─Anaki.─ Detuvo sus pasos girándose sobre la fría nieve que estaba bajo sus descalzos pies, mirando serenamente al individuo que jadeaba con cansancio apoyándose en sus rodillas mientras que incorporaba para mirarlo con determinación mientras que el kitsunetsuki bufa con una sonrisa en sus labios.

─¿No te quedarás quieto si te digo que lo hagas?─ se cruzó de brazos mirándolo con diversión, escuchando una afirmación positiva esto hizo que su sonrisa de burla y molestia surgiera aún más, ─no puedes venir conmigo, el capitán me regañara.─ se rasca la nuca, esto hizo que el ser frente suyo se sobresaltara un poco pero aun así, seguía determinado.

Su mano fue a los lados de su cintura debajo del kimono que traía, golpeando con sus dedos frios y negros con rojo ese lugar, mirando de rojo al contrario con una sonrisa de suplica que se quedara, aun asi, se habia negado nuevamente, el incubo se rio un poco ante su terquedad para girarse.

─No te pierdas, iremos a un mundo que desconoces.─continuó su camino por la fría ventisca suave, el chico feliz y admirado siguió al incubo que camina suavemente y sin prisa.

─¿Pasaremos por algún portal?─ preguntó al zorro con curiosidad, mirando como se adentraron aún poco que se volvió oscuro y más frío.

─Asi es, pero este 'portal' es un poco especial.─ siguió caminando por el oscuro y profundo bosque con seriedad, el contrario noto esto y trago duro, caminando un poco más rápido para estar al mismo paso que el kitsunetsuki preguntando como ese misterioso ser no tenía aparentemente nada de frío por tener tan finas prendas para esta clima friolento.

─¿En qué sentido de especial?─ preguntó curioso, mirando su alrededor escuchando el mismo silencio y sus pasos que ahora son los suyos que oía, extrañandolo por lo que se detuvo girando para chocar con la espalda del incubo cayendo de trasero quejando, antes de reclamar miro como dicho zorro miraba enfrente un aura sin sentimiento alguno.

─Un portal que se abre entre las dimensiones del tiempo, pasado, presente y futuro, estos mismos tienen raíces diferentes, pasados catastróficos, imprevistos, olvidados y temporales, los presentes en destrucción, normales, sin salida y por último los futuros desesperanzados, oscuros y de elección en decisiones.─ mencionó girando, el contrario noto un tipo de aura extraño que emanaba pero decidió no juzgar, tomando esa mano amiga que el incubo estiró para ayudarlo a levantarlo.

─Se abre cada diez años dependiendo los tiempos.─ Mira de reojo la puerta que estaba enmedio del bosque, él se asomó curioso mirando esta con confusión notable, sorprendiendose cuando el incubo se movió hacia la puerta que se iluminó de todos sus bordes y se escucho algo abriendo un cerrojo para esta misma puerta abrirse enfrente de ellos observando adentro que era todo revuelto y confuso.

─Toma una decisión, ¿Me acompañaras en esta alocada aventura de un mundo completamente diferente o te quedarás siendo un desgraciado cobarde que hizo perder mi tiempo?─ Se enojó apretando los puños y mirando con cólera la sonrisa burlona del incubo.

─¡Claro que sí, baka!¡No tengo forma de regresar!─ se enoja cruzándose los brazos mirando a otro lado pero observo de reojo como el zorro se giró para ver la puerta y caminar hacia ella.

─Se que tendras preguntas pero lo único que te puedo decir es que estoy devolviendo un favor de otro que fue incitado.─ lo tomó de su camisa para lanzarlo con fuerza hacia esta gritando por la sorpresa y mirar a su amigo animal correr hacia él con risa.

Cerró los ojos por la luz y sentía sus tímpanos romperse, sintiendo su espalda chocar con algo varias veces hasta quedar estirado abriendo sus ojos con dolor y quejidos mientras que observaba un destrozado techo y gritos de pelea esto hizo que se incorpora con rapidez, limpiando su overol azul oscuro y su camine amarilla mientras que arreglaba su pañoleta roja y golpeaba la punta de sus botas negras contra el suelo.

Sus manos metidas dentro del pantalón del overol, mirando a los lados, saludo cordialmente al humanoide país que cargaba a una inconsciente chica bonita.

¿eh?¿humanoide pais?

─¿¡EEHHH!?─ exaltado miró al hombre que se sobresaltó por el grito observando con más confusión al asustado chico.

─eh, ¿Cómo llegastes aqu-

─¡UN MONSTRUO!¡AYUDA!─ gritó con miedo a la dirección contrario, más bien donde estaba la pelea esto hizo que estados unidos se sobresaltara y dispuesto dejar el cuerpo moribundo de ____ se frustró mirando con preocupación al contrario.

─¡HEY KID!¡COME BACK!─ gritó con fuerza escuchando los vagos quejidos de la niña.

─¡AH!¡EL BICHO HABLAAAA!─ gritó con más miedo corriendo hacia la pelea que no se había dado cuenta.

Alemania escupió más sangre ante el décimo golpe, o...¿vigésimo golpe? pero sabía que estaba mal herido y con alguna fractura pero aun asi no se rendiria para poner fin a la vida de emma que estaba más que implacable desconcertado y molestando aún más al alemán preguntando cuán fuerte era esta mujer, limpiando con su dorso la sangre de su boca y volviendo a tomar el mango del martillo enorme con cierto dolor en sus rojizas y hinchadas manos, el aleman preparado para contratactar levantado su arma para moverla hacia atrás y colocando en posición, sus ojos miraron por segundos atrás pero se sorprendió mirando a un humano corriendo hacia ellos.

Mirándolo tropezar cayendo de cara mientras que alemania esquivaba las garras afiladas de Emma que hizo atacando sin piedad, el europeo quedándo lo único de esquivar y teniendo cuidado con el humano pero dio un paso en falso respaldandose y mirando un puño que iba directo a su cara, alemania sabía la potencia de los golpes de emma que son del trigésimo de su fuerza, quedaría más que una mancha tan pequeña e fácil de limpiar, cerrando los ojos para su inminente muerte aceptandola con facilidad.

─¡kitsunetsuki...!─ sintio algo tomar el cuello de su camisa con fuerza jalandolo hacia atras observando a este ser extraño que tenia el brazo extendio y sus dedos tensados mostrando como estos eran negros hasta cierta mitad y mientras que lo demas era un degradado rojo que dejaba ver a una piel de porcelana hasta la mitad de su brazo, una aura morada oscura flameo el mano mientras que lo cerro en un puño y bajaba el brazo para flesionarlo, sintiendo que lo tiraba hacia atras cayando detras mirando con ojos abiertos la escena.

─¡BLACK FIST!─ El puño cargado de cantidad de energía estampo contra la mejilla derecha de Emma, estrellándose contra la pared de un lado saliendo de sus vistas sintiendo un gran viento de energía observando al ser que aparentemente los salvó de una muerte.

Jadeo con emoción el incubo observó el gran agujero que dejó mirando el rastro que llevó emma que estaba posiblemente en el centro de la ciudad jurando que este lugar estaba a los bordes de la ciudad, girándose para ver al alemán detrás de su máscara de zorro solo levanto la vista para ver a su querido amigo durmiendo aparentemente y el americano jadeando por el pequeño maratón que pego.

El zorro se acercó a esos dos últimos, estados unidos se sorprendió cuando unos brazos pasaron encima de los suyos y cargaron el cuerpo de la adolescente, iba a protestar cuando se sobresalto por la máscara reconocible quedándose callado cuando el kitsunetsuki comenzó a moverse pasando aun lado de él hacia la salida, observando el cuerpo del niño levantarse en el aire y moverse con rapidez hacia el zorro siguiendo a este pero paro, girándose y mirándolos en espera.

Estados Unidos con sus energías algo recuperadas se levantó y se dispuso ayudar al malherido alemán que se quejaba y en estado de shock por lo sucedido antes, levantó la vista mirando al zorro que retomó su camino.

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Abrió los ojos con suaves quejas, una habitación de colores tibios mientras que escuchaba la brisa pasearse como si fuera su hogar, tratando de llevar su mano para quitar ese dolor de cabeza pero se queja aún más, entrecerrando sus ojos miro su brazo derecho enyesado, dejando su cabeza caer y bufó con molestia.

miau.

Miró a su izquierda observando un hermoso gato rojo con manchas negras en sus pequeñas mejillas y frente, acostado cómodamente mientras que lame una pata para rascarse la oreja y volver a maullar para levantarse y acercarse un poco restregando su cabecita contra su mejilla, soltando suaves y roncas risas mientras que llevaba su brazo bueno al cuerpo del felino y acariciarlo.

"Debes de buscar las siete cosas de las primeras personas en pisar estas tierras." recordó por lo que dejó su mano caer aun lado, teniendo una mirada perdida donde el felino lo noto, aun asi se subió a su pecho con cierta pereza y se acomodo para acostarse en bolita, volviendo a recuperar su sueño.

Su pecho se movió tranquilamente mientras pensaba en que hacer, por algun momento, penso que todo habia acabado pero recordo que no, un escalofrio recorrio en todo su cuerpo por el hecho que casi iba a ser asesinada por emma y del hecho que dos países más o menos trataron de salvar, recordando lo último un extraño ser.

─Nunca me vi así, es las historias que he leido jamas sale asi.─ hablo para si misma o el gato que maullaba, poniendo atención de lo que fuera a decir y continuo; ─es decir, mirame, estoy mas que jodida con un brazo roto y moribunda, que debo de depender de todos los demas, es un jodido fastidio y encima, ¡es mi puto destino!─ se quejó frunciendo los labios y el ceño, apretando las sábanas con fuerza mientras que retenía las ganas de llorar.

El protagonista, un ser que aparece de la nada proclamándose el ser más fuerte que todos con su invencible poder, a veces le daba un asco ese tipo de historia que reflejaban la cruda realidad.

El héroe se lleva todo por delante, las humillaciones, frustraciones, descontrol y traumas, horrendas y agrias marcas invisibles o no que se quedaban en su cuerpo, recordatorios de todo lo que pasó en el paso y recordar que pasara mas cosas era totalmente estresante, salvar, proteger y arriesgar, ¿que cojones estaba salvado y arriesgaba vidas de otras personas?

Mariana era todo lo contrario de lo que es, ignorante a todo lo que está a su alrededor mientras que deja las personas morir de sus consecuencias, es el peso del título del héroe.

─N-No quiero ser el héroe!─ declaró amargamente dejando las lágrimas bajar por los costados de su cara, su pecho comenzó a sentirse más pesado con cada respiración que daba y un nudo formándose en su garganta por la impotencia y frustración de algo que se veía obligada hacer, no había escapatorias desde que decidió poner un pie en este lugar.

El gato la miraba en blanco, bajando con elegancia y acercándose cerca de su rostro escuchando sus suaves sollozos, el felino sintió pena por esta alma desamparada por el destino que estaba a la vuelta de la esquina, algo que había sentido hace mucho volviendo el hecho de sus principales objetivos y sus esperanzas bajaron en picada mientras que se hundia en los desesperantes mares de su inmenso poder.

Nego para caminar y saltar hacia el suelo, camino para girar su cabeza un poco escuchando sus sollozos, el felino siguió caminando mientras que la puerta se había en un chirrido tétrico, ya en las afuera de la habitación humo comenzó a salir de su cuerpo para luego estallar del humo que rápidamente lo disperso con un aleteo de la manga de su kimono, jalando los cordones rojos de su máscara firmemente comenzó a caminar mientras que se alejaba del pasillo que se volvió oscuro, sintiendo esas auras fuertes e intensas llenas de dolor y llantos de ayuda, sabiendo bien que era el cuarto de esa extraña niña con su descontrolado poder que comenzaba a surgir, suponiendo que era por su cumpleaños que se acercaba.

Todo iba a ser un desastre.

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Corrió con horror respirando de una forma cansada escuchando el eco de los susurros tratando de alejarse de las manos que se acercaba aún más mirando los ojos que giraban en círculos y cuerpos muertos que bailaban un vals en el entorno caótico que se estaba forma lleno de incendios y tiempos diferentes.

Observando un sonriente cuerpo negro mirarla con esos ojos tan abiertos la horrorizaba, trataba de correr mas rapido pero el camino se volvia mas ancho y largo, sintiendo el fenomeno pisar sus talones, se ahogo en su arqueada mirando las tripas saliendo de los estomagos destrozados, observando una niña comerse un intestino crudo escuchando el sonido de los huesos contra los dientes de ella.

Giró la cabeza con brusquedad observando esas cuencas vacías y luego su cuerpo deformarse en su lado derecho donde la carne fresca comenzó a formarse mostrando cuerpo en ella, eran como diferentes personas en uno solo, cada uno tenía algo que los diferenciaba.

Todo era un completo infierno en su propia imaginación, un sueño asquerosamente tétrico que comenzaba a perturbarla, ¿Era su mente o la de Mariana?¿Qué tan jodidas estaban por el hecho de estar casi medio año aquí?

Coño, medio año.

Un puto y desgraciado medio año que lo sintio pasar tan rapido, de tantos problemas e accidentes que ocurrieron sin dejarla tomar un breve respiro de todo lo que pasaba.

─¡Mariana!─ se levantó con brusquedad, aunque no era su nombre su cuerpo reaccionó ante el llamado.

─¡Estoy aquí!─ se aferró al abrazo mientras que jadeaba calurosamente, escuchando voces entre la lejanía y cercanía.

La tensión era lo suficiente sofocante como para causarles severa migraña, estados unidos se quejó del fuerte y bruto agarre de la contraria, sus uñas enterrarse en su prenda traspasando esas telas y llegando a su blanca piel, sintió el ardor el dolor de las uñas enterrándose vívidamente en la carne dejando gotas de sangre.

Alemania juraba que esos ojos oscurecidos y muertos que miraban a la nada, le daban una horrible sensación del pasado, recordando los duros tipos de la época de los 90s.

Y el accidente.

Francia estaba tentado, no sabia la razon pero, queria que ella alzara los ojos y lo viera, quitando esa razón deseo procuro hacerlo es mismo, agachándose para estar a la altura de sus ojos pero se sintió pesado en su lugar ahogándose con su respiración y se estremeció ante la sensación de alerta quería gritar pero no podía, sus sentidos decían que apartara los ojos pero no lo hizo, esas pupilas enrojecidas se elevaron y-

Una mano cubrió sus ojos y lo tiró hacia atrás, se sentía liberado de ese encarcelamiento invisible, quejándose por la caída, sintiendo la afilada mirada del zorro, ─No la vean a los ojos, los podría matar con la mirada.─ se rió de una manera nerviosa, sin saber si creerle o no pero tampoco podían rechazar el consejo, optaron neutralmente fiarse de ese ser que vino de la nada cargando a "mariana" entre sus brazos y con esa máscara de zorro ante a sus movimientos.

—zorro: hombre astuto.

La astucia del zorro se revela a menudo afectando la simpleza para conseguir algo por engaño.

No se podían fiar de este ser que apenas conocen, su actitud arrogante y misteriosa dejaba mucho que desear, era alto, por supuesto, era como la misma altura que estados unidos, fue sorpresa cuando también apareció junto a él otra persona, aparentemente un humano que se disculpaba demasiado y admiraba todo, aunque siempre deben de tener cuidado por que era lo bastante torpe e infantil.

─¡Aniki!─ lloró el niño abrazando la tela del delicado traje, el ser bajo la cabeza observando despreocupadamente al contrario.

─¿Qué sucede, japón?─ pregunta en un tono aburrido y juntando sus manos que fueron cubiertas por las mangas del kimono, un "¿¡Que!?" lleno de sorpresa inundó la sala, sobresaltado a los dos seres del pasado.

─¡¿Por que japón tiene piel humana!?─ exclamó sorprendido el mexicano por el hecho de que el japonés era un humano.

─¿Eh?, oh no, no, no, soy un country!¡Solo que tengo una maldición!─ reveló con cierta vergüenza, rascándose la nuca mientras que miraban al zorro parcialmente neutral e inexpresivo.

─¿Pero.... que hacen aqui?

─vengo a devolver un favor.─ habla simplemente, el japón del pasado lo mira con ojos abiertos, era raro que su aniki devolviera favores que antes había pedido, usualmente se ausentaba de estos y no los cumplía.

¿Qué habría pasado para que quisiera venir aquí?

─Somos de un pasado alterno, algo que aquí no sucedió pero de alguna manera está conectado con este mundo.─ observó a francia tensarse por unos segundos y luego volver en sí cuando reunio unido le preguntó cómo estaba, suspirando para mirar de reojo a la inconsciente "mariana" aun en los brazos de estados unidos.

─¿Podemos saber tu nombre?

─No.

Vaya, era alguien de pocas palabras, observando cómo se acercó a estados unidos para sentarse en el borde de la cama y tocar la nuca de la adolescente que tenía toda su anatomía recostada en el hombro derecho del americano y como se aferraba a éste.

─¿Cuanto es su cumpleaños?─ pregunta minuciosamente, como si tuviera cuidado con sus propias palabras, los hombres vacilaron un poco y se vieron entre si.

─catorce de julio, ¿Por qué?─ preguntó curioso el canadiense sin embargo, el contrario suspiro para apartar su mano de este y acariciar la espalda de la ajena.

─¿En qué fecha estamos?

─veintidós de junio.─ Reino Unido respiro, miro como se tensaba el de máscara deteniendo su suave caricia para alejar su mano cuidadosamente.

─Significa que ella va a cumplir dieciocho dentro de tres semanas, no?─ habla mirando como asentia confusos, ─Joder, pensaba que tenia mas tiempo.─ maldice levantando para estirarse.

─¿Que significa eso?─ todos estaban confusos, sabían que faltaba poco para el dia de cumpleaños de su querida y amada "mariana" pero el hecho que sentían esos aires preocupantes y frustrados del zorro, los preocupó de cierta manera.

─Sus poderes se están manifestando.─ menciona sorprendiendo a los presentes quienes abrieron los ojos exaltados.

¡Demonios!¿¡Cómo se les pudo olvidar eso!?

─Pero de alguna manera, es antes de tiempo, puede haberse manifestado por algo estresante o/u traumante, probablemente pueden ser ambas pero seria mejor averiguarlo con el tiempo, aun así, sus poderes son considerablemente instable, es como si los hubiera retenido por mucho tiempo llegando a cierto límite de romperse.─menciona pensante, activando su poder observando como se reflejaba el aura inestable de la protagonista, como un mar salvaje en una intensa pelea.

─¿Una inestabilidad?─ Alemania menciona, el zorro asiente tarareando, llevando su mano hacia la frente de la chica y tocarla, observando cómo se relajaba y dejaba de tensarse, suspirando de una manera relajada mientras que sus brazos caían a los costados del americano que se quejó ante ello.

─Puede ser, pero debería de tener cuidado con quien ella se halla aferrado, si esa persona muere enfrente sus ojos, habrá una masiva explosicion de energía, forzando su lado más oscuro y siniestro de atacar.─ habla oscuramente, los presentes asintieron y tragaron duro, entre ellos, no sabia quien era el favorito de "mariana", era dudoso si alguno de ellos había sacado algo a relucir para la mexicana.

Pero con el tiempo, había visto que ella cambió....Drásticamente.