Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 25: ACERCAMIENTO

—— ACERCAMIENTO ——

—Elara...— La aludida apartó la mirada de la ventana del coche y miró a Kiernan.

—El acercamiento lo hago por mis madres, no por que quiera una relación contigo. Realmente no la quiero, ni la necesito. Yo ya tengo un padre.— El ex cazador suspiró mientras sonreía levemente. Aunque le doliera escucharlo, era cierto. Él solo era alguien ajeno a ella, jamás estuvo a su lado, aunque estuviera de forma indirecta jamás la había ayudado ni apoyado, así que no podía recriminarla nada. Ella no era una Argent, no era, del todo, su hija. Ella era, sin duda, una Rogers y una Miles, lo que le hacía sentir orgulloso de que no fuera la clase de monstruo que una vez pensó que terminaría siendo al saber que era el Beskyttende.

—Me conformo con ello.— Sonrió Kiernan. —Si quieres me quedaré.— Habló él mientras llegaban a la casa de los Rogers.

—No hace falta. No soy una cría a la que debas de cuidar y vigilar. Además, prefiero estar sola.— Sentenció Elara mientras se cruzaba de brazos.

—Me sorprende que no le hayas llamado a Derek.— Elara puso los ojos en blanco.

—No necesito pregonar que he sido secuestrada por un loco el cual me ha electrocutado y que si no fuera porque soy el Beskyttende, posiblemente estaría en la mesa de autopsias del hospital, y mi madre estaría buscando otro ataúd. Así que, lo que ahora menos necesito es a ti comportándote como un padre sobreprotector con el plus de Derek.— Respondió la morena justamente cuando Kiernan detenía el coche enfrente de la casa de Elara.

—No deberías de enfadarte por aquellos que se preocupan por ti.— Sentenció él mientras su hija se bajaba del coche.

—Que se preocupen por mí de esa forma me hace sentir débil.— Elara cerró la puerta mientras se despedía y se dirigía a su casa, para después entrar en ella.

***

Elara se encontraba sola en su casa cuando escuchó el motor de un coche que se paraba frente a su puerta, lo miro extraña hasta que vio que Derek se bajaba de él rápidamente, como si el propio demonio fuera tras él, y con cara de preocupación, como si alguien hubiera muerto. Entró sin llamar y al ver a Elara se tiró, prácticamente, encima de ella para examinarla, lo que hizo que la chica lo mirase extrañada, para que después golpearle con suavidad en la mano para que la dejara.

—¿Que te pasa?— Le pregunto sin expresión alguna, a lo que Derek la miro molesto. —¿Que hice?— Volvió a preguntar la mujer lobo, Elara sabía muy bien cuando Derek se enfadaba o estaba comenzando a estarlo.

—¿Qué que hiciste? ¿Enserio?— Pregunto el pelinegro incrédulo al escucharla. —Fuiste secuestrada por un lunático y no me llamaste cuando saliste de la estación de policía, sin contar que Scott, tampoco me llamó cuando fueron a rescatarlas. ¿Te parece poco?— Elara solo rodó los ojos, mientras pensaba que Derek, cuando se trataba de su seguridad, siempre terminaba haciendo un drama. Aunque no negaba que la gustaba que se preocupara por ella y que dejará de parecer alguien enfadado y amargado, cuando se ponía en modo sobreprotector Elara era la que terminaba enfadada. —Si no utilizarás el anillo te hubiera encontrado en cuestión de segundos.— Le reclamó haciendo que Elara se diera cuenta por donde iban a ir sus recriminaciones.

—Ya hemos hablado de ese tema.— Le recordó la morena mostrando una tranquilidad perturbadora por su parte. —Y con respecto a que Scott no te avisará es porque prefirió ir a rescatarnos en vez de llamarte, lo de no llamarte después de salir es porque no lo considere necesario.— Añadió llevándose un gruñido por parte de su novio.

—Entiendo lo de Scott pero me molesta tu actitud, debes tomarte las cosas más enserio, pudiste salir herida y actúas como si no hubiera ocurrido nada.— Espetó incrementando su nivel de enfado, llegando al punto de perder los estribos.

—Soy un Alfa todo va a…

—Y de todas formas te capturaron.— La interrumpió. —Con o sin el rugido me voy a preocupar por ti, Lara.— Dijo el pelinegro enfadado.

—Asi que, ¿me consideras débil o alguien que no puede cuidarse sola?— Cuestionó dolida mientras se cruzaba de brazos, mostrando que también estaba enfadada. —Esperaba más de mi novio.— Le recriminó.

—Estoy preocupado porque te quiero, me preocupa que te hagan daño. Acaso no entiendes que sin ti me muero, eres, junto a mi hermana, la única familia que tengo.— Le gritó mientras la agarraba de los hombros. —Eres el amor de mi vida te lo dije cuando regrese herido por los Alfas y te lo vuelvo a decir ahora, si lo tengo que repetir todos los días de mi vida lo haré hasta que lo entiendas, estoy enamorado de ti Elara Rogers y lo haré durante toda mi vida, cada vez que te hacen daño me lo hacen a mi.— Dijo Derek totalmente convencido de todas y cada una de sus palabras, lo que hizo que la mujer lobo se sintiera un poco culpable por la forma en la que había tratado al pelinegro.

—Yo... Lo siento Derek, no quería tratarte así.— La morena lo abrazo con fuerza, la misma que cuando supo que no estaba muerto, Derek rápidamente la correspondió, con la misma fuerza que cuando la vio tras su casi muerte. Algunas cosas nunca cambiaban. —No quería tratarte así, es que antes que pasará lo de Barrow vi a mi madre.— Eso hizo que Derek se separara un poco de ella para verla a los ojos, él sabía lo importante que era Heather, pero más aun las visiones de las que Elara jamás le había hablado.

—¿A Heather?— Derek seguía sin creerlo, ya que la única vez que ella había visto a su madre había sido con ayuda de Alexander. El único gesto que hizo Elara fue asentir con la cabeza. —¿Y que te dijo?— Preguntó él con curiosidad.

—Me pidió que le diera una oportunidad a Kiernan y es lo que voy a hacer.— Derek comprendía lo difícil que era para ella dar aquel paso, pero también sabía que aquella decisión lo hacía por Heather y, tal vez, por Minerva. No por ella. Pero al igual que sabía aquello, sabía que si Kiernan la decepcionaba él estaría ahí para contenerla y, posiblemente, matar o herir a Kiernan. Por supuesto sin ningún rencor hacia su familia. —Pero no quiero hablar de eso, solo quiero estar a tu lado.— Elara le agarró de la cara y le beso apasionadamente.

Ante la reacción de la morena, Derek tampoco se quedó atrás y, mientras hacía descender sus manos, mordió el labio inferior de Elara, permitiendo que ella abriera lo suficiente su boca, como para que él pudiera introducir su lengua dentro, al mismo tiempo que Elara se impulsaba y se subía sobre él.

Mientras Derek comenzaba a subir las escaleras, a la par que se seguían besando, Elara estaba sorprendída de que de estar enfadados hubieran pasado a aquello de pronto, pero para ser sinceros, a ella la encantaba.

Al entrar en la habitación de la morena, Derek la estampó contra su cama y se puso sobre ella, acorralándola con su fuerte cuerpo, se lanzó contra la Alfa, y estampó sus labios contra los de ella. Esta vez fue Elara la que decidió introducir su lengua en su boca y a los segundos la de él comenzó a seguirle el juego. De pronto, Derek mordió el labio inferior de Elara y sin si quiera darse cuenta, ella, soltó un pequeño gemido. Las manos de Derek se mantenían firmes y fuertes en la cintura de la mujer lobo, pegándola tanto a él que podía sentir el bulto que hacía que sus pantalones tomasen forma de triángulo. Los gemidos se escapaban de la boca de Derek cada vez más notoriamente, lo cual la hacía sentir cada vez más cómoda y deseada. El pelinegro se deshizo de la sudadera que Elara llevaba y comenzó a jugar con sus cálidas manos sobre su abdomen, subiendo más y más hasta su pecho, donde recorrió ambos con su dedo índice por encima de su camisa.

Mientras, Elara no podía contener sus gemidos, Derek bajó sus manos hasta su cadera y ágilmente las tornas se cambiaron, de forma que quedara ella encima de él, aterrizando justo en su erecto miembro. Ninguno separó sus labios, y si lo hacían era por mini segundos en los que se mirában y se sonreían. Todo el enfado que tenían antes se había transformado en placer y deseo.

Imitando todas las cosas que la estaba haciendo, Elada empezó a besar su cuello mientras respiraba su olor, mientras que sus manos le quitaban la camiseta de forma algo torpe. Él, mientras, recorría las piernas y el culo de Elara sobre el pantalón, desde abajo hasta arriba, no había zona que no hubiera acariciado ya.

Derek se incorporó de modo que quedó sentado en el borde de la cama y Elara encima de él, rodeando el bulto de su pantalón con sus partes ya más que húmedas. La quitó la camisa a la vez que ella se movía desesperadamente deseosa y excitada sobre su miembro erecto. Comenzó a manosear por completo su pecho, sus hombros musculosos, sus fuertes brazos, su gran espalda, sin detener el movimiento de su cuerpo desesperado en busca de más placer sobre su miembro.

Cuando Elara mordió, lamió y jugueteó todo lo que quiso con sus labios, probablemente rebasó el límite de autocontrol que él tenía.

Derek volvió a agarrarla de las caderas y la lanzó contra la almohada, posicionándose encima de ella, provocando que la morena pudiera sentir su desesperación por quitarla toda la ropa, simplemente por la manera en la que jadeaba en su oído.

Comenzó a lamer sus pechos en toda la parte que no cubría el sujetador, los lamía y a veces incluso les mordisqueaba. Mientras él la hacía gemir, las manos de Elara estaban hundidas en su oscuro cabello obligándole a permanecer cerca de su piel, que pedía a gritos su boca. La Alfa levantó una de sus rodillas, rozando, levemente, su miembro, que luchaba por mantener apartado del cuerpo de la chica. Ese simple roce, le hizo gemir bastante fuerte, lo que hizo sonreír con diversión y con algo de maldad a Elara.

Al mismo tiempo que Derek estaba besando su cuello, sus manos bajaban las tiras del sujetador de la chica. Mientras que ella manoseaba todo su musculoso cuerpo y cada vez que gemía a causa de él lamiendo su piel la era inevitable no clavarle las uñas. El cuerpo de Elara aún se seguía moviendo debajo de él, ansiosa por sentirlo más cerca.

—Mierda...— Murmuró Derek en el oído de la chica, mientras la levantaba de la cama ágilmente para facilitarse el trabajo de quitarla el sujetador.

—¿No puedes con un simple sujetador Derek?— Preguntó Elara riéndo en su oído por lo mucho que estaba tardando, para después darle un pequeño beso en la oreja. Él desesperado por el deseo, lo arrancó de golpe y de milagro no lo rompió. Apenas tuvo sus dos pechos al aire, bajó con su boca hasta ellos y comenzó a devorarles sin piedad alguna.

Los lamía, los mordisqueaba, los manoseaba con sus manos, juntándolos, separándolos, haciéndolos subir, haciéndolos bajar, y hacía todo en cuestión de segundos que no la daba a Elara tiempo a gemir lo suficiente. Lo que provocó que arqueara su  cuerpo debajo de él totalmente excitada.

La recostó en la cama delicadamente mientras sus labios bajaban desde sus pezones hasta su abdomen y llegaban finalmente hasta el cierre del pantalón que desabrochó fácilmente mientras a ambos les faltaba la respiración y sentían que morirían de calor con cada roce de su piel con la de ella. La mujer lobo pensaba que tardaría bastante en dejarla en ropa interior, pero tardó tan sólo unos segundos, era como si no soportara estar lejos de su piel.

Subió nuevamente con sus labios desde el abdomen de la chica, jugueteó con sus senos un poco más y llegó a su oreja. Con sus manos en su cintura la levantó con toda la facilidad del mundo y metió dos de sus dedos en sus partes íntimas haciéndola gemir y jadear. No sentía sus dedos directamente, sentía su propia ropa interior penetrarla, pues aún no la había quitado esa última prenda. Comenzó a meterlos y a sacarlos tan rápido que no la daba tiempo a sentir el dolor, solo sentía placer, además de como se mojaba toda la ropa interior. La estaba masturbando como nunca nadie había masturbado a una mujer. Con sus dedos dentro y su pulgar arriba no podía gemir más alto de lo que ya lo hacía. Su otra mano en la espalda de Elara y su cabeza al lado de la de ella, disfrutando divertido de sus gemidos.

Mientras lo hacía, Elara, completamente, deseosa de más, bajó sua manos desde su espalda hasta el pantalón de él, el cual desabrochó lo más rápido que pudo.

En ese momento ella ya estaba llegando al segundo orgasmo de la noche, porque él en ningún momento habia apartado su mano de sus partes, cuando por fin llegó, sacó su mano y sonrió de forma brillante y satisfecha. La besó profundamente justamente antes de deshacerse de sus boxers, entrelazó sus manos con las de ella y, rápidamente, se deslizó dentro de ella, de un sólo golpe, haciéndola gemir incluso más alto que él.

Comenzó a moverse dentro de Elara de una manera fuerte y salvaje que la excitaba cada vez más y más... Sacaba y metía su miembro de su cuerpo tan rápido que la enloquecía de placer y sólo podía clavarle las uñas en su espalda. Derek no paraba de gemir y lo hacía de una forma tan descontrolada como la de ella. El pelinegro la penetraba profundamente, sacaba su miembro, lo pasaba sobre sus partes húmedas y excitadas, y volvía a penetrarla. Repitió ese proceso una y otra y otra vez. Lo que generó que Elara no tuviera el suficiente aire como para seguir gimiendo, pero él no detenía sus gemidos, de hecho gemía más con cada embestida que la daba.

Se separó por un momento del cuerpo de ella, mientas seguía penetrandola, la miró a los ojos y antes de que Elara pudiera decirle algo, estampó sus labios contra los suyos y no la dejó hablar por minutos enteros en los que se movía dentro de ella controlando su fuerza y su velocidad.

La morena podía jurar que estuvo horas enteras embistiéndola y haciéndola llegar a repetidos, placenteros y excitantes orgasmos. Podría jurar que fue sutay toda la noche.

Cuando ya sus cuerpos no daban más de sí por el cansancio y el agotamiento, sacó su miembro del cuerpo de la chica y lo frotó una última vez por su clítoris y la volvió a penetrar salvajemente mientras Derek llegaba a su último orgasmo de la noche a la vez que soltaba los labios de ella para poder gemir completamente excitado y satisfecho.

Salió de ella mirándola con una sonrisa. Sonrió aún más al verla mirando felizmente al techo con el pulso elevado, y la dio un dulce beso en los labios.

★★★

Iré al infierno por esto, pero llevaré pizza para el que quiera acompañarme.

Sentó publicar hoy tan tarde, pero mejor tarde que nunca. Además, de este capítulo hoy no tenía absolutamente nada.

Bien, quiero aclarar que originalmente este capítulo no iba a ser así, ya que Kiernan se iba a quedar con Elara, y luego Derek aparecería, pero... NECESITABA DELARA ON FIRE.

Realmente ame el capítulo, ya que tuvimos medio escena padre e hija.

Quiero aclarar la escena de Derek y Elara no hubiera sido posible sin la colaboración de DarkSoulInMe

Este capítulo va para ti, siempre consigues ayudarme en estas escenas.

La escena de sexo de Derek y Elara era una escena (parte porque he borrado cosas) que estaba en Escorpión, así que es muy posible que a lo largo de la historia veáis escenas de ellos pertenecientes a su versión anterior, pero cuando eso ocurra os avisaré.

Siento que sea un capítulo tan largo, pero es Delara que importa.

Ahora sí tengo que hacer esto.

Sujetador 1

Derek 0

¿Qué os pareció el capítulo?

Os leo ♥

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro