𝟎𝟔;; 𝐎 𝐬𝐨𝐧 𝐚𝐦𝐛𝐚𝐬 𝐨 𝐧𝐢𝐧𝐠𝐮𝐧𝐚
Roseanne vió el momento exacto en que los ojitos felinos de su unnie brillaron de anticipación al ver la bandeja de comida chatarra que llevaba en manos, acercándose a la mesa del McDonald's donde habían ido a festejar la victoria del equipo de Lalisa. La beisbolista estaba a un lado de la omega, sonriendo con adoración cuando Jennie se apresuró en sostener una de las hamburguesas para darle una enorme mordida hambrienta que logró mover los ingredientes y marchar su mentón con ketchup.
— unnie tenga cuidado, esa camiseta es bonita — la alfa menor le riñó risueña, agarrando una de las servilletas de los servilleteros metálicos para limpiarle el desastre, con Jennie dejándose sin quejarse, sólo concentrándose en comer.
— Come despacio, vas a ahogarte, unnie.
— Tengo mudha hambre — la omega habló con la boca llena, tragando para después abusar del refresco que le pasó Lalisa, soltando un suspiro satisfecho —. No había comido nada desde que salí de clases para venir a celebrar.
— A veces me sorprende verte comer así — Roseanne murmuró con ojos divertidos la manera en que la mayor devoraba esa hamburguesa grande como si nada, para luego irse por sus papas fritas en el envase rojo, las cuales llenó de ketchup. Y Lalisa en cambio resopló cuando volvió a mancharse, sólo limitándose a limpiarla de nuevo, colocando esa vez una servilleta en su cuello para no ensuciar su ropa.
Jennie se sintió un poquito avergonzada por ello, pero en vez de quejarse se dedicó a seguir comiendo bajo la mirada de sus alfas que también se habían unido a comer con ella para no dejarla sola. Y es que en verdad no había mentido; no probó ni un sólo bocado de comida ni siquiera cuando Chaeyoung le ofreció almorzar con ella, porque quería llegar a celebrar como se debía cuando Lalisa ganara. Incluso cuando ni siquiera había terminado el partido, Jennie sabía que su pequeña alfa podía aplastar sin ningún problema al equipo contrario, ¿cómo no? Si Lalisa Manobal era la mejor a sus ojos. Podía todavía ser una cachorrita, pero era increíble cuando mandaba a volar a la pelota y corría con agilidad para lanzarse a primera base logrando ganar con facilidad.
Además, se veía condenadamente guapa con el uniforme que se amoldaba a la perfección con su cuerpo. ¿Era extraño pensar que incluso sucia era sexy? Porque Jennie se atrapó en varios partidos lamiéndose los labios cuando sus felinos ojos se deslizaban por las piernas largas y firmes de la alfa hasta llegar a su trasero, y esos brazos que se tensaban cuando sostenía el bate.
— Eish unnie, en serio — la risa de Roseanne la sacó de su ensimismamiento cuando Lalisa se volvió a quejar porque Jennie ahora había derramado el refresco sobre su barbilla por andar distraída. La omega tragó saliva nerviosa por el rumbo extraño de sus pensamientos, quitándole la servilleta a la de flequillo para limpiarse ella misma, ignorando el calor de sus mejillas por el bochorno.
— ¿Quién es la bebé ahora, eh? — gruñendo, Jennie le lanzó la servilleta usada a la rubia, quien siguió riéndose por el ceño fruncido del omega.
— Ustedes par de mocosas, siempre serán bebés, ¿de acuerdo?
— Pero nosotras no hacemos un desastre con la comida, unnie.
— Bebés dije, ahora chupa tu chupón — obligó a Lalisa a sostener una patata frita como chupón, las escandalosas carcajadas de la rubia resonando por el local sin importarle en absoluto que hubiera gente que les enviaban miradas curiosas.
Jennie estaba demasiado avergonzada como para tomarle importancia.
— ¿Van a seguir haciendo eso? Porque es asqueroso — la mueca de desagrado de la omega hicieron reír a la pareja que hacía un segundo se sumían en mimos acaramelados frente a ella.
Chaeyoung se apartó un poco del cuello de su novia para mirar a su mejor amiga, encontrándola con esa mueca enfurruñada que sólo daba gracia por lo adorable que era la razón de su irritación. Y Jennie estaba cuestionándose porqué rayos pensó que ir donde ellas lograría distraerla un poco de su reciente problemita, pero lo único que obtuvo a cambio es que fuera ignorada descaradamente por la pareja que se hacía llamar sus mejores amigas.
— Estás un poquito amargada por nada, ¿no es tu alfa después de todo? — Mina le alzó una ceja curiosa, con las manos abrazando la cintura de su beta que se encontraba sentada de lado sobre sus piernas — No creo que sea para tanto.
— Jennie no quiere herir a ninguna, por eso da tantas vueltas al asunto.
— Debería entonces aceptarlas a ambas.
— No es tan fácil, Minari — la más baja le acarició el mentón distraída, mirando los pequeños ojitos de su alfa brillando en cariño hacia ella —. Imagina que estás en su situación, dos alfas quieren pretenderte pero las quieres a ambas, ¿qué harías?
— Irme con ambas, sería grandioso, ¿no? — encogiéndose de hombros, respondió sin siquiera pensarlo demasiado — El sexo sería interesante, ¿no crees? Un trío...
— No tendremos un trío —la beta sentenció decidida, su mirar demostrando que no estaba para discusiones, ganándose una queja del alfa.
— ¡Ni siquiera lo pensaste!
— ¡Y tú eres una asquerosa! Ni siquiera lo pensaste bien Myoui Mina, sólo pensaste en sexo.
— Es que en verdad sería interesante — la aludida rió jovial, sin tomarse en serio esa conversación —. Mira, soy una omega bonita que tiene a dos alfas tontos tras ella, ¿qué mejor que aceptarlas a ambas así me las jodo a ambas?
— Eres horrible — Son negó con la cabeza en falsa decepción, sólo obteniendo más risas de su novia. Sabiendo que ninguna hablaba en serio.
— Sigo aquí, par de pervertidas. Y no pienso aceptarlas a las dos sólo por sexo.
— Aburrida — las miró incrédula a ambas, porque sí, incluso Chaeyoung se unió a su alfa para hablar al unísono.
En serio, ¿por qué fue con ellas en primer lugar? Pudo haber sido con Momo, la alfa mayor era mucho más sensata en cuanto a escuchar y aconsejar se hablaba. Estaba también para ella no sólo por ser su cuñada, sino también por ser su unnie, por lo que cada vez que tenía una nueva queja le oía con atención incluso estando Dahyun con ellas. Así que sí, ¿por qué fue con ese par de degeneradas desvergonzadas?
Ah cierto, Momo unnie está en celo. Una mueca de desagrado se formó en su rostro al recordar a su hermanita decirle sin pudor la razón del porqué llegó a casa oliendo a sexo y feromonas de alfa por todas partes. Iugh.
— Ya unnie, les das muchas vueltas, sólo acéptalas y listo — Mina volvió a hablar, esa vez voz sería y ojos calmados —. Tu problema es que no quieres hacerles daño teniendo que rechazar a una, entonces, ¿por qué no aceptarlas a ambas?
— No puedo...
— Ambas te hacen sentir bien, sus aromas mezclados te tranquilizan y sus solas presencias hacen a tu omega sentirse alegre, ¿por qué complicarse tanto entonces?
— Pero...
— Unnie — esa vez, Chaeyoung le interrumpió, sus ojos de media luna compresivos —, sé que las quieres, tu omega sobre todo las quiere también. Dales una oportunidad, y si no funciona entonces no salgas con ninguna.
"O son ambas o ninguna" Jennie recordó sus palabras dichas cuando se sintió abrumada por primera vez ante el lío amoroso en el que se había metido. Había tomado esa decisión de manera precipitada meses atrás, sin pensarlo de verdad, como debería corresponderle, y cuando lo hizo con seriedad, su omega llegó a la misma conclusión:
"Yo soy de ellas, y ellas de mí, o son ambas o ninguna."
gracias por leer (´-ω-')
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