❤️ RESET
La masa negra volteó hacia Chara.
-Entiendo. Bien Chara. Si lo arruinas todo...-.
-no lo haré-.
-Es por tu bien que no lo hagas. Arrebatarás a una chiquilla de las manos de quienes la aman, solo para no sufrir más. Poniendo tu bien sobre el de los demás-.
Chara volteo a otro lado.
-Sin embargo. No está en mi poder decidir eso-. Poco a poco, la figura comenzó a desvanecerse, junto con aquella cosa negra que resguardaba el reset. -Buena suerte-.
Chara corrió en seguida hasta el botón, y con fuerza lo presionó.
Una castaña abrió sus ojos, nerviosa, y se levanto de aquella cama de flores en la que estaba.
¿Su nombre? Por alguna razón no lo recordaba. Vio sus ropas. Llevaba un suéter azul con marcas moradas, y un short de mezclilla, unos converse, y como si hiciese algún frío una chaqueta azul y una bufanda roja.
Algo hizo que reaccionara. Un toque en su hombro.
Volteo repentinamente, lanzando un manotazo por el susto, y una chica un poco más alta que ella, con una apariencia similar, que fue aparentemente quien la toco, se levanto en el aire, y salió volando hacia la dirección que la mano de nuestra protagonista dictó.
-¡Auch! ¡Frisk! ¡¿A qué demonios vino eso?!-.
-¿E-eh? L-lo lamentó. No recordaba que podía hacer eso- río nerviosa.
Entonces su nombre era Frisk. Vagos recuerdos comenzaron a aparecer.
El vórtice. Su amigos, Sans, Papyrus y Gaster.
Podía recordarles, pero no sabia como eran. Una extraña área glitcheada aparecía en sus rostros para hacerle olvidar cómo eran. Agito la cabeza, como si eso la hiciese dispersar los pensamientos. Con la mano, levanto a la chica, y la acerco a sí misma.
Un nombre le vino a la mente. -Chara...-.
La mayor sonrío y la abrazo. No sabías por qué, pero sabías que había comenzado a llorar. -Lo siento Frisk. Lamento todo lo que hice-.
-....no lo recuerdo-.
Chara se separó y la vio con tristeza. -¿q-qué?-.
La chica más baja, la miro asustada. -N-no recuerdo nada-.
Chara lo pensó.
Frisk llevaba mucho en el vórtice. Un lugar en el que nadie debería estar.
Y menos un humano....
Oh.
Demonios.
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