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ᴀʀᴄᴏ ᴅᴏs ——— ❛Entiéndeme.❜
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Omnisciente.
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La brisa del aire refrescaba a los alumnos de la clase 1A, como la clase 1B. Todos se miraban y oían las instrucciones de lo que deberían ser. Algunos se miraban de forma desafiante—, otros solo disfrutarían la asignatura que le entregaban los profesores para ejercer y fortalecer sus dones—. Había una división de grupos, las clases se enfrentarían como villanos y héroes. Era tedioso, pues había siempre un grupo que tendría demás, pero como la clase 1A tenía también una alumna agregada, haría par y estaría bien. La alumna era Kai, pues el grupo debía componerse de menos, pero fue aceptada luego de pasar su examen de admisión. En la expresión de la albina no había sorpresa. Sin embargo, lo que les pareció sorprender fue la noticia de que su compañero Shinso quería un lugar en la clase 1A. Estuvo siendo entrenado personalmente por el profesor Aizawa, lo que la hizo comprender la ausencia de este en algunas clases. Ella estaba serena, más tranquila.

A su lado, Shoto la estaba acompañando. No ocultaban el hecho de lo que sentían, la mayor parte de la clase lo sabía y en algún momento fue notable para otros de la academia que los observaban curiosamente por los pasillos. Kai y Shoto vivían en un faro de fama del que no podían escapar, sus padres los habían condenado a siempre ser observados y quizás buscaban siempre esforzarse más que los demás, porque se acostumbraron a ese patrón de tener que enorgullecer a quienes los veían. Sus manos estaban cerca, pero no se rozaban. Aunque Kai podía sentir la calidez del lado izquierdo de Shoto, antes le causaba furor, pero ahora sentía calidez y armonía cuando aprendió a aceptar que Shoto jamás sería como su padre. Ante eso, Kai recordó que aún no había leído la carta que Enji Todoroki le había entregado. Estaba en algún lugar de su habitación; ahora no lo recordaba y eso le trabajaría la mente durante todo el día. Su expresión cambió, tenía que leer lo que había en ese sobre.

—¿Qué tienes?—le cuestionó Shoto a Kai en un tono bajo, notando que parecía aún inquieta por algo; quizás pensaba en el hecho de que había ofendido a All Might y él estaba presente en la base de entrenamiento con los demás.—¿Es por All Might?—pregunto, intentando de acertar.

—Fui un poco irrespetuosa.—admitió Kai, levantando la mirada para ver a Shoto.—Pero es que... no recuerdo dónde coloque el sobre que tú padre me dio. Hay una carta que el mío le escribió.—contó Kai, un poco desorientada.

—Podemos ayudarte a buscarla cuando terminemos el entrenamiento. Puedo leerla contigo si lo necesitas.—indicó Shoto, por lo que Kai sonrío de lado algo aliviada y rozó su mano con la suya.

—Creo que es algo que debo hacer sola, pero se siente bien tenerte como apoyo.—respondió ella, mirando la división de grupos y como eran todos asignados a uno diferente.

—No estaremos en el mismo grupo. Así que suerte.—sonrió un poco arrogante, lo que hizo a Kai sonrojar y golpear delicadamente su hombro.

—Vamos, ya quisieras estar conmigo en el mismo equipo.—expresó ella, alejándose de él mientras caminaban hacia donde les había sido asignados; Shoto asintió.

—Al menos siempre seremos un equipo afuera de esto, porque estamos juntos, ¿no es por eso que eres mi novia?—ella abrió los ojos y en sus mejillas se denotó ese color carmesí, él lo había hecho a propósito para que lo oyeran.

—Shoto... —gruñó Kai por la vergüenza de verse sonrojada ante los demás, ella sonrió casi se reía por los nervios que eso desató.

—¡Pues te aviso Todoroki, que por un momento Kiki será de nuestro equipo!—infirió Mina, sonriendo entusiasmada para acercarse a Kai.

—Suerte compañeros.—deseó él, para culminar en dirigirse a su grupo, que lo esperaban con emoción para crear estrategias.

—Quítate.—Kai dio paso a Katsuki, quien pasó por su lado con una expresión vaga, ella lo siguió con la mirada; él había cambiado con ella.

—¡Kai!—llamó Izuku, sacándola de sus pensamientos para así acercarse a su mejor amigo.

—Hace mucho no hacíamos equipo, Deku.—opinó Kai, sentándose aún lado de él mientras que las primeras batallas se darían a cabo; lo que les daría tiempo a ellos de hacer estrategias.

—¡Sí¡ ¡Me emociona mucho! Podemos usar tu don para muchas cosas... también podemos... y después... —empezó a murmurar como si se fuera de la realidad, lo que hizo que Kai pusiera los ojos en blanco.

—¿Alguna vez dejará de hacer eso?—se cuestionó Mineta, siendo parte del grupo para ver cómo incluso Ochaco que era partícipe lo miraba de una forma detenida y tierna.

—Si, ¿quieres ver?—le preguntó Kai con una risa, levantando su mano para así dejarla caer en la nuca de Izuku, lo que ocasionó risa entre ellos mientras evaluaban un plan; pues en este caso, tendrían a Shinso como villano en un equipo.

—En todo caso, Kai tiene una gran cantidad de energía que podría usar para impedir que los enemigos ataquen.—explicaba Izuku.—Pero con Monoma como nuestro enemigo, si logra calcar el don de Kai, estaríamos perdidos.—añadía.

—La única forma de que intenten calcar mi don, es que me acorralen. Pienso que si ese fuera el caso, debería estar en alguna altura, así Uraraka podría tocar algunos objetos que me pueden hacer flotar y con mi agua helada, alejarme. Si congelo el lugar, Mineta podría atraparlos con su don, pero debería haber una fuente asida que también el paso. Así, cuando mi agua desista, lo deslizaré hasta la cárcel.—todos miraban a Kai, asentían y atendían su plan.

—Creo que es la forma más segura de capturar a Monoma, igual los demás tienen dones que pueden hacer que no los percibamos. Podríamos repetir un patrón de cómo acorralaremos a Monoma, el problema sería Shinso.—empezó a desacreditar Izuku.

—¿Pero no crees que quieran ir por ti primero? Lograste salir del lavado de cerebro de Shinso. Si ven a Uraraka, Ashido y Mineta juntos, sabrán que les tendremos una trampa, querrán buscarnos e irán por nosotros, así podemos atraparlos.—Izuku asentía impresionado, sonriéndole a Kai.

—Me parece increíble Kai, ¡de verdad! Estamos literalmente tendiéndoles una trampa doble.—exclamó Izuku, chocando los cinco con la albina.

—Muy bien Kai.—musitó Ochaco, mirando a Kai con una sonrisa y ella no tardó en sentirse orgullosa de su progreso y en ver cómo desenvolvía las cosas que antes pensó no poder desenvolver.

Entre risas se centralizaron. Observaron a los demás grupos participar en la batalla, algunos ganaban, otros perdían. Sin embargo, ver el avance de todos era un tipo de melancolía—, había empezado con pocos recursos para fortalecer sus dones—. Aún así, siendo su primer año, no parecían ser tan novatos. Kai estaba sentada aún lado de sus mejores amigos, ellos también veían y esperaban impacientes su turno. Se sentía abrumador el hecho de que serían observados por todos, juzgarían sus movimientos y los alardearían por ellos. Era lo que mantenía la mente de la albina llena de cuestionamientos para sí misma. Tenía miedo de fracasar, que vieran la debilidad de sí misma para tomar decisiones, cuando antes Kai era una de las mejores estratégicamente. Sus profesores la observaban a lo lejos con cierto recelo, veían como movía sus manos constantemente o bajaba la cabeza. Estaba asustada de fallar, quería ganar o al menos dar una buena batalla.

Incluso, ahí sentada presenció el empate del equipo de Shoto. Ella fue de las primeras en levantarse para alardearlo—, lo hacía de forma genuina—. No podían demostrar su afecto demás en plena clase, pero Shoto sintió el abrazo de la albina que salió de ella para admirarlo. Sin duda él también había avanzado, tanto en sus movimientos como en la utilidad de sus dones en conjunto. Era uno de los mejores en su clase y eso hacía a Kai sentirse orgullosa de ser su novia. Practicaban juntos de vez en cuando, Shoto gustaba enseñarle todo lo que él sabía sobre el don congelado. Hacían un buen equipo, pero tocaba que Kai pudiera difundir sus ideas en otros. Ellos estaban aislados y veían cómo finalizaba el grupo del equipo de Katsuki con una victoria que se convirtió amarga. Se había vuelto menos grosero, pero no dejaba de serlo, más aún con Izuku, quien siempre lo admiraba. Viéndolo caminar, se topó con la mirada curiosa de Shinso en ella, lo que la hizo temer.

—Creo que seré un objetivo principal.—comentó Kai, mirando a Shoto quien notaba como Shinso dejaba de verla para partir a su grupo.

—Quizás sea yo.—admitió Izuku, acercándose a sus amigos sin importar que Shoto ya haya combatido.—Logré escapar del lavado de cerebro de Shinso una vez, temerá que pueda hacerlo de nuevo.—expresó, mirando a sus oponentes.

—Lo harán bien. Solo enfóquense.—incitó Shoto, para así palmear a Kai e intentar de que avanzara con su grupo.—Estaré observándote.—musito, alejándose para ella verlo caminar de espalda.

—Tengo un mal presentimiento.—admitió Kai, girándose para ver a Izuku quien lucía serio ante la cercanía de su combate.—O quizás estoy asustada.—musitó ella.

—Todos estamos asustados Kiki, ¡pero lo haremos muy bien!—exclamo Mina, removiendo a Kai cuando se les indicó pasar por la base de combate, lo que la hizo tensar.

—Si, ¡si algo sale mal, dejaré que Kai se encargue con su agua helada!—comentó Mineya, caminando aún lado de Kai mientras que empezaban a separarse y tomar sus posiciones.

—No porque Kai sea la defensa significa que la dejaremos con todo el cargo encima. Tanto ella como Izuku serán la fuerza bruta para impedir que caigamos, por eso debemos enfocarnos en impedir que los atrapen primero; querrán ir tras de ellos antes que nosotros.—explicaba Ochaco.

—Chicos, recuerden el plan. Enfóquense, no piensen que sus dones son menos, ¿lo entienden?—se preguntó Kai, mirándolos como si fuera un tipo de líder, ellos le sonrieron y asintieron de inmediato.

La separación se llevó a cabo, como el plan—, en este entonces, Shoto veía por la pantalla el movimiento de ellos en directo—. Kai se veía muy segura de sí misma, aún así, reflejaba la desconfianza que tenía de sus próximos movimientos e intentaba de canalizar la ansiedad que empezaría a nublar su juicio. Oía los tacos de Ochaco, así que Kai no tardó en subirse a algo que podía llevarla a una alta altura. No era visible si no se acercaban, pero llamaba la atención desde algún punto. La brisa removía su cabello, mientras que la iluminación hacía notar los colores celestes de su traje de héroe. Estaba equipado, lo había estado actualizando. Tenía una base de enfriamiento para que su agua pudiera seguir congelándose aunque el día no estuviera a su favor—, es como si siempre estuviera hidratada—. Oía ruidos, Mina había dejado trampas de ácido visible para que se oyera el como la evadían o avisaban. Kai sonrío y lo supo, si veían a sus amigos solos, sabrían al lugar que tenían que ir.

—Mucho tardaste.—respondió Kai, elevándose cuando Ochaco tocó sus manos y la cinta de Shinso rozó su cabello albino.—Monoma preferirá ir por Izuku primero, si logra calcar su don, será fácil desaviarlo para que Shinso pueda lavarle el cerebro.—pensó Kai, saltando a los objetos que tenían gravedad para intentar de huir.

—¡Vamos Kai!—exclamo Tenya desde la base, mirando por la pantalla como Kai bloqueaba un ataque de Shinso con su agua helada.

—¿Por qué ataca de lejos?—se cuestionaba Denki.—Tiene la capacidad de atacar más cerca, podría dar un golpe brutal.—afirmó, entusiasmado.

—Conoce su límite. Intentarán con ella primero, porque no les permitirá que avancen contra Deku.—opino Katsuki, cruzado de brazos y con el ceño fruncido, era observado por Shoto.

—Es como dijo el profesor Aizawa.—pensó Shinso, mirando como Kai se detenía elevada en un tubo de drenaje.—Es muy buena y estratégica como lo era la profesora Hikari. Presintió que vendría por ella primero, sabe que quiero sacarla fuera de combate. Pero con sus movimientos soy incapaz de alcanzarla, si se acerca puede hacer como hizo en el festival deportivo.—seguía pensando, mientras recordaba.—Es capaz de endurecer sus nudillos con el congelamiento de su cuerpo, si toca mis cintas puede congelarlas y quebrarlas. Estaré en desventaja.—añadía.

—¡Dudas mucho para ser un villano!—exclamó Kai, elevándose en el aire para dar un giro por encima de Shinso; se veía como un ángel libre, pero el golpe de hielo hizo que Shinso perdiera el equilibrio.

—Es muy buena.—pensó avergonzado, sosteniéndose con sus cintas para elevarse y con sus piernas intentar de patear a Kai, pero ella bloqueó el paso con una pared de hielo que lo hizo retroceder.—Pero yo quiero ser mejor.—afirmó, para pisar bien el suelo y mirar hacia donde ella estaba.—Eres muy buena. Tanto como la profesora Hikari, ¿ella te enseñó todo lo que sabes ahora?—cuestiono Shinso, mirando como Kai palideció.

—¡No hables sobre ella!—y ahí, fue lo peor que Kai pudo haber hecho, porque sus ojos se fueron en blanco y las pantallas miraron su caída.

—¿La menciono intencional?—se preguntó Tenya, mirando como Shoto se quedaba detenido en la pantalla, viendo a Kai inmóvil.

—Parece ser que si.—afirmó Shoto, algo tenso ante ver como ella no se movía, estaba en un bucle de aquel lavado de cerebro que Shinso le hizo.

—No fue tan difícil, después de todo.—musitó Shinso, mirando a Kai detenida.—Quizás con esto, Midoriya quedé en desventaja. Puede detenerte con su don, pero eres más flexible y ágil.—indicó él.—Quiero que ataques a tu grupo.—afirmó.

Un silencio hábito—, el cuerpo de Kai temblaba y su mente se llenó de un colapso mediante su subconsciente detonaba frías imágenes—. Ante eso, la voz de AFO irrumpió en Kai como las palabras del compañero que esperaba su movimiento. Había tensión, incluso Shoto se había levantado del suelo para ver el próximo movimiento de la albino. ¿Había forma de que algo la sacara del lavado? No. No tenía la ventaja que quizás tuvo Izuku aquella vez, sin embargo, Kai no se movía y no seguía la orden de Shinso. Su corazón estaba venciendo su mente, porque las imágenes que veían era más fuerte. Enfrente estaba su madre temblorosa, justo y cuando AFO le dijo que atacara a su madre. Revivió las palabras de aquel hombre que nadie pudo oír esa noche, solo ella. ¿Atacar? No podía hacerlo, no podía usar su don de esa forma de nuevo. Aunque era un entrenamiento, sus piernas se movían lentas y sus manos casi no podían levantarse para atacar a la más cercana; Mina. Ochaco gritaba, pero era imposible sacarla de ahí.

—Kai.—la voz de su madre se asemejaba a la de esa noche, la miraba con miedo y temor, queriendo que su hija saliera del transe, pero Kai no salió.

—Mamá, entiéndeme.—pedía Kai en su mente, viendo a su madre implorar para que su hija saliera de ahí.—Entiéndeme. No quiero hacer esto, pero no puedo controlar mi cuerpo.—decía en llanto.

—¡Shinso, no, sácala de ahí!—pidió Izuku apareciendo mientras corría de forma agitada hacia Kai, viendo sus lágrimas brotar en medio del transe inconsciente en el que vivía.

—Kai.—su madre volvía hablarle, volvía a verla ahí en esa noche fría, con cansancio y lágrimas en los ojos.

—Es muy fuerte su fuerza de voluntad, pero también es como si sufriera. Lo veo en su expresión. ¿Qué dije mal?—se cuestionó en su mente, Shinso veía preocupado a Kai, sin entender.

—Ataca a tú madre Kai.—pidió AFO, mientras que Kai gritaba por dentro, negada a la idea de que su cuerpo se moviera solo.

—¡Sácame de aquí!—gritaba Kai en su interior, cuando sus manos se levantaron y se dirigieron hacia Izuku que se acercaba a ella.—No puedo detener mi energía, siento que voy explotar, Deku...—denegó para sí misma cuando lo vio acercarse más; era su conciencia quien hablaba en su mente, porque Kai no tenía control, Shinso sí.

En la pantalla se vio como Kai bajo sus manos a fuerza de voluntad cuando un rayo del don de Izuku tocó su cuerpo, sacándola del lavado de cerebro como a él le pasó en el festival, pero para eso la detonación que Kai había estado aguantando detonó para sí misma. La iluminación opacó la pantalla, sus compañeros se levantaron del suelo y miraron eufóricos lo que había sucedido, tan pronto los profesores reaccionaron no tardaron en correr hacia la arena del combate. El hielo se expandió por todas partes conjunto el agua que impulsó el arrastre de sus compañeros—, el cuerpo de Kai flotó en el aire sin nada que se pudiera sujetar, su cuerpo mismo estaba enfriado y cayó bruscamente contra el suelo, girando encima hasta que se detuvo—. Shoto estaba tenso y con sus ojos abiertos, mientras que Kai había cerrado sus ojos nuevamente como aquella vez en la redada al escondite por la explosión de su don, Shinso la miraba con culpa cuando la movió y ella no reaccionaba a su llamado. El entrenamiento había acabado.

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