y dulce melodía, acariciando de vez en cuando los cabellitos de sus hijos. Gulf se mordió el labio, tratando de evitar que las lágrimas lo traicionaran.
《¿Por qué soy tan idiota? ¡Joder!》
----- Piensas demasiado ----- Gulf dio un pequeño salto asombrado al encontrarse con aquellos ojos grises fuertemente clavados en su cuerpo, y con algo de vergüenza y nerviosismo decidió por fin entrar a la habitación.
Los gemelos balbucearon entre sueños, aferrando sus manitas a los dedos de Mew, mientras que la niña se acurrucó un poco más contra su pecho, suspirando y de vez en cuando arrugando su nariz, causando gracia en uno de sus padres. Mew sonrío, moviéndose y dejando un lugar para que Gulf pudiera acomodarse también, un poco renuente, el mocoso obedeció. Se subió a la cama con extrema lentitud, y enrollo sus piernas contra su pecho de manera que pudiera evitar cualquier contacto visual con el hombre. Se sentía desnudo frente a esos ojos, y temía derretirse si navegaba en esas aguas de acero por más de diez segundos. Tratando de desviar el tema, susurró:
----- Siempre lo hace ----- Mew lo miró confundido. Gulf sonrío, señalando a Natasha ----- Arrugar su nariz mientras duerme, es una rara costumbre ----- Mew asintió, sintiendo la emoción al descubrir poco a poco, y aunque fueran pequeñas las costumbres de sus hijos ----- Los gemelos sólo han dicho papá una vez, sin embargo, no fue al verme a mí, sino a una de las fotografías tuyas que guardo Sammy ----- Girándose para mirarlo mejor, Mew reconoció la melancolía viajar a través del mocoso y quiso abrazarlo, sin embargo, se contuvo.
----- Me he perdido muchas cosas, los fines de semana no eran suficientes ----- Sintiendo como la curiosidad por fin explotaba en su interior, Gulf se reacomodo de manera que quedó frente a Mew, y con la respiración acelerada y su corazón golpeando desenfrenadamente contra su pecho, soltó aquella pregunta que parecía no dejarlo en paz.
----- Esa noche, después de volver a estar juntos... ¿Por qué no me dijiste la verdad? ----- Mew se sorprendió. Se hubiera esperado cualquier cosa, menos esa pregunta. Poniéndose de pie, y dejando a los niños en las que habían sido sus camas, regresó al lado del mocoso. El chico miraba hacía el edredón y mordía sus labios con fuerza. Sentándose en la orilla, Mew susurró:
----- Yo... no lo sé. Tal vez fue el miedo de perderte. Tú estabas demasiado vulnerable por no tener tus recuerdos, y yo... tenía miedo de que al descubrir... no sé ----- Todavía sin mirarlo, Gulf volvió a hablar.
----- Yo... recordé ----- Mew lo miró ----- Ese día del accidente, yo subí a la oficina, y escuché como le decías a Joss que te habías acostado con Amanda... y que ella... ¿Qué fue lo que sucedió? ----- Mirándolo a los ojos, Mew susurró:
----- yo jamás me acosté con Amanda ----- Un jadeó escapó de los labios del chiquillo, antes de echarse a llorar ----- Todo fue un malentendido, que alguien me ayudó a solucionar... aquella chica que un día estuvo en tu corazón ----- Gulf lo miró ----- Ella me ayudó a descubrir que yo jamás estuve con Amanda, y que le había pagado a una chica para que le diera al bebé que estaba esperando al nacer ----- Gulf gimío, completamente asombrado ----- Pero jamás imagino que terminaría muerta, y que yo me haría cargo de esa chica y del bebé que estaba esperando... sin embargo, el día del parto... esa chica murió y me entregó a la nena, pidiéndome que la cuidará como si fuera mi propia hija... y entonces despertaste ----- Cuando hubo terminado, Mew no pudo evitar el dejar salir las lágrimas.
Gulf se sintió un completo idiota. Porque por sus malditos impulsos había provocado todo aquel dolor en un corazón inocente. Y sobre todo en la vida de sus hijos. Arrodillándose frente al cuerpo del hombre, tomó su rostro entre sus manos temblorosas, tratando de limpiar las lágrimas y de que esos ojos dejarán de verlo con tristeza.
----- Perdóname... ----- Susurró ----- Yo mentí ----- Limpiándose las lágrimas, Mew lo miró ----- No me fui porque me hubieras engañado... me fui por cobarde, por no saber enfrentar los problemas. Simplemente huí, y te lastimé ----- Pasaron varios segundos en silencio, hasta que Mew habló.
