Por fin llegamos al día de la Velada, aún no podía creer que me encontraba en el 2023, era como si fuera una de esas viajeras del tiempo. Había acertado con lo de la elegida y acerté también la existencia de Abraham, eso debía ser un buen presagio para mí 

Durante el inicio del evento estuve bastante tensa, ni siquiera quería buscar a Aldo para no arruinar todo lo que seguiría para nosotros. El tiempo pasó muy rápido hasta que llegamos al fatídico primer combate de Rivers, todos estaban concentrados en lo que pasaba en el ring, pero yo solo repasaba mentalmente lo que se supone debería ocurrir ahora

—Gg, asegurado.— escuché a Abraham así que lo miré, estaba a mi lado —Rivers mexicana lo tiene todo para ganar, le acomodó unos buenos madrazos y la española solo la abrazó.— 

—¿Ya terminó?.— cuestioné saliendo de mi trance 

—Están deliberando, ya casi anuncian a la ganadora, pero todos lo tenemos claro.— avisó sonriente —Una victoria para nuestro país, arriba la mexicana.— 

Era bastante temprano para asegurarlo, dirigí mi mirada al ring cuando vi que le pasaron el micrófono al presentador, cuando anunciaran la derrota de Rivers iría a buscar a Ronny y ahí por fin conocería a Aldo, los nervios empezaron a aumentar

—Tenemos ganadora.— dijo Jaime, el presentador —Por dos jueces a uno...— hizo una pausa

Empecé a dejar mis cosas para ir corriendo detrás de todas las personas que estarían molestos por el fraude, ahí tendría mi oportunidad y...

—¡En la esquina roja, Riveeers!.— escuché y mi mundo se vino abajo

¡Esto no debía pasar!, debía ganar Marina Rivers, esto debía ser un fraude, no pensaba que las cosas pudieran salir así y no preparé un plan B

—¡Ganó Rivers!.— Abraham me abrazó mientras saltaba, estaba muy efusivo 

Me alejé de él, sabía que debía estar feliz por el triunfo que habíamos presentado, pero esto me estaba haciendo sentir mal 

—Voy al baño.— murmuré y me fui de todo el ambiente 

Sabía que mi hermano estaría con todo su equipo celebrando la victoria así que antes de que ellos llegaran me metí a los pasillos donde el acceso era solo para los streamers y sus acompañantes, gracias a mi hermano tenía una credencial que me permitía estar aquí

Los esperé en uno de los pasillos y cuando vi que venía aquella chica con toda la multitud detras arreglé mi vestido, si tenía suerte aquí vendría Aldo también. 

—Te lo dije, nos vamos 2-0.— me abrazó Ronny, estaba muy feliz —Si no hubiera sido por lo que me dijiste no habría estado atento al jurado, así pude apelar si tenían un mal veredicto.—

Los demás venían cantando y festejando así que ni siquiera se detuvieron a verme, solo lo hizo mi hermano... Por lo que pude ver aquí no estaba el chico que buscaba. ¿Y si haberle contado lo del fraude había afectado mi propia linea? 

—Estoy orgullosa.— dije aunque estaba concentrada en saber donde estaba el chico que me gustaba, hasta cierto punto me sentía como una loca —Por cierto, vi a Osvaldo, a Juan, a Ari, a Ama y a Filis entrar con toda esta gente, ¿y los demás?.— 

—Deben estar disfrutando del medio tiempo.— teorizó con una gran sonrisa —¿Te vas a quedar a celebrar con nosotros? hay mucho ambiente.— 

Se escuchaba como todos traían su propia fiesta en torno a la victoria de Rivers, en alguna otra ocasión me hubiera encantado disfrutar de este momento, pero no podía quedarme, tenía que pensar que más hacer 

—Dejé a mi amigo solo.— excusé, si había dejado a Abraham, pero no iría con él —Debo regresar, diviértete, pero no olviden que después tienen otro combate.—

—Tranquila, tengo todo cubierto.— aseguró y entró a donde estaban los demás así que volví a donde estaba todo el espectáculo

Caminé entre varias personas, había visto a algunos streamers que ubicaba, pero no había rastro de Aldo, esto empezaba a frustrarme. Me había quedado sin planes, ahora mi única salida era forzar el amor que sabía que existiría cuando nos viéramos

La música del lugar invadía mis oídos, le gente bailaba y cantaba, esto me estaba volviendo muy complicado todo, incluso empezaba a marearme... Quizás daba por hecho que sería el amor de mi vida en esta realidad, me había enamorado de un sueño, él existía, pero era poco probable que se enamorara de nuevo de mí, ¿no?

A pesar de todo el buen ambiente sentí unas ganas increíbles de llorar, ¿y si lo había perdido para siempre? ¿Y si al despertar nada sería igual? los sueños jamás se hacen realidad...

Sentí mis lagrimas llenas de frustración resbalar por mis mejillas así que busqué una pared para recargarme mientras cubría mi cara con mis manos, no quería que nadie me viera así y fueran a arruinarle el momento a mi hermano para que viniera a cuidarme

—¿Estás bien?.— escuché su voz así que quité las manos de mi cara solo para verlo —Te vi salir de los vestuarios y parecías confundida, si te sientes mal o tomaste algo te puedo llevar a donde están los médicos y...—

Aldo estaba frente a mí... se veía auténticamente preocupado por una desconocida, eso me conmovió tanto y no podía dejar de llorar. Simplemente lo abracé, él dudo en corresponder aquel gesto  

—Tenía mucho miedo.— seguí llorando sin soltarlo —Empezaba a sentirme sola.— 

A pesar de que todo a nuestro al rededor era una fiesta estábamos creando un momento único, se tardó unos segundos antes de abrazarme también y acarició un poco mi espalda como si quisiera consolarme

—No estás sola.— aseguró —Ya estoy aquí.— 

Su tono aún era de confusión, aunque igual era cálido, no debía aprovecharme de su buen corazón, pero me aferré a él con la idea de ya no soltarlo jamás