—Mamá, me voy, Sung ya está aquí— anunció Chenle saliendo de su habitación y corriendo hasta la salida sin siquiera despedirse adecuadamente de su madre— Vienes tarde, seguro no nos dejarán entrar— regañó tomando su casco y subiendo rápidamente a la motocicleta.

—Me desperté un poco tarde no es mi culpa— se defendió— Y para que lo tengas en mente, Qian sospecha de nosotros— habló, arrancando repentinamente haciendo que el chino casi caiga, inmediatamente se sostuvo de la delgada cintura del más alto.

—¡¿Cómo que sospecha de nosotros?!— preguntó en voz alta para que el menor le escuchase.

—¡Habló con mamá y me miraba fijamente, me preguntó por ti!— llegaron a la universidad y no les dejaron entrar, el chino casi patea a Jisung, eso seguramente pondría en juego sus calificaciones— ya dije que lo siento— se disculpó Jisung por décima vez.

—Imbécil cara de pollo, ahora llévame a comer helado o juro pateo tu inexistente trasero y pinto tu motocicleta en rosa— amenazó furioso.

—No es como que jamás hayas llegado tarde— suspiró— vamos por el tonto helado.

Comían sus helados silenciosamente, acechando a su nueva víctima, una vez terminaron su profunda observación se miraron entre ellos mismos y sonrieron levemente.

—Es una presa fácil— lamió su helado de chocolate, Jisung asintió de acuerdo y mordió gran parte de su helado logrando así que le diese un fuerte dolor de cabeza por el hielo— Eres un idiota, Park— burló Chenle, empujando con un dedo el centro de su frente.

—El helado está muy helado.

—No, fíjate que es helado súper caliente— Ironizó.

—Se llama Dejun— explicó— ¿Crees que los explosivos en el salón sigan en pie?— lamió su helado— muero por explotar ese salón.

—Jisung, eso lo haremos el mes entrante, creo que es un poco excesivo, yo digo que mejor pongamos un pincho en el sillón de Yukhei.

—Vamonos a mi casa, no hay nadie y puedes ocupar la cocina, tengo un poco de hambre.

—Cuando dices; un poco de hambre termina siendo demasiada hambre y solo me dejas la cuarta parte de lo que preparo.