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RECLUTAS

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Esperaba de pie a un lado de la puerta a que se terminara la junta de los capitanes de escuadrón que tenían junto al comandante, tenía que esperar a que Erwin saliera. 

Desde aque día, cuando conocí la razón de vivir, lo he protegido como me lo pidió.

La puerta se abrió dejando ver a los hombres salir de aquella habitación, hice el saludo cuando mi capitán salió. 

──No era necesario que me esperaras. ─comentó caminando a mi lado. ──. Hubieras hecho algo mejor. 

──No me molesta. Ya tengo un buen tiempo cuidando tu espalda junto a Mike, ya es costumbre. ─sentí su mirada de reojo. ──. Además, no tengo nada mejor que hacer. 

──Hubieras ido con los nuevos, tal vez se lleven bien. 

──No me interesa en lo absoluto convivir con esas escorias. ─dije sin expresión en mi rostro. ──. Ya tengo suficiente con que la mierda de cuatro ojos me hable. ─y no mentía, solo interactúan con Erwin y Mike después la miope de alguna forma logró soportar mis golpes cada vez que intentaba hablar conmigo, y desde entonces tengo que lidiar con ella.

Aunque eso me cause dolores de cabeza, por una extraña razón.

Más a parte con las únicas personas con las que soy abierta son Mike y Moblit, se podría decir que somos mejores amigos. Pero con Hanji, mi relación es extraña.

──Algún dia encontrás a otra persona para cuidarle la espalda, como lo haces conmigo. ─lo mire de reojo. ──. Si te ascienden a teniente cuidarás a tu capitán o incluso puedes ascender a capitán.

──No me interesa. ─regresé mi vista al frente observando a lo lejos las formaciones con todos los escuadrones, ya que presentarán a los tres estúpidos. ──. Estoy bien con solo ser líder de grupo en ocasiones. No tengo interés en convertirme en teniente y menos en capitán. Pero, si tú me lo ordenas, lo haré con gusto.

──Eso me alegra escucharlo. ─miró al frente. ──. Pero no toda la vida seguirás siendo líder de grupo. Algún día serás ascendida.  

──Es cierto. ─afirme  ──. Pero te aseguro que ese día no será hoy. 

No dijo nada por el hecho de haber llegado a nuestra formación, me coloque detrás de Mike, quien estaba detrás de Erwin. El Danchō estaba esperando a que todos llegaran a la formación para comunicar sobre los nuevos reclutas.

──¡Mi titan! ─cerré mis ojos soltando un suspiro al escuchar el gritó de la cuatro ojos, me decía así por ser alta. ──. ¡No te había visto en tanto tiempo! ─venía con intención de abrazarme.

Pero mi pie en su cara lo detuvo.

──Cállate, miope de mierda. ─termine por patear su rostro haciendo que cayera al suelo. ──. Tsk. ─me llevé mi mano a la cabeza, era otro dolor de cabeza.

──Misma fuerza de siempre. ¡Extrañaba tus golpes! ─la ignore, ella solo balbuceaba recibiendo ayuda de Erwin y una disculpa por lo sucedido mientras el dolor de cabeza se iba.

Sentí unas leves miradas puestas sobre mí. Al alzar mi cabeza encontre a los tres observandome. Cuando se dieron cuenta de que los miraba la chica y el rubio miraron a otro lado mientras el azabache me mantenía la mirada. 

No soy de las personas que quitan la mirada al principio, simplemente lo miraba sin ninguna expresión mientras él me miraba con frialdad. Y así estuvimos, ninguno apartaba la mirada, él frunció su entre ceja al no ver ninguna expresión de mi parte por su intensa mirada fría. 

Posiblemente piense que soy la única persona que le da igual su presencia, de lo contrario lo miraría con odio por haber intentado atacar a Erwin.  

──¡Todos, atención!

Ante el grito del comandante me puse firme llevando mis manos a mi espalda, dejé de ver esos ojos azules grises para enfocarme en algo con importancia.

──A partir de hoy, estos tres pelearán junto a nuestros. ¡Ustedes! ¡Preséntense a todos! ─ordenó a los tres.

El azabache miró de reojo a Erwin para después mirarme a mí, a diferencia de el rubio yo ni lo mire.  

──Mi nombre es Levi. ─dijo sin más.

Muchos se quedaron parpadeando ante eso, las miradas se enfocan en mí, relativamente no es muy diferente de cuando entré y me presenté.

──Levi... Debemos enseñarte disciplina primero. ─habló el comandante. ──. Eres peor que Liberty. ─el azabache lo miró de reojo al escuchar eso último. 

──¿Liberty? ─entrecerró sus ojos al escuchar mi nombre. 

──Da igual. ─susurró el mayor. ──. Siguiente. ─la pelirroja dio un paso al frente con una sonrisa.

──¡Isabel Magnolia! ¡Mucho gusto, cuento con ustedes! ─se presentó con una gran sonrisa.

──Furlan Church. ─hizo el "saludo" solo llevando el puño en medio de su pecho.  ──. Ese soy yo. 

──Flagon. ─llamó el comandante. ──. Estos tres estarán en tu escuadrón. ─el nombrado se sorprendió. ──. Hazte cargo de ellos.

──¿E-en mi escuadrón? ─al parecer él no estaba a gusto con eso. 

──¿Alguna queja? ─preguntó con seriedad.

──N-no... ─miró de reojo a mi tío quien solo miraba al frente. ──. Pero pensé que estarían en el escuadrón de Erwin. 

──Él estará ocupado preparándose para la nueva expedición. ─aclaró. ──. Por eso te encargo a los nuevos reclutas. ¿Entendido? 

──¡Hai! ─hizo el saludo. ──. ¡Entendido! ─su cara no era muy buena.

──¡Ackerman! ─di un paso fuera de la formación haciendo el saludo bajo las miradas de todos. ──. Tú te encargas de supervisar su entrenamiento. ─que no muestre expresión en mi rostro no significa que no me sorprendió. ──. Eres la más calificada para eso. Si alguno de ellos no muestra indicios de seguir órdenes, eres la más apta para el trabajo. 

Los tres miraron de reojo al comandante, sabían que con esas palabras se refería a matarlos si no ponían de su parte. 

──¿Entendido? ─miré de reojo a Erwin, por su mirada sabía que él fue quien le dio esa idea. 

──Qué estupidez. ─dije sin más volviendo a mi formación. ──. Lo haré.

Todos soltaron un suspiro ante mi respuesta mientras que el comandante negaba con la cabeza al saber que era inútil poder disciplinar mi modo de ser.

Podía sentir la mirada del azabache en mí, simplemente la ignoraba. Ahora tenía que ser niñera observando que no hagan nada estúpido. 

Caminaba hacía el lugar donde esos tres se encuentran. Tenía en claro que Flagon los llevó a sus dormitorios para desempacar sus cosas.

──Han estado acostumbrados a vivir en la suciedad. Pero aquí deben de mantenerse limpios. ─mientras me acercaba escuchaba lo que decía. ──. ¿Q-qué pasa con esa mirada? ─me quedé en el marco de la puerta observando a el azabache mirar fríamente a Flagon quien tembló ante esos ojos. 

Al parecer a el pequeño no le gustó lo que dijo. 

──¡Bastardo, ¿qué dijiste?! ─preguntó fríamente.

──¿Qué? ¡No te atrevas a hablarle así a un oficial de alto rango! 

──¡No se preocupe, capitán! ─intervino el rubio con nervios. ──. Mantendremos el lugar limpio. ─hizo un saludo mal hecho.

──Ya fue suficiente, Flagon. ─los presentes miraron a mi dirección sorprendidos de mi presencia. ──. Dices que aquí todo debe estar limpio cuando esto es una mierda. Prácticamente tú vives en ella. ─lo miré como siempre sin expresión.

──¡Olvidas que soy tu superior! ─gritó llegando al frente mío, simplemente le mantuve la mirada sin ninguna expresión que lo desesperaba. ──. Tsk. Maldita antipática. ─murmuró pasando por mi lado saliendo de la habitación. 

──Cuando termine de desempacar y limpiar vayan al campo de entrenamiento. ─los miré. ──. Allí el escuadrón de Flagon los entrenará y yo los supervisare, para mi maldita suerte. ─di media vuelta. ──. No tarden, escoria.

──¿Cómo nos llamaste, bastarda? ─escuche la voz del azabache, pero lo ignore. ──. Tsk. ─chasqueo su lengua al ver como su presencia me daba simplemente igual.

──Espera. ─miré de reojo a el rubio. ──. ¿Sabes dónde están las cosas de limpieza? 

──La puerta derecha al fondo del corredor. ─contesté. 

──Gracias. ─sonrió pero no le di importancia. ──. Etto, ¿cual es tu nombre? 

──No estoy aquí para hacer amigos. Así que muevan el culo y limpien esta mierda. ─me daba igual si querían ser amables, no estoy para eso.

Al azabache no le agrado mi tono y estaba por acercarse pero fue retenido por su amigo, di media vuelta ignorando eso y antes de salir me quedé de pie en el marco.

──No sé qué es lo que planean. ─los mire de reojo. ──. Pero si tratan de matar a Erwin, los mataré. ─por primera vez desde que los vi mis ojos cambiaron de inexpresivos a un frío intenso. 

La chica se escondio detras del azabache mientras que este dejaba de forjar entre cerrando sus ojos al escuchar mis frías y verdaderas palabras, sin esperar algo de su parte salí de aquella habitación.

┆MAMESGD!

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