Había pasado prácticamente toda mi tarde con Aldo, jugamos un poco de videojuegos y después le cociné algo. Por alguna razón sentía que su comportamiento había cambiado y por eso me sentía tan estúpida 

—¿Mañana tienes que ir de nuevo al programa de televisión?.— cuestionó mientras comíamos y negué —Pensaba que era diario.— 

—No, es una vez a la semana.— conté con una pequeña sonrisa —Es un alivio trabajar solo un día y que me paguen como si trabajara la semana completa.— 

—¿Y no te aburrirás por eso?.— preguntó y lo miré confundida —Si solo trabajas un día significará que tendrás el resto de los días libres ¿no?, deberías conseguirte un pasatiempo.— 

—Solo trabajo un día pero tengo que coordinar las coreografías los demás días, estaré bastante ocupada.— conté pero él no parecía tan interesado en lo que le contaba, parecía prestarle más atención a lo que estaba comiendo —Y si tengo algunas horas libres supongo que sería bueno que pudiéramos salir juntos.—

—Estaré ocupado con mis streams y mis entrenamientos.— dijo 

—Pero siempre habías hecho un huequito en tu agenda para mí.— recordé —¿No puedes seguir haciéndolo?.—

—No creo.— respondió —Será lo mejor para ambos, solo vernos lo necesario.— 

Asentí aunque no estaba muy convencida de eso, yo no quería "vernos lo necesario" y que él lo estuviera diciendo de una manera tan sencilla me hacía pensar que solo quería vengarse de mí por haberlo hecho sentir mal. Quizás era muy egoísta pero prefería pensar eso antes de creer que realmente quería cambiar las cosas dentro de nuestra amistad 

—Mañana estaré libre ¿puedo ir a ver tu entrenamiento?.— cuestioné después de unos segundos

—¿Quieres ir y quedarte sin hacer nada?.— preguntó

—No estaría sin hacer nada, estaría viéndote.— aclaré —Además estuve pensando que la última vez me habías ofrecido ayudarte con un sparring, podemos hablarlo con tu entrenador y ver si podemos hacerlo.— 

—¿Por qué ese cambio de opinión tan repentino?.— preguntó sorprendido —No mames wey, ya hasta se me había olvidado eso.— 

—Lo estuve pensando un poco.— dije aunque no era cierto, era la urgencia para que quisiera hacer algo conmigo —Y pensé que sería divertido.— 

—Deberías preguntarle a tu hermano si sería bueno que me estés retando a un sparring.— aconsejó

—No será algo violento tampoco, solo algo amistoso.— condicioné 

—Eso lo sé, jamás te haría daño wey.— aclaró rápidamente —Me da más miedo que tú me vayas a hacer algo.—

—¿Crees que te lastimaría?.— cuestioné sin pensar y por su expresión noté que me había equivocado en preguntar eso —Perdón.— 

Ambos regresamos nuestra atención en nuestra comida, era horrible notar la situación tan incómoda en la que estábamos en este momento, sin duda desearía poder regresar el tiempo para cambiar las palabras que usé cuando me confesó sus sentimientos... Quizás tampoco los aceptaría pero no sería tan mala con él

—Por cierto, hace rato no te dejé explicarme quien contestó mi llamada.— murmuré para sacar un tema y quitar este silencio tan horrible 

—Fue una amiga.— contó —Sabía que yo necesitaba apoyo y vino a verme.— 

—¿Puedo preguntar como se llama o sonaría muy chismosa?.— cuestioné ahora 

—Rocío, es extraño que haya venido porque vive bastante lejos de aquí y últimamente ya no nos estábamos llevando tanto.— dijo soltando un suspiro —Ayer fue un día complicado cuando me dejaste solo y puede que decírtelo sea patético pero realmente me rompiste, llegué a casa y llamé a algunos amigos, ella fue parte de mis contactos de emergencia y sin pensarlo mucho vino, creo que eso demuestra lo increíble que es nuestra amistad.— 

¿"Contactos de emergencia"? se podría decir que yo solo tenía a Ronny, a mis papás y a él. Ahora tenía la duda de si yo también estaría dentro de las personas a las que llamaría en una emergencia pero sentía que no era momento para preguntarlo 

—¿Viajó tanto para irse tan pronto?.— pregunté y asintió —Que molestia.— 

—Para ti sería una molestia pero para ella no.— dijo, aquella comparación de alguna manera hizo que mi estomago se revolviera y perdiera el apetito 

Alejé mi plato de mí provocando que me mirara sin entender 

—¿Qué te pasa? Debes comer.— me regañó y negué —Las niñas bonitas deben terminarse su comida.— 

—No lograrás que coma, ni con palabras bonitas.— murmuré —Perdí el apetito.— 

Suspiró y con su tenedor agarró un poco de comida de mi plato y la acercó a mi boca simulando el típico "avioncito", al verlo ser tierno conmigo decidí ceder y comer lo que me estaba ofreciendo provocando una pequeña sonrisa en su rostro 

—No me importa lo que pase, cuando estemos juntos no dejaré que vuelvas a dejar la comida en la mesa.— avisó 

Sabía que con eso se refería a que ayer lo había dejado en el restaurante con la comida que ni siquiera nos habían servido

—Me regresó el apetito.— avisé ignorando lo que había dicho y acerqué de nuevo mi plato para seguir comiendo 

El tiempo podría curar la herida que le había hecho pero sin duda yo haría lo posible para intentar que las cosas volvieran a ser como antes