𝒐𝒐𝒐.   ❚   𝑺𝑼𝑬𝑵̃𝑨 𝑵𝑼𝑬𝑺𝑻𝑹𝑶 𝑭𝑼𝑻𝑼𝑹𝑶 ⋆ฺ｡༉
⤷ ❪ 𝙰𝚁𝙲𝙰𝙽𝙴 𝚄𝙽𝙸𝚅𝙴𝚁𝚂𝙴 ! ❫
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 🍃             Los Fireligths bajan de sus hoverboards ya en el refugió y él no se dirige a su taller ubicado en el gran árbol. Él directamente va hacia a ti.

Son casi la una de la madrugada cuando escuchas que tocan la puerta. No estas dormida, pero deberías estarlo. Sabierndo que no puede ser nadie más que Ekko, vas a la puerta con rapidez, y antes de saberlo estás engullida en sus brazos.

Él huele a humo, sudor y sangre pero no te importa. El está a salvo, de vuelta en tus brazos. Finges no darte cuenta cuando él sorbe por su nariz y limpia su cara mientras se mueve a un lado, solo para entrar a tu habitación. Va al baño y tú lo sigues, ayudándolo a despojarse de la ropa que lo cubre mientras lo inspeccionas, como es usual, solo encuentras moretones y cortadas menores, nada de qué preocuparse.

Levantándote de puntillas posas un gentil beso en su mejilla antes de decirle que lo esperaras en la cama.

Cuando se une a ti, inmediatamente te envuelve con sus brazos, acercándote a él.

──¿Quieres hablar de lo qué pasó hoy?

Él se queda en silencio por un momento antes de responder.

──Una familia. Había una familia. Sin padre, solo una madre y tres niños. Uno era tan solo un bebé, la madre... ella se parecía mucho a ti... tenía tú mismo cabello, tu misma estatura... yo... no pude salvarlos... ella se parecía demaciado a ti. ── podías notar su voz quebrarse, estaba al borde de las lágrimas. ──Estaban en el lugar equivocado, en el momento equivocado y... Jinx tuvo uno de esos malditos ataques. ── finalizó en tono amargo.

De entré millones y millones de personas en el mundo, tu eras la única con la cuál el salvador se sentía realmente asalvó, sabías por que reía y por que lloraba, fuiste la luz en sus momentos más oscuros, su luciérnaga. Y si algo te llegara a pasar por su culpa, jamás se lo perdonaría.

Tú lo abrazaste, acariciando su cabello, dispuesta a calmarlo con tus caricias y arrullos, tratando de tranquilizarlo como si fuera uno de los tantos niños que cuidabas.

Luego, vuelve a hablar.

──Yo no te dejaría por nada del mundo. Yo te protegería, y también a nuestros hijos ── dice en voz baja, como una promesa silenciosa.

──Tú me proteges, cariño. Siempre confiare en que lo hagás. Ahora duerme... tienes ojeras. Yo seguiré aquí cuando despiertes, lo prometo. Solo Sueña Ekko, sueña nuestro futuro. ──

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