Taehyung

El ambiente del auto era muy pesado, fingía oír lo que me decía Amelia pero realmente mi cabeza estaba en la expresión de Arriete, tenía sus brazos cruzados mirando por la ventana.

─¿Te interesa nena? ─mi respiración se atascó.

No le digas así, no uses ese sobrenombre con ella.

─No me digas nena ─murmuró Arriete con su ceja alzada, lamí mis labios inquieto.

─Oh, lo siento, suelo tratar así a las niñas de mi clase ─Amelia me regresó a ver buscando ayuda. Yo sonreí tenso negando la cabeza.

Deja de insistir con Arriete, no la presiones.

─Yo no soy una de tus niñas, creo que eso es notorio, me llamo Arriete.

─Arriete ─dije suavemente, ella me dio una mirada matadora.

─Entiendo, lo siento ─dudo unos segundos─ ¿si deseas ir conmigo ne....Arriete?

Arriete rodó los ojos, solo yo pude verlo.

─¿A dónde?

─Es una exhibición de arte, será la exposición de los chicos principiantes en la pintura ─vi algo de interés en los ojos de Arriete─ será mañana en la mañana, no tengo con quién ir, Tae tendrá una consulta a esa hora ─Arriete sonrió burlona con lo último.

─Okey, iré contigo.

Por fin llegamos a casa, Arriete bajó del auto sin decir nada azotando la puerta al salir, estaba seguro que mamá la retaría, debía decirle que estuvo conmigo.

─Dame un segundo, ya regreso.

─¿A dónde vas? Arriete ya está dentro

─Dame un segundo Amelia ─repetí serio, ella asintió.

Me apresuré ya oyendo los gritos de mamá. Carajo, ella no puede dejar en paz a Arriete.

Cuando entré, el espectáculo me dejó un mal sabor en la boca, las dos se gritaban mutuamente.

─¡Mamá! ─las dos pararon, Arriete tenía su rostro rojo de la rabia, su pecho subía y bajaba agitada, cuando me vio torció sus labios mirando al suelo conteniendo por no explotar con mamá.

─¿Qué pasa? ─retiró algunos cabellos de su rostro.

─Arriete estaba conmigo, comenzó hoy un curso de manualidades... Papá me aviso.

─¿Tú padre? ─río escandalosamente─ ¿acaso él manda en esta casa? ¿Y manualidades? Por favor Arriete, acaso tienes 50 años ─se burló, apreté mis manos en puños a mis costados.

─Mamá...

─Entonces tu deberías ir a esos cursos, ya que no tienes veinte años como quieres aparentar ─mamá abrió su boca indignada, iba a replicar pero Arriete siguió ─ Y quiero que me dejes en paz ─dijo vulnerable con un deje de enojo─ estoy cansada de ti, de toda esta mierda, no quiero ser, ni terminar como tú, le diré a papá que me lleve, no quiero seguir ni un minuto más en esta maldita casa ─su voz se quebró al último, mi pecho se encogió sintiendo el aire faltar en mi sistema.

─¡Te quedarás sentada esperando porque no le daré el gusto a tu padre!

─¡Basta mamá! ─grité herido. Me lastimaba, me quemaba su actitud contra Arriete─ ¿Qué diablos te pasa? Esta estúpida guerra que tienes contra mi padre, debería ser entre ustedes, no metas a Arriete en esto, yo no lo voy a permitir otra vez.

─Y yo te digo que no te metas Taehyung ─murmuró con los dientes apretados─ Arriete... ella... ─sacudió su cabeza, pestañee confundido.

─¿Qué pasa con Arriete? ─pregunté, me pareció sospechoso.

─Nada, no vuelvas a estar en mi contra Taehyung ─no dijo nada más y se retiró.

Salí para ver a Amelia dándome cuenta que el auto estaba vacío, debió irse al ver que no salía. Soltando un suspiro saqué mis cosas del auto y entré nuevamente, subí a mi habitación parando en la puerta de Arriete, estaba todo en silencio, entré a mi habitación con un peso en mi pecho.

Si Arriete le decía a papá que se la lleve, el no dudará en hacerlo, ya no podría verla, ni oírla, ni mucho menos sentirla cuando había oportunidad. Lo que le dije a papá era una estúpida excusas, Arriete ya es mayor de edad así que la orden del juez ya no es relevante y ella sólo podría coger sus maletas e irse.

Estaba por irme a dar una ducha pero el sonido de mi celular me detuvo, cerré los ojos cansado cuando vi quién era.

─Diga.

─Perdón Kim, pero es una mujer embarazada de trillizos, está en la semana 31, comenzó trabajo de parto hace unos minutos, y comentó que tenía más dolor de normal y en el área de maternidad no hay obstetras ─Daya hablaba muy rápido y agitada, olvidándome el cansancio que tenía agarré las llaves del auto.

