
LII: LA CAÍDA DE DUMBLEDORE
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𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟱𝟮:
𝗟𝗔 𝗖𝗔𝗜𝗗𝗔 𝗗𝗘 𝗗𝗨𝗠𝗕𝗟𝗘𝗗𝗢𝗥𝗘
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Después de un mes creo yo... realmente ya no tenía noción del tiempo. Decidí volver a ver donde estaba Draco pero... ni idea. No lo había visto ya mas en clases. Y por mas que intentara, el no se dejaba ver. Caminaba por los pasillos de Hogwarts, en un horario en el cual no debía. Ahorita yo debería estar en mi sala común... Pero en ese momento, Harry pasa corriendo y me ve.
- ¿que haces aquí?
- ¿tu que haces aquí? - le dije mientras le detenía, tomando de su brazo. - ¿que te pasa?
- tengo que detener a Draco. - oh por Dios. - el... el va a matar a Dumbledore.
- ¿ese era su plan todo este tiempo? - Harry no dice nada, tan solo batalla para respirar. - no... el tenía que hacer algo, algo relacionado a la sala de menesteres.
- un armario, uno que estaba ahí y que permitiría el que los mortífagos vinieran a atacar a todos. - no puedo creerlo. - tienes que regresar a tu habitación. Por favor.
- pero Harry... - y no me dejó terminar ya que se fue corriendo en busca de el.
No puedo creerlo, en verdad estaba sucediendo algo malo. Me apresuré a buscarlo yo antes que Harry. Quizá pueda hacer algo. Fui hacia la puerta que conducía a la escalera de caracol.
Y ahí estaba el. El se encontraba apuntando con su varita a Dumbledore.
- Tengo apoyo. Hay mortífagos en tu escuela esta noche. - le dice a Dumbledore y una vez que me ve, se asusta un poco mas. - ¿que haces aquí?
- Draco... no tienes que hacer esto. - empiezan a llorarle los ojos.
- debes continuar y hacerlo, mi querido muchacho. - dijo Dumbledore suavemente. Negué con la cabeza. Se escuchaban ruidos, en efecto, los demás habían llegado a Hogwarts.
- así que para eso querías ir tanto a la sala de menesteres. - cuando dije eso, el trató de evitar el contacto visual. - aun puedes evitarlo. Draco, tú no eres un asesino.
- he estado trabajando en ello todo el año... tiene que pasar.- voltea a ve a Dumbledore. - usted debería tener miedo.
- ¿pero por qué? No creo que vayas a matarme, Draco.
Draco tragó y respiro profundamente varias veces, mirando a Dumbledore, mientras apuntaba con la varita al corazón de este último.
- tuve que reparar el armario evanescente que nadie ha usado durante años. - me dice. Ni siquiera pude verlo a los ojos. - y usted todavía no se había enterado quién estaba detrás de todo eso, ¿verdad?- Dumbledore se deslizaba un poco más hacia la muralla.
- en realidad, si sabía. - Draco me voltea a ver, peguntándose si yo fui quien se lo dije. - no, ella no fue Draco.
- ¿Entonces por qué no me detuvo?
- lo Intenté Draco. El profesor Snape te estuvo vigilando bajo mis órdenes...
- es un doble agente, no trabaja para usted, usted sólo piensa que así es. - oh por Dios, sabía que Snape no era del todo bueno. Yo no podía seguir aquí, no me incumbía seguir oyendo todo esto pero no sabía que hacer. Di unos pasos atrás esperando irme lentamente pero Draco me ve.
Se escuchaban muchos gritos de sufrimientos abajo, en Hogwarts. No pude evitar preocuparme, pensando que cualquiera de esas personas es alguien a quien quiero.
- ven conmigo. - negué con la cabeza. - necesito que entiendas el porque haré esto.
- no Draco... no hay razones para matar a nadie. - voltee a ver a Dumbledore. - no lo hagas.
- ¡tengo que hacerlo! ¡El me matará! ¡Matará a toda mi familia! - vuelve a llorar y yo no pude evitar no hacerlo. - jamás te hablé del plan porque no quería involucrarte... no quiero que nada malo te pase.
- puedo ayudarte, Draco. - le dice Dumbledore.
- no, no puede.- dijo Malfoy, la mano que sujetaba su varita se agitaba fuertemente. - nadie puede. Él me dijo que lo hiciera o me mataría. No tengo elección.
- vuelve al lado correcto, Draco, y podremos esconderte más de lo que hubieras podido imaginar. Es más puedo mandar algunos miembros de la Orden para esconder a tu madre de la misma manera. Tu padre está a salvo en Azkaban... y cuando llegue el momento podremos protegerlo a él también... vuelve al lado correcto, Draco... tu no eres un asesino...- Malfoy miró fijamente a Dumbledore.
Malfoy fue empujado del camino cuando aparecieron cuatro personas vestidas de negro, que salían disparadas por la puerta hacia la muralla. Todavía paralizado, sus ojos me miraban fijamente sin pestañear y su primer instinto es colocarse cerca mío, para evitar que los mortífagos me hicieran algo. Parecía que los Mortífagos habían ganado la pelea que se libraba abajo.
Un hombre de aspecto mugroso y mirada lasciva ladeada hizo un sonrisa tonta y jadeante.
- ¡Dumbledore acorralado y sin varita! ¡Bien hecho, Draco, bien hecho! - al yo escuchar eso, me solté de su agarré. Yo no podía apoyarlo sabiendo la decisión que tomó.
- buenas noches Amycus. - dijo Dumbledore calmadamente.
- ¿crees que tus chistes no te ayudarán esta vez en tu lecho de muerte ¿verdad? - Se burló ella.
- esos son modales. - replicó Dumbledore. Quería huir de aquí y no podía. Que terrible situación. ¿Donde estaba Harry?
- ¿ella es la niña de la cual nos pediste no lastimar? - dice Bellatrix. - pero si es a la cual tu padre odia.
- ¿que? - Draco dice confundido. - ¿de que hablas?
- ¿no lo sabes? - le dice muy cínica. - tu querido padre estaba terriblemente enamorado de su mamá pero ella, escogió a otro sujeto. - eso no lo sabía yo. - se odian a la muerte. Lucius ha intentado matarlo un millón de veces. - cuando dice eso, ella se acerca a mi y acaricia de mi rostro.
- suéltala.
- pero mirala... es igualita a su padre. - se acerca mucho. - Lucius pensó que podría ser su hija pero no, se ha equivocado. Y eso le dolió mucho.
- ¿quieres decir que pudo haber sido mi hermana? - le dice.
- si pero no fue así, así que puedes hacer lo que quieras con ella Dragoncito. - ella se ataca de la risa. - siempre y cuando tu papi no la mate por supuesto. - me solté bruscamente de su agarre y ella molesta me apunta con su varita.
Snape aparece.
- suelte a Griffin, Bellatrix. - ella muy molesta, me avienta a Draco.
Snape miró fijamente a Dumbledore durante un momento con revulsión y odio marcados en las líneas de su rostro.
- Severus... por favor... - Snape levantó su varita mágica y apunto directamente a Dumbledore.
- avada kedabra.
Un rayo de luz verde salió de la varita de Snape directamente hacia el pecho de Dumbledore dándole de lleno. El grito de horror silencioso que hice, nunca salió de mi boca; silenciosamente y sin moverse fui obligada a ver como Dumbledore fue lanzado por el aire. Asustada, empujo a Draco lejos de mi y salgo corriendo de ahí. Veo que Harry ya no estaba ahí y decidí huir mientras podía.
Bajando y saliendo de ahí de una vez por todas, me encuentro con un desastre total en Hogwarts, el. gran comedor estaba todo destruido... con sus ventanas todas rotas y las mesas por todos lados. Salí del castillo esperando no ver el cuerpo de Dumbledore ahí tirado pero tuvo que ser así. Toda la escuela se encontraba viendo el momento, sorprendidos...
La profesora McGonagall me ve llorar y se acerca a mi.
- yo vi quien fue. - le dije con voz temblorosa. - fue el profesor Snape. - cuando dije eso, todos ahí empiezan a murmurar entre si o a llorar. - Draco fue parte de esto, el dejó que los mortífagos entraran.
- ¿cómo sabe todo esto?
- porque yo estuve ahí. - ella me abraza.
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