----- Perdóname tú a mí por no haber sido sincero desde el comienzo, y haberte ocultado la verdad. Merecías saberla ----- Con las manos temblorosas Gulf gimió, mordiendo su labio antes de lanzarse sobre sus brazos y llorar como un pequeño sobre su pecho, golpeando su pecho con su puño.
----- Eres un idiota, yo soy un idiota ----- Mew sonrío, alejándolo de su cuerpo y tomando su rostro con las dos manos, susurrando antes de besar sus labios.
----- Los dos somos idiotas ----- Gulf sonrío, volviendo a adorar el sabor de esos labios de nuevo sobre los suyos. Todas sus barreras se desarmaron conforme se intensificó el beso, y su cuerpo tembló cuando aquellos dedos volvieron a tocar su piel, dejando un camino de fuego y electricidad que provocaban cortocircuitos en su cuerpo. Su corazón vibró dentro de su pecho, volviendo a reconstruirse poco a poco y aquel amor que había encerrado en la caja de su corazón volvió a florecer, tomando la fuerza necesaria para que sus miedos se fueran, y las inseguridades desaparecieran dejando solamente el coraje para luchar contra lo que viniera, y de amar sin prejuicios y libremente, de volar con sus alas extendidas y lanzarse al vacío esperando por ese hombre que lo llevaba hasta los más altos cielos. Y que lo protegería y amaría por el resto de sus vidas.
La brisa de verano se dejaba ver en las ramas de cada uno de los árboles del vecindario, entregando felicidad a cada persona que caminaba por las calles en compañía de sus familias y mascotas.
----- Papá espérame ----- Gulf sonrío al ver como las niñas corrían tras de Mew mientras se dirigían hacía el parque, y mientras regañaba a Up por empujar demasiado rápido el cochecito de los niños, la silueta de aquella chica le hizo detenerse.
----- ¿Qué pasa? ----- Up lo miró confundido. Gulf negó.
----- No es nada, creo que se me olvidó algo. Podrías alcanzar a las chicas, no tardó ¿De acuerdo? ----- Up se encogió de hombros y asintió, continuando con su camino y dejando a Gulf mirando de nuevo hacía aquella casa.
La chica ya había avanzado unos cuántos pasos, sin embargo, no los suficientes para que no pudiera alcanzarla. No dijo nada, y lo único que hizo para conseguir su atención fue un absurdo carraspeo. Davika se giró sobresaltada, abriendo completamente sus claros ojos al encontrarse con su rostro. Gulf sonrío nerviosamente.
----- Hola... ----- Davika no respondió, si no que continuó con su camino, apresurando el pasó. Gulf se regaño por idiota ----- ¡Espera! Tenemos que hablar ----- Davika lo miró ----- Se lo que hiciste para ayudar a Mew... y por eso gracias ----- Davika se mordió los labios.
----- Era lo correcto ----- Gulf negó.
----- Para mí es más que eso ----- Deteniéndose por fin, Davika se giró, clavando sus ojos en los de Gulf antes de mencionar:
----- Gulf ¡Olvídalo! Eso solo es algo que hice, no significa que podamos ser amigos... no después de todo lo que ha pasado ----- Gulf la miró, confundido.
----- ¿Por qué? ----- Davika no respondió inmediatamente, y cuando lo hizo susurró:
----- Porque yo jamás dejaré de amarte. ----- Le dedicó una última mirada a Gulf, antes de continuar su camino y no volver a mirar atrás.
Gulf observó su silueta desaparecer y soltando un suspiro melancólico, su vida junto a aquella chica pasó frente a sus ojos, haciéndole sentir un bonito sentimiento. 《A pesar de todo no me arrepiento de lo que pasó. Fuiste alguien muy importante en mi vida, y por eso doy gracias. Jamás te olvidaré, y quedarás como un bonito recuerdo grabado profundamente dentro de mi corazón, y cada vez que vea las estrellas, voy a recordar que hubo alguien que sacrificó sus propios sentimientos por el amor de alguien más y que a pesar de sus palabras duras sé que muy en el fondo, S
Siempre seremos amigos.》
Gulf asintió porque sabía que así sería.
Gulf frunció el ceño cuando se encontró con una pequeña caja negra debajo de la cama. Levantó la sabana para poder tomarla, y sentándose se preparó, para abrirla con gran curiosidad. La pequeña cosa reveló un sin fín de sobres de papel, todas y cada una con su nombre. Parpadeando confundido, Gulf las dejó caer sobre la cama, y tomando uno lo abrió, sorprendiéndose al leer su contenido.
¿Estás bien? ¿Me recuerdas? ¿Aún no has dejado de amarme? Porque yo te amo cada día con más intensidad. Me arrepiento con toda mi alma de no haberte dicho antes la verdad y haberte perdido. Pero por favor, déjame verte solo unos segundos.
Gulf se mordió el labio, sintiendo aquellas mariposas volar de nuevo por su estómago. Esas cartas ¿Las había escrito Mew? Con mucha más curiosidad que antes, volvió a sacar otra y la leyó.
Hoy te alcance a ver, y aunque sé que tú me evitas, no puedo evitar el sentirme más enamorado de ti. Muero por ver esos hermosos ojos verdes mirarme a mí de nuevo. Y no a ese chico que dice Love que te mira todos los días. ¡Lo mataré! Por atreverse a poner sus ojos en ti. Porque tú eres mío, solamente mío.
La presencia de Mew en la habitación le hizo soltar la caja, haciendo que todas las cartas quedarán regadas sobre el suelo. Mew abrió los ojos un tanto avergonzado, apresurándose recogerlas. Gulf lo detuvo.
----- ¡No! Son mías ----- Mew negó apresuradamente
----- No tiene caso. Solo son pensamientos ----- Tomándolo por las mejillas, Gulf estampó un sonoro beso sobre sus labios.
----- Son más que eso ----- Mordiendo sus labios, Mew deslizó sus manos hasta dar con la cintura del chico, y pegarlo contra su cuerpo ----- ¿Por qué nunca me las enviaste? ----- Gulf preguntó, frotando su nariz contra la del hombre. Mew se encogió de hombros.
----- Creo que temía que todas regresaran ----- Gulf mordió su labio asintiendo, antes de separarse del hombre y ver como Up entraba corriendo detrás de los gemelos que no dejaban de correr.
----- ¡Ya! Déjense de ser pervertidos y ayúdenme. ¡Estos jodidos mocosos me van a sacar canas antes de tiempo! Y todavía soy muy joven para eso. Tengo que encontrar a mi alma gemela ----- Mew lo miró ----- ¿No tendrás una gemela? No a al loca de tu hermana ----- Gulf negó, mirando a su amigo ----- ¡Como sea! Ayúdenme, que Natasha y las niñas están haciendo un desastre con la pintura dentro de su habitación ----- Gulf soltó un fuerte gritó, antes de salir corriendo.
----- ¡¿Qué?! ----- Up se encogió de hombros, entrecerrando los ojos cuando se encontró con los gemelos sentados frente a las gradas y soltando un par de sonoras carcajadas.
Mew se quedó en silencio admirándo la imagen, y no pudo evitar el que una enorme y sincera sonrisa se formará en sus labios. Ahora entendía aquellas palabras que una vez su abuela le había dicho cuando estaba pequeño. "Todas las cosas tienen un porque, y aunque en su momento pueden parecer demasiado dolorosas e injustas, al final son el resultado que te llevan a la felicidad." Estaba seguro de eso.
Después de todo el dolor y los tropiezos que la vida le había puesto para poder estar con Gulf, por fin estaban juntos, y estaba seguro qué para siempre. Una sonrisa melancólica se formó en sus labios al recordar al otro gemelo. Ese que había sido el principio de todo. Caminando hacia la ventana, admiró las nubes en el cielo, y cerró los ojos, recordando la sonrisa de Type, y se sintió agradecido.
Porque lejos del engaño y de las mentiras que hubiera dicho, sin él jamás hubiera estado al lado de Gulf, y de la felicidad que el mocoso había inyectado en su vida. Sonrío.
《¿De verdad ha pasado tanto tiempo? Sabes, ocupaste un lugar importante en mí corazón, y siempre lo tendrás, pero ahora estoy listo para poder dejarte volar para siempre, y dejar esos lindos recuerdos cómo lo que son; recuerdos. Deseo que en cualquier lugar en donde estés, seas feliz. Así como yo lo soy ahora...》
----- ¡Mew Suppasit! ----- El gritó de Gulf, seguido de las risas de Alexander y Khalan hicieron que abriera los ojos, y se encaminara hacía la puerta, antes de mirar por última vez hacía la ventana.
----- Soy muy feliz. ----- Susurró y salió en busca del motivo de su felicidad que lo llamaba.
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