─Estoy allá en unos minutos Daya, por favor llena su ficha y descarta un aborto y todo tipo de complicaciones graves...

─Como digas Kim ─colgué la llamada, guardé mi celular y al salir al pasillo me detuve entrando a la habitación de Arriete.

Ella se encontraba acostada de lado con las sábanas tapándola, ni siquiera habíamos comido y ella ya se durmió así. Dejé un beso en su mejilla.

─Por más idiota que sea contigo, yo te amo nena. ─susurré sabiendo que no me oía.

Suspirando salí de lo más rápido a la clínica.

[...]

Salí del baño con mi mente en el quirófano. Tenía un malestar desde que se acabó el parto de la señora, cuando ingresé a la clínica me había especializado como ginecólogo-obstetra, así que mi jornada resultaba más cansado de lo normal, el último mes no había muchas pacientes en labor de parto por lo tanto tenía algo de tiempo para descansar, había olvidado lo duro que era persuadir a una mujer en ese estado.

Daya venía a mi con la angustia plasmada en su rostro, sabía lo que le pasaba.

─Kim...

─Tranquila, ya llamé a un pediatra.

─Está despierta ahora ─hice una mueca y asentí, me dolía la cabeza. Vi las tremendas ojeras de Daya y me sentí mal por ella, Daya era la jefe en enfermeras y tenía que lidiar con todas las áreas de la clínica, era de suponerse que había muy pocas enfermeras y ella por obligación debía cubrir los puestos vacíos.

Caminé directo a la habitación de la señora, entré tomando un respiro.

─Doctor... ─Le sonreí.

─Bien ─vi su historial médico─ Lee Soo, treinta y cuatro años ─la mujer asintió─ soy Kim Taehyung, él ginecólogo-obstetra que le atendió en su parto.

─¿E-llos están bien? ─lamí mi labios sintiendo pesadez en mi pecho.

─Déjeme informarle que usted tuvo un parto prematuro a sus 31 semanas, eso se considera prematuridad extrema, debo hacerle exámenes para saber su estado, sin embargo, con los primeros exámenes que se le realizó damos con que usted tiene vaginosis bacteriana.

─¿Eso que es doctor?

─Esto se debe a tres factores mi señora So ─preferí decirle la razón─ puede ser por una enfermedad de transmisión sexual, por tener diferentes parejas sexuales o por la utilización de un DIU.

La mujer quedó en shock

[...]

Entré a la casa acompañado de unas grandes ojeras bajo mis ojos, recuerdo la expresión de la mujer como si estuviera frente a mi todavía.

─Uno de los niños murió, no tuvo un buen desarrollo de sus pulmones durante el embarazo y lo fatal ocurrió cuando se le adelanto el parto...

Le había dicho el pediatra a Lee Soo.

La vaginosis bacteriana, no era otra cosa más que una infección en su zona íntima causada por exceso de bacterias ocasionando un desequilibrio en los microorganismos de la vagina.

Y una de las consecuencias mayores al padecer esto era los partos prematuros, y fue lo que pasó con Lee Soo, quién resultó ser una mujer que vendía su cuerpo para tener dinero.

─¿Quieres un té? ─la suave pero algo fría voz de Arriete me hizo reaccionar.

Dejé el maletín en el sofá y asentí.

─Gracias ─me quedó mirando por unos segundos para luego caminar a la cocina.

Me desplome en el sofá queriendo dormir todo el día, pero debía darme una ducha para mi cuerpo muy tenso.

Sentí una presencia a mi lado, estaba quedándome dormido así que no la sentí llegar, se sentó a mi lado muy callada.

─¿Te levanté? ─pregunté agarrando la taza de té.

─La verdad no ─apreté mi mandíbula algo frustrado, debía estar enojada conmigo por la visita inesperada de ayer.

Asentí tomando un sorbo del té, el ambiente de volvió tenso, como antes solía ser, solté un suspiro ─Puedes ir a seguir durmiendo, recién son las seis de la mañana. ─mi voz salió más cortante de lo que pensé, por el rabillo del ojo vi el ceño fruncido de Arriete, me puse de pie y decidí subir a mi habitación tomando el té en el camino.

Siempre había algo que nos alejaba, muchas de las veces era la decisión que tomé tiempo atrás, no había manera en que yo pueda remediarlo, es por eso que decidía pasar de alto su presencia, para evitar malos tratos entre los dos.

Sin embargo, siempre dejo que los sentimientos que no debían de existir me controle y hablen por mi.

Sonreí de lado con ironía, el amor es esa pistola con la que todos nos disparamos alguna vez.

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

Hola, hola

Espero que disfruten este capítulo, y les invito a leer ILÍCITO |KTH|, no se arrepentirán 🤭😏

Sin nada más que decir, me despido.

Bay , bay 🙋‍♀️

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