Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

V E I N T E
























"...el día de hoy tendremos una fuerte tormenta, recomendable llevar sombrilla y abrigos por el frío de la zona.

En otras noticias. Dos hombres han escapado de la cárcel, provocando un gran escándalo y varios daños en la construcción. Por favor, estén atentos a estos hombres que se ven en pantalla. Si los reconocen afuera, por favor informar al número que sale. Tengan un buen día."

Yoongi apagó el televisor del hotel y se desnudó para entrar a su ducha y darse un buen baño. Abrió el grifo y dejó que el agua bajara por su cabeza y se deslizara por todo su cuerpo. Cerró los ojos por unos segundos y recordó las escenas, el cuerpo de su pequeño bañando en sangre haciendo que su respiración se descontrolara. Mordiendo su labio inferior, trató de borrar aquel recuerdo de hace cinco meses. Pues, quería alejarse de la tentación de su pequeño. Pero por más que trataba, el rostro, los gemidos y el placer lo amarraban de nuevo a él.

Se había alejado de los Ángeles desde que dejó a Jimin en aquel templo abandonado. Pues, se despidió, pero eso no quiere decir que se vaya a ir para siempre. ¿No, Yoongi?

Se había cambiado el color de su cabello. Ahora lo llevaba de un café claro y se lo había cortado un poco. Se había perforado las dos orejas y había cambiado su aura a algo más fresco, pero sexy. Siempre había aprendido que los modales hacían al hombre. Así qué, ¿Por qué no matar con estilo y pedir permiso para descuartizar a un cuerpo?

Él salió de la ducha con la toalla enrollada en la cadera. Salió del cuarto de baño y se acercó al tocador y se miró al espejo. Su reflejo le sonrió y se peinó el cabello hacia delante, dejado algunos en la frente. Dejó caer la toalla al suelo y caminó desnudó hacia el armario. Lo abrió y sacó unos pantalones rojos con una camisa negra. Zapatos que hacían juego con la vestimenta. Se puso sus anillos, incluyendo uno que no era suyo. Pues, quería llevar algo de su pequeño con él.

Recordó que iba a llover y cogió su abrigo. Se puso una bufanda y se acercó a las ventanas de su habitación. Deslizó las cortinas y vio que el cielo estaba nublado y oscuro. Ladeó la cabeza pensante y pasó saliva.

—Qué buen día para hablar con viejos amigos. —y cerró las cortinas.

Cogió la llave de su habitación y teléfono. Caminó hacia la puerta y la abrió, dejando que el olor a café y frutas se impregnara en su nariz. Salió de aquella habitación cerrando la puerta detrás de él y se dispuso a caminar por el pasillo para llegar al ascensor y bajar al primer piso. Cuando llegó a el, lo pidió y esperó a que llegara.

Cuando por fin estuvo dentro del ascensor, presionó el botón que tenía una L, grabada. Pero, antes de que llegara al primer piso. Este se detuvo en el piso 10. Las puertas se abrieron dándole paso a un hombre de traje beige y un tapabocas negro. Yoongi apoyó su espalda en el espejo del ascensor y se cruzó de brazos. El hombre entró a su lado y presionó el botón de cerrar las puertas del ascensor.

Yoongi soltó una risita, captando la mirada del hombre en él. Yoongi empujó su lengua dentro de su mejilla y movió su cabeza de lado a lado. Dejó de apoyar su espalda en el espejo y se acercó a los botones del ascensor, presionando uno de ellos para detener el ascensor. Este de detuvo en el piso 4.

—¿Qué estás haciendo, Min? —dijo el hombre detrás de él.

Yoongi sonrió antes de girarse y mirarlo.

—Tanto tiempo, Jinhwan. ¿Por qué huyendo de la cárcel? ¿Eh? —el hombre se quitó el tapabocas negro y se cruzó de brazos.

—¿Y tú? ¿Por qué lejos de casa, Min? —Yoongi soltó una carcajada.

—Pregunte primero. —se acercó a él. —¿Otra vez necesitas de mi ayuda?

Jinhwan le sonrió negando con la cabeza.

—De hecho, vine aquí para ayudarte. —se acercó un poco a Yoongi y estiró el brazo para presionar el botón del primer piso.

