La cita doble iba bien.

Aunque claro, ¿qué se podía considerar "bien"? En un mundo de tantas posibilidades.

Para Wooyoung y San "bien" significaba: no estás acuchillándose el uno al otro en público. Y por supuesto, hacerlo telepáticamente no contaba.

Seonghwa y Yeosang habían llegado.
Lucían nerviosos, como si en el fondo no quisieran estar ahí y simplemente lo estaban porque Wooyoung los había obligado. San creía que eso no estaba muy lejos de ser la realidad. Podía imaginarse al pelinegro rogándole a la pareja que se reunieran con ellos de nuevo, para demostrar que eran novios cariñosos, reales y perfectos.

San seguía sin comprender cuál era la necesidad de Wooyoung de mentirle a sus mejores amigos. Parecía desesperado por la mirada aprobatoria de Seonghwa. De hecho, ya había inventado unas cuantas teorías descabelladas en su cabeza, a falta de una explicación. Como por ejemplo, que ahora Wooyoung trabajaba para la CIA. O era mafioso. O intentaba hacerse pasar por un hombre gay para una misión en cubierto. Eso tenía sentido.

—¿No quieres otra cosa para comer? —le preguntó Wooyoung. San se detuvo un segundo para observarlo.

Era guapo. Muy guapo. Había que estar muy ciego para no reconocer la hermosura que era el rostro de Jung Wooyoung. Hasta él, con su extremo odio e irrevocable rencor era incapaz de ignorar su belleza; lo que por cierto, le hacía enojar aún más y querer tirarse de un edificio.

Un recuerdo pasó por su mente. Wooyoung rechazaba a todos diciendo que le gustaba alguien más. Con esa cara y esa personalidad que lo caracterizaba tanto en la secundaria, ¿quién podía negarse? ¿Por qué jamás estableció una relación con la persona que quería? ¿Acaso no era correspondido?

Le estaba dando muchas vueltas al asunto.

—No —murmuró, y esbozó una sonrisa falsa y horrorosamente romántica—. Estoy bien. Gracias, Cerdito.

—Me agrada el apodo —interrumpió Seonghwa. San había notado que siempre estaba sonriendo, extra sincero y asquerosamente adorable, su gran opuesto—. ¿De dónde salió?

—Es que la tiene gorda —dijo San, manteniendo su semblante sereno. Seonghwa parpadeó asombrado, probablemente para mal.

—¿Disculpa?

—Que la tiene gorda. Su barriga, digo yo —reprimió una risa mientras pinchaba la panza de su supuesto novio. Wooyoung hizo un mohín y Seonghwa rió.

—Dios tienes que aclararlo. Eso tiene potencial de doble sentido.

San vaciló un instante. —Bueno, su pene es grande también.

Estaba teniendo una buena ración de diversión, y ni siquiera estaba comprometiendo su fachada o su trabajo. Podía acostumbrarse a ello. Al menos las expresiones divertidas de Seonghwa le ayudarían a sobrellevarlo.

—Ya veo —dijo Seonghwa tosiendo. Yeosang permanecía impasible—. Demasiada información.

—Oh. Lo siento, no tengo un buen filtro —se disculpó, intentando controlar la sonrisa divertida que amenazaba con aparecer.

Yeosang -quien no hablaba mucho, según el análisis exhaustivo de San- tomó un sorbo de su bebida y carraspeó.

—Deberíamos salir más —propuso, un tono casual en su manera de hablar. San sintió a Wooyoung ponerse rígido a su lado—. Sería divertido. ¿No crees, Seonghwa?

—¡Sí! —exclamó su novio con alegría. Aplaudió. —Sería maravilloso. Siempre quise salir en citas dobles. Y ahora que Wooyoung tiene novio, podemos hacerlo. ¿Qué dices Wooyoungie-ah? ¿Te animas?

Entre San y Wooyoung, era imposible determinar quién estaba más disgustado con la idea.

¿Más citas?, pensó San, sonriendo con falsedad mientras un mal presentimiento se asentaba en su pecho. Pasar más tiempo con Wooyoung es malo. Muy malo. Sin embargo, no tenía ni la menor idea de cómo rechazar eso sin parecer... raro. No era posible que Yeosang y Seonghwa hubieran empezado a dudar ¿o sí? Volteó a ver al pelinegro, decidiendo que le permitiría a él contestar. Confío en ti, Cerdito. No lo arruines ahora.

—Sí, me encantaría.

Estúpido.

—¿Qué dices, bebé? —Wooyoung sonrió para él, aunque no de una forma agradable—. ¿Tienes tiempo en tu ocupada agenda para tu lindo novio?

Lo quería matar. —Por supuesto que sí. Tengo todo el tiempo del mundo para mi Cerdito.

No lo tenía. La universidad y sus otros dos empleos ocupaban gran parte de su día. Tendrían que planear algo luego si es que esto del novio falso se volvía una mentira de largo plazo.

Entonces, como si al universo no le bastara poner a San en el peor escenario que pudiera imaginar con la peor persona que pudiera existir, apareció uno de ellos.

— ¿San? —los cuatro pares de ojos se desviaron hasta encontrarse con el dueño de aquella voz. Un joven de su edad veía al rubio con una sonrisa, parado cerca de la mesa—. Tanto tiempo sin verte. Te acuerdas de mí ¿no? Minhyuk.

¿Minhyuk?

Minhyuk.

Oh, Dios.

Los ojos de San se abrieron de par en par al reconocerlo, congelándose por un breve momento mientras procesaba lo que estaba pasando, lo que significaba la persona frente a él. Mierda.

Wooyoung se giró hacia San, una pizca de confusión casi imperceptible en su mirada. —¿Quién es él, bebé?

—Oh, es un... ex —respondió, sintiéndose incómodo y omitiendo el "cliente" al final de su oración. Wooyoung sin embargo, precio captar rápidamente lo que intentaba decir, para su suerte.

—Ya veo... Bueno —le dedicó la más falsa de sus sonrisas a Minhyuk, y pasó un brazo por sus hombros, siendo descaradamente posesivo—. Él es mío ahora.

—¿En serio? —dijo Minhyuk con burla. Su insistencia comenzaba a tocar los nervios del pelinegro—. ¿Nosvios? ¿Reales?

Reales. Esto iba a acabar mal.

Seonghwa y Yeosang lucían confundidos ante la pregunta, por lo que Wooyoung fingió el mismo sentimiento y expresión de desconcierto, mientras que rogaba que su ridícula táctica saliera bien.

—¿Sí? Reales. ¿Qué otro tipo de novio hay? —dijo sarcástico. Minhyuk frunció el ceño.

—¿Es cierto Sanie?

¿Por qué mierda este imbécil es tan insistente?

Wooyoung miró a San y San miró a Wooyoung, suplicándole, buscando ayuda en el para que pudieran salir de ese lío. Era un tanto irónico que confiara en él teniendo en cuenta su pasado, pero –inexplicablemente– no deseaba defraudarlo.

Wooyoung era consciente de que no tenían muchas posibilidades. Si Minhyuk mencionaba algo de su trabajo como novio de alquiler, estaban jodidos. La aparición de este idiota ex cliente que muy probablemente no había superado a San aún, estaba apunto de tirar toda su ardua actuación por la borda.

Y como una luz iluminándole el camino, Wooyoung lo recordó.

Cualquier trato privado o sexual está estrictamente prohibido entre el empleado y el cliente.

Los besos se encuentran incluidos dentro de los márgenes de actos restringidos.

Bien, las reglas habían sido creados para romperse ¿no?

—Ven acá, bebé —sus palabras salieron atropelladas. San amplió los ojos con pánico al captar lo que él pelinegro estaba pensando hacer—. Vamos a mostrarle a tu estúpido ex qué tan reales somos.

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¡Lamento la demora!

Espero estén disfrutando de la historia uwu

Y aunque ya es algo tarde, ¡Feliz año! ❤

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