❛ ˗ˏˋ 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄 ˎˊ˗ ❜ ━━━━━ 𝐁𝐫𝐚𝐧𝐝𝐨𝐧'𝐬 𝐟𝐞𝐞𝐥𝐢𝐧𝐠𝐬 🪓
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「⚘ 𝗪𝗿𝗶𝘁𝘁𝗲𝗻 𝗯𝘆 𝗕𝗿𝗶𝗻𝗮 」‧₊˚

↳ ੈ 🎡‧₊˚ ┊͙ ͙𝐁𝐑𝐀𝐍𝐃𝐎𝐍 𝐀𝐍𝐃
𝐇𝐈𝐒 𝐌𝐀𝐃𝐍𝐄𝐒𝐒 🔪 ✧｡ﾟ･

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—¡𝐇𝐄𝐘, 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎𝐒! —nos saludó Dereck— ¿Vais mañana a la fiesta? Brandon y yo estamos pensando ir.

—¡Hola! —respondí mientras ellos se acercaban—. Yo voy a pasar la noche con Connor, pero Jayden tiene ganas de ir, ¿verdad que sí?

—Por supuesto, me encantaría, que pena que no podemos estar todos juntos, aunque entiendo que Connor quiera pasar más tiempo contigo y ya sabemos que no le gusta que haya tanta gente en un mismo sitio —dijo desanimado.

En realidad tenía razón pero que se le iba a hacer, algún día cambiará.

—Ya...dale tiempo, está pasando por un mal momento con el engaño de la madre, tenemos que apoyarle en lo que haga falta, para eso están los amigos.

Los tres chicos asistieron.

—Y...¿Qué vais a hacer? —finalmente Brandon decidió hablar.

Ultimamente lo veía muy raro, siempre que se acercaba a mi y me veía con Connor intentaba esquivarnos o daba largas para irse.

—Pues bailarem...

—¿Qué van a hacer, Brandon? Disfrazarse, pasárselo bien y hablar —me interrumpió Dereck al verme incómoda, era un buen muchacho y un gran amigo.

—Ya...claro. Mejor me voy yendo, tengo un examen ahora y no me toca con vosotros, adiós —dijo Brandon mientras cogía los libros de su taquilla y se marchaba.

—Está demasiado raro... —afirmé por lo bajo.

—¿Es cosa mía o le gustas Abigail? Quizás tenga celos. —Se atrevió a decir Jayden—. Tampoco quiero sacar conclusiones precipitadas pero lo parece, ¿no te habrá dicho algo, verdad Dereck?

—Bueno...ya sabes como es él, no le gusta mostrar sus sentimientos, es Connor 2.0.

Los tres nos reímos por aquello.

—Sea lo que sea, espero que se le pase pronto, en fin, me voy a la clase de música, ¿compartimos clase, chicos?

Tanto Dereck como Jayden miraron sus agendas y negaron.

—Nosotros dos sí, tenemos clase de historia ahora, ¿nos vemos más tarde? —dijo Jayden.

—¡Sí! Claro, ¡hasta entonces! —Cerré la taquilla mientras me despedía de ellos y me dirigí al aula de música, estaba vacía, debía ser la primera hasta que llegaron los primeros alumnos y la profesora, todo fue de maravilla, las siguientes horas me las pasé sola porque no compartía clases con ellos, en la hora de descanso nos reunimos todos menos Brandon y nos pusimos a hablar de viejas anécdotas y de nuestro primer día de instituto.

Dereck y Brandon provenían de otra ciudad, se habían criado juntos prácticamente, venían del Norte de California pero llegaron a nuestro barrio con apenas 8 años por lo que se hicieron grandes amigos de Jayden y Connor. Pero me preocupaba por Brandon, tenía miedo de que la idea de Jayden fuera cierta, ¿y si la culpable de la separación entre Connor y él fuera por mi culpa? Tenía que ser sincera con mis sentimientos, amaba a Connor pero para mí, Brandon era un gran amigo y si de verdad era mi compañero debía de aceptarlo. Tan pronto como pensé en él apareció en una esquina del instituto, mirándome, deseaba que se acercara pero no lo hacía, solo se limitaba a mirarme, luego cogió un cigarrillo y empezó a fumar. Connor se percató de ello y cruzaron miradas, cada vez más intensas, tuve que romper el hielo como sea, con la primera pregunta que se me ocurriera.

—Chicos, ¿vais a bailar con alguien en la fiesta?

Dereck no pudo evitar reírse.

—¡Abigail!, es Halloween, no San Valentín —me dijo—, aunque no es mala idea, me lo pensaré.

—¡Si me consigues una novia con gusto lo haré! —exclamó Jayden.

—Bueno, seguro que hay muchas chicas locas por vosotros dos, ¿no es así, Connor? —le pregunté para que la miradas fulminantes de ellos dos acabara, pero no me hizo caso, odiaba lo que estaba pasando— ¡Connor!

—Sí — afirmó al fin—, seguro, solo tienes que ser tu mismo.

—¡Exacto! —exclamé.

—Uff, vale, igual no creo que tenga suerte pero lo intentaré.

—No seas así hombre —refunfuñó Dereck— Tú puedes.

Mientras le animamos nos dimos cuenta de que ya había pasado media hora, por lo que me dispuse a ponerme la mochila y me fui a la clase de danza clásica, para mi era uno de las mejores deportes que había, disfrutaba cada paso, cada canción, cada compás,.... Esa tarde estaba sola porque era opcional; y me imaginé que muchas chicas ya estaban preparando sus maquillajes y disfraces para la fiesta. Por lo que muchas veces iba para relajarme, así que entré al pasillo que daba en la parte posterior del instituto y entré en la aula que estaba dividida por tres partes, la primera estaba compuesta por el vestuario, para cambiarse de ropa y otro cuarto, más pequeño, para el aseo, luego el último era el más grande, casi tanto como el patio del instituto y a lo lejos un espejo que estaba incrustado por toda la pared junto a una barra para apoyarse.

Al llegar al vestuario me cambié de ropa, me puse el vestido de baile blanco con la falda tutú y los calzados, luego me dirigí a la sala y cogí dos cintas, amaba esta danza, puse música clásica de fondo y cerré mis ojos. Me dejé llevar al ritmo de la canción, movimientos breves en cada brazo y en mis dos piernas, danzaba como la brisa del viento en la atardecer de primavera, sentía como mi cuerpo fluía y liberaba toda esa tensión al aire, me sentía como una mariposa en pleno vuelo, luego movía una cinta al son del compás de la música, dando pequeños giros por todos lados, alcé mi pierna derecha y giré ligeramente hacia otro lado. A veces tenía la sensación de que me observaban pero no le di mucha importancia, al cabo de media hora dirigí mi vista a la puerta, no había nadie por lo que seguí disfrutando de la danza, así hasta que pasó una hora.

Al finalizar, fui a la zona del vestuario, cogí los productos de aseo y la toalla que estaba en mi taquilla, reposando en mi mochila y me quité la ropa, mientras observaba que la puerta seguía cerrada aunque todas las que entraban eran chicas y estaba segura de que ninguna iba a asistir, ya era tarde y se hacía de noche.

Fui a bañarme y cuando terminé, me sequé, tras esto, cogí mi ropa interior y me la puse, pero en ese momento se apagó la luz, hecho que me asustó bastante.

—¿Hola? —fue lo único que pude decir—. ¿Connor? ¿Eres tú?

A veces venía a visitarme por lo que pensé que era una broma pesada de él.

—No hace gracia, ¡anda! —dije mientras me acercaba al interruptor de la luz para encenderla, al ver nuevamente, pude comprobar que no había nadie, no al menos, a simple vista, por lo que pensé que se había escondido—, ¿con que esas tenemos? —continué entre risas, a veces me encantaba jugar con él a este tipo de cosas—. Está bien, en cuanto me vista te pillaré más vale que corras.

Me dirigí nuevamente a la taquilla para coger el pullover a rayas y la falda que aún tenia en mano y la mochila para ponerlas en el taburete, pero al cerrarla, justo en ese momento estaba Brandon detrás, tal fue el silencio que ni me di cuenta que se había acercado y se me escapó un grito, hecho que hizo que él me tapara la boca y me llevará hacia la pared.

—¿¡Qué haces!? —pregunté en cuanto pude pues su mano me impedía hablar muy bien.

—Te ves muy guapa sin la ropa, ¿por qué no te la quitas? ¿O es qué solo Connor puede verte así?

Tras esto, me inmovilizó todo mi cuerpo con el suyo, su fuerza era el doble que la mía por lo que no pude moverme y me miró a los ojos, yo me tranquilicé para que me dejara hablar, al verme más tranquila me quito la mano de la boca y no pude evitar enfadarme.

—¿¡Te has vuelto loco, Brandon!? ¡Somos amigos! ¿Por qué haces esto?

—Exactamente por eso, Abigail, quiero que seamos más que eso.

—No, oye tienes que entenderme, deja de comportarte así, por favor —le dije con un hilo de voz, no podía continuar, el Brandon que conocí no era él.

—Te amo —me susurró para luego elevar la voz con un tono agresivo— Estoy harto que no te des cuenta, que compartas sentimientos con Connor, que no te fijes en mi...daría lo que fuera por ti, ¡lo que fuera Abigail! ¡Joder!

Después me presionó más contra la pared y me besó, fue el primer beso que recibía de otro chico que no fuera con mi novio; aunque tampoco eran demasiados, muchas veces era yo la que paraba pues no me sentía tan preparada para tantas cosas a la vez, Connor me entendía y lo aceptaba. Tras esto, hizo un breve movimiento con su brazo izquierdo y me subió el sujetador, presionándome fuertemente el pecho para luego, volver a besarme.

—Ya basta Brandon, me haces daño.

Intenté escapar pero no podía, me había retenido las manos y los pies, lo único que pude hacer fue sacar toda la fuerza que tenía y darle una patada en la entrepierna, este gimió de dolor y retrocedió.

—¡Joder! Eso dolió, ya me he cabreado.

Vino otra vez a mí, ahora más furioso y me cogió por la cintura desnuda pero en ese momento apareció alguien por la puerta mientras yo intentaba nuevamente escaparme de Brandon.

—¡Abigail!

Era Connor, que se aproximaba a nosotros con una furia enorme, tanto como la de Brandon.