El ascensor se movió de nuevo y Yoongi lo empujó contra la pared de espejo del ascensor.

—Más te vale que no me traiciones, imbécil. Sabes muy bien que no soy agradable con las traiciones.

—¿Ah no? Entonces... ¿Qué me dices de Taehyung? —dijo él. Yoongi lo cogió del cuello. —O, espera. ¿De Jinyoung? Ese sí que te traicionó muchas veces. Me enteré que lo mataste, bien hecho. ¿Te aplaudo?

—No te portes bien conmigo, Jinhwan. Te lo advierto. —le soltó el cuello y acercó sus labios al oído de él. —No querrás que llame a tu papi para que te castigue.

—Cállate, imbécil.

Las puertas del ascensor se abrieron y Yoongi se alejó de Jinhwan. Fue el primero en salir, mientras se ajustaba el abrigo.

—Me saludas a Jiwon. —le dijo Yoongi y caminó hacia el ascensor.

Jinhwan sacó su teléfono y marcó el número en el.

—Min está de vuelta en Canadá. Ven lo más rápido posible, no puede huir de nosotros.

Vio a Yoongi salir del hotel y doblar la calle. Él colgó y se guardó el teléfono para seguirlo.

Yoongi abrió la puerta de los asientos traseros del auto blanco que lo esperaba afuera. Le dio la dirección a su nuevo chofer y este encendió el motor, pisó el acelerador con dirección al lugar al que iba Yoongi.

—¿Señor? —dijo el chofer, mirando por el retrovisor. —Alguien llamó preguntando por usted.

Yoongi se acomodó en el asiento y miró hacia el frente, con los ojos puesto en el retrovisor. Su rostro se tornó serio haciendo que el chofer pasara saliva de lo nervioso que se había puesto.

—Dice que está aquí en Canadá, señor. Qué necesita verse con usted. —dijo el hombre y dejó de mirar por el retrovisor.

Yoongi sonrió. Al parecer su pequeño no había cumplido su palabra. Él lo estaba buscando.

—Mmm, ¿Dónde te dijo que necesita verme? —sonrió Yoongi.

—A las afueras de la cuidad, señor. —dijo el hombre.

Yoongi soltó una carcajada y se pasó su dedo índice por su labio inferior. Le emocionaba saber que Jimin lo necesitaba.

—Llévame con él. —sonrió.

—Como usted diga, señor.

El hombre frenó el auto y le dio vuelta al volante para llevar a Yoongi a las afueras de la ciudad.

Yoongi se desabrochó el abrigo y miró por la ventana, mientras se imaginaba lo bueno que era ver a su pequeño después de cinco meses. Solo imaginaba como volvería acariciar aquel cuerpo y como se iba a deslizar por sus muslos. Como iba a tirar de su cabello y como iba a probar su piel. Era increíble.

Luego de una hora, el chofer detuvo el auto frente a un bosque. Yoongi se bajó del auto y le tocó la ventanilla al chofer para que la bajara.

—Vete, déjame el auto. —le pidió Yoongi.

—Pero, señor...

—¡Haz lo que te digo! —le levantó la voz y el hombre asintió bajándose del auto.

Se despidió de Yoongi y empezó a caminar lejos de él y del auto. Cuando Yoongi lo vio suficiente lejos, miró hacia el bosque. Pasó saliva. Un rayo acompañado de un trueno, le avisó que estaba a punto de llover.

Yoongi entró al bosque húmedo. Notó que la hierba estaba un poco larga, alguien se podía esconder y no ser encontrado. A lo lejos vio una pequeña cabaña un poco vieja y dañada. Al frente de ella, estaba un auto negro. Yoongi sonrió.

—Oh, qué lindo mi pequeño... —dijo, mientras se acercaba más y más al lugar. —Vamos a jugar un poco... —se mordió el labio inferior cuando llegó a la puerta de la cabaña.

Empujó la puerta con mucho cuidado tratando de no hacer ruido y entró. Caminó observando el lugar poco a poco y fue ahí cuando escuchó gemidos venir del primer piso. Yoongi se mordió el labio inferior sonriente.

—Alguien empezó sin mí... —susurró y apresuró su paso hasta la habitación de la cual provenían los gemidos.

