—¿Qué haces aquí?.— pregunté acercándome más, ella parecía inmóvil —¿Dónde estuviste todo este tiempo? ¿Por qué te fuiste?.—

Kiki se avalanzó sobre mí y me abrazó fuertemente, yo de inmediato correspondí, era justamente lo que necesitaba

—Los dejó solos, me prepararé para mí siguiente canción.— escuché a Wilbur pero ninguno se separó del abrazo

Cuando estuvimos solos me alejé un poco para ver su rostro, había empezado a llorar así que simplemente limpié sus lágrimas con mi pulgar

—Lo siento, lo siento, lo siento.— repitió mientras lloraba

Se aferró de nuevo a mí, yo no podía hacer más que acariciar su cabeza

—Tenemos que hablar de muchas cosas.— intenté sonar fuerte aunque todas mis emociones me estaban destrozando por dentro

Por fin se separó del abrazo y me miró, negó rápidamente

—Tengo que ir a la galería, es una historia muy larga.— dijo limpiando su cara y respirando profundo para calmarse —Nos vemos después y te contaré todo.—

Estuvo a punto de alejarse pero tomé su brazo

—Te acompaño.— exclamé

—Viniste a ver a Wilbur, es una gran presentación para él.— recordó —Debes quedarte.—

Aunque sonara mal ahora solo me importaba Kiki y saber cómo habíamos llegado hasta esto

—No te dejaré ir hasta saber lo que pasó, éramos felices y sin aviso me dejaste.— hablé y ella bajó la mirada —Creo que es lo mínimo que merezco.—

Ella pareció pensarlo unos segundos pero después asintió. Solté su brazo y por un instante tuve la necesidad de tomar su mano, negué internamente para no hacer esto más incómodo

Salimos de ahí y caminamos por la fría noche, después de todo la supuesta galería estaba a unos metros

Tenía bastantes preguntas y sabía que debía empezar a hacerlas pero no sabía por dónde empezar

—¿Por qué?.— pregunté mirándola

—¿Por qué qué?.— cuestionó sin siquiera mirarme —¿Por qué me fuí?.—

—Si.— suspiré —¿Por qué te fuiste? ¿Por qué estás aquí ahora? ¿Por qué con Wilbur?.—

—Son muchas preguntas.— murmuró bajando la mirada —La empresa me transfirió a Miami, después me dieron la oportunidad de ser una dibujante independiente y terminé trabajando en una una compañía de artistas aquí, en esa compañía conocí a Wilbur, el manager de su banda trabaja ahí.—

—¿Por qué no me dijiste?.— cuestioné ahora —Pudimos seguir juntos, yo te hubiera acompañado a cualquier lugar; sin importar que fuera Miami, Los Ángeles, incluso te hubiera seguido hasta China.—

Escuché que rió levemente pero yo lo estaba diciendo en serio

—No quería seguir atandote.— dijo y por fin me miró —Las redes están llenas de gente que habla tonterías, todos decían que yo era un impedimento para tí y tenían razón. Por mí te habías mudado a Monterrey, por mí te distanciaste de Rubén, de Karl y hasta de Tina, por mí cambiaste todos tus horarios y todo lo que conocías.—

—Habías dicho que no harías más caso a los comentarios de las redes.— recordé pero ella rió de nuevo

—Toleré todo por tí, sabía que mientras tú estuvieras conmigo la opinión de los demás no importaría.— suspiró —O eso pensé hasta que escuché que Tina dijo lo mismo que todos los haters, Juan y sus amigos hacían bromas al respecto, todo se volvió una bola de nieve que empezaba a crecer lentamente..—

—Yo jamás me dí cuenta de eso.— me detuve y ella también —Si estabas teniendo una crisis pudiste hablarlo conmigo en lugar de escapar.—

—No era una simple crisis.— su tono de voz empezó a alterarse —Comentarios, videos, incluso dibujos horrorosos de mí en cualquier situación denigrante, todo eso fué alimentado por los demás pero al parecer tú no lo viste.—

Tomé el valor para tomar su mano, ella parecía aguantar las lágrimas

—Perdón.— exclamé —Quizás estuve enfocado en otras cosas y no noté que tú estabas sufriendo, siempre sentí que te conocía lo suficiente para notar tus emociones pero esa vez no lo hice.—

Kiki simplemente apretó mi mano

—No es tu culpa.— aclaró —Me quebré y aproveché que me transfirieron para intentar huir.—

Empezamos a caminar de nuevo pero sin soltar nuestras manos, yo me esforzaba por pensar que todo era como antes pero simplemente no podía

—Pensé que no te vería de nuevo.— hablé —Me sentí horrible durante cuatro meses sin saber dónde estabas.—

—Quizás ahora entiendas como se sintió Rubén cuando me sacaste de su casa por primera vez.— dijo y ambos reímos, era bueno regresar al pasado

Hubo nuevamente un silencio algo incómodo

—Si te soy sincera pensé que avanzarías y me olvidarías.— confesó

Llegamos a aquella galería así que nos detuvimos

—¿Por qué díablos pensaste eso?.— pregunté y ella me soltó

—Dejaste de prender stream, abandonaste las redes y no respondiste las cartas.— respondió

La miré confundido, ¿de qué cartas estaba hablando?

—Como sea, debo entrar a la galería.— dijo pero nuevamente tomé su brazo

—¿De qué cartas hablabas?.— cuestioné

—Cerraste tus cuentas y en mi viaje perdí mi celular, no tenía como contactarte sin que los demás se enteraran que estaba aquí.— contó —Desde que llegué escribí cartas para liberarme y contarte lo que me pasaba, escribí dos por cada mes y las mandé a monterrey.—

Me quedé pasmado, ¿cómo era que no había recibido nada?

—Nunca respondiste, pensé lo peor e intenté acomodar mi vida sin tí.— rió pero yo sentí una punzada —Ahora sí me voy, espero volverte a ver pronto.—

Besó mi mejilla y se adentró a la exposición, yo simplemente seguía pensando: ¿por qué las cartas no habían llegado?