«MENTIRAS MENTIROSAS»

CARLOS Y JAY eran los únicos dos villanos en Auradon, nuevamente tendrían que salir a pesar de que sabían que Heart los asesinaría por haber preocupado a Teo. Después de intentar calmarlo, lo que salió horriblemente mal, tuvieron que esperar a que se imprima la varita -durmiendose en el proceso- y Teo se fue al cuarto de Damián.

Los dos villanos creyeron que él estaría bien, ya que el contaron absolutamente todo lo que había sucedido, pero que equivocados estaban. A Teo no le gustaba las mentiras mentirosas y era un mentiroso que no sabía mentir, así que Carlos tendría que haber visto venir que Teo no era el mejor guardando secretos y mucho menos si esos tenían que ver con Heart.

Los dos bajaron las escaleras, cerrando la puerta detrás de ellos. Estaba por ir al auto pero algo se interpuso en su camino.

—Hey —Damian apareció frente a Carlos y Jay que rápidamente escondieron la varita detrás de él hijo de Jafar —¿Han visto a Evie?

—Ella... —se vieron tratando de buscar una excusa —decidió ir a acampar —Soltó Carlos rápidamente. Aplanando los labios.

—¿Evie... la que sueña con vivir en un castillo? —Los miró alzando una ceja —¿Estará durmiendo en el suelo, sin lugar donde enchufar su secadora y está repleto de mosquitos? Agregando que para ir a pasar una tarde al lago se lleva una maleta repleta de cosas y en este caso se llevaría su armario completo —Sonrió juntando sus manos delante suya.

—sabes lo espontánea que es —Carlos bufó obvio, Damián lo miró asintiendo como si le creyera.

—¡Mándale un mensaje! —Jay palmeo su hombro, volteando con Carlos.

Cuando se dieron la vuelta, dispuestos a incluso rodear toda la escuela para ir al auto, los acorralaron Isla y Gabriella, ambas tenían a Teo en medio que sonreía culpable con las dos chicas sosteniendolo de sus brazos.

—No sabes mantener la boca cerrada —Jay lo miró molesto, Carlos lo golpeó en el brazo. Después de todo, era su culpa, Heart si hubiera sabido controlar a Teo.

—y ustedes son pésimos para mentir a pesar que vienen de la isla —Damian los tomo por la espalda a ambos —ahora, suelten la lengua.

Los dos villanos se miraron cansados antes de suspirar resignados y guiarlos a la limusina, contándoles todo el plan. Llevando al hijo de Alicia, la hija de Blancanieves y la pequeña del la liebre y el conejo blanco junto al sombrerero loco junior a la isla de los perdidos.

Heart se miró al espejo, ya no lloraba, ahora estaba completamente limpia, habiéndose bañado con el agua congelada de la isla, podía escuchar a Mal junto a Evie terminar de guardar las cosas que habían utilizado para limpiar su completo desastre. Los rumores corrían rápido por la isla, así que no sería sorpresa que sus padres ya sepan que están allí y Heart había vuelto igual o peor que antes.

Si tan solo supieran...

La reina malvada, Cruella y Jafar no los iban a buscar, Cruella mucho menos sabiendo que Heart no la dejaría acercarse ni en sueños a Carlos. Habían vencido a la reina roja y a la emperatriz del mal, sus hijos eran oficialmente mucho más poderosos que ellos.

La puerta fue abierta y por allí pasó Evie, la chica se colocó a un lado de Heart, observandola a través de su reflejo, acaricio sus brazos y movió un mechon de su cabello.

—Ve con MaliMalita, Evie, estoy bien —Sonrió mostrando su hilera de perlas blancas, pero la peliazul la miró extrañada.

—No estás bien, es entendible, pero aquí estamos para ti, para escucharte o ignorar lo sucedido pero que sepas que nosotras sabemos lo sucedido y te apoyamos —La movió ligeramente para verla al rostro. Heart sonrió ladina.

—No lo entiendes ¿verdad? —Su rostro confuso le hizo entender que no —Jay y Carlos son un dúo, Mal y tú también, esto es un grupo impar en el que yo siempre salí adelante sola. Estoy sola en esto —Le sacó el brazo, despegandola para volver a verse en el espejo. Evie sonrió bajando la mirada para verla con unas sensaciones que Heart no entendió.

—Eres mí amiga, igual que de Mal —La volvió a abrazar, y Heart bajó su sonrisa —No somos un dúo, somos un trío —Se puso detrás de ella y apoyó su mentón en su hombro —somos el rojo, el azul y el morado. Somos las tres unas diosas —Rieron suavemente, Evie besó su mejilla y tomó su mano para que salgan juntas de la habitación.

Mal las esperaba de brazos cruzados. Evie estiró su mano y la pelimorada la tomó, igual que entrelazó su mano libre con la misma de Heart. Las tres se observaron.

—I didn't know what you were going through —Evie miró a Mal, las tres caminaron a sentarse al sofá —I thought that you were fine —pero luego miró a Heart —Why did you have to hide?

—I didn't want to let you down —Mal acaricio la mano de su mejor amiga —But the truth is out... It's tearing me apart, not listening to my heart

—I really had to go —Heart sonrió al recordar su huida al país de las maravillas con Teo. Y miró a Mal, comprendiendo porque ella volvió a la isla —And I would never stop you.

—Even though it changed... —Mal murmuró levantándose, pero las dos la siguieron.

—Nothing has to change —Dijeron juntas, las tres yendo a la ventana del lugar. Cantando al coro —And you can find me in the space between... Where three worlds come to meet. I'll never be out of reach. 'Cause you're a part of me so you can find me in the space between.

—You'll never be alone —Evie acarició el brazo de Heart que sonrió al oírla —No matter where you go —Se dirigió a Mal.

—We can meet in the space between —Murmuraron riendo suevamente. Heart se giró observando su antiguo escondite, tratando de no ver los ojos cristalizados de Mal porque sabría que acabaría igual.

—And nothing can stay the same —La pelirroja caminó mientras las dos chicas la veían lagrimeando —It's growing pains

—Be proud of all the scars —Mal la abrazó por la espalda mientras se sonreían —They make you who you are oh, woah...

—even if the scars make me crazy? —Se burló pero Mal apoyó su cabeza contra la suya.

—even if the scars make you crazy —asintió riendo suavemente.

—I know you have to stay —Se separó para ver a la pelimorada —But I'll never really leave you.

—Nothing has to change even though it changed —Negó tomando la mano de Evie y las tres vociferaron.

—¡And you can find me in the space between! Where three worlds come to meet...I'll never be out of reach —Al fin, las dos sonrieron al ver que Heart no aguantó las lágrimas.

La pelirroja en verdad agradecía que aún que estuviese una en Auradon, la otra en la isla y la última en el país de las maravillas se apoyen. Porque estaría segura que minutos atrás, si la hubiesen dejado sola cómo pidió, estaría muriéndose por dentro.

—'Cause you're a part of me so you can find me in the space between —Se encaminaron al centro de la sala —You'll never be alone, no matter where you go. We can meet in the space between...

—There are no words left to say —Mal se encogió de hombros pero Heart rodó los ojos con una expresión genuina.

—I know you gotta find your place —Evie aceptó tragando el nudo en su garganta.

—But this is not the end —Suplicó viendo a la peliazul y pelirroja.

—of course not —Heart bufó con obviedad.

—You're part of who I am —Evie asintió a lo dicho por Heart. Las tres se giraron a ver la pintura que había hecho Mal, dónde las tres salían en su cuarto en Auradon.

—¡Even if we're worlds apart you're still in my heart it will always be you and you and me! Yeah... You can find me in the space between —Se separaron yendo a diferentes partes mientras se sonreían —Where two worlds come to meet I'll never be out of reach...I'll never be out of reach... no ¡'Cause you're a part of me so you can find me in the space between?

—You'll never be alone —Evie se acercó a Heart cantándole.

—No matter where you go —La pelirroja se dirigió a Mal, nuevamente las tres juntandose.

—Oh, no... —Cantó la pelimorada antes de que las tres se abrazaran, dejando a Mal en medio.

—¡We can meet in the space between, yeah! No matter where you go no matter where you go... We can meet in the space between....

Suspiraron hasta bajar a unas risas suaves donde las tres terminaron por limpiar sus rostros empapados. Se sentaron en el borde de la ventana, una ventana rota que había allí donde dejaban sus pies colgando fuera de la isla. El silencio fue roto por Evie.

—No le diremos a los chicos ¿Cierto? —Miró detrás suya, señalando la muerte de Iracebeth, Heart suspiró.

—aun no, por favor... —Miró a ambas, Mal le sonrió.

—No tienes que esconderte de nosotras, ocultaremos el secreto juntas —Entrelazó sus manos.

Las tres se apoyaron entre si, viendo la entrada de Auradon a la isla a la espera de los dos villanos... Que sorprendentemente iba acompañado.

Mal e Evie observaban a Heart que estaba mirando el anillo en su dedo anular. Perdida en sus pensamientos. Tal vez es que la realidad le había caído como un balde de agua fría, o la inseguridad que sentía al pensar en cómo reaccionaría Mirana.

¿Qué pensaría Carlos al saber que fue capaz de matar a su propia madre? Ella no quería que él piense que sería capaz de herirlo. Numca jamás en su vida lastimaría al peliblanco, ni a él, ni a Gabriella o Teo. Oh, Teo, no quería que él se asusté de ella, aún que otra vez le aparecían los pensamientos de cuando quiso gobernar Auradon ¿Cómo haría para verlo al rostro sabiendo que él siempre la justificaría? No lo merecía.

—Hace tiempo no se quedaba en blanco —susurró Evie viendo cómo la limusina atravesaba la barrera.

—la entiendo. Yo convertí a mi madre en lagartija pero se puede revertir, ella, en cambio, no puede hacer nada —suspiró admirando el vehículo estacionarse frente a las tres —Lo hecho, hecho está.

Las puertas se abrieron y Heart reaccionó, pero que abofetada le dieron cuando vió que no solo Jay y Carlos bajaban, sino que todos sus amigos estaban allí.

—los obligamos a traernos —Isla bajó del asiento de copiloto, sonriendoles a las villanas. Se acercó queriendo abrazarlas, pero Heart solo miraba asesinamente a Jay que le indicó a Damián tapar la limusina y tomar las cosas.

—si, está bien, gracias por haber venido —Mal la abrazó, sorprendida cómo las otras dos.

—¡No! No está bien, se suponía que nadie debería estar involucrado —Vieron a Heart que explotó, poniéndose roja de cólera. Los demás dieron un saltito —¡Trajeron a Gabriella y Teo! —señaló a ambos.

Teo se rascó la nuca, él esperaba que Heart lo abrasace tan fuerte cómo él quería. Que le iba a decir cuánto lo extraña, que estaba igual de desesperada cómo él. En cambio, ella estaba seria, no siquiera lo había morado desde que bajó del vehículo. Gabriella jugaba con sus coletas, sintiéndose regañada a un lado de Carlos que la abrazó, confundido con la actitud de Heart.

Estaba seguro de que ella iba a saltar a abrazar a Teo hasta ambos caerse. Pero no.

—Si, bueno, dicelo a tú novio que abrió la boca —Jay señaló molesto a Teo. Le castaño sonrió por el apodo, sonrisa que se borró.

—No es mi novio —Isla y Damián se miraron confusos, Heart estaba extrañamente arisca —¡Agh! Ya muestra esa cosa tonta —pidió tratando de no seguir gritándoles.

Los demás asintieron extrañados, Mal entrelazó su mano a la de Heart. Buscando su mirada hasta que la encontró.

—Ellos no tienen la culpa y tampoco saben, tranquila —Le susurró sonriendo suavemente.

Heart cerró los ojos con fuerza y respiró lentamente hasta sonreír ligeramente.

—lo siento —Se disculpó antes de ir a la parte de atrás de la limucina, así ayudar a Damián con las cosas.

Teo la observó ignorarlo, miró a Gabriella y Carlos que estaban a su lado, los dos niños se encogieron de hombros negando, sin entender que había sucedido con la pelirroja.