Los meses pasaron volando y por fin habíamos llegado al día de nuestra boda. 

Yo estaba bastante angustiado por todo, sentía que algo saldría mal y me negaba a aceptar eso, hoy debía ser perfecto para cerrar de una vez por todas esas etapas de crisis, por fin seríamos felices y no había nadie que pudiera impedirlo

—¿Es en serio que incluso en tu boda llevarás ese gorro?.— preguntó Rubius entrando a la habitación donde estaba 

—Es mi distintivo.— recordé —Además me ayuda a no despeinarme, ¿acaso quieres que en las fotos salga con las greñas desordenadas?.—

Él solo me miró mal pero me abrazó dándome algunas palmadas en la espalda, parecía estar igual de efusivo que yo

—No puedo creer que esté a punto de entregarte a mi hermanita en el altar.— dijo al separarse —Todo esto me parece una locura, en plan.. antes ni siquiera se me hubiera cruzado por la cabeza que ustedes pudieran casarse.—

—La vida da muchas vueltas cuñadito.— me burlé —Por cierto, ¿Sabes si Kiki ya está lista?.—

Yo no podía esperar para verla con el vestido que había elegido, aunque sabía que tenía que esperar hasta verla en la iglesia. Desde temprano se había ido a casa de Luzu para que Lana la ayudara a tranquilizarse, incluso Irina se había marchado para acompañarla, sabía que estando con ellas estaría mas calmada pero ahora el nervioso era yo

—La última vez que Irina llamó me contó que ya las estaban maquillando, es probable que debamos irnos ya a la iglesia.— contó —También mencionó que a Kiki casi no le cerraba el vestido, hicieron un gran esfuerzo.—

—No es su culpa, ayer estábamos ansiosos así que la llevé a comer a un buffet y comió bastante, supongo que es por eso.— teoricé

—No seas cabrón, cualquiera sabe que las novias cuidan todos esos aspectos días antes de la boda para evitar imprevistos así pero aún sin importar eso la llevaste a un buffet.— me regañó

—No lo pensé y creo que ella tampoco.— dije mientras salíamos del apartamento 

Bajamos por el ascensor y salimos del edificio hasta subir a mi auto, me sentía muy formal, era incluso raro estar así. 

Estaba a punto de reafirmar mi amor por Kiki frente a todas las personas cercanas a nosotros, tenía algo de pánico por no poder llenar las expectativas de los demás, sabía que sería solo nuestro momento pero tendríamos muchas miradas sobre nosotros... No entendía porqué pero de repente empecé a sentir nauseas así que recargué mi cabeza un momento en el volante

—¿Quieres que conduzca?.— preguntó Rubius al ver que yo ni siquiera encendía el auto

—No, puedo hacerlo.— dije buscando mis llaves pero no las tenía —Creo que las olvidé, iré a ver.—

Antes de que pudiera bajar me detuvo y me mostró las llaves que unos instantes antes había dejado en un portavasos del auto

—Espabila.— pidió —Estas a punto de casarte, debes estar totalmente concentrado.—

—Lo sé, solo me dio un poco de pánico pero sé que se me pasará al ver a Kiki, solo tengo que aguantar un poco.— dije tomando las llaves y arrancando por fin, escuché que se burló

No era la primera vez que sentía nauseas estos días, eran momentáneas y tenía claro que si seguía así después de la boda tendría que ir al doctor. 

La iglesia estaba relativamente cerca así que durante el corto trayecto solo escuché como Rubius me contaba de nuevas colaboraciones y proyectos que tenía, últimamente no podíamos coincidir porque cada uno tenía sus proyectos pero aún así pensábamos poner una fecha para una pequeña colaboración

Cuando llegamos estacioné el auto y bajamos, caminamos para entrar a un pequeño jardín que estaba en la entrada de la iglesia y  era sorprendente como incluso había parte de nuestros amigos que habían llegado antes que yo, simplemente nos acercábamos a saludar. 

Pasaron algunos minutos hasta que vi llegar a Luzu, esa era señal de que Kiki también había llegado así que debíamos entrar por fin a la iglesia para ponernos en nuestros lugares 

—No puedo creer que los críos se vayan a casar.— me saludó con un corto abrazo —Mucha suerte quacks.—

—Gracias.— le sonreí y ambos empezamos a caminar hasta entrar a la iglesia

Todos estaban tomando un lugar mientras yo simplemente fuí hasta el altar para esperar a la novia

Los minutos empezaron a pasar hasta que la típica música sonó, las puertas se abrieron y pude ver a Kiki entrando, iba tomada de la mano de Rubius pero antes que ellos venía Oli tirando algunos pétalos de flores, todos miraban con ternura a aquel pequeño mientras yo no podía alejar mi mirada de Kiki que tenía una gran sonrisa que iluminaba todo el lugar.

Cuando llegaron Rubius me entregó la mano de Kiki para que la tomara

—Te estoy entregando a mi mayor tesoro, si le pasa algo te mato.— amenazó y Kiki lo miró mal

Se fue a sentar junto a Dream que estaba en la primera fila, él había estado molesto estos días porque se eligió que solo Rubius llevara a Kiki al altar pero cuando vio a su hermana entrar, aquella mueca de disgusto se había ido por completo.

La ceremonia había empezado y yo simplemente no escuchaba nada de lo que decía el sacerdote, simplemente no podía dejar de ver lo hermosa que se veía Kiki hoy, jamás hubiera pensado que estaría cometiendo una cursilería tan grande como casarme en una iglesia frente a todos mis amigos y menos siendo tan inexperto.. pero con solo saber que todo esto sería por pasar i vida con ella todas mis dudas se habían marchado 

—Te ves muy guapo.— susurró Kiki y sonreí 

—Yo te podría decir lo mismo pero creo que cualquier palabra se quedaría corta.— susurré también

No había duda que en este día ella se veía más hermosa que las otras veces, tenía un aura que la rodeaba y un brillo muy especial en sus ojos, tenía un vestido de novia bastante bonito y un velo que quedaba perfecto en su cabello.

Durante la ceremonia pasaron nuestros padrinos; Karl como el de los anillos, ElMariana como el de las arras y finalmente Lana y Luzu como los padrinos de lazo. Sin duda eran los mejores que podríamos haber elegido aunque Kiki había pasado días intentando crear más categorías para elegir más padrinos, hasta que le dijeron que así no funcionaba esto 

—Señor Alex Maldonado, ¿acepta usted como esposa a la señorita _____ Doblas, para amarla y respetarla, en la salud y la enfermedad, la riqueza y la pobreza, hasta que la muerte los separe?.— cuestionó el padre 

—Acepto.— sonreí sin siquiera dudarlo

—¿Y usted señorita Doblas?.— cuestionó el padre mirándola —¿Acepta usted al señor Maldonado, para amarlo y respetarlo, en la salud y la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, hasta que la muerte los separe?.—

—Acepto.— exclamó con aquel tono lleno de emoción

—Si hay alguien que se oponga a esta unión que hable ahora o calle para siempre.— habló 

Justo en ese momento pude visualizar a Wilbur entrando a la iglesia pero rápidamente tomó asiento junto a Sapnap, George y Karl, pude ver que este último simplemente le dio palmadas en la espalda como para apoyarlo

—Que lo que ha unido dios el hombre no lo separe.— exclamó —Puede besar a la novia.—

Sonreí y me acerqué para besar a mi esposa, de fondo se escuchaban los gritos y aplausos de todos nuestros invitados. Sin duda este era el cierre perfecto para todas las locuras que había vivido a su lado.

Tomé su mano y salimos corriendo de aquella iglesia, en el pequeño jardín que había afuera ya estaban la mayoría listos para aventarnos el típico arroz que siempre se avienta después de una boda. Nosotros pasamos en medio de todos ellos escuchando como nos felicitaban.

Llegamos a mi auto, pero antes de entrar ella se giró hacia donde estaban nuestros invitados 

—Familia y amigos, gracias por venir a este día tan especial para nosotros.— agradeció tan linda y tierna como siempre —Yo solo tengo un anuncio que dar...—

Pude ver que con sus manos me hizo la señal de que me metiera al auto así que así lo hice, igual bajé la ventana para escuchar lo que decía

—Estoy embarazada.— dijo haciendo que yo más que nadie quedara en shock —¡Nos vemos en la fiesta!.— 

Y sin más se metió al auto, podía ver como muchos empezaban a celebrar pero Rubius se acercó rápidamente

—Arranca.— pidió y así lo hice, ambos reímos al saber la confusión que todos debían estar sintiendo ahora 

Mientras conducía por parte de la ciudad con mi esposa y su gran vestido de novia por fin recordé lo que había dicho así que frené de inmediato

—Espérate.— dije —¿Vamos a ser papás?.—

Ella simplemente asintió mientras sonreía, quizás no era una buena de manera de enterarme estando en un auto en medio del tráfico pero sin duda podría recordarlo como el mejor momento de mi vida 

—El pato y la galla van a tener un pollito.— dijo tiernamente y ví como sus ojos se llenaron de lagrimas —Y será lo más hermoso de este universo.—

Asentí dándole la razón en eso aunque no quería que le dijera pollito, sonaba mas bonito patito. 

Sería difícil pero creo que podríamos lograr tener un hogar totalmente funcional, ambos nos complementábamos tan bien que no me sorprendería que fuéramos la mejor familia de todos los tiempos.

A partir de ahora la vida no sería tan sencilla pero ¿Qué importaba?, mientras fuera divertida estaríamos bien, después de todo teníamos toda una vida por delante para amarnos y amar todo lo que surgiera de nuestra relación. Sabía que mientras Kiki estuviera feliz yo también lo estaría y así sería por siempre