Frisk volteo al frente, decepcionada.
Rápidamente comenzó a correr. Camino un poco. La rama grande ya estaba rota. Camino otro poco, y llegó al Puente. Espero escuchar algo, pero nada. Completamente en silencio. Seguramente ella ya había llegado al puzzle eléctrico.
La menor volvió a correr, enérgicamente, hasta llegar a los primeros puzzles. Solo había polvo,y nieve, por todos lados. A lo lejos escucho una voz.

-Te daré una amistosa advertencia- inició una voz gruesa. -Si sigues por el camino por el que vas...vas a tener un mal rato-.

Recién terminaba de pasar el puente. Veía silenciosamente como Chara caminaba hacia Snowdin, con esa sonrisa criminal en su rostro.
Escondida, y poco a poco, la chica siguió a esa cosa, hasta que entro a la tienda. En ese momento corrió apresuradamente a la salida de Snowdin, donde estaba Papyrus.

-¡Humana!- comenzó a hablar Pap. -¡Sans me advirtió que era peligroso que hiciera esto, pero...! ¡Yo creo en ti!- dijo el esqueleto extendiendo los brazos. -¡Se que eres mejor que esto!-

Frisk rápidamente hizo una mueca de tristeza. ¿Hace cuánto no veía a Papyrus directamente? Desde hace ya tres meses. Los cuatro días anteriores a este, fueron la misma ruta por la que Frisk lamentablemente estaba obligada a pasar, al no haber podido salvar a ningún monstruo.
La menor rápidamente corrió hacia el esqueleto, que se veía asustado, y lo abrazó con fuerza.

-¡Humana!-.
-Papyrus...corre- dijo la castaña alejándose de Papyrus y viéndolo fijamente.
-¿¡Qué?! ¿¡Porque?!- fue la última palabra que dijo antes de que su cabeza cállese bruscamente.

Frisk ahogó un grito.

-muy tarde, Pap- anunció Chara, aplastando la cabeza del alegre amigo.

La mayor volteo hacia Frisk, furiosa.

-¿Así que tomaste ventaja mientras me deshacía de esas molestias? ¡Ja! Muy inteligente. Pero no más.- Chara dijo esto agarrando con fuerza la muñeca de Frisk.
-¡N-no! ¡Suéltame!- Chara levantó el cuchillo.
-Hora de resetear, FRISK- gritó su nombre, intentando herir a la menor.

Lo último que se vio up fue un destello azul. En un punto, Frisk estaba, tirada en el suelo, casi sentada. En el otro estaba Chara, empuñando el arma, y con una mirada de molestia. Y entre ambas, había huesos moviéndose.

-Sans se metió antes de tiempo- gruñó molesta esa cosa volteando con violencia a todos lados. Pero nadie acudió. Chara devolvió la vista a Frisk. -te salvaste esta vez, molestia-. Luego volteó, y entró a WaterFall.

Frisk no daba crédito a lo que sucedió. Sans no aparecía aquí. Ni quiera podía saber qué sucedía. Entonces...¿cómo...?
La castaña miro sus manos. Recordó lo que dijo el Papyrus Glitch. "Podrás usar parte de nuestras habilidades". ¿Significaba que...?
La chica se levanto. Frisk está llena de determinación

-Es hora de usar un atajo- dijo mientras dejaba la energía de Sans Glitch y levantaba el brazo, al momento que se generaba un portal. "Tal vez por el hecho de que no soy un monstruo, no puedo usar la energía igual que ellos, y por eso no puedo aparecer mágicamente como Sans". Luego lo cruzo.
Era la casa de Napstablook. "¡Blooky!...aunque yo necesitaba aparecer en casa de Undyne...no importa, desde aquí puedo ir". Alertada por un ruido, volteo, y vio como un temeroso fantasma retrocedía hasta caer. La menor hizo una mueca triste.

-Lo siento, Napstablook-.

Pero nadie acudió.
Sin embargo, Frisk vio como Napstablook se asomaba hacia ella y sonreía. Como si supiera que ella y quien lo atacó en las ruinas no eran la misma.
Eso te llena de determinación.