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Capítulo 26

Hago pase de lista antes de capítulo

Preséntese

—Te agradezco mucho que te quedaras hasta esta hora ______ –dijo la señora Melissa mientras levantaban la mesa de la cena.

—No hay de que, después de todo pasamos todo el día y vine con mi compañía extra –dicha compañía estaba durmiendo junto con Haru.

Katy y Phoebe junto con Haru jugaron todo el día. Y _______ y Shirley tomaron los roles de madres ante los tres, parecía la cantante y la modelo eran niñas otra vez jugando tan enérgicamente con Haru.

Pero la actriz por una situación con sus hermanos y el grupo Pro-Animal tuvo que irse. Le hubiera gustado pasar la noche en Anima City.

—Siempre será un placer, tanta compañía en la cooperativa nos hace muy feliz –sonrió con nostalgia la mujer bestia.

—Descanse un rato Melissa, yo lavare los platos –se ofreció con amabilidad ayudándola con unos pesados platos.

—Oh _______ muchas gracias, este cuerpo no solía ser lo que era antes.

Mientras Melissa estaba sentada en la sala, leyendo un libro y con la cabeza del cachorro albino en su regazo, _______ lavaba los platos con tanta calma.

Tras lo que pasó en la cena del restaurante chino, la situación Ogami y ella estaba más que tensa.

Sin embargo su hijo y sus amigas hicieron que se olvidara de él durante todo el día.

—Shirou, bienvenido de vuelta –oyó decir a la beta.

—¿Cómo ha estado todo? –preguntó el alfa con un ceño apaciguado pero sin sonrisa alguna.

—Perfectamente, como puedes ver aquí siguen para cumplir con las horas que impusiste –respondió su figura materna acariciando la cabeza de un dormido Haru.

—Shirou, señora Melissa, ¡ah señorita ______! Aquí sigue –saludo viendo a la mencionada asomar la cabeza–, ¿se puede quedar una amiga a vivir con nosotros? –Michiru apareció en la puerta también.

—¿Una amiga? –preguntó Ogami.

Pero al ver a la chica que acompañaba a la tanuki de inmediato el alfa sintió que algo no andaba mal.

—No claro que no –sentenció.

—¿Qué? ¿Cómo?

—Esa mujer no se puede quedar en esta casa, he dicho –ordenó usando su potente voz de alfa.

—Pero-

—Creo que no soy bien vista, lo mejor sera que me vaya –hablo Nazuna yéndose.

—¡Espera Nazuna!

La peli-___ había visto todo, ¿pero que le pasaba a Ogami? Huh, tal parece es un amargado con cualquiera.

Pero momento… Nazuna… ella recordó que Michiru le platico que así se llamaba una de sus amigas.

—Señorita _______, señorita Charlie, su amistad me recuerda a una gran amiga que tenía antes –hablo mientras bebían del té en el jardín de la madre.

—¿Ah si?

—Su nombre es Nazuna y era una linda y maravillosa chica, siempre tan entusiasta, amigable, hacía sonreír a todos… y quería ser una idol.

Esa mirada, y la manera en la que Michiru hablaba de su mejor amiga le trajo recuerdos a _______.

Ella también hablaba así de Akiko a cualquiera que le preguntaba por ella en la secundaria y la preparatoria.

—Su nombre es Akiko, y es una excelente alumna en los deportes, es lista, muy aplicada y le gusta la jardinería. Es mi mejor amiga –presumía con orgullo.

¿Así que Michiru también tenía a una Akiko en su vida?

Je. Solo esperaba a ella si le fuera bien…

Michiru estaba pensativa, mirando el vaso de jugo que la humana le había dado mientras ella hacía de comer junto a su hijo.

Se encontraba pensativa en el sofá de ______, pensando en lo que aquella que creía era su mejor amiga le había dicho.

¿Qué había sido eso? ¿Acaso su mejor amiga fue así todo ese tiempo? ¿No la hacía ver eso como una doble cara? ¿Una hipócrita?

No, no, removía esos pensamientos de su cabeza, no pensaría así de ella, no llegaría tan lejos. Aun creía en ella, estaba enojada, toda la confusión la frustraba.

Su Nazuna no era así, confiaba en ella, tenía fe en que quizá en realidad ella no decía en serio todas esas palabras que le dijo…

El amor es ciego vaya que así lo dicen.

—Michiru, ¿está todo bien? –la voz de la madre le sacó de sus pensamientos.

