❪𝗲𝗽𝗶𝗹𝗼𝗴𝘂𝗲❫ ; 𝗯𝗹𝘂𝗲 𝗲𝘆𝗲𝘀.
❪BE HERO ;; BNHA❫
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EPÍLOGO:
OJOS AZULES
❛lazos❜
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©Shanxlabyx
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SUS PASOS RESONABAN EN EL LARGO PASILLO de paredes blancas, su mirada se veía atenta y a su vez perdida conforme avanzaba. Sus secuaces lo seguían de cerca siendo también seguidos por otros dos que eran ajenos a él, pero al mismo tiempo estaban bajo sus órdenes; Iyassu y Areri eran los que iban allí, siguiendo a Asahi Kaito.
—Nos alegra tenerlo una vez más aquí, Asahi-sama. —dijo uno de los tipos que parecía guiarlo por aquel lugar, su rostro era cubierto por una peculiar máscara al igual que su compañero—. Pero, ¿por qué vino?
—¿Quieres averiguarlo? —Iyassu le cuestiona con cierta maliciosa, sonriendo de lado. El contrario inmediatamente se tensó.
—Iyassu. —habla Kaito de manera seria haciendo que el aludido siguiera sonriéndole al contrario para enderezarse y dejar de intimidarlo.
❛De verdad ellos dan miedo...❜ pensaba el que anteriormente fue aterrorizado por la simple amenaza de Iyassu, agregando que de por sí ese trío de personas juntas tenía una aura muy pesada, a simple vista se veían intimidantes. Miró hacia la única mujer presente quien mantenía su mirada apacible hacia enfrente, un pequeño sonrojo apareció en sus mejillas por la belleza que dicha mujer desprendía, aunque eso no quitaba que era intimidante igual que su jefe y su compañero. ❛Al menos Areri-chan es agradable a la vista, de cierta manera...❜
Continuaron avanzando por dicho pasillo, en espera de llegar a su destino; los que eran trabajadores y secuaces del dueño del lugar no evitaban mirar de reojo hacia la dirección del qué podría ser lo más cercano a un cabecilla de allí debido a la influencia y a su vez relación de cierta forma «estrecha» con su jefe desde hace ya varios años, donde hicieron una pequeña «alianza» que se convirtió en algo más grande y largo, siendo esa razón la que lo tenía en aquel lugar, y no sólo a él, si no también a sus dos trabajadores y que se consideraban sus más fieles seguidores, teniendo uno de los rangos más altos en su propia «organización».
No tardaron en llegar a su destino donde era una gran puerta las cuales los ajenos a ellos abrieron en señal de sumisión y a su vez educación al conoció como Asahi Kaito, quien se dió a ver para la persona que parecía esperarlo en aquel lugar, dirigiendo sus ojos casi al instante hacia su dirección.
—Al fin llegaste, Asahi. —había dicho con un poco de aburrimiento el joven mientras se enderezaba, cruzando sus brazos.
—Agradece que vine personalmente, estoy muy ocupado. —dice el de orbes azulados y apagados, teniendo un pequeño atisbo de molestia. El contrario entrecerró sus ojos con un poco de fastidio y bufó debajo de la mascarilla.
—¿Al menos lo trajiste?
—Areri. —habla una vez más el considerado Yakuza en un tono serio y de orden haciendo que la aludida asistiera y se acercará hacia el de orbes dorados, extendiéndole lo que parecía ser un tipo de portafolio especial.
Overhaul lo tomó y colocó en la mesa que tenía al lado para poder abrirlo luego de presionar dos botones que estaban justo en la abertura del portafolio, que encendió un pequeña luz roja a un lado y se abrió, sus ojos deslumbraron un frasco mediano con un líquido rojizo de un tono un tanto oscuro. Los que eran sus propios trabajadores mostraron curiosidad por aquel objeto que su jefe había tomado en una de sus manos y lo observó de cerca con detenimiento.
—¿Sólo esto? —cuestiona él mientras miraba atentamente el líquido rojizo dentro, agitó este mismo y por un microsegundo emitió un color más vivo junto con unas zonas doradas, como si por un segundo se volvía el mismo magma.
—Hasta ahora sólo se ha podido recoger eso, Overhaul-sama. —habla ahora Areri al ser la que había tomado aquel líquido rojizo—. El plan era que al tenerla una vez más, se traería directamente con usted y pueda tomar la sangre que necesite. Pero creo que es claro cual es el resultado referente a...
—Se llevaron a Meinu los desgraciados de la U.A.. —vocifera Iyassu con un tono enrabiado al igual que su sonrisa, interrumpiendo inmediatamente a la pelivioleta.
El chico se quedó en silencio ante la información, mirando de reojo hacia Asahi por unos segundos para volver a dejar su atención en la sangre que estaba en aquel frasco especial que resistía ese tipo en particular, volviendo a agitarlo un poco en donde volvió a tener aquella reacción de fuego, sobre todo viniendo de la dueña de dicha sangre; Tsubomi Hatsulin, quien debido a las propiedades de su quirk aquel líquido vital tomaba aquella peculiaridad, y sólo era un pequeño vistazo de lo que podía hacer. Suspiró con profundidad y la dejó en el mismo compartimiento en donde vino mientras aún estaban presente dos de sus secuaces junto con su socio y dos de sus trabajadores quienes se mantenían en silencio, cada uno con su propia expresión mientras Asahi Kaito continuaba con su cara apática.
—Por ahora es suficiente. Al menos aún hay suficientes muestras anteriores, se podrá usarlo aún con las otras. —su tono de voz se vuelve un poco analítico mientras miraba a una persona en particular que había sido llevada a aquel lugar, alzando la mirada hacia el ojiazul de mirada muerta quien le provocó un poco de tensión y luego ver hacia Overhaul con temor—. Ya podemos continuar con el trabajo, Eri.
MANTENÍA SU MIRADA ENTRECERRADA EN ALGUNA parte del techo viejo de aquel lugar mientras continuaba pensando en cuál sería la contraseña de aquel teléfono de carcasa blanca con un montón de stickers, incluso teniendo las iniciales en una esquina de «R.Y» en color azul, que parecía ser una clase de firma vieja al verse algo deteriorada y a su vez un poco borrosa por el tiempo que habrá pasado, aunque no eran las únicas iniciales, también se veían las «S.H» en color morado junto con unas iniciales que parecían ser más recientes, imaginándose quien podría ser por las dos letras que habían, en color rojo.
«—¿Para qué mierda quieres que coloque mis iniciales en tu teléfono?
—Llevo media hora tratando de que lo hagas, Bakugō-kun, ¡no es nada del otro mundo!
El rubio frunció el ceño por la insistencia de la pelirroja de orbes azules quien se había sentado en el puesto de adelante y girado hacia atrás para poder estar frente a frente a su escritorio. Miró hacia al plumón de color rojo que le había puesto en la mesa de la nada diciendo las palabras «¡coloca tus iniciales aquí!», la verdad no entendía por qué quería precisamente que él lo hiciera, siendo algo más que sencillo de hacer al sólo colocar la B de su apellido y la K de su nombre. La verdad nunca la entendería nunca.
Alzó sus orbes rojizos hacia ella notando la gran atención con la que lo miraba con sus grandes ojos azules, teniendo aquel singular tono brilloso en ellos. Sus mejillas se sonrojaron con ligereza por tener su atención y chasqueó la lengua, bufando luego para tomar con cierta brusquedad el plumón rojo y tomar su teléfono, dándole la vuelta. Hatsulin no tardó en iluminarse y sonreír, pareciendo un cachorro al ver a su dueño darle un premio.
Katsuki se quedó mirando unos segundos lo detallado que era la cárcasa dándose de cuenta que al parecer no fue al único a quien le pidió lo mismo, distinguiendo y dándose de cuenta que la «S.H.» era Shinsō Hitōshi, pero no sabía de quién sería el «R.Y.», pareciendo que era una firma vieja al ver cómo ya estaba descolorido, indicando el tiempo que ya habría pasado. Decidió no darle más vueltas al asunto y destapó el plumón para escribir rápidamente sus iniciales «B.K.».
—Sigo sin saber porque rayos quieres que haga esto. —se quejó con una mueca, tapando el plumón para que no se seque y dándole devuelta el telefono.
—¡Recuerdos! —suelta Hatsulin de manera entusiasmada mientras sostenía su telefono con sus dos manos, teniendo brillitos a su alrededor. El chico se quedó mirándola con cara incredula, alzando una de sus cejas.
—En algún momento cambiaras de cárcasa o se te dañará. Ni idea de porque quieres eso.
—Llevó desde secundaria con ella, ¡es muy resistente! —agita su telefono señalando con su dedo la zona en donde estaban las desconocidas iniciales que parecían de días o quizás más, Bakugō se desconcertó más—. Esta firma de aquí es de cuando estaba en secundaria, hace casi tres años.
—¿Y por qué no lo cambias?
—¡Por qué tiene recuerdos!
Bakugō se quedó en silencio por las palabras de la pelirroja, frunció el ceño y negó con su cabeza sin entender la importancia que le daba a una carcasa de teléfono cualquiera, siendo él que la cambiaba cada cierto tiempo, le parecía extraño que desde el ciclo escolar anterior, pero no dijo nada. Sólo observó en silencio como ella parecía sonreír más de lo normal y verse fascinada por tener su firma, la imagen de alguna manera lo hizo suavizar un poco su mirada.
—¿Y a los demás tontos los vas a hacer firmar? —cuestiona mientras cruzaba sus brazos por sobre la mesa, mirando atención como la pelirroja admiraba su teléfono, luego sonriéndole con satisfacción.
—Tal vez después. Ahora están ocupados. —mira hacia donde estaban sus compañeros jugando Uno—. ¡Me conformo contigo!
Katsuki alzó sus cejas y mostró cierta sorpresa por sus palabras viendo cómo se levantaba cuando la llamaron para jugar con los demás, yendo bastante contenta. Se quedó en silencio mientras la miraba desde su lugar y luego suavizó un poco su mirada, bufando.»
—Tonterías de adolescentes...
El de cabellera oscura rodeó un poco los ojos una vez vio que las iniciales de «B.K.» había un corazón dibujado a un lado, imaginándose un poco de que se trataba. Simplemente volvió a girar el teléfono para mirar una vez más la pantalla y poder encenderla, viendo la fotografía de selfie donde salía Tsubomi Hatsulin junto con aquel gran y blanquecino Husky siberiano de nombre Yuu quien jadeaba y parecía estar sonriendo junto con su dueña. Miró dicha foto con desinterés y deslizó el pulgar hacia arriba sobre la pantalla, observando que estaba bloqueado. Golpeó su dedo índice con el borde tratando de pensar cuál sería la contraseña que le permitiría entrar a la información del teléfono.
Hizo una mueca aún con una mirada un poco aburrida, se recostó en la silla y la reclinó, mirando hacia el techo pensando una y otra vez. Alzó el celular a la altura de rostro siendo lo único que iluminaba el lugar, achinando un poco sus ojos por la luz repentina contra sus pupilas, tratando de pensar en cuál podría ser la contraseña, siendo algo escrito. Se le vino algo a la cabeza y sacó su propio teléfono para poder hacer una búsqueda rápida en Google; «Héroe fallecido Hoshi».
Gran información salió de aquel difunto héroe que hace ya varios años fue asesinado, observó la página en donde se publicó por primera vez la noticia del asesinato del héroe Hoshi, bajando poco a poco, observando como hablaban del héroe y lo sucedido ese día, deteniendo su nombre en el nombre «Tsubomi Hatsulin» en el trayecto. Llegó al encabezado y observó la fecha donde había muerto el héroe veterano, tomando una vez más el teléfono de Scarlet, comenzando a escribir dicha fecha.
❛2205, que contraseña más...❜ sus ojos observaron como en la pantalla del teléfono se veía ahora el inicio donde estaban un par de aplicaciones, frunció el ceño con cierta burla y sonrió, mostrando un poco de incredulidad mientras comenzaba a vagar en que tantas aplicaciones y lo que podría haber. ❛Que tontería. Cualquiera lo suficientemente inteligente lo averiguaría con facilidad❜
Sin decir nada, fue directamente hacia la galería en donde tenía varios álbumes, viendo uno principalmente de su abuelo fallecido, había uno con sus hermanos, incluso una sola de Yuu. Su mirada decayó en el álbum «Primos❤️🤍» en donde no tardó en meterse, observando diferente fotografías con cierta familia de colores predominantes de blanco y rojo, cosa que sólo acaparó su atención, extendiendo levemente sus párpados al verlos a todos y cada uno; imágenes tomadas de manera desprevenida, selfies, en donde las personas allí miraban a la cámara y sonreían, como el caso de la linda albina de mechones rojizos quien parecía estar en una cocina haciendo el signo de amor y paz, así como ahora un albino quien parecía estar estudiando y alzando el pulgar hacia la cámara sin mirar directamente, teniendo encima a una pelinaranja quien si sonreía directamente al foco.
Todoroki Fuyumi y Todoroki Natsuo, dos de los primos de Tsubomi Hatsulin. Y sin faltar obviamente al más pequeño de los Todoroki, Shōto, con quién parecía tener más fotos, principalmente en la academia U.A.. Pasaba y pasaba diferentes fotografías tanto selfies con el bicolor en el aula, en el comedor, en descansos, en deportes y también con sus trajes de héroes, miraba fijamente hacia el rostro del heterocromatico de mirada seria, aunque de alguna manera al lado de Hatsulin parecía tener una mirada más suave, incluso sonriendo en algunas fotos.
Sus manos emitieron cierto calor, llegando a ser vapor que chocaba contra el material del teléfono, comenzando a verse igual algo de tensión en el agarre a pesar de tener una expresión totalmente seria, llegando a verse desinteresado. Pasó una vez más la fotos ahora viendo otra en donde estaba una alta y bella mujer de cabello rojizo en una selfie junto con Hatsulin, apenas viéndose en el fondo la figura de espaldas de Fuyumi cocinando; Todoroki Eiko era quien estaba ahí, sonriendo con ligereza mientras Hatsu sonreía en grande.
Una pequeño hilo rojizo comenzó a resbalar por su rostro hacia abajo mientras seguía viendo a ambas mujeres de cabello rojizo ver a la cámara con una sonrisa, usó una de sus manos para presionar en el parche de su párpado mientras colocaba una sonrisa aún manteniendo una mirada algo perdida, aún con sus ojos azules fijos en sus rostros.
—Así que de verdad eres igual de bonita que ella, ¿eh? —murmura Dabi cierta amargura.
SE PODÍA SENTIR EL AROMA DULCE DE LOS pasteles así como el ligero y rústico aroma a café recién hecho; aquella cafetería podía considerarse medio llena, no había demasiadas personas pero tampoco habían pocas como para decir que estaba desierto, era una cantidad de clientes bastante decente, viéndose a los meseros ir de vez en cuando de aquí hacia allá para atender o recoger las cosas que dejaban en las mesas.
Era un ambiente tranquilo y hasta exquisito, todos estaban muy a gusto allí con la compañía de otro, a solas o en algún pequeño grupo de adolescentes pasando el rato. No había nada fuera de lo normal.
«—¿Cuando piensas mover el trasero de una vez? ¡Llevo días esperando a que cumplas ese trabajo!»
—Cálmate, sabes que el estrés quita años de vida y da canas. —en una de las tantas mesas del lugar, comentaba un hombre con cierta burla y a su vez diversión, hablando en aquel teléfono que apoyaba contra su oído.
«—Oh, claro. ¿Así como tú que tienes todo el maldito cabello como un anciano por taaanto estrés?»
—A eso se le llama genética, idiota. Sabes muy bien que me veo muy guapo.
«—¡Literalmente si eres un maldito anciano!»
Sonrió de lado al notar la exasperación del contrario al otro lado de la línea, sacándolo de quicio. Y era más que claro que disfrutaba mucho con molestarlo, era su pan de cada día; una joven de quizás veintitantos años le dejó una taza de café junto con un croasant con un poco de apremio por los nervios que le provocaba lo guapo que era dicho hombre de cabellera blanquecino, apenas distinguiendo sus ojos debido a las gafas oscuras que los ocultaba, pero logrando verlos por unos centímetros y llegando a cautivarse. Hizo una tímida reverencia para irse de allí en lo que el albino tomaba la taza por el mango y llevaba para sus labios, bebiendo un poco.
—Tranquilo. Sólo estoy dejando que corra un poco antes de atacar. Sabes muy bien que siempre cumplo con todos esos trabajos. —en el puente de su nariz se deslizó ligeramente las gafas, llegando a verse unas largas pestañas blancas junto con su mirar azulada que veía distraídamente hacia la la laptop que tenía enfrente—. Y espero que no le hayas dado el trabajo a nadie más, es mi recompensa, compañero.
«—Si sigues tardándote, no dudaré en dárselo a alguien más, maldito bufón.»
Rodeó sus azulados ojos sobre su cuencas mientras bebía un poco más del café amargo que la mesera le había traído, tomando el croasant, remojándolo en el café y luego comiendo dicho pesado, bajando en las redes sociales de aquel aparato electrónico que tenía enfrente, aún escuchando las quejas de su «socio» en la línea sobre su retraso debido al trabajo que le había impuesto.
—Yo nunca decepcionó, yo siempre cumplo, Shū-chan. —dice el albino con un tono vago mientras veía en silencio las noticias, hasta fijarse en una que era algo más reciente que las demás, viendo un video adjunto de la pelea de All Might junto con columnas de información, llegando a ver la fotografía de dos adolescentes.
Sus orbes azules se fijaron en la linda y sonriente pelirroja que aparecía en dicha fotografia mientras bebía de su café, manteniendo una mirada entrecerrada y desinteresada. Detalló en completo silencio a la chica junto con la noticia donde se decía «El retiro del héroe All Might, junto con el rescate de los desaparecidos estudiantes de la U.A. Bakugō Katsuki y Tsubomi Hatsulin»; estrechó un poco sus parpados sin mostrar un sentimiento lo suficientemente atrayente o que demostrara en sí alguna emoción.
Y aún así, una sonrisa vacía y algo retorcida se fue formando en sus labios mientras seguía escuchando la voz de su socio al otro del telefono quejándose y ahora exigiéndole que le respondiera y no lo ignorara, pero él hacía justo eso.
—¿Sabías que llame al perro de mi hija parecido a ti? —eso era lo que había dicho Tsubomi Katashi hacia el tal Shū, viendo la fotografia de Tsubomi Hatsulin con su uniforme de la U.A., sonriendo como siempre solía hacerlo.
Si, aquí hay muchas cosas súper importantes. Les dije que de por sí el epílogo era súper importante 👀
¿Y? ¿Que creen de todo esto que sucedió aquí? Puede que sea algo obvio, ¿pero que teorías tienen? Ya deben darse una idea de lo que se vendrá muy pronto.
Hablando del epílogo, son sucesos que no pasan al mismo tiempo, más bien suceden en tiempos diferentes pero con un significado enorme.
El primero ya debieron imaginarselo y era algo obvio; sip, Asahi Kaito trabaja con Overhaul, creo que todos se dieron de cuenta. ¿Recuerdan ese capítulo donde Areri le saco sangre a Hatsu? Pues obviamente era por algo🙊
La segunda escena es algo que ya todos sabrán, pero prefiero quedarme callada hasta que llegue el momento de la verdadera revelación. Deben tener eso también muy en mente, porque será súper importante en el futuro, que poco a poco se está acercando. Y se hablará un poquito en las curiosidades, así que estén atentos💋
Y el último, era algo que esperaba mucho escribir, y ni sé si se acuerdan de Katashi, el papá de Hatsulin, el cual será muy importante para el segundo libro que pronto saldrá a la luz.
No diré más al respecto, porque tienen que esperar a verlo por ustedes mismxs, así que esperen ansiosos, preparen sus palomitas para el segundo libro y compren sus pañuelos, porque este libro no es el peor que verán💪🏻
→S H A N X L A B Y X←
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