❄Tras la puerta de piedra❄
Una tarde como es costumbre mamá bajo por esas escaleras, las cuales nunca me ha dejado ir
Ese día no fue diferente, el tiempo que llevo aquí me he preguntado lo que hay abajo, ella dice que es peligroso y que por mí bien me quedé arriba, pero, ¿Que puede ser tan peligroso para no dejarme bajar?, la curiosidad fue tanta que me atreví a seguirla. Baje escalón por escalón sin dejar de mirar a todos lados, temiendo por lo que puede haber,pero al contrario de lo que imagine, solo veo un largo pasillo oscuro, mientras escuchó los pasos de mamá. Doy un fuerte respiro y decido avanzar, pasando por varias intersecciones, escuchando la voz de mamá y su risa, pero cada vez que me acercaba más, escuchaba otra voz, al poner más atención alcance a notar que se cuentan chistes estaba claro por qué las risas, conforme caminaba ambas eran cada vez más claras, en ese momento empecé a tener dudas, sobre esa segunda voz, aún más, ¿Porque aquí abajo y no arriba como con los demás mientras comen un pie?, asi que me acerque con cuidado hasta verla sentada en el suelo y recargada de lado sobre una puerta de piedra
—Eso fue muy gracioso— mamá se veía muy feliz.
—¿Y como está tu chico?— era la voz de un hombre
—Es muy bueno, hoy lo deje jugando fuera con Frogit, Lili y los demás— ella estaba riendo —A todos parece agradar— me senté para escuchar la plática
—Debes estar muy feliz con el niño— escuche la risa de mamá
—Si, es muy curioso— cerré un poco mis ojos —Pero temo que su curiosidad lo meta en un lío— en ese momento recordé ese día —Y no pueda estar ahí para cuidarlo— mire mis manos, aún sintiendo el polvo cubrirlas y me pareció escuchar las súplicas y gritos de todos.
—No te preocupes, el niño ya dijo que se quedaría, esta a salvo mientras no pase de esta puerta— ¿A salvo?, ¿A salvo de que? —Me has dicho que no lo dejas bajar—
—Es lo único que le he prohibido— ya no escuché a ninguno de los dos incluso me asome para ver la sonrisa de mamá
—Tock, tock— se escuchó la voz del hombre al tiempo que el sonido de la puerta al ser golpeada y mamá río un poco
—¿Quien es?— vi a mamá contestar
—Don—
—¿Don quien?— recuerdo cómo esos chistes me hacían reír
—¿Don-de quedó la llave?— mamá se soltó a reír y él también, sin embargo yo no. No pude si quiera sonreír por el chiste
—Esa es muy buena, déjame ver— tal vez no entendí el chiste, si eso debe ser
—¿Que hace un perro con un taladro?— reconozco ese chiste ese es mi favorito
—No lo se—
—Ta-la-drando— ambos se soltaron a reír, pero de nuevo no pude, no entiendo porque no puedo reir
—Esa es muy buena—
—Si, mi niño me lo conto, pero aún no entiendo que le pasa— levante mi vista, al escucharla —Antes era muy sonriente, siempre contando chistes y adivinanzas, era más juguetón— suspiré de escucharla —pero ahora es más serio y callado, cada vez sale menos a jugar con sus amigos—
—Tranquila, seguro que está bien— vi que mamá estaba algo desanimada —Hey!, ¿Cómo se le llama a un esqueleto solitario—
—No lo se—
—Huesolado— mamá se soltó a reír una vez más
—Ese fue algo triste—
—Tal vez— aquella voz sonó como si no le importará y fueron unos momentos de silencio mientras vi a mamá calmar su respiración de tanto reír —¿Y que hay de los monstruos desaparecidos?— en ese momento sentí un frío recorrer por toda mi espalda. Estaba nervioso —¿Todavía no los encuentran?— por lo visto ese tema estará presente más tiempo del que creí
—Aun no, pero incluso las arañas están alerta por si los ven— fue un momento de silencio hasta que escuche un ruido y me asome, mamá se estaba levantando —Tengo que irme, seguro mi niño debe estar hambriento— de inmediato camine rápido con cuidado de no hacer ruido para correr y subir las escaleras hasta salir de la casa, mire a mi alrededor pensando en algo rápido, y ¡Eureka!, me senté bajo el árbol —¡Mi niño!, ¡¿Dónde estás?!— seguro está por salir así que cerré los ojos esperando que crea que estoy dormido, me quedé quieto hasta sentir su mano sobre mi hombro para llamarme suavemente y con delicadeza. 1, 2 , 3... Abrí mis ojos y bostece para estirarme —Disculpa que te haya despertado, pero vamos a comer— asentí y me levante hacia la cocina, comimos y hablamos un poco. Sin embargo no dejaba de mirar hacia las escaleras.
.
.
.
.
.
Hola otra vez, aquí estoy con la siguiente parte, ¿la razón?, Bueno tengo otros planes pero no quiero que eso evite que termine este libro.
Bueno sigamos con las preguntas
.
.
.
.
¿Quién insistió en bajar las escaleras hasta hacer enojar a mamá cabra?
( Yo lo hice )
...
¿Porque el protagonista no puede reír ni con sus chistes favoritos?
¿Ahora comprendes en que puede afectar tomar cierto camino?
...
¿Cómo se sienten al escuchar el tema de los monstruos desaparecidos?
...
.
.
.
Bien, hasta aquí el capítulo, y déjenme decirles que el siguiente es el último, así que disfrútenlos como un regalo de Navidad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro