cap. 11
Aquella llamada me había dejado más que confundida. Ahora estaba sola en casa sin tener algún plan para salir o con quien hablar, sin duda extrañaba a Aldo y eso que solo llevaba un día peleada con él
—Me siento molesta conmigo misma.— conté, estaba en una llamada con mi hermano —Siento que hoy pudo ser el mejor día de mi vida si no me hubiera equivocado ayer con Aldo.—
—No tenías que aceptar sus sentimientos si no te gusta.— consoló Ronny —Aunque si te comportaste culerilla con él.—
—Ya lo sé, realmente me dejé llevar por ver al otro wey.— confesé y solté un suspiro lleno de frustración —¿Debería ir a buscarlo a su casa?.—
—Si te interesa tanto ve y arregla las cosas, yo sé que ambos se quieren mucho, son buenos amigos.— exclamó —Llévale un regalo o algo.—
—¿Y si está con la otra chica?.— cuestioné un tanto insegura
—Te preocupas como si fuera tu novio, lo rechazaste así que no tienes el derecho de preocuparte si está con otra chica o no.— dijo —Yo creo que si esto te está haciendo sobrepensar y te hace sentir insegura es porque muy en el fondo sientes algo por él, ¿no crees?.—
—Deja de confundirme más Ronaldo.— pedí quejándome un poco
—Eres mi hermanita y te quiero un chingo cabrona.— habló —Pero no mames, estas confundida porque rechazaste a un wey que desde lejos se veía que daría todo por ti y ahora que piensas que hay otra chica en su vida no paras de pensarlo.—
—¿Crees que debería dejarlo seguir su vida?.— cuestioné —Hoy hablé con uno de mis compañeros y me dijo que si alguien le hubiera hecho lo mismo que yo a Aldo él preferiría que le dejara de gustar.—
—Dejar que las cosas terminen mal sería mil veces peor que no hacer algo para solucionarlo.— aconsejó —Recuerda todo lo que hemos practicado desde pequeños; disciplina y honestidad, son la clave del éxito para nuestros deportes pero también para la vida, resiste y por una vez trágate tu pinche orgullo, sé honesta y discúlpate.—
—Tienes razón.— murmuré —Iré a verlo, gracias por la platica.—
—De nada, siempre que me necesites llámame.— exclamó —Te extraño hermana, cuídate y si el nahual te hace algo avísame, tomaré el primer vuelo y si es necesario le partiré su madre.—
Y sin más terminé la llamada. Ahora sabía que debía hacer así que me apresuré en tomar de nuevo mi bolso y salí de mi departamento.
(.....)
Había pasado poco menos de dos horas y yo estaba fuera del hogar de Aldo con un pequeño regalo para él, esperaba que esto fuera suficiente. Tomé aire y toqué el timbre, esperé pocos minutos hasta que abrió y me miró bastante intrigado
—¿Qué haces aquí?.— preguntó
—¿Vine en mal momento?.— cuestioné y negó
—Tenía visitas pero se acaban de ir.— confesó —Si venías a ver si Roier seguía por aquí lamento decirte que se fue hace unas horas.—
Negué rápidamente para que no creyera que tenía otro propósito que no fuera verlo
—Te traje algo.— dije mientras le pasaba su regalo, él lo tomó —Hace rato te llamé pero no me respondiste tú.—
—Sobre eso...— iba a explicarme
—Está bien, sé que no debo cuestionarte nada y menos después de todo lo de ayer.— me adelanté —Quiero que sepas que estoy muy arrepentida de comportarme como una basura contigo, no quiero perder la amistad que tenemos y sé que nada será igual que antes pero solo espero que sepas que no volveré a minimizar tus sentimientos, nadie decide que sentir ni de quien enamorarse así que...—
—Basta.— me interrumpió —Hablemos adentro.—
Asentí mientras entrabamos a su hogar, me dirigí a la sala y me acomodé en uno de los sillones, él se sentó a mi lado
—Vi tu baile.— contó sin seguir el tema principal —Pertenecer y ser líder de algo llamado "Fresas con crema" es bastante castigo para ti, no quiero torturarte más.—
—¿Por qué todos se quejan del nombre?.— susurré para mí misma —Como sea, creo que no deberías dejar pasar esto tan fácil.—
—Wey no me voy a poner intenso solo porque me rechazaste.— se burló —Ayer me di cuenta que había una faceta de ti que no conocía y no me gustó, creo que eso me ayudará a que no me gustes más, así dejaré de incomodarte y seremos amigos como siempre.—
Al escuchar eso me sentí extrañamente mal pero lo disimulé con una pequeña sonrisa como si estuviera de acuerdo con lo que acababa de decir
—Entonces ¿debí darte un tiempo?.— cuestioné
—Si.— respondió y soltó un suspiro —Pero me alegró un poco ver que vinieras a disculparte, pensé que esperarías a que te buscara o algo así.—
Esa había sido mi idea principal pero preferí que no lo supiera, si ahora habían cosas que no le gustaban de mí prefería que siguiera pensando que todavía tenía cosas buenas
—Entonces ¿somos amigos?.— pregunté para confirmar eso
—Mejores amigos.— respondió y por alguna razón eso me desanimó
En cualquier otro momento él se hubiera negado a admitir que éramos mejores amigos... Aldo me importaba bastante pero no me gustaba ¿o si? Talvez el destino sería tan cruel como para hacerme notar que me gustaba ahora que lo había rechazado... Lo único que sabía era que si él quería hacer que sus sentimientos disminuyeran no haría nada para impedírselo, Aldo debía cuidar su corazón para que yo no le hiciera daño y yo estaba de acuerdo con eso.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro