─Bien, Steven...es tiempo de buscar lo desconocido...

Manejaba entre la noche cálida, estaba intrigado sobre mi futuro...el qué me deparaba, pero la emoción también invadía mi cuerpo sobre las nuevas experiencias, todo este tiempo viviendo con mi padre y viajando, mientras me contaba historias sobre mi madre y de su carrera musical, además de claro...ir a la escuela, este sería mi último año para por fin pasar a la universidad.

Ya había planeado todo, tenía planeado lo que iba a hacer con mi vida...ya me habían dado una vacante en una buena escuela, trabajaría en una cafetería para poder pagar mis necesidades, como alimentos, y claro, los fines de semana dedicaría un día a estudiar únicamente para la universidad, así tendría más tiempo para mí.

Sé que suena complicado, pero soy Steven y me conozco, sé que soy capaz de lograrlo...

─ ¡ALTO!

Me auto advertí frenando de forma cruda, por suerte, tenía puesto el cinturón de seguridad.

Había llegado al fin...

─Casa...─ Bajé del carro y comencé a sacar las cosas de la van ─mi casa...por fin ─tenía muchas emociones recorriendo mi cuerpo, algunas eran malas y otras eran buenas, estaba algo alterado, iniciar una nueva vida no es fácil para nadie, es un nuevo entorno y, bueno, realmente no conozco a nadie.

Tomé las llaves de mi pantalón y abrí la puerta que me dirigía hacia mi nuevo hogar, inhale profundo y entré con una sonrisa cálida, miré un poco el interior y volví a salir para meter mis cosas, que bueno que papá pudo ayudarme a conseguir este lugar, luego de haber hecho ese comercial, ganó bastante dinero.

Solté un fuerte suspiro al terminar de hacerlo, ya había metido la van en la cochera y me encontraba en la sala, tomando un respiro, aunque...

─Este lugar es muy grande para mi solo, espero que papá esté bien...─ miré al suelo mientras pensaba ─ Tal vez escribirle no sea mala idea ─ Abrí Whatsapp y comencé a buscar entre mis chats...

─Lucy, Fred, Alex, Josh, Alex, Jessie, Papá, Sophy, Ashley...espera espera espera ─ Comencé a retroceder y allí estaba..."Papá"...

< Papá >

11:47

Al fin llegué, espero estés bien, Pá.
Todo esto es más complicado de lo que esperaba...
11:47 p.m. ✓

Dejé el celular de nuevo en mi bolsillo y me levanté del sofá, encorvado por el día tan ajetreado.

Subí las escaleras , pasé por los pasillos revisando cada cuarto del lugar para conocer mejor la casa, la había visitado hace ya dos meses antes de comprarla, pero no recordaba bien como era, cuando al fin llegué me quité las chanclas y avancé hacia la cama que había allí solamente para caer rendido.

【●●●】

¿Donde rayos estoy?, oh mierda... tengo náuseas, el entorno es de por sí borroso, indescriptible a la vez...

Caminé para encontrar algo que me dijera donde estaba.

-¿Qué rayos es esto?

Miré algo a lo lejos...borroso, nada que pudiera identificar, caminé unos minutos hasta llegar a...eso.

-¿Un espejo?-lo toqué, estaba jadeante sin razón, sólo miraba mis manos...¿rosadas?

【●●●】

-¡¡Aaaah!!

Grite desesperado.

Había...¿Despertado?

No recordaba bien lo que estaba soñando.

Sólo podía recordar que estaba yo...pero...no era yo...

-Ese sueño de nuevo

Cada cierto tiempo lo tenía, seguía sin encontrar un patrón desde que comencé a soñarlo, no podía recordar nada sobre el sueño en sí, más que minuciosos fragmentos de este, pero podía sentir que era el mismo.

Desperté sudado, era de esperarse...

No de nuevo...

Tapé mi boca con las manos y comencé a correr desesperado.

Mierda, mierda, maldita puerta ábrete, comencé a mover desesperado la perilla de la puerta hasta que logré entrar al baño, la casa se llenó de un ruido de repugnancia, provocado por mí.

Había expulsado lo que parecía ser mi...almuerzo de ayer.

Dejé un charco anaranjado junto con restos poco digeridos de comida, que asco...ya no necesito ver más, abrí el lavamanos para deshacerme del vómito y volví a mi habitación solo para ponerme las chanclas.

Bien, Steven...esto ya es constante, ir al doctor no es una opción...es una necesidad.

Volví al baño y cuando el lavamanos estaba limpio me lavé la cara, es probable que el olor siga siendo repulsivo aquí...es un alivio saber que por lo menos a eso ya estoy acostumbrado, por suerte.

Me seque la cara con mi polo, puesto que no tenía toallas aún colocadas.

Bajé al primer piso y miré hacia la sala todo lo que debía desempaquetar, esto va a tomar mucho tiempo, bostece y me comencé a sobar los ojos, de seguro he dormido poco, hmmm...¿qué hora es?

Saqué mi celular de el bolsillo y revisé la hora, 6:50 a.m.

Acerté.

Me estiré y comencé a acomodar mis pertenencias.

-Bien, ¿qué eres tú?- tomé una bolsa grande la cual abrí, eran mis prendas, todas iguales como si de una caricatura fuera parte, además de mi uniforme, papá la debe haber guardado por mí, ya que ni siquiera lo había comprado.

La guardé en los colgadores de mi cuarto y seguí arreglando las cosas.

【●●●】

Ya casi acababa, estaba totalmente agotado, por no haberme detenido ni para comer, y no haber dormido bien solo hacía peor el asunto, pero igual tenía la necesidad de terminar con lo que había empeza...

-¿Mr. Pando...?-Solté una risa leve pero cálida -¿qué haces aquí?, debe haber sido papá...-tomé el peluche entre mis manos, lo acaricie, tan suave como la primera vez...

Era una noche cálida aquella, estábamos en la camioneta, mirando las estrellas, el estaba sentado mientras yo estaba acostado entre cobijas sonriente, hablábamos de ella, de mamá, mi padre siempre me ha contado de ella, de lo generosa y amable que era con todos, y de como encontraba belleza donde muchos no la hallaban.

-Stevo, estuve revisando las cosas que guardaba y...estoy seguro que a tu madre le hubiera gustado que tengas esto... - sonrió con mucho cariño, al menos eso denotaba para mí, miré lo que sacó de sus manos casi desbordando impresión pero también emoción, era un peluche de un pandita en buen estado...

-Mientras el esté contigo, recuerda que tu madre también lo estará - revolvió mi cabello y luego de agradecerle pasamos la noche cantando y mirando las estrellas...

Luego de un momento me dí cuenta de que estaba llorando, aceptó darme vida a mí sabiendo que perdería la suya... realmente eso me sorprendía, pero eso me hacía también quien era, ese pandita era un recordatorio de ella para mí.

Me limpié las lágrimas y luego de dejar el peluche en mi habitación terminé de guardar las cosas, eso fue cansado.

Luego simplemente me preparé unos pancakes, estoy seguro que no saldré de la cama hoy, estoy agotado.