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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐢𝐥𝐨 1. "𝐋𝐚 𝐍𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐝𝐞 𝐀𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞."

"𝐘𝐨 𝐬é 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐧𝐨 𝐯𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫á 𝐚 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐫 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐬𝐢 𝐯𝐨𝐥𝐯𝐢𝐞𝐫𝐚 𝐚 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐫, 𝐬é 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫𝐢𝐚 𝐭𝐮 𝐝𝐞𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝"

Estar en Londres era una decisión apresurada que había tomado en su locura de tratar de escapar del confinamiento.

Algo estúpido quizás, pero su ansiedad realmente necesitaba un respiro de las cuatro paredes en las que se encontraba dentro de su hogar.

Pero, ¿qué razón lo había hecho volar de un país a otro en plena pandemia?

Fácil, una chica.

Había conocido a Lily cerca de un año atrás. La reunión que habían tenido para hablar acerca del nuevo proyecto en el que trabajarían juntos fue la razón por la cual ambos se conocieron, al menos cara a cara, iniciando una conversación normal, porque era imposible que unas estrellas de su magnitud no se conocieran tan siquiera por una mención.

La británica le pareció una chica muy interesante, inteligente y hermosa.

La intriga por conocerla había crecido mucho pero debido a su agenda tan apretada por parte de ella había postergado su encuentro, hasta ahora.

Había convivido con ella. Pasearon toda la tarde y comieron helado entre risas y chistes que él decía.

La mujer era simpática pero había algo que no llenaba ese vacío en su corazón, aun así quiso conocerla más.

Después, en la noche, salieron a cenar a un bonito restaurant, siguieron en el bar del hotel donde bebieron hasta casi perder la conciencia pero la noche termino ahí o al menos eso creyó.

Lily tenía compromisos temprano por la mañana por lo cual la vio desaparecer por la puerta.

Había poca gente en el bar pero el ambiente aun así era muy bueno. La música sonaba y el disfrutaba la sensación que le producía.

Vio a una chica rubia moverse en la pista, entre sus delirios pensó en Lily, ¿qué no se había ido ya?

Se acercó y bailo con ella, la chica acepto gustosa, al parecer estaba ebria también.

No supo en que momento exactamente ambos subieron a su habitación. Desesperados en el elevador comenzaron con una ronda de besos ardientes.

Sentía una adrenalina recorrer su cuerpo y la excitación comenzaba a notarse. La rubia le correspondía sus caricias y se sentía tan bien tenerla entre sus brazos.

Volvía a sentirse un adolescente otra vez.

Ni siquiera se percató de cuando llego hasta su habitación. Estaba tan concentrado en bajar el cierre del vestido de la rubia mientras ella quitaba su camisa con desespero.

Bajo su boca hasta el cuello de la mujer y sintió las manos de la rubia desabrochar con desespero su cinturón y después el cierre de su pantalón.

Sintió su cuerpo arder, realmente esa situación parecía como si estuviera bajando al mismísimo infierno. Las palabras habían sobrado entre los dos, ni siquiera habían tenido una conversación, sus cuerpos y la vibra que emanaban estaban hablando por ellos.

La luz de la luna iluminaba la habitación siendo el único testigo en supervisar lo que pasaba encima de esa cama entre los cuerpos cegados por la pasión.

—M-á-ahhs—suplicó la mujer entre gemidos.

Chris juro que era la voz más hermosa y sexy que había escuchado en mucho tiempo.

—Solo ten paciencia preciosa—el rubio la sujeto de las caderas mientras dejaba que su miembro rozara la entrada de ella, desesperándola.

Sintió en sus pliegues lo mojada que estaba por él y solo para él. Quiso verle el rostro pero estaba demasiado borracho como para apreciarla en todo su esplendor. Aun así, las emociones y sensaciones que sentía en ese momento estaba seguro que serían difíciles de borrar.

Cuando entro en ella tuvo que aguantar para no venirse de inmediato, como un adolescente precoz pero ¡mierda! Estaba tan apretada.

La vio a los ojos. Eran azules, preciosos pero que en ese momento detonaban un misterio en esas iris perdidas en el deseo.

No tuvo tiempo de descifrar, simplemente siguió con su trabajo hacer disfrutar a esa bella mujer que se encontraba debajo de él.

Las embestidas cambiaban de ritmo conforme ella lo pedía, Evans quería complacerla en todo sentido.

Ni siquiera supo cuántas veces lo habían hecho pero estaba seguro que ambos estaban satisfechos. Incluso había probado posturas que en su vida había hecho pero le había fascinado.

Lo último que recordó antes de caer completamente dormido fueron esos preciosos ojos azules difíciles de olvidar y esa dulce voz gimiendo su nombre, suplicando por más.

Esa noche había vuelto hacer el mismo playboy de Hollywood que tantos corazones había roto en el pasado.

(◦◦◦)

Cuando Perrie despertó pudo sentir el dolor de cabeza pero sobretodo en el cuerpo tortúrala por un momento.

Fueron unos segundos donde la pérdida de memoria se recuperaba poco a poco, mientras tanto examinaba la habitación intentando ayudar a recobrar los recuerdos de la noche anterior.

Sintió la desnudez de su cuerpo y tembló, ¿con quién demonios se había metido? Pero entonces su respuesta llego al voltear con miedo hacia su derecha y encontrar a un rubio plácidamente dormido sobre la cama.

Lo observo y casi dio un grito al ver de quien se trataba.

Chris Evans. Había tenido sexo con el intérprete del Capitán América.

Entró en pánico y ni siquiera supo porque. Tomo sus prendas del suelo, vistiéndose con rapidez. Con su bolso en mano y aferrada a la perilla de la puerta principal lo observó dormir con tranquilidad.

Mordió sus labios un momento al sentir los golpes de los recuerdos llenar su memoria, sabía que aquello jamás volvería a repetirse por lo cual intento quiso llevarse tantos recuerdos como pudo para después salir de ahí.

Evans despertó una hora después, con su cabeza a punto de reventar pero con los recuerdos de la noche anterior casi intactos.

Busco casi de inmediato a la mujer que había estado entre sus brazos pero le fue imposible encontrarla.

No quiso sentirse desilusionado pero esa situación la había vivido antes. El abandono era parte de él. Todo lo bueno en su vida siempre parecía ser pasajero. 

Aun así, sonrió por el placentero encuentro. Podrá catalogar esa noche como una de las mejores de su vida.

Tomo su ropa y justo debajo de su camisa encontró un collar en color plata con la "P" cubierta de diamantes.

La tomo entre sus manos y la guardo en el bolsillo de su pantalón con recelo.

(◦◦◦)

—¡¿Te cogiste a Chris Evans?! —gritó Leigh-Anne.

—¡Cállate!—tapo con sus manos la boca de su amiga.

—¿Cómo fue?—pregunto la morena intrigada.

Perrie suspiro.

—No pienso contarte—dijo subiendo al automóvil de su amiga—. Solo me limitaré a decir que no puedo explicar todo lo que paso en esa habitación—rio mientras aun podía sentir las manos del rubio sobre su cuerpo.

*************

Necesito que algún día esta pareja se vuelva real. Son tan lindos los dos.

No sé qué tan interesante pueda estar esta fanfic pero espero que les llegue a gustar.

Xoxo,
L🥀.

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