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Regla #17.❜

"Regla #17: La duda de un día puede ser el lamento de otro."

- Mis ojos miraban a la distancia, mi diario descansaba sobre mi falda. Era ya invierno y los días habían pasado, aún leía una y otra vez las reglas de SuNoo, como si fueran la prueba de que existían personas a las cuales extrañar. Era enero y las fiestas ya habían pasado, mi familia había viajado para festejarlas fuera de la ciudad, SungHoon había ido con su madre y su padrastro a pasar las vacaciones. En definitiva, desde que empezó el receso de invierno no había visto a ninguno en persona, sólo los mensajes diarios y las palabras bonitas a través de las redes sociales.

Suspire melancólico, podía escuchar en el fondo alguna canción de sin banderas a la distancia. "Habrá cientos de kilómetros" susurre sobre la voz del cantante, pero fue interrumpida por una persona. Al darme la vuelta vi mi primo que se acercaba hasta a mi con dos tazas de algo caliente.

—¿Que haces escuchando música melancólica? Es extraño que no escuches a BTS— Jake intentó bromear conmigo. Wow, mi rostro seguramente estaría hecho un desastre, la última vez que me hablo suave fue cuando lloré al descubrí que Valeria era un robot porque Leo se sentía sólo. Lo más triste que pudo pasar en Grachi.

—Ya termine de escucharlos hace un par de horas— Ya no sabía desde hace cuanto estaba así —¿Que haces aquí? Pensé que saldrían con Tae—

—Si. Por eso te necesito— Asenti, aún no le decía a sus padres. Si seguía saliendo demasiado tiempo con el chico, empezarían a sospechar.

—Dame cinco, después de esta viene la oreja de Van Gogh— Ya había armado la lista de reproducción.

—¿Vas a decirme que te pasa?— Tome un trago del líquido en mi taza ¿Qué es esto? Parece un intento de leche, seguro lo preparo Jake. Le dije que primero va el chocolate y después la leche, no al revés — Riki—

—Extraño a— SungHoon, quise decir pero también a los demás —A los chicos—

Nunca pensé que diría esto, pero ¿Cuando comenzaremos las clases otra vez? Quería volver a esos días antes de que comience el receso, mi diario estaba vacío, así como mi vida antes de conocerlos. Dios mío, eso sonó tan cursi. Necesitaba regresar al Ni-Ki alegre otra vez, el que dice tonterías, el que a la gente le gusta leer y reírse.

El chico se creia escritor profesional.

—Eres un hipócrita— Me soltó de la nada, lo mire con los ojos. Obviamente, no lo voy a mirar con los oídos ¿Los ciegos miran con los oídos? Creo que los murciélagos pueden mirar con los sonidos o algo así, lo vi en animal planet una vez.

Cierto debía responderle algo al chico sentado cerca mío.

—Bueno, gracias—

—Me hiciste toda una charla y me preguntabas cada dos segundos, porque no le decía que si a TaeHyun— Soy lento, pero me perdí en algún momento en el hilo de la conversación ¿Como llegamos a este punto?—Estas pensando en SungHoon—

No, no, no, no. Bueno, si

—¡Si! ¿Y que?— Lo escuché suspirar y una nueva canción empezó, genial me confundí, ahora venía Abel Pintos.

—¿Por que no le dices que si? No puedes esperar a que SungHoon te lo pida durante un concierto de BTS mientras cantan Run — Yo hubiera preferido algo más de mi estilo, como Boy With Luv, pero tenía un punto. No esperaba algo así, pero tampoco algo a la ligera ¿Era mucho pedir?

—Esa canción es vieja y— ¿Esperen un segundo? No, no era pregunta —¿Como conoces esa canción?—

—Lloraste dos semanas enteras cuando entraron al servicio militar, pusiste esa canción miles de veces— Si lo recuerdo, casi muero de deshidratación. Aunque ahora eso ya es parte del pasado. —Volviendo al punto. No puedes esperar a que grandes cosas sucedan, las cosas importantes pasan cuando menos lo piensas— Me sonrió como un hermano, a veces lo sentía como uno.

Caminamos durante un rato por el centro comercial, yo iba como siempre en mi mundo, tarareando alguna canción que escuché en alguna de las tiendas. Sólo me había quedado grabado la melodía, así que no podría buscarla luego por Internet. No creo que Google la encuentre si busco "laralaralara lala". Detrás mío venían TaeHyun y Jake, tomados de las manos y riéndose por algunos chistes. Eran dulces, mi primo podía ser él mismo cuando estaba con el más alto. Yo quería algo como lo que describió Jay, una persona que saque lo mejor de mi y yo lo mejor de él.

Por un segundo crei que me estaba volviendo loco, pensé que mi mente me estaba haciendo una broma. Me giré y miré a mi primo con una notable confusión, a los segundos escuché otra vez la misma voz que momentos antes. Jake también lo escuchó o eso entendí por su rostro. Era la voz de SungHoon, estaba seguro, esa era su risa y la voz que usa siempre cuando le apasiona algo. Ya lo imaginaba como agrandaba sus ojos y su vena se hincha. Mire para todos lados intentando encontrarlo, si dos los escuchábamos lo mismo, era real.

Miré otra vez, en una de las tiendas estaba él junto a sus mejores amigos. Entre los tres miraban algunos productos ahí dentro, parecían discutir algo. Sólo reconocía las voces pero no entendía lo que decían, al cabo de unos segundos SungHoon se rindió. Creo que no encontró lo que estaba buscando y con sus labios haciendo unas muecas, salió de ahí.

Nos miramos a los ojos y le sonreí. Estaba ahí, después de tantos días que parecieron un siglo, estaba parado ahí. El sólo tuvo que abrir los brazos y yo corrí para abrazarlo. Intentó levantarme a los aires, pero mi peso aumento debido a los pasteles que hace mi abuela, se lo impidio. Así que sólo reímos y lo besé en los labios, nunca pensé que extrañaría tanto alguien que no sea un idol que actualiza sus redes después de meses sin hacerlo.

—Te extrañé— Susurre sobre sus labios, el sonrió

—Yo igual— Los otros dos llegaron hasta nosotros y los saludé feliz de volver a verlos.

—¿Por que no me dijiste que volviste? Pensé que estabas fuera de la ciudad— Me encontré entre feliz y enojado con el. Me había mentido, hice todo este llanto por nada.

— SungHoon, dile la verdad al nene— HeeSeung le indicó.

—Sólo yo le digo nene— Yo reí, era su nene —Nene, quería sorprenderte—

—Estuvimos toda la tarde buscando un estúpido regalo— JungWon comentó desde un asiento cercano de donde estábamos. Iría con el a sentarme, pero los brazos de SungHoon me sostenían entre ellos. Hacia que el frío se fuera de esa forma.

—¡Quería sorprender a Ni-Ki para pedirle que sea mi novio!— Sonreí lo más grande que pude ¡Me iba a pedir ser novios! Aunque ya lo hizo, pero ustedes entienden.

—Si. Quiero ser tu novio— Le contesté, recordando las palabras de mi primo. Tal vez no necesitaba algo enorme para eso, lo que hacía especial al momento eran sus ojos brillando con intensidad. Y su sonrisa de dientes.

—Pensé que querías una confesión romántica—

—Siendo tu mismo ya eres dulce— Y le deje un casto beso en su mejilla.

De repente escuché aplausos detrás de nosotros y también puedo asegurar que mi primo susurraba algo como "Al fin, par de idiotas" o era mi subconsciente, a veces me confundía. Fue cuando recordé que no estábamos solos en el mundo, HeeSeung nos aplaudía feliz. ¿Todos estaban esperando este momento? Porque yo si. Lo siento, mil veces les dije que soy un poco lento.

—Me siento tan soltero en medio de todos ustedes— Soltó HeeSeung con sus manos a la cintura, sonriendo orgulloso.

— HeeSeung, yo también soy soltero— JungWon intentó reír, pero le salió algo raro. Estaba nervioso.

—Tienes a SuNoo— Nos quedamos en silencio. JungWon parecia querer llorar en cualquier momento, yo estaba por llorar —No lo niegues. Me di cuenta hace tiempo, tus ojos lo miran como si fuera lo más bello—

JungWon parecia querer decir algo, pero nada salía. Sus ojos estaban llorosos y una lágrima recorrió uno de sus lados, los mire como un espectador. Las emociones florecian en ellos, una felicidad abrumadora, el secreto siendo expuesto y la carga liberada. Ya todo está hecho, no había más nada que ocultar.

—¿Cuando pensabas decirme que ya lo sabías?—

—Esperaba a que estuvieran listos para contarlo—

Al final terminamos llorando como unos idiotas en medio del centro comercial. JungWon hablo media hora por teléfono con SuNoo, preguntándole si quería salir con ellos algún día y contándole todo lo que había pasado. En algún momento HeeSeung desapareció y nos dejó solos, con la excusa de que sus padres lo habían llamado. Pero creo que algo ocultaba, se fue de ahí con una sonrisa nostálgica. Recordando algo en su mente, no se si ya lo dije. Pero desearía poder leer las mentes.

La tarde llegaba a su fin antes de darnos cuenta y mi madre ya estaba llamando para regresar a casa, ya quería volver a las clases y pasar otra vez momentos junto a mis amigos y a mi novio. Parecía el final de una novela donde los protagonistas estaban listos para casarse, todos los puntos estaban cerrados como en un fic mal escrito. Sin mucha trama.

Dos días más tardes me levanté temprano y decidí hacer todo lo que un buen hijo hace, es decir, limpiar y hacer los deberes para que mi madre me deje salir toda la tarde para darle a mi novio todo lo que se merece. No tenía ni idea de que era lo que podría hacer para sorprender, pero sólo se que iría hasta la base esperando que no estuvieran ahí y dejarle alguna clase de regalo.

Tal vez alguna carta, un cartel diciendo lo mucho que me gustaba o alguna otra cosa. Durante la noche no pude dormir bien, me puse a pensar que había sido egoísta. Esperando que SungHoon haga una confesión romántica cuando yo también podría hacerlo. Así que si mi querido lector, le iba a hacer una sorpresa.

No se que cosa, pero algo se me va a ocurrir y será genial.

Llegué hasta la base y por el amor a YoonGi, que JungWon no me engañe y que estas sean las llaves correctas. Tenía en una de mis manos una carta cursi con un poco de letras tontas de canciones, bueno perdón, no soy un piccaso de la escritura. Abrí la puerta y estaba todo a oscuras, exepto por una pantalla prendida. Busque el interruptor y encendí la luz.

Ahí dentro estaba HeeSeung. No estaba en mis planes, el enano no me advirtió de esto. Dijo que ninguno de los tres estaría ahí.

—Lo siento, pensé que no había nadie aquí— HeeSeung sonrió como siempre, pero en sus ojos pude notar que estaban rojos.

—Eso se suponía, pero quería hacer algunas cosas y en casa no puedo—

Nos quedamos en un silencio incómodo durante un tiempo largo. Sabia que era cuestion de tiempo antes de que se vuelva raro y pesado.

—Sólo quería dejarle una sorpresa a SungHoon— Le expliqué. El asintió y se levantó de su asiento.

—Eres muy dulce. Adelante, yo iré al baño— Y antes de poder hacer algo más, se dirigió hasta el baño del lugar. Pude escuchar como su nariz hacia el tipico sonido cuando uno llora durante mucho tiempo.

La curiosidad es un arma de doble filo, y en ese momento sólo logré cortarme con ella.

Me ubique donde antes había estado HeeSeung frente a su computadora, en ella había unos vídeos puestos en miniaturas, la carpeta abierta decía "Remember" y eran todos archivos con números, creo que son fechas. Abrí uno de esos, asegurando que HeeSeung aún estaba en el baño.

Eran todos vídeos de Jay, algunos sólo reía por cosas que le decía HeeSeung. En otros estaba recién despierto y le pedía que no lo filme, el más grande se reía y le decía que se veía lindo. A veces estaban en algún parque o eran vídeos muy cortos donde se veían dos manos sujetadas. Algunos besos y momentos cálidos. Sentí como mi mejilla era atacada por una lágrima. Eran los recuerdos de HeeSeung y Jay de cuando eran novios. Sentía una extraña sensación, una mezcla entre dulzura por lo que veía, con un toque amargo en mi boca. Esos eran recuerdos viejos, ya no eran así y no parecían querer volver. Recordé las palabras de Jay en el viaje.

—¿Por que siempre andas filmando?¿Te crees parte de actividad para normal?— Jay estaba en una cocina, con un delantal y una sonrisa grande en su rostro.

Era una escena doméstica, recordaba bien esa cocina. Estaban en la casa de Jay.

—Sólo quiero mostrarles a mis hijos lo hermoso que se veía su padre— El chico en el vídeo miro al otro con disgusto.

—No voy a dejar de ser guapo—

—¿En serio? ¿Fue lo único que te llamo la atención de lo que dije?—

—Si— Hubo un silencio, yo también espere paciente, perdido en la grabación.

—¿No vas a decir nada sobre nuestros hijos?— El otro sonrió, volviendo a su tarea de cortar verdudas.

—Si quieres hijos, por mi esta bien—

Cerré el vídeo y moví el Mouse hacia el próximo, pero los movimientos de una persona a mi lado me detuvieron.

—Perdón— No quise mirar a mi costado.

—No le digas a nadie, menos a Jay. Por favor— su voz era entre cortada. Aún le dolía y se notaba.

—¿Puedo preguntar por que aún tienes esto?—

—Nunca tuve el valor de borrarlos. A veces me gusta mirarlos y recordar lo feliz que éramos antes de que todo saliera mal—

Nos quedamos en silencio una vez más. Era extraño, yo era menor que ellos dos, pero sentía la necesidad de querer decirles algo sabio, darles un consejo. Así que desde mi humilde posición le dije.

— JungWon y SuNoo no les dijeron de su relación por sus peleas. Toda la escuela cree que se odian, pero sólo pude ver amor entre ustedes dos— Lo escuché sollozar desde su lugar y lo mire por primera vez en todo ese tiempo —Tal vez no entienda mucho y no sé que pasó. Pero si tanto se aman, lo demás no importa—

— Ni-Ki, es complicado—

—¿Lo es? ¿O ustedes lo hacen asi?—

Deje la carta en la mesa, no sería difícil de encontrar cuando SungHoon llegue en algún momento. Me levanté y antes de irme escuché que me llamaba.

—Por favor. No le digas a Jay sobre esto, intenté olvidarlo y no puedo— sólo asenti. Aún no entiendo a ellos dos, dando vueltas como perros buscando posición para dormir.

Jake tenía razón, tal vez pensamos mucho las cosas y sólo debemos intentarlo.

Regla #17: Las segundas oportunidades son raras, si consigues otra. Tal vez signifique algo.

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