No pude evitar sorprenderme. Él estaba ahí, creí que estaba muy lejos de aquí. Bueno, creo que olvidé su lugar de origen.

Tan, mi amigo, estaba frente a frente con otro chico. El otro era el acosador de la otra vez. En medio de ambos estaba una chica. Una chica despistada.

Ella no traía puesto el uniforme, lo cual le hacía resaltar todavía más.

El acosador soltó un silbido y dijo: —¿Qué es esto? ¿Es una caja de regalos?

Ella no respondió.

—¿Viniste sin siquiera ponerte el uniforme? —le dijo Tan. Lo hizo con tanta naturalidad, que me hace pensar que ellos se conocen.

Ella tampoco respondió, era obvio que se sentía incómoda. Entonces un chico se le acerca, le agarra del brazo y se la lleva.

—¡Estoy irritada! —exclamó Bo Na.

—Yo también.

Rachel se acercó al acosador—. ¿Acaso no puedes darle una bienvenida normal? —ella tenía la intención de alejarse, pero el chico se lo impide.

—No hermanita. Así no sería divertido, además nos falta darnos un abrazo y soltar lágrimas emotivas ¿No crees?

—Si lo que quieres son lágrimas, solo dímelo. Te haré llorar —dice Tan.

—¡Ves! Esto es más entretenido —dice el acosador—. Estaré entusiasmado cada mañana por venir a la escuela.

—Si esto te preocupa, piensa en transferirte. —Va y arrebata a Rachel de los brazos del acosador—. Yo no puedo ¿Verdad? Mi madre es la presidenta de esta escuela.

—¿Asi es como las diferencias? ¿MADRE y MAMÁ? —dice— Es solo el primer día...¿He llevado esto demasiado lejos?

No pude evitarlo. Di un paso al frente, y de repente ya estaba cerca de mi amigo. Él se sorprendió al verme.

—Si ya terminaron su saludo....Tan necesito hablar contigo. Sígueme.

Él me hizo caso, me percaté de que aún no soltaba a Rachel.

—Solo quiero hablar contigo Tan, no traigas a tu prometida —le dije. Tan la suelta y seguimos caminando—. ¿Qué pasa? ¿No piensas saludarme?

—¿Por qué estás aquí? —pregunta Tan.

—Un "¿Cómo estás?" no hubiera estado mal, pero no importa. Estoy aquí porque a partir de hoy seré una estudiante de esta preparatoria.

Una sonrisa se asomó en su rostro— Esto será más divertido entonces. Pero ¿Por qué no me dijiste que habías venido a Corea? —dice él.

—Porque tu no respondías el maldito teléfono, te llamé antes de venir y cuando estaba a punto de irme. Y lo sabes, yo no insisto si no se trata de algo importante —le dije—. Bueno, dime ¿Por qué tú tampoco me avisaste?

—Estaba ocupado.

—Si. Parece que estabas ocupado con alguien —levante una ceja.

—Me conoces muy bien —dijo. Se acercó a mí y me dio un abrazo.

—Es obvio, nadie más te conoce tanto como yo —dije abrazándolo fuerte. —Pero, dime quién es.

—Ella es Cha Eun Sang, la conocí en Estados Unidos...

—Detente. Sabes a qué me refiero ¿Qué hace aquí? Los lobos la harán sufrir y luego se la comerán.

—Ella se transfirió, mi padre ayudó a que ella entrará a este lugar —dice.

—Entonces debemos ayudar a que pase desapercibida, yo con mucho gusto lo haré. Pero primero debo ir a la sala de maestros. —Dije— Bueno Adiós.

Me puse a caminar en busca de la sala de profesores. Pero que idiota que soy, debí preguntarle a Tan en qué lugar se encontraba está sala. Seguía caminando pero me choque con el chico de esta mañana, no recuerdo que él me haya dicho su nombre. Él me ve y se acerca a mi.

—Aquí estás —exclama el.

—Si. Podrías decirme dónde está la sala de profesores, de nuevo —digo yo.

—Claro. Acompáñame —dice y comienza a caminar delante de mí.

Le sigo por los pasillos, hasta llegar a una puerta semitransparente con el nombre de la sala escrito en el vidrio.

—Aquí es. Bien hasta luego —él se va.

Entró y en esa habitación se encontraban escritorios con papeles encima de ellos. Me acerqué a una profesora.

—Disculpe, soy...

—Bienvenida señorita Song, la esperábamos —dice—. Tenga estos papeles, solo debe llenarlos y es todo.

Asiento y acepto los papeles que ella me había ofrecido junto a un bolígrafo. Comienzo a llenarlo sin problemas.

Sigo con lo mío hasta que escucho la puerta abrirse, era la chica de esta mañana; la tal Cha Eun Sang.

Ella venía con la misma intención que yo. Vino a llenar los últimos papeles para su inscripción. La misma profesora que me atendió a mi, atendió a la chica. Ella llenaba en silencio al igual que yo.

Pero la profesora comienza a hablarle:—Escuche que tu madre es una sirvienta —dice— y que eres parte de atención social.

—Mi madre también es ama de casa.

Una alarma había anunciado el inicio de la primera clase.

—Yo soy la encargada de su primera clase —dice la profesora.

Después de que terminamos de llenar los papeles, la maestra nos guía hasta el aula de nuestra primera clase.

—Buenos días jóvenes, hoy tenemos unas nuevas estudiantes. Hagan su presentación por favor.

Yo me puse al frente de toda la clase y comenzar con mi presentación.

—Soy Song _____, no espero que nos llevemos mal, pero tampoco espero que nos llevemos bien. Solo espero estudiar sin problemas —dije. Hice mi reverencia. Me hice a un lado para que Eun Sang sea la siguiente en presentarse.

—Yo soy Cha Eun Sang. Espero lograr cumplir mis estudios sin intervención por parte de ustedes. —Dice y agacha su cabeza.

Ella antes de retirarse un chico levanta la mano.

—Tengo una pregunta para la recién llegada —dice. —¿Cuál fue el motivo para que haga el cambio?

Ella no respondía. Estaba quieta, y nerviosa. Yo observé a Tan.

—Ella viene conmigo —digo mirando a todos, incluyendo a la maestra.—Ambas venimos del mismo instituto en Estados Unidos. Como es una de las escuelas de intercambio asociada con esta institución nos mandaron acá para culminar con nuestros estudios.

Tan alza su mano.

—Soy un nuevo más aquí.

—¿Hay alguien aquí que no te conoce? —dice la profesora.

—Eso no importa. No podemos dejar de lado las formalidades —se expresa. Él se pone de pie y viene hacia nosotras—. Es mi turno para presentarme, muévete—sisea. Eun Sang se hace a un lado.

—Yo soy Kim Tan, he vuelto después de años. No diré mi anterior residencia. Espero terminar mis estudios sin problemas —el mira directamente al chico de esta mañana—¿puedes cooperar?.

Era momento del descanso. Iba a mi casillero para dejar mis cosas, pero me topé con un grupo en el camino.

—Hola _____, tanto tiempo —dice Myung Soo y me da un abrazo.

—Es bueno volver a verte Myung Soo —dije.

—¡_____! —era la voz chillona de Bo-Na.

—También es lindo verte amiga —la abracé. Ella era una de mis mejores amigas. Nos conocíamos desde niñas. —Ahora vengo, debo ir a dejar mis cosas.

Me aleje para llegar a mi casillero. Solo escuchaba murmullos de los chicos, junto a Rachel. Luego vi de nuevo a la castaña. Ella venía por el pasillo.

—¡Ey! Chica nueva —dice Myung Soo—, ¿de que tipo eres? Me pareces conocida.

—¿Tipo?

—Si. Si entraste acá es por qué eres dinero nuevo, o porque eres Atención Social. ¿Cual de las dos eres?

Me acerqué a ellos, y me asomé para escuchar mejor está conversación. Ella mira a Bo-Na, la cual parecía irritada.

—¿Por qué me miras a mi? Responde sola —dice Bo-Na molesta.

—¡Dinero Nuevo! —gritan a través del pasillo. Se trataba de Tan.

Salte hasta él y lo abracé. —Hola enana —me susurra.

—Necesito hablar contigo. Acompáñanos.

Él comienza a caminar conmigo, pero la castaña hace caso omiso y se va por el otro lado.

—La seguiré —dije.

Fui detrás de ella, hasta que la vi junto a ese chico. Él le sostenía de la muñeca, ella se soltó del agarré y parece que le reclamaba.

Me acerqué hasta llegar donde ellos.

—Oye ¿qué haces aquí? —dije agarrándola por los hombros como si se tratara de una simple acción entre amigas—. Ven, vámonos.

—¡Ey! Estaba tratando de hacer una amiga—dice él, me observa de pies a cabeza, él me estaba analizando y eso me incomodaba.

Sentí mis mejillas arder y supongo que era por la mirada del mayor. Es que nadie me había observado de esa forma, tal vez si sea algo diferente a la mayoría de chicas aquí, pero esa no es excusa para conseguir las miradas de los hombres sobre mi.

—Pero, si se puede, puedo conseguir dos amigas.

—¡Oigan! —gritan atrás de nosotras. Me doy la vuelta, era Tan. —Dije que quería hablar, ¿por qué se fueron?

Tan observa al chico. Sus miradas demostraban la rivalidad que había entre ellos. El lugar se volvía más tenso.

—Deja de molestarlas, no quiero que vuelvas a estar cerca de ellas —dice Tan.

—Solo quería hacer unas amigas.

—Para que te molestas en hacer amigos, si los perderás pronto —dijo Tan.

De alguna manera yo creía conocer a ese chico, me parecía que lo conocía de hace mucho tiempo. La imagen de su rostro daba vueltas en mi cabeza, sus facciones s eme hacían familiar. Pero no recuerdo muy bien si se trata de alguien en específico.

Íbamos caminando, hasta que llegamos a un lugar apartado en el instituto. Me senté en una banca mientras que Tan hablaba con Eun Sang.

—¿Quién te dijo que podías convertirme en Dinero Nuevo? —dice Eun Sang.

—¿Qué? ¿Una heredera de Jeguk hubiera sido mejor?

—Solo hazme un favor, por favor finge no conocerme —pide ella.

—A mi lado estarás mejor —le dice Tan.

—No, por la razón en que Young Do me molesta, o por qué unas chicas nos miran mientras hablamos; es porque estoy contigo. Mira, necesito lograr graduarme sin problemas, solo finge que no me conoces.

—Eso es verdad Tan. Si ella está contigo, solo logrará llamar aún más la atención.

—Pero Eun Sang no puede quedarse sola. Sino aprovecharán para hacerle daño —dice preocupado Tan.

—Ella no se quedará sola, estará conmigo —me acerqué a la castaña—, Eun Sang a partir de hoy seremos amigas muy cercanas.

Lo siento por no haber actualizado. No tengo mucho tiempo pero trataré de actualizar.

Hay una nueva portada, espero que les guste me esforcé mucho para que quedara muy bien.

Bueno bye.