Pero antes de entrar en ella, escuchó el gemido de otra persona. No podía ser que Jimin tan mierda, como hacerlo venir y ver que estaba cogiendo con otra persona.

Cuando llegó a aquella habitación, presenció la escena de un chico saltando encima del otro con desesperación. Yoongi ladeó la cabeza y se quedó observando la escena de Jungkook y Hoseok. Vio como Hoseok apretaba las caderas de Jungkook con fuerza para sentir más placer y por fin llegar al orgasmo. Yoongi apoyó su espalda en la pared y se cruzó de brazos a la espera de que terminaran su asunto.

Vio a Jungkook dejar caer la cabeza hacia atrás soltando varios gemidos y gruñidos, mientras que Hoseok solo lo maldecía y le pedía que saltara un poco más. Oh, estaban tan calientes y Yoongi disfrutaba de la escena.

Cuando los dos por fin se corrieron. Yoongi emitió un sonido en el lugar captando las miradas de Jungkook y Hoseok.

—Oh mierda, ¿Cuánto llevas ahí? —dijo Jungkook quitándose de encima de Hoseok y cogiendo su ropa.

—Maldita sea, Min. ¿No pudiste esperar afuera? —dijo Hoseok, poniéndose los pantalones.

—Veo que por fin es tuyo, hermanito. —dijo Yoongi acercándose a ellos. Vio a Jungkook vestirse mientras sonreía.

Hoseok se puso la camisa y se puso una mano en la cadera.

—Solo los veo a ustedes dos... —Yoongi rodeó a Hoseok. —¿Dónde está Jimin?

—¿Qué tu chofer no te digo que éramos nosotros? —dijo Jungkook acercándose a ellos.

—No pregunte, tenía una idea de quién era. Pero veo que me equivoque. —dijo Yoongi. —Entonces, un placer verlos coger. No vemos en dos años. —Yoongi se dio la vuelta para irse, pero Hoseok lo agarró de la muñeca.

—Te llamamos aquí, por Jimin... —dijo Hoseok.

Yoongi miró por encima del hombro y se soltó del agarre de Hoseok, lo miró con el ceño fruncido y se lamió los labios.

—Jimin huyó tres meses atrás, Yoongi. —dijo Jungkook.

—No me sorprende. —sonrió Yoongi.

—No, luego de su último encuentro. Él... estuvo alucinando contigo. —relató Jungkook. —Lo que quiero decir es que...

—Mandaste a Park a psiquiatría, Min.

Yoongi los miró a los dos.

—¿Esperan que me crea esa mierda? —soltó una carcajada. —¡Por favor! Es Park Jimin. Él siempre ha estado demente.

Jungkook miró a Hoseok.

—Bueno... —se encogió de brazos. —Eso no funcionó. ¿Le decimos?

Hoseok soltó un suspiro.

—Jimin, ya no es el mismo. —Yoongi se cruzó de brazos. —Él, ya no mata. Lo que haces es esperar por ti...

—¿De qué mierda estás hablando?

—Él solo espera por ti. —habló Jungkook. —Él te espera para que lo maltrates, lo regañes y le hagas daño.

—¿Y por qué debería creer eso? —rio Yoongi.

Hoseok y Jungkook suspiraron.

—¿Entonces por qué mierda crees que te buscamos, Min?

Yoongi soltó otra carcajada y se alejó de ellos, riendo. No podía creer aquello. ¿Por fin había regresado al mismo Jimin de antes? ¿Volvería tener a su pequeño en manos?

—¿Cómo se yo que no me mienten, idiotas? —dijo Yoongi. —¿Cómo se yo que esta mierda es una maldita trampa?

Hoseok apretó los puños y se acercó a Yoongi.

—¿Por qué mierda te sabes todo, maldito imbécil? —Yoongi le guiñó el ojo.

—Soy listo e inteligente, Hoseok. Qué no se olvide. No caigo tan fácil. —le sonrió.

—Si no caes tan fácil, ¿Por qué mierdas estás en Canadá? ¿Qué haces huyendo? —dijo Jungkook.

—No estoy huyendo. ¿No puedo tomarme unas vacaciones? —dijo Yoongi poniéndose las manos en la cintura.

Un trueno fuerte desató una fuerte lluvia. El ambiente se tornó frío y oscuro.

—¿Vacaciones? ¿De qué trabajas ahora? ¿Asesino o qué? —habló Jungkook.

—No te pases de listo conmigo, Jeon. —Jungkook rodó los ojos, riendo. —¿Para qué mierda me quieren?

Hoseok miró a Jungkook y le hizo una seña para que este se fuera.

—Yo no debería enseñarte esto, pero es mejor que lo arregles antes de que salga de control. —dijo Hoseok, sacando su teléfono y enseñándole un video.

Al principio del video todo era oscuro, ya que era de noche y estaba grabado desde las oscuras calles. Una persona de cabello rubio caminaba por aquel lugar y vio a dos personas sentadas en una banca. Dos disparos sonaron en el lugar y dos personas murieron esa noche. Yoongi no le encontraba lo extraño, cuando el video acabó.

—Es Jimin y mira lo que hizo con los cuerpos. —Hoseok le enseñó una imagen.

Yoongi captó la turbia imagen de los cuerpos descuartizados formando las letras "M. Y" , Yoongi abrió los ojos.

—Sí que está enfermo, mi pequeño. —sonrió Yoongi.

Hoseok pasaba las fotos para enseñarle más de Jimin, pero se topó con un video que Hoseok no tenía que mostrar y mucho menos debía tener.

—¿Qué es eso, Hoseok? —preguntó Yoongi.

—Nada. —Hoseok se alejó un poco de Yoongi.

Yoongi le lanzó una sonrisa torcida.

—O me enseñas o... —miró hacia afuera.

—Tus amenazas no me servirán.

—¿Ah no? ¿Quieres apostar? —rio Yoongi. —¿Quieres que le diga que te andas viendo con Jennie? Y no para hablar, hermanito.

—Cállate, Min.

—Aww, Hoseok. Se ve que te traen loquito esos dos. —rio. —¿Dónde mierda está lo que te enseñé, imbécil? —Yoongi se le acercó y cogió a Hoseok por el cuello. —Enséñame el maldito video.

—Si te lo enseño lo matarás, Yoongi. —le dijo, tratando de luchar.

—Sería mejor, ¿No? —le sonrió.

Hoseok le entregó el teléfono y Yoongi lo soltó. Lo vio de reojo y abrió el video.

Apretó con fuerza el teléfono al ver el video de Taehyung torturando a Jimin y luego cogiendo con él. Yoongi se llenó de tanta ira y que dejó caer el teléfono al suelo con rabia. Yoongi iba a salir de ahí, pero Hoseok lo agarró de la muñeca.

—No vayas a cometer una locura, Min. —Yoongi le regaló una sonrisa torcida.

—No es mi hermano, Hoseok. —le dijo. —Cuídate.

Yoongi se soltó del agarre de Hoseok y salió de la habitación encontrándose con Jungkook, quien había estado escuchando todo.

—¿Necesitas ayuda, Min? —dijo Jungkook, mirando de reojo a Hoseok.

Yoongi lo cogió del brazo lo jaló afuera de la cabaña.

—¡Los dos están cometiendo una maldita locura! —le gritó Hoseok, al ver que se alejaban de la casa. —¡Jungkook!

Jungkook levantó la mano enseñándole el dedo medio a Hoseok.

—Maldito... —caminó al auto y trató de abrir la puerta, pero las llaves estaban a adentro. —¡Mierda! —gritó, golpeando al cristal.

Yoongi entró a Jungkook en el auto y luego se subió a su lado. Encendió el motor del auto y pisó el acelerador para irse de aquel lugar.

—¿Qué harás, Min? —preguntó Jungkook un poco nervioso, al sentir la mano de Yoongi acariciando su pierna.

—Lo mismo que ellos, pero sin video. —le sonrió y deslizó su mano hacia arriba al pantalón de Jungkook.

—Me estás usando para desquitar tu enojo, imbécil. —dijo Jungkook.

—¿Y crees que Hoseok no te utilizó, Jeon? —rio Yoongi, desabrochando el pantalón de Jungkook. —¿Quieres sentir que es el verdadero pecado? Solo quédate callado y disfruta. —metió una mano en su pantalón, haciendo que Jungkook jadeara.

—¿Cuándo empieza el daño? —preguntó entre jadeos, mientras Yoongi lo masturbaba.

—Deja que lleguemos a mi casa, niño. —dijo Yoongi.


































































—Atrapa. —dijo Jimin lanzándole la cabeza de la mujer que habían mutilado.

Taehyung la recibió y le metió en la bolsa negra de basura, mientras la acomodaba con las otras dos cabezas.

Los dos se encontraban en un callejón, con tres cuerpos mutilados y bañados en sangre. Jimin, quien le cortaba la cabeza al tercero, mientras que aun con un poco de vida el hombre se movía.

—Taehyung, agárrale las piernas. —le dijo Jimin.

Taehyung soltó la bolsa y le cogió las piernas al hombre, mientras veía como Jimin cortaba el cuello para despegar la cabeza de el.

—¿Qué harás con las cabezas después? —preguntó Taehyung.

—Coserlas con las otras partes de los cuerpos y hacer que me miren cuando me masturbo. —dijo Jimin, dándole más fuerza al cuchillo y tirando de la cabeza para ser arrancada.

—Cada día tu enfermedad está peor, Park. —dijo Taehyung, dejando las piernas del hombre cuando Jimin ya había arrancado la cabeza. —¿Qué haremos con los cuerpos? —quiso saber.

—O los cortamos y hacemos un lindo mensaje para Min... O simplemente los dejamos aquí y hacemos como si nada. —sonrió Jimin ante la oscuridad.

—Me voy por la segunda. Larguémonos de aquí, necesito darme una buena ducha para quitar esta sangre que no es mía. —Jimin guardó la cabeza en la bolsa y se acercó a Taehyung.

Se mordió el labio inferior y le abrió los botones de la camisa. Le pasó su mano llena de sangre y pintó un corazón en el pecho de Taehyung.

—Yo creo que te vez muy bien, Kim... —le susurró muy cerca de sus labios.

—Vamos a casa, Jimin... —le dijo Taehyung con voz seductora.

—Lleva esto al auto, tengo que hacer algo antes. —Taehyung asintió y cogió la bolsa de basura con las cabezas adentro.

Se alejó de Jimin y caminó hacia el auto. Jimin al verlo tan lejos, sentó los cuerpos de tal manera que todos estuvieran juntos. Con sus manos tocó los cuellos mutilados de las personas, manchando en sus palmas y se dispuso a dibujar en la pared. Hizo en grande una M y una Y. Tal vez quería incriminar a Yoongi o solamente quería llamar la atención de Yoongi.

—¡Vamos, Jimin! —le gritó Taehyung desde el auto.

Jimin sacó su teléfono y sacó una fotografía del escenario más "hermoso" que armó para Yoongi. Le dio enviar. Corrió hacia el auto y se subió al lado del copiloto. Taehyung pisó el acelerador con dirección a su casa.

En el trayecto, Jimin se encontraba mirando la oscura noche con una sonrisa tachada en sus labios.

—¿Qué harás cuando Yoongi nos encuentre? —preguntó Taehyung al volante.

—Yo no tengo nada de qué preocuparme, por otro lado, tú sí. —rio Jimin. —Yo no fui el que engañó a su hermano con su juguete que prohíbe tocar. Su pelea será fantástica.

—Te gusta ver a todos mal, Park. ¿Qué te hicieron?

—Nacieron ustedes, imbécil. Eso hicieron. —dijo Jimin.

Taehyung pisó el acelerador, haciendo que Jimin lo mirara con una sonrisa perversa en sus labios.

—¿Quieres asustarme, Tae? —dijo Jimin.

—¿Por qué lo haría, bebé? ¿A caso te da miedo la adrenalina? —dijo Taehyung sonriendo, mientras se mordía el labio inferior.

—No juegues conmigo, Taehyung. —dijo Jimin, poniéndole su mano manchada de sangre en la pierna a Taehyung.

—¿Qué? ¿Ahora me dirás que "no soy agradable cuando me enojo"? —se burló Taehyung.

—No te metas conmigo, Kim.

—Estoy jugando contigo, Park.

—Entonces apresúrate en llegar a casa, estoy ansioso. —Taehyung le guiñó el ojo.

Luego de unos minutos, ya habían llegado a su apartamento el cual compartían. Se bajaron del auto. Taehyung cargaba la bolsa negra de basura e iba detrás de Jimin, mientras subían las escaleras hacia el segundo piso. Jimin sacó el manojo de llaves para abrir la puerta, pero para su sorpresa esta ya estaba abierta. Taehyung miró a Jimin y el ultimo mencionado empujó la puerta, sacando el arma de su pantalón. La cargó y apuntó con ella, mientras entraban a su apartamento.

Jimin se mordió el labio inferior, cuando los dos se introdujeron en la oscuridad de la casa. Jimin encontró el interruptor palmeando en la pared, y lo encendió dándose cuenta de su hermano atado a la pared con varios cuchillos a su alrededor, mientras que a su lado estaba escrito la frase con tinta roja "¿Quieres jugar?"

Taehyung sorprendido fue acercarse a Jungkook, pero Jimin lo detuvo.

—Es un maldito plan... —susurró.

Jimin se acercó poco a poco al cuerpo de Jungkook y lo tocó. Pero en ese momento, Jungkook le pegó con el rostro con el pie, haciendo que Jimin cayera el suelo.

—Sabía que era un maldito truco. —dijo Jimin, levantándose del suelo mientras apartaba pequeños cabellos de su frente. —¿Qué te traes, Jeon?

Jungkook quitó los cuchillos de encima y se apartó de la pared.

—Solo quería darles la sorpresa, amigos. —sonrió este.

Taehyung quien lo observaba con el ceño fruncido, desconfiaba de aquella sonrisa de Jungkook.

—¿A qué vienes, hermanito? —preguntó Jimin.

—¿Yo? Ah, bueno. Solo quiero pasar la noche aquí, ¿Puedo? —preguntó Jungkook, caminando hacia los muebles y sentándose.

—¿Por qué? ¿Hoseok te echó de casa, cariño? —esta vez habló Taehyung.

Jungkook lo ignoró y miró a Jimin.

—¿Entonces? ¿Puedo quedarme, hermanito? —Jungkook se quitó la camisa.

—¿Qué te traes, Jeon? —preguntó Jimin, guardándose el arma.

Jungkook bufó y rodó los ojos.

—Nada, hermanito. Solo quiero pasar tiempo con ustedes, ¿Saben? No los he visto hace tres meses. ¿Qué es de sus vidas? Estuve viendo mucho las noticias. —rio Jungkook. —Hay dos tipos muy solicitados en estos días.

Jimin le sonrió y miró a Taehyung.

—¿Cuándo regresas a los Ángeles? —preguntó Jimin.

—¿Ya quieres que me vaya, hermanito? —hizo puchero. —Me iré pronto, ya verás. Por ahora, solo necesito una cama donde dormir.

Jimin cerró la puerta del apartamento.

—Bueno, tenemos una habitación de sobra. Acomódate de en ella. —dijo Jimin, mientras caminaba hacia el pasillo y se acercaba al baño para darse una ducha. —Taehyung, llévalo a ella.

Jungkook se levantó del mueble y vio la bolsa negra tirada en el suelo.

—¿Qué es esto? —fue abrirla, pero Taehyung le cogió la muñeca con fuerza.

—Nada y sígueme. —le dijo Taehyung, dándose la vuelta para que él lo siguiera por el pasillo.

Jungkook sonrió de lado al verlo así y lo siguió. Pasaron por el pasillo y Taehyung le abrió la puerta de la izquierda que daba con el baño.

—Es esta. Ponte cómodo, iré a darme una ducha. —le dijo Taehyung, girándose y caminando hacia la puerta del baño.

—¿No preferirías mi sangre encima de ti que la sangre de otros? —Taehyung frenó y miró por encima de su hombro.

—No sabes de que hablas, Jeon.

—Oh, sí. Claro que sí, Taehyung. —se acercó por detrás y depositó un beso en su cuello. —Sé de lo que estoy hablando.... —rio. —Disfruta tu ducha, amigo.

Jungkook se giró y entró a la habitación. Taehyung empujó su lengua dentro de su mejilla sonriendo al saber que Jungkook lo había llamado "amigo." Negando, entró a la ducha y se desnudó para bañarse y quitarse la sangre de encima.



















































Bueno, veamos si alcanzo con los 3 capítulos <3

1/?








































[Smap]

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro