¹¹ [Especial]
—¡ESTÁS LLEGANDO TARDE A TU CEREMONIA DE GRADUACIÓN, MIN YOONGI! —el grito feroz de mi madre hizo que me cayera de culo en el piso de la ducha.
—¡TE MALDIGO MADRE MÍA! —le devolví el grito.
Habían pasado 8 mes exactamente desde aquella reconciliación de JiMin conmigo. Déjenme decirles que todo anda de maravilla. Mi hermoso novio volvió a vivir con sus padres, pero no para tanto porque nos vamos a la Universidad así que no celebrarán tanto. No hemos discutido, no hay peleas a montones, pero sí mucho amor y mucho frutifantastico de lunes a domingos por la tarde.
Hoy, finalmente era mi día. Me gradudaba de preparatoria. No les dije, perdí dos años y por eso ando saliendo viejo de la preparatoria, al igual que Jimin. Se dejó influenciar de mí. Para buenas cosas sirvo.
Y ahí estaba yo, levantándome adolorido por mi caída de culo. Cerré la llave del agua y salí del baño. Me sequé con la toalla y la enrollé mi cadera. Salí del baño y caminé por el pasillo encontrándome con JiMin de pie vestido en traje y traía en la mano unaa toga vinotinto con su birrete.
—Uy, uy. ¿Ya se me adelantó navidad? —me mordí el labio al verlo tan atractivo.
Él me escaneó de pies a cabeza y vi su semblante serio.
—Tienes 5 minutos para vestirte antes de que te diga cómo vas a morir.
—Primero que todo, buenas tardes. —hice una mueca y caminé hacía mi habitación. JiMin me siguió en silencio y se apoyó en el marco de la puerta.
—Es increíble que por ti, estemos llegando tarde. Nos dijeron que estuviéramos 1 hora antes, YoonGi. —me dijo y yo dejé caer la toalla ignorandolo. —Maldita sea, tu trasero es bien blanco cuando le da la luz. —lo miré por encima del hombro. Se estaba riendo de mí. —En fin. ¡ESTAMOS LLEGANDO 10 MINUTOS TARDE! —me gritó.
Me coloqué la ropa interior y pasé a mi pantalón negro de traje.
—Otro grito más y te tiro de las escaleras. —dije regañadientes, subiendome la corredera y abrochado el pantalón. Cogí la camisa blanca manga larga, me la puse y empecé a botonarme evitando el contacto visual con Jimin.
¿Ya les dije que me come vivo con la mirada? Dios mío, que miedo. Ese hombre es el mismo diablo.
—Min, apurate. —me dijo y se alejó de la puerta.
Rodé los ojos.
—¡No estoy llegando tarde! Las personas importantes no llegan tarde.
—¡TE JURO QUE ESTOY POR PEGARTE SI SIGUES EN ESA ACTITUD! —me gritó escaleras abajo.
Me apresuré a ponerme las medias y zapatos. Corrí al espejo, un poco de gel, perfume, condón en la billetera, dinero, saco, más perfume, lubricante al bolsillo, guiño a mi reflejo, desodorante y salí corriendo de mi habitación. Bajé las escaleras encontrándome con mi madre vestida elegante y a Jimin sosteniendo mi toga.
Uh, te veo alegre.
Ah, bonita hora a la que apareces.
Estaba descansando.
¿Ah sí? Que bien, hoy ni lo harás. Tenemos que practicar la propuesta.
Y sigues con eso. ¡Cálmate!
No. Quiero vivir con él.
¿Ya le dijiste a tu madre que eres gay?
¡Bingo! Gracias por existir.
Solté un suspiro y miré a mi madre quien estaba enojada.
—Vamos tarde. —me dijo y abrió la puerta para salir.
Estrategia número 1: Decirle a tu madre que se ve hermosa.
—Mamá, estás hermosa hoy. —le dije con una sonrisa.
—Siempre lo estoy. Soy tu madre. —movió su cabello.
Estrategia número 2: Decirle que es lo mejor que te ha pasado.
—¿Sabes que eres el mejor tesoro que tengo? Eres lo mejor que me ha pasado, mujer. —me acerqué y le agarré la mano.
—Ay, jesús. No me digas que perdiste el año, Min YoonGi. Puedo estar partiendote un palo en la cabeza. —me dijo haciendo que JiMin riera.
Estrategia número 3: Decirle que sin ella, tu no vives.
—Bobadas dices madre. —sonreí. —Soy inteligente. Siempre quedo en los primero puestos. —JiMin empezó a toser. Yo le di una mirada asesina y él retrocedió un poco. —Madre, sin ti, yo no vivo. —suspiré.
—Ay, Yoongi... Me estás poniendo sentimental, hijo. —me acarició la mejilla.
Estrategia número 4: Decirle una verdad que siempre le habías ocultado.
—Mamá, yo fui el que rompió el jarrón de la abuela. —ella me empujó enojada y me pegó en la cabeza.
—¡Ya decía yo tanto amor! —me jaló de la oreja haciéndome gritar.
—¡YA! PERDÓN, PERDÓN. —sollozé.
Estrategia número 5 y final: Lanzarle la bomba.
—¡ERES UN NIÑO INQUIETO! —me decía mientras tiraba más fuerte de mi oreja. —¿Sabes cuánto me costó pedirle el jarrón a la abuela? ¡¿Ah?!
—¡SOY GAY! —grité haciendo que todo se volviera silencioso.
Mi madre dejó libre mi oreja y miré de reojo a JiMin quien estaba pasmado por mi reacción.
¿No te podías esperar luego de la graduación?
No, era hoy o nunca.
¡Vaya! Que bruto eres.
Una bofetada chocó contra mi rostro.
—¡¿Y ESO QUE TIENE QUE VER CON EEL JARRÓN, MIN YOONGI?! —volvió a coger mi oreja y me arrastró afuera de la casa. —Vamos tarde a tu maldita graduación y me vienes a decir lo del jarrón ahora. ¡DEJA QUE REGRESEMOS! Pegaras todos los pedacitos con tus lagrimas del ladrillo que te lanzaré. —me soltó y caminó hacia el auto. —Jimin, hijo. Cierra la puerta. —habló delicamente.
Arrugué el ceño.
—Si que está loca. ¿A caso me escuchó? —me llevé las manos a la cadera.
Jimin se acercó detrás de mí y me puso una mano en el hombro.
—¿Por qué le dijiste hoy?
—No lo sé. Quería ver su reacción.
—Veo que ese jarrón era más importante que tú.
—300 dólares. —dije, recibiendo un golpe en la nuca.
—¡¿QUÉ MIERDA ESTABAS HACIENDO PARA ROMPER ALGO TAN CARO?!
—¿Qué mierda tiene el desgraciado jarrón que más importante que yo? —vimos el auto moverse y mi madre bajó la ventanilla.
—¿Qué hacen ahí? ¡Suban!
Jimin me empujó y caminamos hacia el auto para subir. Ahí dentro, me entregó la toga y el birrete. Mi madre me miró por el retrovisor y me regaló una sonrisa.
Esperen, paren todo. ¿Qué significado tiene esa sonrisa? ¿Qué me matará luego de lla ceremonia?
Pisó el acelerador y nos dirigimos hacia la preparatoria para la ceremonia.
Minutos más tarde. Jimin, mamá y yo corríamos por los pasillos solitarios de la preparatoria. Mi madre ayudaba a Jimin acomodando su toga y yo me colocaba el birrete en la cabeza. Frenamos al escuchar al director hablar por micrófono y nos dirigimos hacia la cancha de básquetbol libre. Empujamos las grandes puertas y entramos sigilosamente al lugar.
—Vayan, vayan. —susurró mi madre mientras se abría paso entre las sillas qque estaban los acudientes.
Jimin y yo nos escurrimos por las sillas de los estudiantes hasta que vimos a Taehyung levantar la mano y saludarnos. Nos acercamos a él y tomé asiento a su lado, y JiMin a mi costado. Solté un suspiro ahora en la silla y miré al director que estaba hablando aún por el micrófono.
—¿Todo listo? —susurró Taehyung.
—Sí, todo. —respondí.
—¿Estás seguro de esta propuesta?
—No me preguntes más que dudaré muchísimo.
—Min, pasaron muchos meses. De verdad me sorprende que quieras estar así con alguien.
—¿Y si me dice que no? —abrí los ojos.
—¿Por qué me dirá que no? Si me ama me dirá que sí. ¿No?
—Baja la voz. —me pellizco Jimin.
—Sí, amorcito. —respondí haciendo reír a Taehyung.
—Mucho dulce. Iug. —miró hacia el frente.
—Ahora, pasaremos a anunciar a nuestros futuros graduados. —dijo el director con una sonrisa. —Señor Choi Min Ho, por favor adelante.
Mi cuerpo empezó a temblar. ¿Si me gradué? Me fue muy mal en todo el año, solo hice 4 talleres de recuperación y solo entré a 5 clases de matemáticas. ¿Eso sirvió?
—Señor Kim NamJoon. —llamaron al micrófono. El lugar se llenó de silbidos y aplausos. —Señorita Kim JiSoo. —más aplausos.
La mano de Jimin se posó en la mía dándome tranquilidad y para mejor regalo, me dio una sonrisa. Sentí mi corazón acelerarse. Estaba muy enamorado.
—Señorita Park Chaeyoung. —él me apretó la mano. —Señor Park Jinyoung.
—Tranquilo... —le dije. —Gritaré por ti.
—No hagas eso. Quedarás en ridículo.
—¿Te avergüenzas de mí? —abrí la boca. —Por cierto, nunca me dijiste que tu medio hermano estudiaba con nosotros. Tanto me ocultabas.
—No considero que él sea un tema importante. —susurró.
—Señor Park Jimin. —él se levantó de mi lado soltando mi mano y salió de la fila caminando hacia el pequeño escenario.
Estaba orgulloso. Se veía tan bien ahí arriba recibiendo su cartón.
No lo hagas, Min. Controlate.
—¡PARK JIMIN! —grité. —¡TE BESO EL CEREBRO!
Tarde.
El salón se llenó de carcajadas y yo me tapé el rostro avergonzado.
—Señor Kim SeokJin. —lo vi levantarse.
El nervio volvió atacarme. No me llamaban.
—Señor Christopher Chan. —¿Por qué carajos no me llamaban? —Jung Hoseok. —miré a todos lados buscándolo y lo vi caminar hacia el escenario. Ladee la cabeza.
Había vuelto a la preparatoria. ¿Podría empezar de nuevo con él?
—Señorita Hwan SooJin. —vi a JiMin acercarse a mí y tomar asiento a mi lado.
—Tranquilo, te llamarán. —me sonrió y tomó mi mano.
Solté un suspiro asustado y parecía eterno al escuchar como llamaban los nombres de cada estudiante y ninguno era el mío.
—Señorita Min Jihoo. —abrí los ojos. Ya iban por la M. —Señor Min SeoJun. —mi corazón latía tan fuerte que apenas podía escuchar la voz del director y los fuertes aplausos. —Señor Min YoonGi. —mi corazón dio un vuelco.
—¡ESE ES MI HIJO! —escuché el grito de mi madre. —¡AHHHH, MIN YOONGI! —me levanté de la silla atónito y salí de la fila caminando hacia el escenario.
Subí las escaleras con cuidado y observé a la línea de profesores con manos extendidas. El profesor Lee de natación me entregó mi diploma y estrechó mi mano fuertemente.
—Casi no lo logras. —me dijo.
—Soy Min Yoongi. ¿Qué no podría lograr? Yo no camino, floto. —él soltó una carcajada.
Seguí mi camino estrechando la manos de los demás profesores y por último la del director.
—Felicidades señor Min YoonGi. —me dijo.
—Muchas gracias.
—¡MIRA LA CÁMARA! —el grito de mi madre me hizo bajar la mirada. —¡QUE MIRES!
Que vergüenza.
Me bajé del escenario encontrándome con mis amigos y unas grandes sonrisas. Mi madre se acercó a nosotros y me dio un abrazo.
—Estoy orgullosa de ti, hijo. —me dijo.
—¿Lo estás?
—¿Por qué no debería estarlo? Eres mi hijo.
—Pero, yo...
—Oye, oye. No me importa lo que te guste o lo que no. Eres tú, ¿De acuerdo? —me guiñó el ojo. —Además, ya lo sabia. —me quedé helado. —¿Dos hombres durmiendo en una habitación y extrañas jugadas a las "cosquillas" en la madrugada? —soltó una carcajada. —Soy tu madre, yo te conozco como la palma de mi mano. —volvió a abrazarme. —Eso sí. Aprende a desechar bien los codones. Ya tapaste el baño 4 veces. —reí.
—Perdón por eso. —dije avergonzado.
—Bien, una foto, chicos. —dijo ella sacando una cámara.
Jimin se acercó a mí y posó a mi lado junto a Namjoon, TaeHyung y SeokJin. Vi a Hoseok pasar frente a nosotros y me mordí el labio.
—Espera, mamá. —dije y corrí hacia él. —¡Hey! —le toqué el hombro. —¿Tienes un minuto?
Él se giró y me sonrió.
—Felicidades. —me dijo.
—Tu igual. —me rasqué la nuca. —Jung, sé que nunca nos llevamos bien y todo lo que pasó con Jimin, no pudimos concretar una amistad como era, yo quería...
—No hace falta que te disculpes. —me dijo. —No pasó nada. Jimin habló conmigo. —reprimí una sonrisa y miré de reojo a este reír junto a Taehyung.
—Entonces... ¿Podríamos volver a empezar?
—¿Por qué no? —río.
—Bien, ven conmigo. —lo agarré de la muñeca y tiré de él hacia los demás. —Ahora sí, mamá. La foto. —pasé mi brazo por encima de los hombros de HoSeok y mi otro brazo por los hombros de Jimin.
—¡Digan Whisky! —dijo ella. —Sonrisas.
—¡WHISKY! —dijimos al unísono sonriendo y mi madre tomó la foto.
—¡Listo!
—Entonces... —dijo Hoseok acercándose a Jimin y a mí. —Nos vemos, chicos.
—¿Te irás? —preguntó Jimin.
—Sí, estudiaré en el extranjero.
—Oh, wow. Estoy orgulloso de ti, Hoseok. —dije.
—Si alguna vez viajan, visitenme. —dio algunos pasos hacia atrás. —¡Adiós!
—¡Adiós! —nos despedimos de la mano.
Miré a JiMin y él tomó mi mano.
—¿Y ahora qué?
—¿Qué quieres hacer? —levanté las cejas.
—Tengo hambre. —dijo. —¡Vaya! Si que se gustan. —me giré encontrandome con la escena de Taehyung corriendo de la mano con JungKook a las afuera de la cancha de básquetbol.
—¿Deberíamos hacer lo mismo? —sonreí.
—¿Huir?
—JiMin... —me lamí los labios. —¿Qué piensas sobre casarte?
Él abrió los ojos sorprendido y lo vi sonrojarse.
—¿Ca...casarme? —su voz tembló haciéndome reír. Asentí ante su pregunta. —Bueno, yo... —se rascó la nuca. —Nunca lo había pensado...
Sonreí y le acaricie el rostro. Agarré su mano y caminé con él hacia la puerta de la cancha para salir de ahí.
—Quizás te pida matrimonio algún día. —sonreí haciendo que él se quedara atónito. —Espero un sí de tu respuesta.
—Yoongi...
—Quiero que te quedes conmigo el resto de mis días. —suspiré, evitando su mirada mientras caminábamos. —Nunca he sido cursi, pero es lo que siento y estoy totalmente seguro de que quiero que te quedes conmigo.
—Mi corazón late muy fuerte. —me dijo.
Dejé de caminar y lo miré.
—Y quiero provocar ese sentimiento todo los días de mi vida. —observé el pasillo solitario. —Quiero hacer mi vida contigo, Jimin.
El brillo de sus ojos hizo que los nervios me atacaran una vez más y acerqué mis labios a los suyos para besarlo. Cerré los ojos ccon fuerza y introduje mi lengua en su boca para juntarla con la suya, profundizando el beso.
—Te amo, Park JiMin... —dije entre besos.
—Te amo, Min Yoongi... —respondió entre beso.
Pero que romántico te has vuelto.
Cállate, estoy ocupado ahora.
Ah, sí... bueno... Ojalá no te entre la calentura.
Pero... Ay mierda.
Me separé de él agitado.
—Ahora que lo pienso. Deberíamos hacer lo mismo que Taehyung y JungKook. —le agarré la mano y tiré de ella para correr.
—¿De qué estás hablando? —preguntó confundido.
Llegué a los baños y empujé la puerta entrando con Jimin. Cerré la puerta y coloqué el seguro para luego acorralarlo contra la pared.
—Ah... A esto te refieres... —dijo con voz seductora.
—Perdón, pero no aguanto. —dije con una sonrisa, acercando mis labios a su cuello.
Lo escuché jadear.
—No puedo creer que me enamoraste, Park... —le dije, mientras le ayudaba a quitar la toga del cuerpo.
—¿Ya aceptaste que te volví gay? —se burló. Me quité la toga y la hice a un lado con la de Jimin colocando encima los diplomas.
Lo volví acorralar y desabroché su camisa. Deslicé mi mano dentro de su pantalón alcanzado su miembro quien apenas se estaba poniendo erecto.
Lo vi morderse los labios y gemir bajito. Me besó, mientras me quitaba la camisa y desabrochaba mi pantalón.
—¿Este será nuestro último recuerdo en la preparatoria? —preguntó agitado.
—¿Es un mal recuerdo? —pregunté.
Él me quedó mirando unos segundos y río.
—No. —puso sus manos en mi cuello y me atrajo de nuevo a él. —Es bastante ardiente.
—Me traes loco, Park. —junté nuestras frentes dejando que nuestras respiraciones agitadas se entrelazaran.
—Eso quiere decir que estás enamorado de mí. —sonrió.
—Si que lo estoy. Pero, obviamente tu deberías estar agradecido con el hombre bello que te tocó. ¿Ya me viste? Soy tremendo partido.
—Y volvimos con el ego...
Me reí y volví a besarlo.
Parecen conejos, lo digo en serio.
¿Puedes irte a molestar a otro lado?
¿Por qué? Vivo en tu cabeza.
Estoy ocupado. Necesito concentrarme.
¿Te estoy estorbando, imbécil?
Un poco.
Ah, claro. Nunca le preguntaste a JiMin sobre que apostó.
—¿Cuál fue la apuesta que perdiste para tener el cabello rojo? —se tensó.
—Ah, la apuesta... —levanté una ceja.
—¿Cuál fue? Quiero saber...
—Este... —me alejé de él, observándolo. —Es mejor que te lo cuente otro día. —se rascó la nuca.
—Jimin... —arrugué el ceño.
—¿Recuerdas las cartas? —asentí. —Yo las escribí.
—Ajá... ¿Qué pasó con eso?
—Que..., yo no podía enamorarme. —no entendía.
—¿A qué te refieres?
—Eh, todo fue una apuesta con Taehyung. Yo, simplemente tenía que dejarte las cartas. Aclaro, lo escrito si eran mis sentimientos. Si me gustabas, pero siempre me tenias en zona de amigos. Empecé con eso siendo una simple broma, pero no esperaba a que lograra llegar a este nivel y perdí. —se lamió los labios. —La apuesta era no enamorarme de mi mejor amigo. —dijo cabizbajo.
—¿Fui una apuesta? —asintió. —Pero... ¿Siempre te gusté?
—Sí... —me dijo. —Pero, me tenias en zona amistad y no podía pasar ahí. Obviamente TaeHyung no sabía de mis sentimientos, hasta lo de las cartas y bueno... él día que te enloqueciste en buscar al dueño de las cartas. —comentó. —Eh aquí mi cabello rojo. —señaló.
Me acerqué a él.
—Hagamos una apuesta tú y yo. —ofrecí.
—No, no. Todo puede salir mal.
—O puede que salga bien. —sonreí.
—¿Qué clase de apuesta? —preguntó.
—Si te corres antes que yo, tienes que decirle a mi madre que eres mi novio. —abrió los ojos.
—Pero, ¿Yo por qué?
—Porque sí.
—¿Y si yo gano? —se cruzó de brazos.
—Te casas conmigo.
—¡¿¿Qué??!
—¿No quieres? —me reí.
—Sí quiero. Pero...
—¿Pero?
—¿Lo dices en serio?
Metí la mano en mi bolsillo y saqué un anillo dorado se lo enseñé dejándolo atónito. Le cogí la mano y se lo puse en el dedo.
—¿Crees que es broma? —él estaba en shock.
—Yoongi, maldita sea... —me reí por su reacción.
—¿Es un sí? O sea, perdiste ya la apuesta.
—Mi padre te matará.
—Nos. —me reí. —Porque lo tuyo es mío.
—Idiota. —reímos. —¿De dónde sacaste el anillo? Se ve caro.
—Lo es. —le dije.
—Oye... Estas no son mis iniciales. —notó la M y la S en el anillo.
—Ah sí... Tengo que devolver el anillo. Es mi madre. —él me dio una mirada asesina. —Prometo comprar uno propio.
—Te odio y te amo por lo que eres. —me dijo y me besó.
—Tendemos bebés.
—Sí, como tú digas.
—En serio, te haré un hijo.
—Bueno, si tu lo dices. —río. —Vive en tu mundo de fantasía.
Los dos reimos para juntar una última vez nuestros labios en un beso profundo.
Había elegido a quien pasaría el resto de mi vida. Aunque era joven, hermoso, inteligente.
E idiota.
Cállate.
Quería pasar con Jimin lo que fuera. Pero, quien diría que todo había empezado por una simple carta que me alteró los nervios y al final, mi mejor amigo, ahora novio y futuro esposo, se encontraba haciéndome feliz.
Y esto amigos, es un final feliz.
Se despide, la conciencia de Yoongi.
Vayan a la iglesia los que querían leer el smut.
¿Les doy la escena?
¡NO!
¿Seguro?
No, tienen que purificarse.
Andale, solo un poquito... Tengo a Jimin en posición.
Quizás en otro capítulo.
¡GRACIAS POR LEER!
Tendrán la escena, no sé preocupen. Jeje
F I N
*Suspiros*
Bueno, llegamos al final de la trilogía. Espero y les haya gustado el especial.
Estoy seriamente pensando en hacer otro especial sobre como será su vida estando comprometidos y estando en la universidad. Ustedes me dirán ♡
Alegremente les agradece y quiere Smap por darle amor y cariño a este historia. 💜
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro