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LXII

𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

    Con eso, y con Karoma aceptando la realización de aquel plan, todos quedaron aún más entusiasmados con lo que sucedía, hablando entre todos aún con la emoción y el corazón en la boca.

    Entusiasmaron a las chicas a ir con el príncipe y quedaron expectantes ante cualquier cosa o interacción que puedan ver.

    Lauren se aproximó a donde estaba el príncipe junto tanto a la hermana del mismo como su gran amiga Frizzy.

    Ambos se colocaron al lado del otro, y debido a un pequeño desnivel en el suelo, Lauren pisó su vestido sin querer provocando que casi trastabille. Cosa que felizmente no sucedió en algún momento. Aunque si se avergonzó porque dedujo aquello a estar distraída mirándolo a él. Sentía que se atontada mucho, tenía que aprender a disimular o eso pensaba, porque con eso solía ser muy obvia y también le daba muchísima vergüenza.

    Eso no quitaba que vaya a aprovechar todos los eventos y coincidencias de ese día para estar con el, porque aunque sabía que ese era el inicio de muchos días con su compañía, quería que el que técnicamente era considerado el primero, sea tan especial como lo venia siendo. Muy aparte con el hecho de la locura que era ese día en términos generales. Y podía estar ella loca también, haber enloquecido por completo, pero no importaba.

    Karoma les dijo que igual tengan cuidado, y se le salio un dicho que le dio mucha risa a Frizzy,  "A todos les patina el coco aquí" y los dejo ir.

    Lauren no se retiró sin antes volver a agradecer encarecidamente a toda la lavandería, por todos los saludos que había recibido, por todos los buenos deseos y por todas las buenas intenciones. A toda esa gente con la que también había trabajado un tiempo.

    Thomas hizo lo mismo en nombre de Lauren de nuevo, de su hermana, y también por el mismo. Fue muy respetuoso y amable en ese sentido y esa conversación. Aunque claramente ser así no era nada extraño en él. Por algo en general era un príncipe tan apreciado por mucha gente, por ser tan genuino,  por tener ese lado que lo hacía tan agradable.

    Frizzy también se despidió cariñosamente de todos, acercándose en especial a Karoma dándole un fuerte abrazo y luego un beso en la mejilla diciéndole que todo estaba bien y que ya no reniegue. Cosa que a parte de gracia también terminó de suavizar a la ama de llaves para convencerse de esa misma idea. Si las cosas ya estaban de cabeza no pasaba nada con lo que estaban haciendo, si además igual iban a estar más locas aún en poco tiempo. Al fin y al cabo que cosa peor ya podía pasar.

[•••]

    Thomas se fue junto a las muchachas tranquilamente, hacia los interiores del castillo una vez más. En aquel frío de la noche que ya se sentía. Habían muchas cosas de las que hablar, incluso solo esa noche con las indicaciones que habían escuchado y ahora les faltaba escuchar más todavía.

    Se fueron en una especie de fila después de haber sido despedidos con la misma amabilidad que se habían despedido ellos antes de retirarse.

    Al menos en lo que significaba relacionarse con la gente del castillo, en todo a lo que sirvientes y personas que no sean ni la familia de Lea ni la Reina. Las cosas se veían bastante bien.

[•••]

   Al estar nuevamente en el castillo, ya no se sentía tan extraño, los sirvientes seguían mirando, saludando y algunos seguían curioseando obviamente. Pero al tener a Thomas ahí con ellas hacía de todo eso un poco más cómodo.

    En esos pasillos el joven se tomó el tiempo de hablar mientras los cuatro caminaban.

    —Bueno explicándoles las cosas bien ahora sí. —Dijo tranquilamente con un leve suspiro. —Mañana lavandería es quien más las va a ayudar técnicamente. Para mañana se han pedido sábanas nuevas a la costurería de confianza y personal del castillo, claramente ellos saben la calidad de las sábanas y que tipo de tela siempre Se ha pedido, en las preparaciones lara recibir a los Skrlova se había hecho lo mismo, solo que ahora por la prontitud de la situación se hace un poco mas complicado, pero para nada imposible. Por hoy solamente se estarán usando sábanas que ya tenemos, pero no debe haber preocupación están perfectamente lavadas, las sábanas son algo muy personal igualmente y por eso mañana tendrán las que les corresponden. —Dijo claramente, explicando una de las cosas que tenía que. —Respecto a sus cosas, se han trasladado perfectamente. Con total discreción, supervisión y seguridad, hemos logrado que todos los efectos de muebles, armarios, mesas de noche, tomadores y demás sean traídos hacia acá, nuevamente nuestro exportador de madera más importante ha influenciado para que se traigan las cosas ya, ya que había un pedido al respecto, debido a que Lea no le agradaba lo que tenía ahora y quería algo diferente, debido a que se van a ir no podemos dejarlo al aire y eso se volverá en lo que usaremos para Lauren, en caso de Frizzy tenemos todo sobre la anterior consejera de mi hermana, en caso de estas cosas de muebleria claro está. Porque ella también se llevó todas sus cosas, vestidos y objetos claramente personales que no le brindó castillo precisamente. Lamento lo poco que se pudo avanzar hoy, pero nuevamente será solo hoy. Mañana las cosas estarán mucho mejor organizadas. —Se disculpó un poco al final.

    —No diga eso, imagínese lo inmenso que es para nosotras lo que nos dice. —Dijo Frizzy que estaba detrás de él junto a la princesa Ava. —¿Cómo va a ser poco todo eso? —Dijo y Lauren estaba totalmente de acuerdo, hasta le había costado imaginarse todas las cosas que había mencionado el príncipe. Eran cosas que siempre había visto, claro, pero que nunca habían sido para ella.

    —Lo digo en un sentido de que con todo lo que está pasando, es lo mínimo que debimos hacer para poder arrancar las cosas desde esta noche como merece ser. Ya todo se organizará y estará muchísimo mejor, lo de ahora es provisional claro, hasta que se vaya la familia de Lea, y ya todo pueda ser solucionado.

    —No tienes que lamentarte por eso—dijo Lauren al joven a su costado. —El mismo Rey dijo que necesitábamos mucho tiempo, y esto es parte de todo ese tiempo precisamente. Sé que en términos de hoy se quieren lograr muchas comodidades que si bien desde un punto de vista son lo necesario, no va a pasar nada si algo pequeño sale de las manos. Algunas cosas son imposibles de apresurar, y en esos casos hay que saber esperar. Porque esperar es igual de importante que actuar en el momento. Con todo esto ya actuamos en el momento y ya me enseñaste lo importante que es. Pero en estos momentos ya que es algo netamente material, no hay opción de actuar sino de esperar, y no pasa nada ¿Está bien? —Dijo levantando sus dos cejas un poco y girando para mirarlo.

    Thomas asintió totalmente de acuerdo, musitando un a penas audible "Sí" y un "Gracias" después.

    A pesar de que el lo sepa, de que todos lo sepan. A veces era necesario recordarlo de tanto en tanto. No era fácil tenerlo en mente todo el tiempo, era normal sentir esa sensación de querer anticiparse. Por eso tenían que recordarselos a sí mismos y a los demás de tanto en tanto.

    Con eso nuevamente solucionado, Thomas tuvo que seguir explicando cosas, que mañana iban a venir de la costurería con todos los modelos de vestidos y sus tallas para probarselos, saber cual era su talla, y que si tuviesen fallas les tomarían las medidas también para todos los pedidos que puedan pedir. Así mismo traerán diseños en papel, que hablarían con ellas, porque traerían todo lo que les gustara, así como zapatos, guantes de seda sombreros de ala ancha, sombrillas y demás, así como sus respectivos diseños igualmente, telas de colores para preguntar, y miles de cosas más que sonaban tremendamente fantásticas y hasta irreales.

    Ava se ofreció a prestar sus vestidos amablemente, y a pesar de su lindo ofrecimiento y actitud que claramente fue agradecida, no podían aceptarlo. Sería muy invasivo que la princesa haga eso, a pesar de que ese ofrecimiento ya lo había mencionado antes.

    No tenían las mismas tallas ni medidas, seria injusto para la princesa porque implicaría modificar los que ella tenía. Y no querían molestar tanto, pero para no arruinar su ilusión ni Frizzy ni Lauren dijeron algo la primera vez que la princesa lo ofreció. Pero ya en esos momentos fue necesario.

    Ava terminó aceptando. También lo entendía. Pero de todas formas dijo que para cualquier cosa estaba dispuesta a ayudar. Nuevamente el agradecimiento por su dulzura fue expresado inmediatamente.

[•••]

    Entre los mismos pasillos que iban pasando, el príncipe llamó a un par de guardias para que puedan acompañarlos y hacer de la escolta a sus respectivos lugares, así mismo el joven siguió explicando una parte bastante importante del tema, que era como iban a permanecer en las habitaciones.

    Es decir que no iban a poder salir de ahí, ni Lauren ni Frizzy. Por seguridad, hasta que la familia de Lea se vaya. Lamentablemente eso implicaba mantenerlas encerradas ahí en sus nuevos lugares. Fuera el caso Lea desee hacerles algo, y que además claramente no podían convivir aún en ese tipo de situacion.

    Aun así el príncipe explicó que todo se lo llevarían a sus habitaciones y que se asegurarían de darles el mejor servicio posible en esa compensación por mantenerlas encerradas, ya que a pesar de que fuese por su total seguridad y bienestar, a nadie le gustaría estar encerrado todo el día en una habitación, sin poder salir. Sobretodo para Lauren, que no podía salir bajo ninguna circunstancia. Nadie quería que le pase nada.

    Lo bueno de todo eso, era que Frizzy sí podía salir excepcionalmente a visitarla, en cierto horario y solamente en ciertos días de la semana para evitar choques no deseados. Además, por otro lado, ni Ava ni Thomas tenían alguna limitación así que ellos podían visitar cuando quisieran, y no habría ningún problema.

    Siempre había un lado bueno.

    Aun así tenían que tener cuidado también. El humor de la Reina no estaba como para soportarlo a cada momento.

[•••]

    Así fueron llevando de una en una a las jóvenes a sus lugares. Primero dejando a Ava, que después de dar las buenas noches para todos, incluso para los guardias que acompañaban, se despidió hasta el día siguiente asegurándose de prometerle a Lauren que la iba a visitar al día siguiente. Para que no se sienta sola. Y que haría lo mismo con Frizzy.

    Ambas amigas nuevamente se lo agradecieron, bastante entusiasmadas por verse el siguiente día, a pesar de que no vaya a ser usual.

    Al volver a despedirse y la rubia joven entrar en su habitación por fin, ahora tenían que terminar de retirarse a los demás lugares.

[•••]

    Entonces Lauren se puso a pensar y darse cuenta de lo extraño que iba a ser no tener la compañía de Frizzy como la tenía antes. En el sentido de que ambas habían compartido habitación por tanto tiempo que no hacerlo de repente sin duda iba a ser muy extraño.

    En verdad iba a extrañar exigirle que se duerma cuando se quedaba hablando, cuando se quedaban a escribir cartas juntas en la noche cuanto tocaba. Y sobretodo y como no, lo que más extrañaría de todo serían sus inconfundibles ronquidos de todas las noches.

    Pero nada de eso significaba alejarse, porque seguían siendo amigas, seguían sintiéndose familia. Seguirían considerándose siempre como hermanas.

    Solamente que iban a dejar de compartir habitación. Y eso a pesar de que suene hasta tonto e irrelevante, claramente era algo que se iba a extrañar.

    Y claramente ambas se pusieron a pensar de lo mismo, más aún cuando Frizzy habló del tema como su hubiera leído la mente de su amiga.

    Frizzy contaba que los primeros días le dio algo de miedo como Lauren dormía, ya que no se movía, dormía con la cabeza hacia el techo, el cuerpo totalmente recto, las manos en su estómago y que así dormía, que dormía como "viejita" pero que le dio miedo porque también parecía muerta.

    Eso le causó bastante risa al príncipe quien también escuchaba la historia. Más aún cuando Lauren admitió que era totalmente cierto, porque siempre había dormido así, estaba tan acostumbrada que no podía hacerlo de otra manera. Una situación muy parecida a la de su postura, era tanta su costumbre, que hacerlo de otra forma era hasta incómodo.

    Lauren para defenderse entonces, de una manera graciosa y divertida dentro de todo contó lo que había estado pensando, en eso de que iba a extrañar los ronquidos de Frizzy, y que también se había acostumbrado a eso.

    Fue divertido para ambas y aunque no lo dijeron de manera directa y seria, era bastante obvio que compartir habitación con la otra iba a ser algo que siempre extrañarían, porque claramente en más de un año era obvio que se habían acostumbrado. Aunque por otro lado que cada quien tenga su propio espacio era algo bueno también. Las cosas estaban estaban cambiando de manera enorme, en buenos aspectos, que eran los que siempre tenían que ver. A pesar de que toda esa asimilación de las cosas los mate del miedo.

    No compartiría habitación más no con su querida Frizzy, pero algo estaba claro.

    Lauren sería una princesa.

    Y Frizzy no solo la consejera de la princesa, sino de las princesas. Y no era todo. Porque una de ellas a pesar de que aún este en un estado de impresión que no le permitía imaginar esa magnitud. Era la próxima Reina de Inglaterra.

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