¿En qué momento de su patética vida pensó que era buena idea enamorarse de una menor de edad?

Sanemi no lo sabía, y eso lo cabreaba muchísimo.

Se sentía mal cada vez que miraba a Nezuko, pues creía que estaba mancillando su pureza solo con mirarla. Se sentía mal cuando ella le sonreía, cuando le abrazaba, cuando lo miraba con aquellos ojos tan llenas de amor al mundo.

Por muy egoísta que pudiera sonar, deseaba que lo mirara solo a él.

Pero no, Nezuko debía vivir con alguien que no tuviera miedo de demostrar que la amaba.

Algo que él nunca podría hacer.