Ella se había sentado al lado de su sillón, que tenía vista enfrente a su jardín y por la hora, podía ver los tonos naranja y amarillo meterse por dicha gran ventana corrediza.

—¿Qué pasa Michiru? Mami y yo te hemos estado llamando para comer pero no nos respondiste –Haru se apoyo en sus piernas para que lo viera directamente a los ojos.

Ese cachorro era tan lindo, sabía como animarla.

—No… es nada –aseguró mirando a ambos–. Solo es la hora supongo, no se porqué pero me siento cansada.

Esa excusa… ella ya la había escuchado, incluso la llegó a usar.

Su instinto maternal se lo decía, definitivamente, algo pasaba, y después de comer lo descubriría.

Tras comer, con la barriguita llena y el cansancio ganándole, Haru se quedó dormido, y fue acostado en el sofá cubierto con su manta favorita.

Lo que dejó a la tanuki y la humana solas para ahora si poder hablar. Mientras Michiru secaba y enjuagaba los platos que la madre le iba pasando, _______ podía verlo, algo no andaba bien en ella.

—Michiru –llamó de nuevo usando un tono dulce y paciente–. Te noto muy distraída y mal, ¿qué pasa? ¿Fue por tu amiga Nazuna?

El oír el nombre de la albina le hizo levantar las orejas.

—¿Eh? ¿Cómo sabe?

—Así que si es por ella –sonrió al dar en el clavo–. Puedes contarme si eso te hace sentir mejor, pero si no, entiendo perfectamente.

Michiru guardó silencio momentáneamente, para después sacar aire de sus pulmones.

—… señorita _______, ¿puedo preguntarle algo?

—Lo que sea Michiru.

—¿No le pasa que a veces una amiga y usted se pelean, pero esa pelea llega a un nivel muy grande, que siente que incluso la amistad se terminó?

—¿Te sientes así por Nazuna?

—Ya no se siente como si fuera la misma –confesó–. Me dijo cosas muy horribles, que me dañaron tanto –apretó la toalla con la que secaba–, aunque no quiero creer que realmente lo dijo en serio, esa no es mi Nazuna, la Nazuna que yo conozco y adoro…

Podía entender como se sentía, Akiko también era su mejor amiga, y llegaron a discutir también.

—¡Aki ten mas cuidado a la próxima! ¿Qué tal si alguien te ve? –se acercó a ella con prisa y para limpiar con su pañuelo la sangre de su rostro.

La beastmen lobo solo rodó los ojos hastiada para volver a su forma humana.

—_______, tranquila, solo fue una pelea callejera.

—¿Y si uno de esos rufianes te delata o te reconoce? Te meterías en problemas Aki.

—Ogh suenas a mi papá.

—¡Por eso! Piensa en tu papá, no eres más que una desconsiderada e irresponsable haciendo esos actos. Piensa un poco más antes de actuar.

—Oh porque tu lo sabes bien, ¿no señorita buena y lame botas de los profesores? Siempre tienes que estar detrás de los demás, cuidándolos y dándoles ordenes como si fueras una mamá.

—Aki…

—Ya me hartaste _______, me voy a casa, SOLA –recalcó la última palabra con su voz de alfa.

Solían pelearse también, pero eran jóvenes, al igual que Michiru y Nazuna. Si pudiera le gustaría hablar con Nazuna también, para saber si realmente decía en serio aquello que le dijo a la pobre chica.

Pero al igual que se peleaban, sabían hablar y perdonarse. Si su sentimiento era más grande que eso, podían olvidar esa riña.

Porque lo veía en sus ojos.

Michiru estaba enamorada de Nazuna.

—¿La sientes cambiada y un tanto distante? –preguntó tomándola del hombro con suavidad.

—Un poco si… aunque le gustaría, aclarar las cosas.

—¡Pues entonces hazlo! –ánimo la peli-___–. Michiru, ¿aprecias tu amistad con Nazuna?

—Más que nada señorita _______, no se que haría sin ella, viví tantas cosas con Nazuna, incluso una vez nos accidentamos –confesó en una sonrisa–. Pero pasamos aquello juntas y nos hemos apoyado siempre en lo que queremos.

—Entonces si son todo eso yo creo que deberían hablarlo –acarició de una manera maternal la mejilla de Michiru–. Si la quieres mucho deben aclarar las cosas, aún son jóvenes Michiru, pero perdonar y el ser sinceros son cosas que ni el más adulto puede llegar a lograr.

La sonrisa y el rostro de la mujer frente a ella, irradiaba, y no sabía si era por el atardecer que se veía en la ventana de la cocina o por ella misma.

Esas palabras le animaron, le recordaron a su madre, y como tal, se tomo la libertad de abrazar a su más alta. Gesto que fue bien recibido, aquel abrazo maternal le había dado más confianza y le hizo sentir mejor.

—Anda Michiru, a casa, dicen que mañana lloverá tanto que será una gran tormenta –dijo mientras acariciaba su cabello.

—Wow, la lluvia de anoche si pego fuerte.

Los presentes en la cooperativa oyeron la voz juvenil de la oji-__ y voltearon a verle.

Traía un bonito vestido veraniego blanco junto con unas plataformas, un sombrero, un cesto de picnic y por supuesto, de la mano de su hijo. Quien vestía una camisa de marinerito a rayas y unos shorts blancos.

—Ah, ¡señorita ______! ¡Pequeño Haru!

—¡Michiru! –el albino corrió hacia los brazos de la joven para que esta lo elevara en el aire.

Juntos así parecían hermanitos.

—Que bueno que vinieras _______ –hablo Melissa con una sonrisa.

—Bueno, después de la tormenta de anoche, y aprovechando que Ogami no está, debo cumplir mis horas debidas ¿no? –entonces noto la presencia de un hombre alto y de cola de caballo–. Oh, no sabía que había un invitado.

—Un gusto conocerla señorita, mi nombre es Pingu, soy un albatros errante –se presentó caballeroso el alfa beastmen.

—_______ –Haru se acercó rápidamente a ella para ser cargado en sus brazos–. Y este es mi hijo Haru.

Ambos alfas se miraron a los ojos, se captaron la atención del contrario, postraban la mirada entre sí sin decirse una palabra, y ________ lo hizo también.

… ahora que los veía, Haru tenía las cejas y el mirar parecidos a Pingua, si tan solo el niño tuviera los ojos rosados.

—Mmm~ esta comida que usted cocina señorita ______ es deliciosa –alago el albatros–. Conquistaría a cualquiera con su sazón.

—Me alaga señor Pingua.

—Extrañaba la comida casera.

—¿Viene de refugiado a Anima City? –preguntó la señora Melissa.

—¿Quiere que le registremos? –agregó su esposo.

—No será necesario, solo estoy de paso, y no es mi primera vez en Anima City. Después de todo viajo a todos lados por mi naturaleza de albatros errante.

—Ehh, que envidia tengo –soltó Michiru–. Puedes volar e ir a donde quiera. Si yo también pudiera volar me hubiera sido mas fácil llegar a aquí, no tendría que haber pasado por tanto.

—Yo también me gustaría volar –oyó al cachorro decir–. Como el aviador del principito, surcar las nubes, ¡llegar al espacio! –dijo mientras tenía su avión rojo en sus manos y lo volaba.

Oír a los dos infantes decir aquello con tanta ilusión, le hizo nacer en Pingua una idea.

—Niños, ¿no les gustaría volar?

—¿Eh?

—¿Podemos? –el más emocionado era Haru, sus orejas y cola no tardaron en mostrarse, con esta última moviéndose intensamente, y sus ojos brillaban como las estrellas.

—Emm… Haru –_______ por otro lado, estaba con una preocupación naciendo en ella. ¿Y si se caía de Pingua?

—¿Puedo mamá? ¿Puedo? Por fi –rogó agrandando sus ojos y bajando las orejas.

—Prometo no les pasará nada conmigo, lo cuidare como si también fuera mi hijo –se coloco al lado de la joven madre para darle una sonrisa radiante que no mostraba los dientes.

Y por si fuera poco, Michiru también aplicó la táctica de Haru y le rogó haciéndole ojitos.

No tuvo más remedio que suspirar derrotada.

—De acuerdo –inmediatamente oyó un “yay” eufórico de parte de Michiru y Haru–. Pero por favor, tengan mucho cuidado.

—¡Volaré como el principito! –exclamó con suma felicidad el pequeño.

Dedicado a CandyNamikaze y p-pinkbunny

🖋️༆━━Buenos días, tardes o noches dependiendo de la hora en la que lean esto.

Miss Writer aquí con un nuevo cap, se los debía.

Prometí algo para el fin de semana y aquí lo tengo.

¿Qué les pareció?

Dejó aquí una foto de como yo me imagino a Akiko, la mami biológica de Haru


Adiós y nos vemos pronto

🖋️༆━━ Miss Writer
💋

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