▪️▪️🥋𝐓𝐡𝐞 𝐭𝐞𝐜𝐡𝐧𝐢𝐪𝐮𝐞 𝐨𝐟 𝐥𝐨𝐯𝐞🥀▪️▪️

*Si no es mucha molestia comenten pliss y no sean lectores fantama se lo agradecería mucho que comentaran en esta historia*

Especial: El momento decisivo

El viento fresco de la noche soplaba suavemente mientras Jessica caminaba con paso firme, aunque su corazón latía con inquietud.

Había pasado una semana desde que volvió a Los Ángeles por su breve descanso en la universidad pública más cercana, la California State University, Northridge, una de las pocas instituciones que recientemente había abierto vacantes para mujeres en la carrera de medicina en los años 80.

Su regreso estaba destinado a ser una semana de felicidad, una oportunidad para ver a Daniel y al señor Miyagi, las personas más importantes en su vida.

Pero en lugar de encontrar paz, había encontrado dolor.

Con lágrimas en los ojos, Jessica se detuvo frente a la casa del señor Miyagi

Sabía que él era la única persona que podía darle claridad en medio del caos

Respiró hondo, intentando calmarse, y tocó la puerta con suavidad.

El sonido de pasos acercándose le hizo enderezarse

Cuando la puerta se abrió, la cálida luz del interior iluminó el rostro sereno pero sorprendido del señor Miyagi

---Jessica-san... ---dijo con calma, examinando su rostro con detenimiento---¿Por qué lágrimas?

Jessica tragó saliva, incapaz de responder de inmediato

Se limpió las mejillas con la manga de su chaqueta, sintiéndose un poco avergonzada---Lo siento, señor Miyagi, sé que es tarde...

El anciano negó con la cabeza, moviéndose a un lado---Siempre hay tiempo para Jessica-san, entra.

Jessica sonrió levemente ante la hospitalidad que siempre lo caracterizaba y entró a la casa

El aroma a madera y a incienso la envolvió, trayéndole un poco de consuelo.

Se sentó en la mesa baja mientras el señor Miyagi caminaba lentamente hacia la cocina, sirviendo dos tazas de té con la misma paciencia con la que enseñaba karate.

Cuando regresó, le ofreció una de las tazas---Té bueno para calmar mente y corazón.

Jessica tomó la taza con manos temblorosas, sonriendo con gratitud---Gracias, señor Miyagi.

El anciano la observó en silencio, esperando a que hablara

Finalmente, Jessica suspiró y rompió el silencio---¿Ha visto a Daniel hoy?

Miyagi suspiró y bajó la mirada---Daniel-san... muy cambiado últimamente, mucha rabia, mucha confusión, no escucha.

Jessica asintió con tristeza, sintiendo un nudo en la garganta---No he ido a verlo.

El anciano levantó la vista, sorprendido---¿No?

Jessica negó con la cabeza---No después de lo que pasó...---tomó aire antes de continuar--- Volví esta semana para verlo a él y a usted, quería pasar tiempo con ustedes antes de regresar a la universidad. Pero... lo vi entrando en Cobra Kai.

Miyagi frunció el ceño---Daniel-san... en Cobra Kai, yo por tristeza esperar eso

Jessica apretó la taza con fuerza---Le pregunté qué hacía allí, no entendía por qué estaba con ellos, con los mismos que lo lastimaron.

Miyagi cerró los ojos por un momento, comprendiendo que el camino de Daniel se estaba torciendo más de lo que había temido---¿Qué dijo Daniel-san?

Jessica soltó una risa amarga---Me dijo que dejara de intentar ser una obsesa del control, que dejara de controlar su vida.

Miyagi entrecerró los ojos, su expresión reflejando tanto decepción como tristeza---Daniel-san... no ve con claridad, está perdido.

Jessica asintió, mordiéndose el labio---Lo sé, pero eso no es lo peor...

Miyagi inclinó la cabeza, mirándola con atención---¿Qué más preocupa a Jessica-san?

Jessica dudó por un instante, pero luego tomó aire y habló en voz baja---Daniel y yo... rompimos o eso creo porque me dijo que no quería volver a verme

El anciano no reaccionó de inmediato, solo la observó con paciencia---Lo siento.

Jessica bajó la mirada---Eso no es lo peor, señor Miyagi.

El anciano esperó

Jessica sintió su garganta cerrarse, pero debía decirlo---Últimamente... me he sentido rara, náuseas en clase, antojos extraños... no sé, algo dentro de mí me dice que... ---tragó saliva antes de susurrar--- Creo que estoy embarazada.

El silencio llenó la habitación.

El señor Miyagi la miró por un momento, procesando sus palabras.

Luego, con su característico tono tranquilo, preguntó:

--- ¿Mini-Daniel-san o Mini-Jessica-san dentro de Jessica-san?--- pregunta

Jessica no pudo evitar soltar una pequeña risa ante su forma de decirlo, pero la preocupación aún pesaba sobre ella---No lo sé... pero mañana tengo una cita con el médico.

Miyagi asintió con calma---Es bueno saber.

Jessica lo miró con duda, insegura---Señor Miyagi... ¿puedo pedirle algo?

El anciano inclinó la cabeza---Miyagi escucha.

Jessica tomó su mano con fuerza, con los ojos llenos de súplica---No quiero que Daniel lo sepa todavía, no hasta que yo esté segura y... no quiero ir sola.

El anciano la miró con ternura, comprendiendo la magnitud de sus palabras---Jessica-san quiere que Miyagi acompañe.

Jessica asintió, con el corazón latiéndole rápido--Sí... usted es la persona en la que más confío, no quiero enfrentar esto sola.

El señor Miyagi la miró con serenidad, luego asintió con una pequeña sonrisa---Miyagi estará ahí, siempre.

Jessica sintió un nudo en la garganta, pero esta vez no era solo tristeza, sino alivio

Se inclinó y lo abrazó con gratitud---Gracias, señor Miyagi.

El anciano palmeó su espalda con suavidad.

---No problema. Jessica-san siempre tiene lugar en casa Miyagi, ahora... descansa--- dijo el anciano con una sonrisa

Jessica se apartó, mirándolo con gratitud---Gracias.

El anciano sonrió con su calidez habitual y se levantó lentamente---Mañana, nuevo día. Miyagi y Jessica-san enfrentan juntos

Jessica asintió, con una pequeña sonrisa---Juntos

Jessica despertó sintiendo el aroma del incienso mezclado con la madera envejecida del dojo del señor Miyagi

Apenas había dormido, su mente seguía atrapada en los eventos de la noche anterior

Se había quedado en casa del señor Miyagi no solo porque necesitaba su apoyo, a pesar de saber que Daniel se estaba quedando con él, quería evitar a toda costa a Daniel

No podía enfrentarlo, no todavía.

Se sentó en la cama improvisada en el tatami y se pasó las manos por la cara, tratando de despejarse

Escuchó ruido en la cocina y un escalofrío le recorrió la espalda

Daniel

Sabía que eventualmente tendría que verlo, pero no esperaba que fuera tan pronto.

Respiró hondo y se levantó, arreglándose lo mejor que pudo antes de salir al pasillo.

Caminó con cautela hacia la sala, pero en cuanto giró la esquina, ahí estaba él.

Daniel estaba sentado en la mesa, con un tazón de cereal frente a él, pero ni siquiera estaba comiendo

Parecía perdido en sus pensamientos, con la misma expresión tensa y dura que había tenido últimamente

Se veía agotado, su rostro reflejaba el estrés de las últimas semanas

Cuando levantó la vista y la vio, su ceño se frunció de inmediato.

---¿Qué haces aquí? ---preguntó con tono brusco.

Jessica se detuvo por un segundo antes de recomponerse---Vine a ver al señor Miyagi ---respondió de manera neutral, sin querer dar más explicaciones.

Daniel entrecerró los ojos, su expresión endureciéndose aún más---¿En serio? ¿Y eso justifica que te quedes a dormir aquí?

Jessica sintió un nudo en el estómago. No quería discutir con él, no ahora, no con todo lo que tenía en mente---No tengo que darte explicaciones, Larusso

Daniel bufó y apartó el tazón de un empujón---No, claro que no, tú nunca tienes que dar explicaciones, ¿verdad?xpero siempre esperas que los demás te las den.

Jessica apretó los puños, tratando de controlar su temperamento.

Sabía que Daniel no era él mismo últimamente, esto no es él.

Es el Cobra Kai en él.

Antes de que pudiera responder, la puerta trasera se abrió y el señor Miyagi apareció con su expresión calmada de siempre.

---Jessica-san, hora de irse ---anunció con suavidad.

Jessica asintió de inmediato, aliviada por la interrupción.

Agarró su bolso y se dirigió hacia la puerta sin siquiera mirar a Daniel.

Daniel frunció el ceño, viendo cómo ella se marchaba sin más.

Algo dentro de él se removió, un malestar que no podía ignorar

¿Por qué demonios dije eso? Quería detenerla, quería disculparse... pero no sabía cómo.

Solo la observó salir, sintiendo que algo importante se estaba rompiendo entre ellos, sintiendo cómo estaba perdiendo lo único que ama en el mundo

El trayecto hasta la clínica fue silencioso.

Jessica mantenía la vista fija en el camino, sus pensamientos girando a toda velocidad

El señor Miyagi, por su parte, respetó su espacio, permitiéndole procesar sus emociones sin presionarla.

Cuando llegaron, Jessica se encontró con un edificio modesto con paredes color crema y sillas de plástico alineadas en la sala de espera

El aroma a desinfectante impregnaba el aire, y el sonido de papeles y murmullos de pacientes llenaba el ambiente.

Jessica caminó hasta la recepción, donde una enfermera con uniforme celeste la recibió con una sonrisa profesional.

---Buenos días, ¿nombre?--- pregunto

---Jessica Lawrence, tengo una cita para una ecografía--- respondió

La enfermera revisó su agenda y asintió---Siéntese, la llamarán en un momento.

Jessica se sentó junto al señor Miyagi, su corazón latiendo con fuerza

Apenas unos minutos después, una enfermera apareció en la puerta---Jessica Lawrence

Jessica se levantó y miró al señor Miyagi, quien le sonrió con tranquilidad---Vamos.

Cruzaron el pasillo hasta una pequeña sala donde un médico de mediana edad los recibió con una carpeta en la mano.

Llevaba una bata blanca y unas gafas gruesas que lo hacían parecer aún más serio.

---Buenos días ---dijo, mirando a Jessica y luego al señor Miyagi--- ¿Es usted su pariente?

Antes de que el anciano pudiera responder, Jessica tomó la palabra sin dudar---Es mi padre.

El señor Miyagi levantó las cejas por un segundo, sorprendido, pero luego sonrió con calidez porque él también sentía que Jessica era como una hija para él

El médico los miró con ligera confusión

Jessica era una joven de piel clara y cabello rubio y liso, mientras que el señor Miyagi era claramente japonés.

---Oh... bueno... ---balbuceó el médico, sin querer hacer un comentario fuera de lugar

El señor Miyagi, con su típico humor, hizo una leve inclinación de cabeza---Jessica-san... igual a madre

Jessica soltó una risita, mientras el médico los observaba con aún más desconcierto.

---Bien, vamos a empezar ---dijo finalmente, enfocándose en el procedimiento.

Jessica se recostó en la camilla mientras la enfermera preparaba el equipo

Cuando el gel frío tocó su abdomen, sintió un escalofrío recorrerle la piel.

El médico movió el transductor sobre su vientre con movimientos precisos, examinando la pantalla en blanco y negro

Jessica contuvo el aliento mientras el sonido de un pequeño latido llenaba la sala---Bien... aquí está su bebé.

Jessica abrió los ojos con sorpresa.

Ahí estaba, pequeño, casi irreal, pero real.

---Según las medidas, tiene aproximadamente doce semanas... tres meses--- le explicó

Jessica sintió una oleada de emociones

Tres meses

Y recordó, hace tres meses fue cuando estaba en Okinawa, un poco antes de volver a Estados Unidos

Y recordó aquella noche

--- joder--- susurró recordando la noche de aquella cita que ambos tuvieron que acabó en una noche de pasión para ambos

Había estado embarazada durante todo este tiempo sin darse cuenta

---Pero... no he tenido síntomas fuertes ---murmuró.

El médico asintió---No es lo más común, pero sucede, algunas mujeres tienen embarazos con síntomas leves, apenas náuseas, sin cambios notorios en su cuerpo--- explica---Es posible que hayas atribuido cualquier malestar a otras causas y que no notaras diferencias en tu ciclo

Jessica asintió lentamente, procesando la información

---Vamos a programar otra ecografía en unas semanas para ver cómo sigue todo. ¿Tienes alguna otra pregunta?--- Le dice

Jessica negó con la cabeza, aún absorta en lo que acababa de ver.

El médico le dio unas indicaciones más y luego la dejó cambiarse

Cuando salió de la sala, el señor Miyagi estaba esperándola con su expresión serena.

Caminaron en silencio hasta la camioneta, pero apenas Jessica cerró la puerta, toda la tensión que había contenido se rompió.

Las lágrimas comenzaron a caer sin contro

El señor Miyagi la miró con ternura y le pasó un brazo por los hombros, atrayéndola hacia él---Llorar... bueno, no hay problema en llorar.

Jessica se aferró a él, dejando que las lágrimas fluyeran---Tengo miedo, señor Miyagi... no sé qué hacer.

El anciano asintió, acariciándole el cabello con suavidad---Nadie sabe todo en la vida, pero Jessica-san fuerte, Miyagi aquí contigo

Jessica respiró hondo, tratando de calmarse.

Sabía que tenía un camino difícil por delante. Pero, al menos, no estaba sola.

Jessica había pasado los últimos días tratando de asimilar su embarazo

La noticia todavía la abrumaba, y aunque el señor Miyagi había sido un gran apoyo, sabía que eventualmente tendría que enfrentar la realidad por su cuenta

Decidió visitar a su madre en Encino, esperando encontrar un poco de paz en su "hogar"

Al llegar, su madre la recibió con una cálida sonrisa y un abrazo reconfortante---Cariño, qué sorpresa verte por aquí ¿Cómo has estado?

---Bien, mamá... solo quería pasar a verte ---respondió Jessica con una sonrisa débil.

Se sentaron en la sala, tomando té mientras conversaban de cosas triviales hasta que Jessica no pudo evitar pregunta---¿Y Johnny? ¿Dónde está?

Su madre suspiró, mirando su taza con cierta preocupación.

---Últimamente ha estado mucho fuera de casa, apenas lo veo--- responde--- Llega tarde, a veces ni siquiera duerme aquí... No sé en qué anda metido, pero me preocupa

Jessica sintió una punzada en el pecho.

Siempre había tenido una relación complicada con su hermano, pero eso no significaba que no se preocupara por él.

---Tal vez debería hablar con él---murmuró, más para sí misma que para su madre.

---Si puedes encontrarlo... ---respondió su madre con tristeza, luego, con un tono más ligero, añadió---Pero hablemos de algo más agradable. ¿Por qué no sales esta noche? Te hará bien distraerte un poco.

Jessica negó con la cabeza---No tengo ganas de fiestas, mamá, ultimamente ya no me gustan.

---Oh, vamos, no te vendría mal un poco de diversión, además, hay una chica nueva en el barrio, creo que se llama... bueno, no recuerdo, pero es hija de una familia adinerada de aquí--- responde la mujer---Podrías enseñarle un poco cómo es la vida en Encino.

Jessica suspiró, no tenía ánimos, pero tampoco quería discutir con su madre.

---Está bien, supongo que puedo hacerle el favor--- suspiró

Esa noche, Jessica se miró al espejo antes de salir

A diferencia de otras veces, no se arregló demasiado

Optó por un atuendo discreto, unos pantalones y un suéter, nada que marcara demasiado su figura

Eso sí, con su cabello siempre perfecto y bien alisado

Al mirarse con atención, notó que su vientre empezaba a notarse un poco

Tres meses... y ya puedo verlo.

Suspiró y pasó la mano suavemente por su abdomen---No te preocupes, todo va a salir bien ---susurró.

Finalmente, salió de casa y recogió a la chica nueva

Desde el primer momento sintió que la conocía de algún lado, pero no lograba recordar de dónde.

---¿Nos conocemos? ---preguntó Jessica, intrigada.

---No lo sé... tal vez de vista, pero tranquila, intento ser buena con la gente nueva ---respondió la chica con una sonrisa misteriosa.

Jessica arqueó una ceja, pero no le dio demasiada importancia

---Escuché que hay una fiesta esta noche. No es algo oficial, es más... digamos, un evento público, no te parece extraño, una fiesta u publica--- dice la chica como si fuera lo más extraño del mundo

Jessica suspiró

No tenía ganas de fiestas, pero ya había aceptado salir--- que yo sepa las fiestas pueden ser publicas, pero ya que, vamos.

Cuando llegaron al lugar, la chica quedó impactada.

El local estaba llena de gente, la música sonaba fuerte, y el alcohol corría sin control.

Jessica, en cambio, sintió un nudo en el estómago

No quiero estar aquí.

Apenas entró, comenzó a sentirse mareada.

No sabía si era por la música, el ambiente o su embarazo, pero el aire se sentía pesado.

Y entonces lo vio.

Daniel.

Estaba apoyado en la barra, con un vaso en la mano.

¿Está bebiendo? Jessica sintió su corazón hundirse.

Daniel nunca había sido de beber. Esto... esto no era él.

Él también la vio.

Sus ojos se encontraron por un momento, y aunque Daniel intentó mantener su expresión dura, algo en su mirada delataba su sorpresa.

Jessica desvió la vista y se alejó, buscando evitar el contacto.

Se acercó a la barra, pero solo pidió un vaso de agua

Justo cuando estaba por tomarlo, un chico apareció a su lado---Hey, nunca te había visto por aquí. ¿Quieres bailar?

Jessica lo miró con fastidio---No, gracias.

---Vamos, no seas una aguafiestas--- dice

---Te dije que no--- responde tajante--- aprende a respetar idiota

El chico insistió, acercándose demasiado

Jessica sintió una punzada de rabia y estuvo a punto de empujarlo cuando, de repente, una figura apareció junto a ella

El puño de Daniel impactó directamente en el rostro del tipo, haciéndolo tambalearse y caer al suelo

Pero no quedó ahí, en cuanto intentó levantarse, Daniel volvió a golpearlo, una, dos, tres veces.

Jessica se quedó en shock.

¿Qué demonios está haciendo?

El chico terminó en el suelo, medio inconsciente, con la nariz sangrando.

---¡Daniel, basta! ---gritó Jessica, agarrándolo del brazo y alejándolo del chico.

Daniel respiraba agitado, con la mandíbula apretada y los puños aún tensos.

---¿Qué coño haces? ---preguntó ella, indignada.

---Te estaba molestando ---respondió él, sin dejar de mirar al chico en el suelo.

---¡Yo podía defenderme sola! No hacía falta que te pusieras en este plan--- dice la rubia estresada

Daniel la miró con enojo---Siempre intenté protegerte, siempre he estado para ti, ¿y ahora me dices que no hacía falta?

Jessica negó con la cabeza, sintiéndose frustrada---No quiero esto, Daniel. ¡Mírate! ¡Esto no eres tú!

Daniel bajó la vista y notó su propia mano cubierta de sangre

¿Qué estoy haciendo?

Jessica vio la confusión en su rostro, pero no iba a dejar que eso la distrajera.

---Has cambiado... y no para bien ---dijo ella con voz temblorosa.

---¡Lo hice por ti! ¡Siempre he intentado protegerte! ¡Siempre lo hago todo por ti!--- grita el chico

--- ¿romperme el corazon tambien era por mi? ¿Y qué pasa si ya no quiero que me protejas así? -gritó Jessica, con la voz cargada de emoción--- tal vez ya no quiera tener a alguien así, no quiero que nuestro hijo esté rodeado de un ambiente así

Daniel la miró con los ojos encendidos, con rabia, con dolor... y entonces, en medio de la discusión, Jessica dejó escapar esas palabras que lo cambiarían todo

El silencio cayó entre ellos como una losa.

Daniel parpadeó varias veces, como si no hubiera escuchado bien---¿Q-qué...?

Jessica sintió un nudo en la garganta---Estoy embarazada, Daniel...

El rostro de Daniel palideció

Sus ojos se agrandaron y sus labios se separaron levemente

Intentó decir algo, pero su respiración se volvió errática.

Jessica notó cómo tambaleaba---¿Daniel...?

Pero antes de que pudiera reaccionar, Daniel perdió el equilibrio y cayó al suelo.

Se había desmayado.

Jessica se quedó inmóvil por un segundo antes de soltar un suspiro.

---Dios mío... ---murmuró, llevándose una mano a la frente.

Y ahí estaba ella, en medio de una fiesta que nunca quiso atender, con un Daniel LaRusso inconsciente en el suelo y la mayor noticia de su vida colgando en el aire

Daniel abrió lentamente los ojos, sintiendo la frescura de la noche sobre su rostro

Su cabeza daba vueltas y por un momento, no recordaba por qué estaba en el suelo

Se llevó una mano a la frente y parpadeó varias veces antes de enfocarse en la silueta de Jessica frente a él.

---Vaya... hola rubita ---murmuró con la voz todavía algo pastosa--- Tuve un sueño rarísimo.

Jessica lo miró en silencio, con los brazos cruzados sobre su pecho.

---¿Ah, sí? ---preguntó con frialdad.

Daniel se incorporó lentamente, apoyando una mano en el suelo---Sí... Soñé que me decías que estabas embarazada.

Jessica no apartó la mirada, pero sus ojos se tornaron más serios.

---Daniel... ---Su voz fue firme--- No ha sido un sueño.

Daniel se quedó congelado---¿Qué?

Jessica respiró hondo---Que no ha sido un sueño, estoy embarazada.

El silencio se hizo pesado entre los dos. Daniel sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo.

---E-embarazada... ---repitió como si le costara procesar la palabra.

Su mente empezó a trabajar a toda velocidad

¿Cómo que embarazada? Claro, sabía que habían estado juntos... sabía que algo así podía pasar, pero nunca pensó que realmente pasaría

---¿Cuánto... cuánto tiempo? ---logró preguntar.

---El médico me dijo que aproximadamente tres meses ---respondió Jessica con una calma tensa.

Daniel sintió que el mundo giraba a su alrededor

Tres meses. ¿Cómo no se había dado cuenta?

---¿Por qué...? ¿Por qué no me dijiste nada antes?--- pregunta

Jessica soltó una risa seca, sin alegría.

---¿En serio me estás preguntando eso?---Lo miró con una mezcla de incredulidad y dolor--- Mírate, Daniel, mira cómo has estado actuando.

Daniel bajó la mirada, viendo sus propios puños todavía manchados con rastros de sangre seca

La imagen lo golpeó con fuerza.

Jessica continuó, su voz cargada de emociones contenidas---No quería que nuestro hijo creciera rodeado de violencia.

Esas palabras cayeron sobre Daniel como un golpe

El peso de sus acciones lo aplastó en un instante

Sintió que el aire se le escapaba. ¿Qué demonios estaba haciendo con su vida?

Jessica se puso de pie y se dispuso a marcharse.

---Jessica... ---Su voz sonó ahogada--- Lo siento mucho.

Ella negó con la cabeza, sin mirarlo---No es el momento, Daniel.

Pero él no podía dejarla ir así

No después de todo lo que había pasado.

---Si tengo que ponerme de rodillas para que me perdones, lo haré--- dijo el chico

Y sin dudarlo, se dejó caer sobre sus rodillas en medio de la calle, con la mirada levantada hacia ella, suplicante.

---Por favor, Jessica... por favor, perdóname--- dijo aferrándose a sus piernas abrazandolas entre lágrimas

Jessica cerró los ojos un momento

Dios... cuánto lo amaba, pero eso no hacía desaparecer el daño que le había causado.

---Tus palabras me han hecho mucho daño, Daniel ---dijo con un hilo de voz--- Y aunque te ame... no puedo perdonarlo todo de la noche a la mañana.

Daniel bajó la mirada---Lo entiendo... ---musitó, con una sonrisa amarga-- Bueno no... pero lo acepto.

Jessica suspiró---Eso no significa que no puedas estar en la vida de nuestro hijo, se merece tenerte en su vida, no voy a privarte del derecho de estar con él

Daniel levantó la mirada, con un destello de esperanza en los ojos---¿De verdad?

Jessica asintió---De verdad.

Daniel sonrió, aunque no era una sonrisa de felicidad, sino de nostalgia, de alivio

---Voy a casa del señor Miyagi ---anunció ella.

---Voy contigo--- dijo el chico

Jessica lo miró con sorpresa---Daniel...

---No voy a dejarte sola ---dijo con firmeza--- No ahora, no después de esto, nunca más, además de que vivo allí así que...

Ella no discutió más.

El camino de regreso fue silencioso, pero no incómodo

Había tantas cosas que decir, tantas heridas que sanar... pero también había esperanza.

Cuando llegaron a casa del señor Miyagi, Jessica se dirigió hacia la habitación que le habían asignado, mientras Daniel caminó hacia la suya

Pero antes de entrar, se giró---Jessica... espera.

Ella se detuvo y lo miró.

Daniel tragó saliva antes de hablar---Sé que no lo merezco por lo idiota que he sido... pero... ¿puedes dormir conmigo esta noche?

Jessica lo observó en silencio.

Finalmente, suspiró y asintió---Está bien.

La habitación estaba en penumbra. Jessica se había puesto una camisa para dormir, ya que no tenía muchas opciones

Estaban acostados, pero ninguno podía dormir.

Daniel rompió el silencio con voz suave---Jessica... ¿puedo hablar con nuestro bebe ?

La chica suspiro--- si claro

Daniel se giró levemente, levantó la camisa de Jessica revelando su estómago y habló

--- hola peque, soy tu papa--- dijo dejando un beso en el estómago de la chica--- perdona mi reaccion al enterarme de ti, no me lo esperaba, te querre muchísimo pero ahora tengl que disculparme con tu mami, he sido un idiota, un completo idiota y no solo por cómo la traté... sino porque no valoré lo increíble que es, es la mujer más hermosa e increíble del mundo

Jessica lo escuchó en silencio mientras Daniel hablaba con el bebe---Es la persona más fuerte, valiente y maravillosa que conozco ---continuó él---No me merezco a alguien como ella, no me merezco ser tu padre después de lo que hice, aún así haré todo por protegeros y amaros siempre

Jessica sonrió con tristeza y le acarició el rostro---Aún no te perdono, Daniel... pero vamos a solucionarlo, vamos a seguir adelante.

Daniel sintió que su corazón latía con más fuerza

Había esperanza.

Jessica le dio un suave beso en la frente, y él cerró los ojos, disfrutando el contacto.

Pero entonces ella sonrió con picardía y murmuró---Eso sí... como se te ocurra volver a hablarme así de nuevo, te juro que nunca más podrás tener otro hijo conmigo, te dejaré sin que eso de ahí abajo te funcione

Daniel abrió los ojos de golpe y tragó saliva---Anotado...

Jessica rió suavemente, y por primera vez en mucho tiempo, ambos sintieron que, a pesar de todo, aún podían encontrar el camino de vuelta el uno al otro.

El sol de la tarde empezaba a descender cuando Daniel entró al dojo de Cobra Kai, su mandíbula tensa, su corazón latiendo con fuerza en su pecho

Esta vez iba a acabar con todo

Ya no podía permitir que Terry Silver lo "ayudara"

Al otro lado de la ciudad, Jessica estaba con el señor Miyagi, ayudándole a cargar unas bolsas de compras

Trataba de concentrarse en lo que estaban haciendo, pero algo en su interior le decía que algo estaba mal

Desde la noche anterior, Daniel había estado más silencioso de lo normal, y ella lo conocía demasiado bien como para saber que cuando él se quedaba callado, era porque estaba tramando algo

Y entonces lo vio

Desde el otro lado de la calle, a través del ventanal del dojo, divisó a Daniel allí donde un chico rubio con Kreese y otro raro de pelo negro con coleta estaban haciendole daññ

Su sangre se heló.

---¡Demonios, Daniel! ---murmuró con el ceño fruncido.

Sin pensarlo dos veces, dejó caer las bolsas y empezó a correr hacia el dojo.

---¡Jessica-san! ---llamó Miyagi, siguiéndola de cerca.

Cuando llegó a la puerta, justo cuando iba a entrar, escuchó lo que Silver decía con su tono burlón y venenoso

---Así que finalmente abriste los ojos, Daniel ¿Sabes? Me sorprende que hayas tardado tanto en darte cuenta de que tu vida es un juego para nosotros--- escucho

Jessica entrecerró los ojos y empujó la puerta con fuerza

---¡Daniel! ---gritó, captando la atención de todos en la habitación.

Daniel se giró con sorpresa, su respiración agitada

---¡Jessica! ¿Qué haces aquí?--- pregunto la chica

---Más bien, ¿qué demonios haces tú aquí? ---espetó ella, caminando hacia él.

---¡Vaya, vaya! ---intervino Terry Silver con una sonrisa cínica---Pero si es la dulce niñita rica ¿También vienes a darme problemas?

John Kreese soltó una carcajada---Cuidado, Silver, está tiene más caracter que el chico

Jessica los fulminó con la mirada---He tenido suficiente de ustedes. ¡Han arruinado la vida de Daniel una y otra vez!

Pero antes de que pudiera seguir, Mike Barnes, el rival de Daniel, dio un paso adelante con una sonrisa burlona---¿Y qué vas a hacer al respecto, muñeca?

Jessica resopló---¿Sabes qué, idiota? Esto.

Sin previo aviso, giró sobre sí misma y le lanzó una patada directa entre las piernas.

Mike Barnes se dobló al instante con un gemido de dolor, cayendo de rodillas

Pero Jessica no había terminado

Lo empujó con fuerza contra una de las vitrinas del dojo, donde cayó inconsciente al suelo.

Daniel la miró con los ojos abiertos de par en par---¿Jessica...?

Ella le lanzó una mirada afilada---No me mires así, aún embarazada, puedo patear traseros.

John Kreese gruñó y avanzó hacia ella, pero en ese momento, el señor Miyagi intervino, poniéndose entre ellos.

---No es buena idea pelear con Miyagi-san ---dijo la chica con calma, aunque su mirada estaba afilada como una espada.

Terry Silver sonrió de forma burlona, imitando los movimientos de Miyagi con exageración---Oh, ¿vas a hacerme otra de tus tonterías, viejo?

Miyagi simplemente ladeó la cabeza y levantó las manos---Si eso creer...

Antes de que Silver pudiera reaccionar, Miyagi se movió con la velocidad de un rayo, golpeándolo en el pecho y luego en la mandíbula con una precisión perfecta

Silver trastabilló hacia atrás, sorprendido y furioso.

John Kreese intentó lanzarse sobre él, pero Miyagi lo esquivó con facilidad, haciéndolo caer de bruces.

Jessica no dejó pasar la oportunidad

--- Se acercó a Silver, lo agarró de la coleta con fuerza y le susurró con veneno en la voz---Ni se te ocurra volver a meterte con Daniel, yo soy la única que tiene permiso para hacerle la vida imposible

Y con un fuerte tirón, lo estrelló contra el suelo, dejándolo sin aire y le puso un cubo de pintura en la cabeza

--- te hacia falta un poco de color, estas muy palido--- dijo la chica

Luego se giró hacia Kreese, quien intentaba levantarse---A ti ya te advertí una vez lo que pasaría si volvías a meterte en nuestras vidas ---su voz era gélida, amenazante---La próxima vez, te mataré yo misma, lo juro

Kreese se quedó inmóvil, su rostro pálido.

Miyagi le dio un leve empujón con el pie---Hora de irse.

Daniel, todavía en shock por lo que acababa de presenciar, tomó a Jessica de la mano y la sacó de allí

Cuando estuvieron afuera, él la miró con una mezcla de asombro y admiración---Dios, Jessica, te amo tanto.

Jessica, sin embargo, solo le lanzó una mirada divertida---Cállate.

Daniel se rió, pero no soltó su mano

Por primera vez en mucho tiempo, sintió que todo volvía a estar en su lugar.

▪️▪️🥋𝐓𝐡𝐞 𝐭𝐞𝐜𝐡𝐧𝐢𝐪𝐮𝐞 𝐨𝐟 𝐥𝐨𝐯𝐞🥀▪️▪️

Capítulo especial publicado ✅️

¿Que les ha parecido la historia?

¿Les ha gustado la historia?

Aún no se si continuaré la historia debido a que debo ver de nuevo la trilogía, (lo más seguro es que pronto la continue) pero si desean saber acerca de algún momento entre ellos trataren de escribirlo en un futuro

Gracias por todo su apoyo de verdad

Espero que les guste tanto leer esta historia como a mi escribirla

Espero que disfruten y nos vemos pronto en futuras historias o en una futura actualización 👋 ♥️