Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo.❜

- Como todos los viernes, luego de todas las clases, los alumnos volvían a tener sus talleres semanales. Faltaban pocos días para el festival de primavera y la mayoría tenía ya listas sus presentaciones, entre ellos estaban los de música y los de teatros. Al estar cortos de tiempo, el taller de teatro estaba quedándose más tiempo de lo que debían.

SungHoon estaba feliz con ello, porque podía ver a su bonito pelinegro actuar más tiempo. Ya lo había visto con su vestuario de rey y esta vez su corona no se caía. Lastima, le parecía muy tierno que la corona le cubriera los ojos cada dos por tres.

Jake decía que no sabía como actuar de malo, pero él no sabía lo bien que lo hacía sobre el escenario. Parecía meterse tanto en el papel que hasta daba miedo cuando gritaba enojado, definitivamente JaeYoon tenía ese alma malvada muy escondido dentro suyo y estaba aprovechando para escaparse en su actuación.

El taller de música había terminado hace diez minutos, y el castaño llegó corriendo al auditorio en cinco. Para su muy mala suerte, el club de teatro no se había quedado minutos extra para terminar de ensayar, así que no tendría la oportunidad para ver a Jake siendo malvado, su triste realidad.

— Park SungHoon ¿Otra vez aquí? Me pareció verte toda la semana a estas horas ¿No estarás persiguiendo a alguien? —no era necesario decir que comenzaba a desarrollar un pequeño odio hacia Nishimura.

—¿Y tú te cansaste de perseguir a Kim SeonWoo y que este no te corresponda? —intentó seguir el juego.

—Oí mi nombre por aquí cerca ¿Hablabas de mí, Nishi? —llegó SuNoo con su sonrisa encantadora para seguir hechizando el corazón del rubio más alto. Al parecer no les estaba yendo tan mal, o así lo notó SungHoon cuando SuNoo se llevó a Ni-Ki fuera del auditorio.

Mientras los demás adolescentes abandonaban el lugar, SungHoon seguía esperando con ansias que JaeYoon saliera del vestuario. Finalmente sucedió cuando ya nadie quedaba esperando. Lo mejor que le hubiera podido pasar a SungHoon ya que podría tener su momento a solas con el mayor sin los murmullos ajenos de los demás alumnos. ¿Cómo se lo diría? ¡Hey, SungHoon, me gustas mucho! ¿Quieres salir conmigo? Y planeaba que el azabache le sonriera avergonzado y respondiera ¡Claro, Hoon, seremos la feliz pareja, adoptaremos muchos cachorros, viviremos en una cabaña en lo alto de la montaña, nadaremos desnudos en el lago y moriremos juntos de hipotermia! Su mayor sueño. Esperaba que SungHoon tuviera el mismo.

—¡Hoon! —¡No me digas así que me muero de amor! —No pensé que vendrías a verme hoy también.

—Siempre vengo a verte, tonto... ¿Por qué tardabas tanto?

—Mmh, era el único que tenía el vestuario puesto y tardo mucho tiempo en quitarmelo sin romperlo y sin ayuda.

—Me hubieras pedido ayuda a mí...

—¡Me verías desnudo, no!

—Yah, pero no tienes nada que yo no tenga, Jakey.

—Da igual, no.

Ambos chicos sonrieron y rieron hacia el otro. En el silencio del salón se podían escuchar sus voces siendo eco al estar vacío. Le gustaba mucho aquella soledad si era compartida con el menor. Si miraba al castaño frente suyo podía notar lo feliz que se veía y como también parecía cuestionarse demasiadas cosas ¿En qué estaría pensando?

—La presentación de música va a ser aquí... Esta vez me tocó ser parte del coro así que no voy a tener micrófono —comentó el menor. Jake seguía atento a lo que decía, al salir del vestuario debía pasar primero por el escenario y luego bajar por alguna de las dos escaleras de los costados, mas se había quedado arriba de cuclillas en el borde, mirando desde arriba a SungHoon que si gustaba se podía apoyar en el escenario por ser demasiado alto.

—¿Qué quieres decir con eso? —cuestionó el mayor observando como los ojos del menor brillaban demasiado, a poco que lo cegaba.

—Me gustaría saber si mi voz es tan potente como para escucharse en todo el lugar...

—Entonces sube y canta...

Pero SungHoon no tenía pensado subir y cantar. La posición en la que ambos se encontraban; Jake arriba agachado esperando por él, y él allá abajo esperando que el azabache no dejara de mirarlo; le gustaba demasiado. Solo era una excusa, lo había pensado todo el día la manera en que lo haría, y qué mejor que confesarle todo lo que sentía en una bonita melodía. Sin que Jake se lo esperara, la voz de SungHoon no sonó en cada rincón del auditorio sino que el único capaz de escucharlo era él mismo. SungHoon le estaba susurrando una canción que iba dirigida solo a él.

Me haces perder el control —cantó con una sonrisa —. Tus dedos sobre mis huesos, me estoy deslizando por el suelo. Así que cariño, no me destroces...

¿Qué trataba de hacer? ¡Por Dios que parara de una vez porque su corazón estaba latiendo muy rápido! ¿Acaso quería verlo morir? SungHoon cantaba solo para él y Jake no sabía como reaccionar, así que solo se disponía a usar su indiferencia mirando a los ojos al pequeño hasta descubrir a dónde iban esas letras.

Porque no hay salida aquí, no hay forma de desaparecer... No hay ni una sola lágrima. Así que cariño no me destroces...

¿Estaba amenazándolo? Porque aquello de no destrozarlo sonaba a una amenaza.

Es tu forma de ser

La forma en que caminas

La forma en que hablas

La forma en que me lees, cariño

Si lo estaba haciendo a propósito, entonces obtendría un corazón roto. SungHoon lo estaba enamorando más de lo que debía, no quería que eso sucediera; no quería salir lastimado porque SungHoon ya amaba a alguien más, y el que le estuviera dedicando tan bella melodía no permitiría que se olvidara de él tan fácilmente.

Y cariño, no te escondas —por más loco que sonara, SungHoon podía ver el miedo en JaeYoon, por eso no dudo en tomar delicadamente el rostro del mayor desde su lugar y acariciarlo con amor —. Esa mirada en tus ojos, cielo me vuelves loco... No destroces —su voz se volvía más suave y más susurrante, casi como una canción de cuna —, no me destroces y di que te quedarás...

Te dejaré tomar el volante

Mi corazón es tuyo para robar

Sé que esto es real

Así que cariño, no me destroces.

—Me gustas —no lo aguantaba más, no podía callarlo más. Amaba demasiado a SungHoon y aquel sentimiento era incontrolable. Pobre de él, amando a alguien que entregaba amor mas no llegaría a quererlo igual. Miraba a SungHoon desde el escenario, aún sobre el borde mientras que el castaño se apoyaba desde abajo sobre el mismo borde, callando para terminar de escuchar lo que siempre quiso oír —el chico que me gusta eres tú... Por favor para, me cantas estas cosas y yo no puedo controlar esto... Para...

— Shim JaeYoon ¿Te das cuenta del todo el tiempo que esperé para que me dijeras esto? ¡Creí que yo no te gustaba! —reclamó con una sonrisa.

—¿Ya lo sabías? ¿Estás tratando de burlarte de mí? SungHoon... No es divertido. Sé que amas a alguien más pero no tenías que venir y jugar con mis sentimientos —hablaba tartamudeando e inquieto mientras veía como el menor daba la vuelta y subía por las escaleras del escenario, jamás había dejado de sonreír y mirarlo con ternura a la vez que el corazón del azabache se rompía en pedacitos.

—Deja de hablar... —susurró cuando estuvo frente a él, a su misma altura, tomándolo de ambos mofletes y apretando como siempre quiso hacerlo —También me gustas, Jake. Siempre lo hiciste y si Nishimura nunca me hubiera dicho que gustabas de mí jamás me habría atrevido a hablarte...

—¿Qué? ¿Ni-Ki te contó? ¡Ah, pero que mal amigo! —puchereaba aún teniendo su rostro apresado en ambas manos de su menor. Seguiría hablando si no hubiera porque el castaño lo miró con amor y sin previo aviso le robó un pequeño pico en los labios ¡Qué vergüenza! —Me-me acabas de-de

—Se dice; quiero ser tu novio, Hoonnie —burló al ver lo nervioso que se había puesto el mayor —anda dilo... Sé el Psique de mi Cupido.

—Quiero ser el Psique de tu Cupido, Hoonnie... ¿Tú quieres ser mi novio?

No necesitaba respuesta, ambos rieron por su cursilería y volvieron a darse un pequeño piquito en los labios. Estaban bastantes avergonzados consigo mismos que en un punto no podían verse a los ojos porque se ponían nerviosos. Definitivamente aquel auditorio era el precipicio del que tanto hablaba JungWon, y en parte tenía razón, Jake al asomarse sobre el escenario había encontrado el amor en aquel Dios de sonrisa radiante. Quizá no eran la mejor pareja que se hubieran esperado todos, pero al escucharlos y verlos juntos, las opiniones cambiaban ¡Eran realmente la pareja más tierna que podía existir!


Ihhhh llegamos a

otro final<3333
Muchas gracias por
el apoyo gente bella,
Ihhhh, nos leemos luego¡!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro