Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

fear

Desperté totalmente asustada, ese sueño de nuevo volvía a atormentarme.

Palpé el otro lado de la cama, buscandolo, pero estaba vacío. Probablemente ya se había ido a trabajar.

Me cubrí el rostro con las manos, tratando de normalizar mi respiración, convenciendome de que estaba siendo paranoica solamente.
Llevaba semanas con la misma pesadilla: corriendo, siendo perseguida por un hombre con cara borrosa, tratando de matarme. Con la pesadilla, y sumando que era alguien muy asustadiza, tenía malos presentimientos todo el tiempo.

No quería salir ni tampoco quedarme encerrada y sola, pero no podía detener a mi esposo de ir al trabajo, era importante y no se lo había contado para no preocuparlo.

- Aunque dudo que realmente se preocupe - pensé. Últimamente no hablábamos mucho, se quedaba en casa muy poco tiempo, diciendo que debía trabajar mucho.

Por supuesto que dudé, pero no dije nada. Había tenido problemas en el trabajo y él era el único que nos mantenía por el momento.

Logré calmarme después de una ducha, bajé a la cocina encontrando una nota pegada al refrigerador.

"Preciosa, tuve que irme urgente al trabajo y no quería despertarte :(:(:(
Te dejé el desayuno en el microondas, disfrutalo y ¡¡come mucho!! :D

Te amo, nos vemos♡♡"

Reí al ver las caritas y corazones, él era un tanto especial.

Desayuné tranquila, viendo uno de esos programas de farándula que a él y a mi madre le encantaban. Despeje mi mente, alejando el sueño de mis pensamientos.
Necesitaba buscar alternativas para ganar dinero mientras esperaba a que los problemas de mi jefe se solucionaran y pudiera volver al trabajo.

Eran tiempos difíciles, realmente.

Unas horas después, cuando estaba a punto de pedir comida por delivery al no querer cocinar, llegó con un montón de bolsas y una sonrisa de infante en su rostro.

Dejó las bolsas en la mesa, y aun sonriendo, se acerca para tomarme de la cintura y besarme despacio.

Al apartarnos, lo observo con una ceja arqueada.

- ¿Qué ha pasado con usted, mi dulce esposo, que está tan feliz? - digo y ríe abrazándome, mientras acaricio su suave cabello rubio.
- Me han aumentado el sueldo, el jefe parece amigarse conmigo lo que me beneficiará bastante, y tengo una hermosa mujer a mi lado, ¿quién no estaría feliz? - roza su nariz con la mía y no puedo evitar reír - además, ya no estaré tan ocupado, así que podré estar más tiempo contigo para llenarte de amor - hace una voz tierna, causando que mi corazón se sienta pleno.

Sé que él se ha esforzado mucho. Sé que habrá días que serán difíciles para los dos, y que muchas veces sentiré que ya no quería estar con él.

Pero lo amaba, y él me amaba.

- ¿Y todas esas bolsas? -pregunto, sacándolo de su mundo de sueños mientras acariciaba mi rostro.
- Mhm, quise consentirte un poco y traer la comida, pero no sabía específicamente qué traer así que...
- Te trajiste prácticamente un restaurante - dije riendo- gracias, cariño.
- Te amo - sus ojos brillaban, enamorándome cada vez más, si fuera posible.
- Te amo - y sonriendo mutuamente, nos sentamos a almorzar.

Todo parecía un sueño, todo estaba bien.

Pero no por mucho.

Recostada en su regazo mientras veíamos una película, me había quedado dormida.

《 Corría como nunca lo había hecho en mi vida, mi pecho ardía y las lágrimas caían desesperadamente de mis ojos.
Estaba temblando mientras sentía que aquel hombre se acercaba cada vez más y más.

Sonreía de oreja a oreja, su mirada amenazante, las manos llenas de sangre.

Mi cuerpo se sacudía por el miedo, ¿iba a morir?

- No corras, dulzura, solo quiero jugar contigo - poseía una voz tétrica - prometo que nadie va a enterarse.
Siento sus manos tomar mi brazo y empiezo a gritar, alarmada, intentando soltarme.
Mi cuerpo es arrastrado hasta una casa vieja, no dejo de gritar, ¿por qué nadie lograba escucharme?
La gente pasaba por el lugar, pero no hacían nada.

Me tira al suelo, las lágrimas no dejan de salir, la garganta seca no me permite gritar más.
Con las pocas fuerzas que me quedan intento levantarme, pero vuelve a derribarme con un golpe en el estómago.
Acerca su rostro al mío, riendo fuerte.
- No debiste quedarte sola, te pueden pasar muchas cosas. Ahora nadie podrá escucharte, no tienes salida.
Toma un cuchillo, acercandolo a su propio rostro - disfruta la función, preciosa.

Grito del horror y su fuerte risa me hace temblar.

Solo veo sangre

Sangre

Sangre》

- Preciosa, despierta, estoy aquí, no pasa nada - me mueven despacio, logrando despertarme para encontrar los ojos preocupados de mi esposo - estoy aquí.
- Yo...lamento si te asusté, tuve una pesadilla -seguía soltando lágrimas mientras me acomodaba.
- No te preocupes, cielo, ¿no quieres tomar un baño para relajarte? Luego podemos pedir un poco de pizza, ¿te parece? - intento sonreír mientras asiento- bien, te buscaré algo de ropa cómoda, tú solo sube.

Mis piernas temblaban un poco pero logré disimularlo para no preocuparlo más. Él realmente se estaba esforzando.

- Trata de calmarte, Violet, ya no estás en edad de martirizarte por pesadillas - suspiro fuerte e ingreso al baño.
Mi cuerpo se siente menos pesado y me siento más relajada después de una larga ducha.
Tomo la ropa que mi esposo dejó en la cama para mí y termino de arreglarme.

De pronto un escalofrío se apodera de mí, se escucha una suave risa cerca de la ventana y comienzo a temblar.
Era esa risa. Estaba segura.
El corazón me empezó a latir muy rápido y mi respiración comenzó a ser irregular.

Me encontraba temblando de miedo, completamente en silencio, comprobando si era imaginación o no.
- Tss tss, dulzura -una voz cerca de la ventana me habla, llenando de frío mi ser - vamos, girate, quiero verte después de tanto -ríe y logro notar que mi cuerpo no reacciona.

Giro un poco mi rostro para verlo y el temor se intensifica, mi garganta reseca no me deja siquiera gritar, el corazón estaba a punto de salirse de mi pecho y estaba a punto de caer por el temblor de mis piernas.

Era él...él estaba ahí, observándome con una sonrisa aterradora y las manos llenas de sangre apoyándose en el marco de la ventana.

- No me temas, dulzura, no te haré daño - ríe- solo quiero sacarte de aquí, ¿no es eso lo que querías? Salir de este lugar y cumplir tus sueños, ser independiente- logra entrar por la ventana y se acerca a mí.
Caigo al suelo sin poder aguantarlo más, él se arrodilla cerca mío.
- V-Vete de aquí, vete -mi voz estaba cargada de miedo y salía temblorosa.

-¿Qué habrá pasado con esa Violet que conocí? Te has vuelto una cobarde -niega con la cabeza- no te preocupes, amor, volveré por ti, necesito encargarme de algunas cosas primero -acomoda un mechón de mi cabello y suelto un sollozo - solo quería verte por un rato -me mira burlón, y la sangre de sus manos goteaba sobre la alfombra y mi cabello.

Yo no podía moverme, sentía que todo mi cuerpo fallaba.

- Nos vemos, amor mío -se levanta y camina hasta la ventana, girando para sonreírme y luego saltando de ella.

Quería convencerme de que estaba soñando, pero las gotas de sangre en toda la habitación no ayudaban.
Mis sollozos eran más fuertes, comencé a sentir que me ahogaba y el pecho me apretaba mucho.
Escucho pasos apresurados y luego veo como abren la puerta.

- Oh por dios, cariño, ¿qué...qué hiciste? -veo sus ojos llenos de desesperación recorrer el cuarto, especialmente la sangre y después dirigiendo su mirada hacia mí, que me encontraba acurrucada temblando.
- T-tengo mu-mucho miedo -exclamé entre el llanto, sacudiendome por el temor.

-¿Qué ha pasado, mi niña? -pregunta. ¿Cómo es posible que no haya escuchado nada? ¿Dónde había estado para ni siquiera darse cuenta de que alguien había entrado a su casa?.

Lo miré a los ojos, temblando aun, buscando las palabras que necesitaba decir.
- A-Arthur... ayud-ayúdame por f-favor -seguí llorando, y peor aun cuando vi sus ojos llenarse de furia - él..él viene por mí.
- Violet, ya hemos hablado de esto. Detente- sonaba enojado.

-Escuchame, por favor- no sé cómo logré dejar de tartamudear, pero ni eso lo detuvo. Se dispuso a salir de la habitación hecho una furia.
- Cállate, no pienso seguir aguantando esto. Me lo prometiste.

Lo seguí con dificultad, sujetandome de las paredes y mesitas en mi camino.
- Solo escúchame, por favor -dije en un sollozo- e-es él, y-yo lo sé, por f- me interrumpe.
- ¡Me rogaste que te sacara de ese lugar diciendo que ya estabas bien, lo prometiste y mirate ahora! -grita furioso, volví a caer al suelo por el susto - no..no pienso aguantar esto de nuevo, me voy- baja rápidamente las escaleras y sale por la puerta, dando un portazo.

Lloré hasta cansarme, sintiendo como hasta mis propios dedos temblaban, el pánico consumiendome.
- Es él, yo lo sé, es él -susurré con lo último que me quedaba de fuerzas - es... Arthur, por favor ayúdame -y caí dormida.

Allí en el frío suelo, sin darme cuenta de la silueta que llevaba observandome hace largo rato.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro