💜𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙞𝙣𝙘𝙚💜
(RINA)
—¿En donde estas? —lo escuché preguntar del otro lado, sonreí por su preocupación.
—Ya te había dicho que iba a acompañar a mi amigo al fansing de BlackPink —dije metiendo mi mano en el bolsillo de mi chaqueta, sentía que cada vez hacía mas frío en Corea.
—Iré a tú departamento en la noche —lo malinterpreté, nuevamente, odio que mi amigo Richel me pegue lo de mal pensado.
—No es necesario, nos veremos mañana —sorví de mi naríz, hasta sentí un dolor leve en mi garganta.
—¿Te pasa algo? ¿Estás bien? —se preocupó, negué, miré hacia donde estaban las personas que iban a entrar al fansing, me habia alejado cuando recibí la llamada de Kookie, localicé a mis dos amigos hablando sobre algo que tenían en el teléfono del chico.
—Estoy bien Kook, no tienes que preocuparte —dije sonriendo de lado.
—Igual iré a verte en la noche —insistió y yo volví a negar.
—Te dejo, ya vamos a entrar —dije caminando hacia los demás.
—Adiós —corté la llamada y llegué hasta donde estaban mis dos amigos.
—¿Ya terminaste de hablar con tu novio famoso? —preguntó Ana sonriendo.
—Callate, te pueden escuchar y eso no es bueno —dije callándola, ella refunfuñó queriendo agregar mas pero se detuvo cuando nos hicieron pasar a aquel lugar.
El lugar era mucho mas grande que él de BTS, además de que habían mas personas, principalmente hombres. Mi amigo Richel estaba que saltaba de la emoción. Una de las canciones de ellas se empezó a escuchar, no podía negar que su música era muy buena. Las cuatro chicas salieron, una detrás de la otra saludándo con una de sus manos. Richel a mi lado parecía querer levantarse e ir a lansarce encima de Jisoo, su bias. Nos hicieron hacer fila, habíamos yo y Ana obtado por llevar cosas sencillas, como prendas para el cabello para ellas con monitos. Primero iba Richel, yo detrás y mas atrás Ana. La fila avansaba a paso lento, había tiempo para ellas como para contarles nuetras vidas enteras. Cuando Richel pasó con Rose que era la primera, me imaginé una colita de perrito detrás de él que se muevía cuando lo llamaban. Lo ví felíz, sonriente. Hablaba con Rose como si fuera una amiga de varios años. Pasó a Lisa, y yo pasé a Rose, la saludé, me firmó una libreta que había llevado, hablamos sobre que dansa de ellas me gustó mas y luego pasé a Lisa, esa chica tenía flow a la hora de vestir. Recordé las veces que la shippeaban con Jungkook, me dió rabia, pero me gustaba la manera de vestir y como canta. Le dí mi regalo, me firmó y pasé a Jennie, ella era mi bias de BlackPink, la admiro mucho, de todas las del grupo, ella siempre me llamó la atención mas que las otras, le dí mi regalo, me firmó, y me pareció que era una gran chica, tuve casi que empujar a Richel al lado mío, que no se despegaba de hablar con Jisoo, tanto que tuve que esperar hasta que terminaron. Nos sonreímos yo y ella, me firmó, le dí unas orejitas de zorro y me despedí de ella diciendo:
—Mi amigo Richel te adora —se rió por eso y me fuí a sentar.
(💜💜💜)
Literalmente yo y Ana estábamos ya cansadas de la cantaleta de Richel hablando sobre lo que habló con Jisoo o Lisa, diciendo que le pareció mas hermosa en persona, que era una chica muy linda de corazón, graciosa y carismatica, que aún sentía su perfume femenino en sus manos y que no se las lavaría nunca y otras cosas mas. Me dolía la cabeza y Richel me la ponia peor. Para ser mas sincera, me dolía todo el cuerpo, tenía un dolor de garganta algo molesto y mi cabeza parecía querer explotar. Me había colocado un pantalón blanco de algodón cómodo, y una blusa de mangas algo cortas, sabía que en cualquier momento tocarían la puerta.
En el discurso de la mini-historia que estaba haciendo el pelinegro amigo mío, donde narraba como besaría a Jisoo, lo interrumpió la puerta, agradecí que se quedó callado. Miré con mis parpados un poco cansados hacia la puerta, era Jungkook, acavaba de llegar, andaba vestido completamente de negro, como siempre acostumbraba a hacer. Sonrei casi sin fuerzas caminando hacia el. Me dió un beso en la frente, no nos íbamos a dar un beso delante de estos dos expectadores. Cogí un abrigo blanco grande que me taparía bien y salimos del departamento. Subimos en el ascensor hacia la azotea de aquel edificio. El aire frío me vatió mis cabellos con fuerza y me heló la naríz.
—¿Te sientes bien Rina? —preguntó Kook que sujetaba mi mano con la suya, quería decirle que estaba cansada y me dolía la cabeza, pero también quería estar con el a solas así sea un momento pequeño.
—Tranquilo, estoy cansada por el día —mentí excusandome, sonriendole un poco para que se convenciera mejor —¿Cómo fue tu día? —caminamos hasta el final de la azotea, donde nos separaba de la peligrosa caida una pared de cemento baja.
—Normal, estamos preparándonos para el concierto —nos perdimos en la vista de la ciudad, senti un mareo de momento —¿Estás segura que estás bien Rina? Yo te veo un poco mal —ya no podía ni sostenerme, me sentía muy cansada.
—Parece que e agarrado una gripe —dije, sentí las mano fría de Jungkook tocar mi frente.
—Por dios Rina, estás ardiendo en fiebre —Jungkook se vió preocupado —Vamos, este frío te hace daño —me pasó una mano por el hombro y no fui capáz de decirle que no.
Caminamos hacia el ascensor, bajamos hasta el piso donde se encontraba nuestro departamento, entramos al departamento, ví las caras de Richel y Ana asombrarse por la entrada de Jungkook y mía como si me hubiese pasado algo mas grave.
—¿Qué pasa? —preguntó Ana, Richel estaba en una de las camas viendo algo en su teléfono, Jungkook me hizo acostarme en la otra cama, luego me tapó con una sábana.
—Tiene fiebre, tapenla bien, yo iré a comprar medicinas para ella —dijo Jungkook arropándome bien en la cama, sus ojos se encontraron con los mios, sonriendome y dejando un beso cálido en mi mejilla que me hizo sonreír, definitivamente estaba como boba, y eso seguro se debía a la fiebre.
Se alejó, saliendo por la puerta y cerrándola. Otra sábana me cubrió, hasta ese calor que me brindaban me gustó, ya que desde que vine a Corea el frío es algo que me a pegado fuerte.
—Hay Rina, ¿enferma ahora? —Richel reprochó, pero era mas que claro que estaba preocupado, lo pude notar por su cara, su cama me quedaba de frente, sentía mis párpados un poco pesados y quería dormir, mas ahora sintiéndome calientita.
Cuando ya empezaba a quedarme dormida, abrí mis ojos un poco, una mano levantaba mi rostro, identifiqué el rostro de Kook cerca del mio.
—Abre tu boca y toma esto —sentía tipo un frasco topar mi labio inferior, hice caso y tomé de aquello que traía el frasco, no era malo, era algo dulce —Me quedaré, no voy a dejarla así —fué lo que escuché cuando se alejó de mí y quise cerrar mis ojos ganandome el sueño.
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