La noche comenzaba a hacerse larga para YeJi. Llevaba encima suyo a ChaeRyeong quién yacía dormida placidamente sobre su pecho.

Suspiró pesado antes de acomodarse sobre su brazo a la par que observaba atentamente el techo de la habitación. Giró a ver a su contraria e inconscientemente sonrió. Con su mano libre acarició el pelo de esta e hizo un esfuerzo para dejarle un suave beso en su frente. Sintió como Chaer se acurrucaba más en su pecho al sentir el tacto de la más alta.

YeJi miraba hacia el techo con una sonrisa adornando su rostro; le gustaba tener a Chaer de esa manera con ella. Oyó pasos acercarse a la habitación por lo que se asustó. Sabía que se trataba de ChaeYeon.

YeJi tensó la mandíbula mientras oía la puerta abrirse y dejando ver a ChaeYeon con un claro gesto de confusión.

—Chaer ¿Estás dorm—miró atentamente a la persona que acompañaba a su hermana quién yacía dormida con un suéter que claramente no era suyo—¿¡Tú!?—Espetó—¿¡Qué haces aquí!?—susurró—¿¡No te he dicho que te alejaras de mi hermana!?.

YeJi siseó—La despertarás—susurró en respuesta la menor—Sólo déjame esta noche, por favor, no quiero lastimarla...

ChaeYeon la miró con odio y suspiró—Sólo esta noche—Espetó—Pero no quiero ver tu rostro en la mañana ¿Quedó claro?.

YeJi solo asintió en respuesta.

ChaeYeon salió de la habitación cerrando la puerta detrás suya.

YeJi sólo suspiró—De verdad perdóname pequeña—susurró hacia ChaeRyeong—Quisiera que nada de esto este pasando...

Cerró los ojos lentamente dejándose caer de una vez en brazos de Morfeo.

(...)

La mañana había llegado y con ella una soñolienta YeJi que se despertaba únicamente para abandonar a la chica de sus sueños.

La vió dormida por un momento más, admirando lo bella que era. Vió sus lindos labios, aquellos que tanto anhelaba besar algún día, su largo cabello ocultaba sus ojos de una manera muy tierna. YeJi sonrió inconscientemente al verla.

Sigilosamente salió de la habitación únicamente con aquella camiseta que se había puesto bajo el suéter; si bien no hacía demasiado frío en ese momento, las mañanas en Busan, a veces eran intolerables.

Cerró la puerta detrás suyo y bajó hasta la sala para salir por la puerta de entrada, aunque no contaba con que ChaeYeon estaría esperándola con una taza de café en mano.

—Hace demasiado frío para que vayas con esa camiseta Hwang—le habló la Lee mayor—Pero no me importa, solo no vuelvas a acercarte a mi hermana, de lo contrario, habrán problemas más grandes... ¿Quedó claro?—amenazó.

YeJi no respondió, simplemente asintió y salió del lugar sintiendo el frío viento golpearle todo el cuerpo.

—Idiota—susurró para si misma.

Caminó y caminó frotándose los brazos para mantener el calor, aún no se explicaba como de la nada el clima de la ciudad cambió tan drasticamente, hace unos pocos días hacía un calor insoportable y ahora hace un frío increíble. Pero no se quejaba, prefería aguantar menos mil grados que estar derritiéndose por el insoportable calor.

Llegó a su casa luego de una larga caminata que probablemente le traería un resfriado de por medio.

DoYoung la vio llegar desabrigada intentando mantener el calor únicamente frotándose penosamente los brazos como si eso le solucionaría el problema.

—¿De donde vienes?—preguntó con cierta preocupación—¿Por qué vienes así? ¿Y tú abrigo?.

YeJi no respondió, simplemente pasó a su lado y subió a su habitación a darse una ducha caliente.

DoYoung, como no entendía que sucedía con su hermana solo se dispuso a prepararle una taza de chocolate caliente para que no se resfriase.

YeJi por su parte, se sacó los pantalones junto a su ropa interior y se metió a la ducha. Abrió esta sintiendo la calidez de las aguas envolverla por completo. Cerró los ojos disfrutando de ese momento íntimo y cálido.

—Perdóname Chaer—susurró YeJi.

Continuó con su baño algo molesta con la actitud de la hermana mayor de su amada, sin embargo sabía que no podía hacer nada, era algo que no estaba a su alcance.

Salió de la ducha enrollando una toalla por su cuerpo; fue a buscar unas prendas que le den calor suficiente para esta temporada de frío que azotó la ciudad tan repentinamente.

Una vez vestida Bajó a la cocina al sentir el olor de un suave y delicioso chocolate, cosa que necesitaba en ese preciso momento. 

—Te preparé esto para que no te resfries YeJi—le dijo su hermano—Si no es molestia ¿Puedes decirme de donde vienes?.

YeJi aceptó la taza y se tomó un poco de su contenido, miró a su hermano y suspiró—De la casa de ChaeRyeong—respondió—Ella se quedó con mi sudadera y se durmió con esa, cuando ChaeYeon llegó simplemente me echo de su casa.

DoYoung simplemente no respondió, sabía del desprecio que tenía la mayor de los Lee hacia su familia, simplemente era algo que no se explicaba.

—Lo siento—susurró DoYoung.

YeJi lo calmó poniendo una mano en frente suyo—No es culpa tuya hermano, no te preocupes.

DoYoung fue hasta su hermana abrazándola por su espalda haciendo que la mayor sonriera y se acomodara más en él. Sin duda era una de las amistades y vínculos más bonitos que tenía en ese momento. Pero ambos se separaron rápidamente al oír como la puerta principal de su domicilio era abierta.

Se miraron rápidamente y ambos se pusieron alerta, DoYoung agarró un rodillo que usaba para hacer la masa de la pizza, por su parte YeJi agarró un bat que encontró por ahí tirado.

Lentamente se acercaron hasta la sala oyendo claramente como dos personas conversaban animadamente.

DoYoung miró a YeJi y está entendió enseguida que fue lo que le quiso decir, asintió en respuesta y mostró una cuenta regresiva con sus dedos. A la de tres, ambos chicos gritaron y fueron corriendo a defender su casa de algún posible ladrón.

—¡Hwang YeJi y Hwang DoYoung!—les gritó la misteriosa voz—¿¡Qué se supone que están haciendo!? Par de tarados.

DoYoung dejó caer el rodillo y sonrió en grande al ver a su madre parada en frente suyo.

—¡Mamá!—gritó con entusiasmo mientras fue corriendo a abrazarla.

YeJi hizo lo mismo y fue corriendo a abrazar a su madre quién había vuelto de un viaje de negocios en Seúl. 

—¡Mamá! ¡No sabes cuanto te extrañé!—exclamó DoYoung con lágrimas en los ojos.

—Yo también los extrañé mucho a ambos—dijo la mujer acariciando el pelo de su hijo menor—Les tengo una sorpresa.

DoYoung y YeJi esperaban ansiosos a lo que les traería. Normalmente les traía regalos que podía comprar por allí que le llamaban la atención, así sean tazas o una simple camiseta, los regalos de su madre eran más importantes que cualquier cosa. Ambos chicos se miraron ansiosos esperando cualquier cosa de su creativa madre.

—Aquí está—dijo sacando dos bolsas con el logo de Chanel en ellas.

YeJi agarró la suya y rápidamente la abrió dejando ver una sudadera de la marca que tanto le había gustado, abrazó a su madre y le agradeció para luego probarsela en frente suyo, le quedaba fantástico. DoYoung hizo lo mismo y se probó el saco que le había regalado junto al sombrero que venía adicional, se veía como todo un modelo.

—YeJi ven—le dijo DoYoung posando como si estuvieran en una sesión de fotos.

Las risas solo iban en aumento hasta que oyeron el timbre sonar.

—¡Yo abro!—se adelantó a decir DoYoung.

Fue rápidamente a abrir la puerta cruzándose en el camino con una alta y bonita chica rubia, ignoró eso hasta llegar a la puerta. Abrió esta dejando ver a una pequeña y agitada pelirroja, DoYoung frunció el ceño.

—¿Qué haces aquí?—Preguntó con fastidio.

—Vine a hablar con YeJi—respondió la mayor—Por favor Youngie—suplicó.

El recién nombrado la dejó pasar sin más, a pesar de recibir un mal trato por parte de su hermana, sabe que no es culpa suya.

Cerró la puerta acompañando a ChaeRyeong hasta llegar a la sala, llevandose una sorpresa al ver a la madre de los Hwang.

—¡Chaer!—exclamó la castaña—¡Tanto tiempo sin verte pequeña!.

—Señora Kim—soltó Chaery con sorpresa haciendo una reverencia.

—Déjate de formalidades—dijo su mayor—Anda somos familia ven.

ChaeRyeong se acercó cuidadosamente hacía la más baja quien la esperaba con los brazos abiertos, la abrazó con cierta inseguridad solo causando que su contraria la envuelva en sus brazos como si de su madre se tratase.

—Jennie—se les unió una nueva voz—¿No me piensas presentar?—preguntó con una sonrisa.

DoYoung la miró extrañado a pesar de haberla visto antes de recibir a Chaer.

—Tienes razón—susurró Jennie.

Se acercó hasta la más alta y entrelazó sus manos haciendo que sus hijos se sientan aún más confundidos de lo que ya estaban.

—Chicos... ella es Roseanne Park—habló la más baja—E-es mi pareja...

YeJi y DoYoung abrieron la boca con sorpresa mientras que ChaeRyeong felicitaba a la mayor.

Jennie miró a sus hijos, especialmente al menor que parecía no agradarle la idea—¿Sucede algo DoYoung?—preguntó dulcemente.

—¿Y papá?—susurró el chico—¿Qué hay de, mi papá?...

Jennie apartó la mirada de sus hijos causando preocupación en Rosé, haciendo que esta la abrace intentando que no llore al contarles todo.

—Vamos a sentarnos por favor—dijo Jennie después de un momento en silencio—ChaeRyeong tú también acompáñanos.

En silencio los presentes fueron hasta la sala sentándose en el sofá, esperando ansiosos una explicación.

—Su padre...—respondió nerviosa—Su padre los abandonó hace muchos años...

DoYoung se levantó con lágrimas en los ojos señalando a su madre—¡Tú nos dijiste que el se había ido en un viaje de negocios que era indefinido!—exclamó dolido.

—¿Te llamó en todo ese tiempo hijo?—preguntó calmada Jennie. 

DoYoung bajo la mirada al suelo apenado—No... pero sé que lo hará, él nos ama.

—Tú padre era un padre ejemplar—dijo Jennie—Pero como persona era una basura—Espetó—Déjame explicarte todo pequeño.

DoYoung se sentó nuevamente tomando la mano de YeJi, en quién únicamente depositaba toda su confianza.

—Su padre y yo nos casamos en una forma de mantener la empresa de su familia—relataba la mayor—Hwang InYeop era un hombre arrogante y traicionero; siempre intentó manipularme para que yo no siguiera mi sueño de ser modelo.

YeJi apretó el agarre de su hermano y lo miró disimuladamente.

—Este intentó de muchas maneras que yo no siguiera la carrera; hasta que se me presentó la oportunidad, estaba lista para aplicar—dijo Jennie—Entonces fue que, descubrí que estaba embarazada de ti YeJi—Jennie sonrió. 

YeJi y DoYoung abrieron los ojos con sorpresa al escuchar a su madre hablar.

—Como no podía descuidarte y tu padre "trabajaba"—hizo comillas—Yo renuncié a mi sueño para criarte YeJi...—esta la miró apenada—Años después; cuando ya me acostumbré, lo volví a intentar y... me embaracé de ti Doyoung—continuó.

DoYoung miró al suelo sintiéndose mal por haber sido una de las razones por las que su madre abandonó su sueño.

—Sin embargo, seguí intentando, tú tenías seis y tú YeJi tenías diez años cuando les dije que su padre había ido al extranjero a resolver unos negocios—suspiró—Hoy en día lo veo en las calles de Seúl como un vagabundo más pidiendo limosna a los que pasan...

DoYoung comenzó a temblar al imaginar a su padre, lo recordaba un hombre importante, educado y bien portado, le era difícil imaginarlo como un vagabundo.

—Días después de que lo encontré... conocí a Chaeyoung en una pasarela—relató con una sonrisa—Ella es embajadora de Yves Saint Laurent—dijo con orgullo.

ChaeRyeong del asombro soltó algunas palabras que llamaron la atención de los otros dos chicos.

—Eres Roseanne Park, productora, compositora, modelo y cantante—dijo.

Chaeyoung rió y levantó las manos en señal de derrota—Me descubrió—dijo haciendo reír a Jennie.

Jennie miró a sus hijos quienes seguían callados tratando de procesar todo.

—Chicos vengan aquí—ordenó. Cosa que sus hijos hicieron sin quejas; Jennie les agarró las manos y los miró con dulzura—Yo los amo a ustedes más de lo que se imaginan—habló—Sin embargo a su padre nunca lo amé; apenas tuve la oportunidad me separé de él—explicó—Yo siempre he velado por la felicidad de ustedes y no haría nada que los perjudique; no los obligaré a llevarse bien con Chaeyoung, pero me gustaría que lo hicieran, ella me hace feliz, así como Chaer te hace feliz a ti YeJi, y así como a ti te hace feliz los videojuegos Youngie.

Lágrimas caían de los ojos del joven DoYoung que solo intentaba entender, así que recordó lo mucho que amó y apoyó a su hermana a que saliese del closet, no le costaba más nada aceptar que su madre encontró por fin el amor.

—Disculpen que me meta—habló Chaeyoung—Pero debo decirlo... Yo no vengo a reemplazar a su padre; solo quiero estar al lado de la mujer que amo y junto a sus hijos—expresó—Pero siempre respetaré lo que ustedes digan y hagan.

YeJi la miró con una mueca.

—Sólo no me obligues a decirte que te quiero de la noche a la mañana—habló apenado DoYoung—Aún me cuesta asimilarlo...

Jennie miró a su hijo y luego a Chaeyoung.

—Como tu digas DoYoung—respondió la rubia.

YeJi seguía en silencio sintiendo las manos de su madre acariciándole las suyas—Mamá—dijo YeJi después del largo silencio—¿Ella te hace feliz?—preguntó. Su madre sólo asintió en respuesta—Si ella te hace feliz yo no puedo negarme...

Chaeyoung sonrió y abrazó a su novia quién correspondió sin soltar a sus hijos.

—Los amo a los dos niños—les dijo Jennie.

Los cuatro se abrazaron fuertemente haciendo sentir un poco incómoda a la pequeña Lee que miraba todo con lágrimas en los ojos. Jennie se percató de esto a lo que la llamó.

—Chaer—dijo. La recién nombrada la miró—Ven tu también.

ChaeRyeong sonrió y se acercó a la ahora nueva familia Hwang quienes la abrazaron haciéndola sentir parte de esta.

Una vez se separaron, DoYoung ayudó a las mayores a acomodarse en la casa y YeJi subió con Chaer a su habitación.

—¿Te sientes bien?—preguntó Chaer una vez entraron.

Vió como YeJi se lanzaba a la cama dejando caer unas almohadas a los lados y tapándose con una el rostro. ChaeRyeong rió para luego acostarse a su lado y acurrucarse en el pecho de su contraria.

YeJi apartó la almohada y abrazó a su amiga fuertemente.

—Es difícil de asimilar que sucede pero...—suspiró—Se trata de la felicidad de mi madre, no puedo negarsela por más que quiera.

—Ella está en buenas manos Yaetteong—la animó la menor—No te preocupes demasiado por eso...

ChaeRyeong abrazó nuevamente a su amiga logrando escuchar los latidos de esta; no quería agregarle una carga más a su vida así que sólo se calló. Calló aquellos sentimientos que empezaba a tener por su amiga, calló cada una de las cosas que debía soltar en ese momento. Todo para no crearle ilusiones falsas.