Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟸𝟿

—¿Estás segura de que querés hacer esto?.— preguntó Spreen en el aeropuerto y yo asentí

—Fué un milagro que Barca encontrara un vuelo tan rápido, no quiero enfrentarme a nada que tenga que ver con Juan.— respondí

Después de mi llamada a Barca decidí arreglar mi maleta, si no encontraba boletos rápido tendría que ir a dormir a otro lado, lo único seguro es que Juan no me vería al llegar

—Pero aún podés quedarte conmigo y con Carre, no debes huir de los problemas.— dijo y negué —Para mí es muy impulsivo lo que estás haciendo.—

—Necesito ir para sacar mis cosas de su casa, no dejaré que Juan siga jugando conmigo.— exclamé —Nunca acepté ser su novia aunque realmente lo quería, solo fué una estúpida mentira que creó para que no siguieras detrás de mí.—

—No te detendré en lo que quieras hacer, solo promete que me escribirás cuando llegues a tu ciudad y si te sientes mal puedes llamarme.— habló y asentí

—Gracias por todo.— sonreí lo mejor que pude y lo abracé

Anunciaron mi vuelo por los altavoces del aeropuerto, eran exactamente las 03:00 am así que llegaría allá a las 03:00 pm, en el aeropuerto me recogería Barca.

—Nos vemos pronto "Spreen mi casita".— me burlé con algo que sus fans suelen decirle

—Eso espero.— sonrió

Me alejé para caminar directo a la puerta de abordaje, subí al avión y me acomodé en mi asiento. Conecté mis audífonos para escuchar un poco de música y distraerme un poco

El avión empezó a arrancar y sentí demasiada tristeza por recordar todo lo que había vivido con Juan, todo había acabado tan rápido y sin aviso.

No supe cuando me quedé dormida pero al parecer estaba tan cansada que dormí las 12 horas del viaje, desperté gracias a una señora que me movió para que bajara del avión

Fuí por mi maleta y después busqué con la mirada a Barca pero en su lugar pude ver a Roberto con una gran sonrisa. Corrí hasta él y lo abracé fuertemente

—Perdoname Beto, fuí una ilusa.— exclamé empezando a llorar mientras él acariciaba mi cabeza

—No tengo nada que perdonarte, fuí yo el que te mintió en primer lugar, lamento haber hecho que nuestra amistad se fracturara de esta manera.— dijo sin soltarme —Barca me contó todo lo que está pasando en redes, pensé que sería bueno venir de sorpresa para verte.—

—Te extrañé muchísimo.— dije y él se separó del abrazo para limpiar mis lágrimas con su dedo

—No dejaré que nada más te haga daño ¿está bien?.— habló y sonreí volviendolo a abrazar

Estuvimos un rato así y después decidimos salir del aeropuerto, al parecer Barca le había prestado su auto para que pasara por mí

—¿Cuál es tu plan desde ahora?.— preguntó cuándo ya estábamos en el auto

—No lo sé Beto, realmente no me engañó porque no éramos nada pero mis sentimientos me impiden querer verlo, me siento dolida.— respondí —Quiero ir por mis cosas pero no sé dónde viviré.—

—Puedes ir a mi departamento.— dijo y lo miré confundida —Al día siguiente de que ustedes se fueran a España yo llegué aquí, la empresa me consiguió un departamento cerca de la oficina.—

—Está bien, solo llévame a casa de Juan para recoger mis cosas.— pedí y él asintío

—Te llevaré pero te dejaré sola mientras juntas tus cosas, debo ir a mi departamento a limpiar y acomodar una habitación para ti.— avisó y sonreí

Llegamos a casa de Juan y me bajé mientras me despedía de Beto con la mano, él se había llevado la maleta que había traído del viaje así sería algo menos que llevar después.

Entré a la casa y subí directamente a mi habitación para empezar a sacar todo lo que había en mis muebles, desde ropa, zapatos y accesorios.

Pasaron tres horas y ya había acabado de vaciar mi habitación, ahora faltaba lo más difícil: mi estudio. Fuí y empecé arrancando todos los bocetos que había pegado en la pared, me dolía demasiado tener que abandonar la vida que había disfrutado tanto. Pasó aproximadamente una hora más y ya llevaba la mitad de mis cosas guardadas, solo faltaban las telas, agujas y demás herramientas de trabajo.

De repente escuché la puerta de la entrada abriéndose y cerrándose rápidamente, unos pasos acelerados subiendo las escaleras e inmediatamente Juan estaba dentro de mi estudio

—¿Qué estás haciendo?.— preguntó viendo como habían algunas cosas dentro de cajas —Deja de empacar, tomé el primer vuelo que encontré después de que Spreen me dijo que te habías marchado, necesito explicarte todo.—

Lo ignoré mientras seguía guardando mis cosas, él tomó mi mano para impedir que lo siguiera haciendo

—Por favor, escúchame.— pidió con la voz más quebrada que hubiera escuchado, así como si quisiera llorar

—Juan, no hay nada que explicar.— dije —Tú y yo no éramos nada, no tienes que explicarme tus decisiones.—

—No empaques por favor.— rogó tomando mis dos manos —Quedate conmigo, no quiero estar solo de nuevo.—

Las lágrimas empezaron a notarse en su rostro y eso hacia que el hueco en mi estómago se hiciera cada vez más grande.

—No quiero ocupar un lugar que no me corresponde.— dije —Tú me gustas Juan y por eso me dolió tanto haberme ilusionado contigo.—

—Yo ya te lo había intentado decir, me gustas y quiero que tengamos una relación.— exclamó —Sé que me equivoqué pero por favor no dejes de quererme.—

En ese momento se arrodilló sin soltarme, sus ojos estaban rojos pero aún soltaban muchas lágrimas, fué inevitable llorar también

—Solamente te gusta la idea de no estar solo, no te gusto yo.— dije soltando una de sus manos —Si te hubiera importado un poco no habría un vídeo tuyo besándote con otra chica después de decirle a todos que yo era la chica que intentabas conquistar.—

—Me puse muy mal, tomé de nuevo y realmente creí que esa chica eras tú.— murmuró entre lágrimas —Eso no justifica lo que hice pero no quiero que tires todo a la basura.—

—Yo no tiré nada, lo hiciste tú con tus acciones.— dije soltando su otra mano pero él aún no se levantaba del suelo —No puedo seguir siendo la chica hamburguesas, ni tu puedes seguir siendo el chico de las estrellas.—

Él se levantó y limpió sus lágrimas, me miró directamente a los ojos y segundos después me abrazó fuertemente

—Puedes decirme cualquier cosa menos que dejaremos de ser el chico de las estrellas y la chica hamburguesas.— exclamó —Me niego a aceptarlo.—

Lo empujé un poco para que me soltara y salí de ahí para ir a mi habitación a sacar algunas de mis maletas que estaban ahí

—No habrá necesidad de seguirnos viendo, Beto vendrá a recoger mis demás cosas.— dije viendo que me siguió

—No te vayas.— pidió de nuevo pero lo volví a ignorar

Saqué de mi bolso el collar que me había dado y lo puse en sus manos

—Esto ya no me pertenece.— hablé y sin más que decir salí de ahí con mi maleta

Juan se quedó inmóvil y yo aproveché para salir de aquella casa

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro