3 años y cinco meses después

Mientras bajábamos las escaleras metálicas del centro comercial, abracé a Justin de lado, quien estaba mirando una tienda que entraríamos en unos minutos.

El tiempo había pasado tan rápido desde entonces, Justin cumplió con sus palabras, después de esa noche muchas cosas cambiaron, por fin podía decir que eramos una pareja normal. Aún así continuaban nuestras peleas absurdas, nuestros gritos y hacer la vida imposible al uno y al otro pero con cariño, bromas y amor. Esa era una parte esencial de nuestra relación.

─Miramos que hay en esa tienda y nos vamos después a comprar los chupetes en la farmacia ¿te parece?─Dijo Justin en voz baja, mientras me ayudaba a salir de las escaleras metálicas.

Asentí con la cabeza con una sonrisa.

Entrelazó nuestras manos y juntos nos fuimos a la última tienda que visitaríamos por hoy, realmente estaba muy cansada y sólo quería ir a casa a relajarme.

Después de dar una vuelta y ver las cosas que había en la tienda, salimos rumbo a la farmacia. Salimos del centro comercial y fuimos en busca del coche de Justin, el cual lo había comprado hace como un mes, estaba aún emocionado como la primera vez cuando lo montó. Mi esposo me ayudó a sentarme en el copiloto para después ir a su asiento. Dio marcha el auto y se incorporó en la vía. Luego de unos segundos, me cogió la mano para dejar un beso en ella, para después alargar su mano hacia mi abultado y grande vientre.

Sí, estaba embarazada de nueve meses, de echo esta era mi última semana.

─Falta poco para ver a mis bonitas niñas, no puedo esperar verlas.─Podía ver la emoción invadir sus bonitos ojos.

Reí sin poder evitar al recordar como me había enterado.

Realmente fue una sorpresa para mi, porque definitivamente no me lo esperaba aún, no tenía en mente tener bebés rondando por la casa, mi mente simplemente no había pensado en ello. Pero un día me dí cuenta que tenía un retraso importante, antes de perder la cabeza, me aseguré que estaba embarazada haciéndome un test de embarazo para después ir a un médico privado. Recuerdo que ese día había sido horrible para mi al enterarme que estaba embarazada, mi llanto se escuchaba por toda la casa y aseguraba que hasta los vecinos se habían enterado. La razón de mi reacción fue porque no estaba preparada, no me sentía lo suficiente preparada para ser una madre y aún que habían pasado años y sabía que toda la familia anhelaban escuchar la noticia de que íbamos a ser padres, Justin y yo aún no estaba en nuestros planes ser padres.

Al llegar Justin, me encontró en una situación un poco preocupante para el, pues no todos los días llegaba del trabajo y me encontraba bajo una manta llorando. Le conté lo sucedido y se enfado malinterpretando las cosas, pensó que no quería tener hijos con el. Pero entendió la situación y me calmo diciendo que todo iba a estar bien, Justin sabía que el show que había montado era el miedo que tenía por mi fobia.

La cual había superado gracias a Justin, poco a poco con práctica, aún que siempre el miedo permanecía en el fondo, después de todo no era tan fácil superar una fobia al cien por ciento.

Sin embargo, al final del día lo había aceptado, estaba muy feliz porque íbamos a formar una familia, al fin y al cabo había llegado la hora para formar una familia. Y ahora, Justin y yo estábamos preparados.

Justin me sacó de mis pensamientos con un chasquido de sus dedos. No me di cuenta que había comprado los chupetes para las niñas y me los estaba mostrando.

─El color fucsia es para Sophia y el rosa es para Isabella.─Habló mirándome con alegría.

Justin me dio la bolsa y la abrí para verlos para después dejarlos a un lado.

En medio del camino hacia casa, tuve antojos de una hamburguesa por lo que Justin accedió y pasó a comprar en el McDonald, no me resistí y me la comí en el coche donde Justin se burló de mi al manchar mi vestido con ketchup, lo gracioso es que el también se estaba comiendo una.

Entre risas y bromas llegamos a nuestra casa que por cierto, seguía siendo la misma. Entré mientras dejaba a Justin en la puerta cerrando todo con llave, y me escabullí a la cocina para coger una lata de champiñones y un tenedor para empezar a comer.

─Realmente no se como lo haces.─Murmuró Justin negando con la cabeza.

─Recuerda qué como para dos personas más.─Reí mientras comía.

Justin esperó que terminara mi comida y subimos juntos mientras él iba apagando las luces a nuestro paso. Entré en la habitación y un leve dolor de espalda me atacó, no lo puse interés y me metí al baño para tomarme una ducha, al estar fuera y con el calor que hacía, estaba algo sudada y necesitaba refrescarme.

Me deshice de mi ropa dejándola en el cesto de ropa sucia y me miré un momento en el espejo. Ahora mi cabello me llegaba por los hombros, estaba de un color claro tirando a rubio, obviamente estaba más rellenita de lo normal por el embarazo, para Justin era una preciosa y sexy mujer embarazada.

Mi barriga era de un tamaño grande, tan grande que cuando bajaba mi vista solo la podía ver a ella, lo cual me dificultaba al querer hacer unas cosas.

Me metí en la ducha con cuidado y cerré con la cortina, abrí la llave de agua después de ajustar la temperatura y pude soltar un suspiro al sentir el agua abrazar mis articulaciones, hice la rutina de siempre, lavar mi cabello y enjabonarme para después quitar restos con agua, pero me quedé un momento más debajo del agua.

Cogí una maquinilla de depilar y mi mano viajó hacia mi parte intima para comprobar que no tenía ningún vello, pues no quería abrirme de piernas al medico y que viera una amazona, palpé en busca de vello pero antes de quitar mi mano al no ver ningún vello al tacto, Justin abrió la cortina y jadeó al verme.

─¡Qué dios perdone tus pecados por qué yo no lo haré, maldita!─Chilló en un intento de parecer herido, mientras se llevaba su mano a su pecho desnudo.

Rodé los ojos y sin poder evitarlo solté una carcajada. Si me hubiese pillado hace unos años haciendo esto, literalmente hubiese cavado la ducha para enterarme viva por la vergüenza. Pero ahora, con el paso de los años, la vergüenza había desparecido entre nosotros.

─¿Cómo pudiste? ¿Cómo pudiste hacerme esto sabiendo que llevo meses sin diversión?─Habló dramatizando la cosa.

En efecto, el pobre Justin llevaba meses sin tener diversión en la cama, al principio me asusté con la idea de él yéndose a refugiar en brazos de otra mujer por la espera, pero borré ese pensamiento rápidamente de mi cabeza al ver a un Justin serio cuando sospechó de mis pensamientos, era impresionante como Justin había cambiado en estos años, el Justin mujeriego y idiota había desparecido completamente.

Se metió en la ducha fingiendo estar enfadado conmigo y empezó a ducharse a un lado de mi. Segundos después se posiciono delante mio y se agacho clavando su mirada en mi parte íntima.

─Hola Laura, ¿cómo estás? Jerry te echa tanto de menos...─Entonces bajo su mirada a su miembro y preguntó─. ¿Verdad qué si, Jerry?

Justin sacudió su pene de arriba abajo como si estuviese diciendo sí, entonces sin poder aguantar, solté una fuerte carcajada mientras me aguantaba en la pared.

─Justin eres un idiota.

Justin soltó una risa y acarició mi vientre antes de dejar un beso en cada lado, pues para Justin decía que besaba a las dos gemelas.

Dejó besos por toda la barriga, para luego subir a mis labios y dejar un fuerte beso allí.

Me ayudo a salir de la ducha cuando terminé y me envolví en una toalla grande, antes de salir al cuarto, me acercé a Justin estirando mis labios para un beso, este me lo dio al instante. Rápidamente agarré su miembro y lo halé fuertemente dos veces para después huir mientras reía fuertemente al escuchar a Justin gemir y maldecir.

Seguí riendo más cuando después de unos minutos sentí los gemidos de Justin siendo amortiguados por su garganta.

Deje el peine y me senté en la cama riendo.

─¡Justin!─Grité riendo, en respuesta recibí un sonido de su garganta─. ¡Justin deja de ahorcar a Jerry!

Seguí riéndome por un rato más hasta que salió Justin del baño.

Después de calmarme y encender la televisión para poner una película de romance, Justin se vengó de mi haciéndome cosquillas a tal punto de casi mearme. Suspiré en busca de aire y me acomodé mejor para ver la película junto a Justin pero la pausábamos cada vez que necesitaba ir al baño. A la tercera Justin me miró fijamente.

─Estoy seriamente planteándome en compararte pañales de adultos.─Habló mientras miraba el final de la película.

Rodé los ojos y me acosté a un lado suyo.

Justin subió mi camsión que llegaba hasta mis rodillas, dejando al descubierto a sus hijas.

─¿Y vosotras jovencitas? ¿Cuándo pretender salir al mundo?─Dejo su cabeza reposar arriba de mi barriga y mi mano empezó acariciar su cabello─. ¿Sophia, Isabella están allí? Recuerden no molestar a mami cuando duerme, intenten deslizarse como si estuvieran en un tobogan cuando salgan al exterior para no dar tanto dolor a mami, os quiero.─Dejó un beso ruidoso con saliva en el centro de mi abdomen y en segundos recibió dos patadas como respuesta.

Sonrió y se acerco para dejar besos en toda mi cara, haciéndome reír.

[...]

Me levanté sintiendo un dolor espantoso en mi espalda y mi parte baja, me senté como pude apoyándome la cabecera de la cama.

Mi cuerpo estaba cubierto de sudor y al moverme un poco sentí algo húmedo entre mis piernas. Asustada, aparté la sabana y llevé mi mano a mi muslo para ver que este estaba húmedo como si me hubiese meado.

Había roto la fuente.

Mi mano fue a parar en el hombro de Justin para sacudirlo con fuerza, esté murmuró algo ya abrió sus ojos al sentir un sollozo provenir de mi.

─¿______? ¿Qué te pasa cariño, estás bien?─Se incorporó rápidamente y encendió las dos lámparas de la habitación.

Su mirada fue a parar en mi rostro y después en la cama.

─¡Acabas de romper la fuente!─Casi gritó espantado. Rápidamente corrió por unos pantalones y una camisa mientras iba por la pequeña maleta.

Sin quedarme de brazos cruzados, me levanté lentamente y una contracción me invadió por unos segundos.

Mordí mi lengua y con ayuda de Justin me llevó a la planta de abajo.

─Justin, tengo que cambiarme...─Susurré al ver el que mi blusa estaba húmeda de amniótico.

Rápidamente Justin subió de nuevo en busca de una nueva blusa y bragas. Cuando regresó me encontró sentada en una silla que estaba al lado de la puerta, con rapidez me sacó el camisón que llevaba y lo subsistió por otro de color rosa hizlo lo mismo con las bragas. Me puso unas zapatos cómodos y me ayudó a ir hacia el auto para después subirme.

Podía notar a Justin nervioso y desesperado cuando soltaba una que otra queja cuando me invadía una contracción, claramente el me daba palabras de aliento como el buen esposo que es.

Al medio del camino que gracias a dios estaba despejado por ser las dos de la madrugada, en medio del llanto porque cada vez las contracciones eran seguidas, la bolsa de agua se vació por completo en el coche de Justin manchando el asiento copiloto y parte de donde dejábamos los pies.

Inmediatamente miré a Justin y pude verle que casi le da un paro cardíaco al ver su nuevo coche manchado, apretó sus labios en una línea y pude jurar ver sus ojos aguados.

─Lo siento tanto Justin...─Dije sollozando.

Negó con la cabeza y me sostuvo la mano mientras aceleraba hacia el hospital.

─Inhala, exhala. Todo estará bien mi amor te lo prometo.─Murmuró al llegar, aparcó como pudo y salió para después venir a ayudarme.

Al entrar a la clínica, solté un pequeño grito al sentir una fuerte contracción. De inmediato me rodearon las enfermeras para ayudarme a ir a mi habitación reservada después de que Justin llenara unos papeles, al estar allá me revisaron y me avisaron que estaba en la fase activa de dilatación, queriendo decir que estaba apunto y llegué justo al hospital.

Solo se podían oír mis gritos y jadeos de dolor en la habitación mientras Justin intentaba calmarme con susurros y acaricias en mi cabello.

Media hora después me bajaron a la sala de parto, entonces fue cuando el pánico me invadió. Justin le contó mi situación a la doctora que iba a encargarse de mi parto y esta entendió.

Lloré cuando estuve abierta de piernas delante de la doctora y una que otra enfermera.

─Tranquilízate cariño, mira, imagina que somos nosotros dos haciendo el amor, solo que en vez de que yo meta mi miembro, tu tienes que sacar a las niñas.─Susurró Justin posicionándose en mi vista, me agarró de las mejillas y me alentó.

─Ya estás completamente dilatada, cuando te diga puja, hazlo.─Habló la doctora mirándome.

Asentí y cerré los ojos al ver que las contracciones eran una seguida de otra.

─¡Hazlo! ¡Empuja!

Aún que mi mente estaba pensando en mi fobia, lo hice por nuestras niñas, por Justin, por el amor que le tenía. Lo logré.

Seguí empujando con los alientos de los que estaban en la sala de parto, Justin en ningún momento soltó mi mano, no soltó mi mano en ningún momento aún después de las mordidas que le dí, los apretones que le dí, a el no le importó. Siguió conmigo hasta que nació Sophia, la primera. Después de cinco minutos vino al mundo Isabella. 5 minutos en donde mi cuerpo casi colapsa. Donde quise rendirme.

Pero lo hice, hice un parto natural y pude ver a mis dos hijas venir a este mundo con un gran llanto.

Las recibí las dos en mi pecho después del parto por un momento pero las tuvieron que llevar para limpiarlas y revisarlas.

Después de unos cuantos puntos que recibí en mi parte intima, que dolió como el infierno, la enfermera nos dejó a Justin y a mi a solas por un momento.

─Lo lograste, trajiste al mundo a dos preciosas niñas, me haces el hombre más feliz de la tierra, sigo pensando en que no te merezco.─Justin besó mi frente y pude sentir esa parte húmeda, el estaba llorando.

Mi mirada cansada observó su mano rojo con partes moradas y con marcas de mis dientes. Y la atraje hacia mi para besarla.

Justin sonrió al ver mi gestó y se encogió de hombros para decirme que no fue nada y que se esperaba más.

Amaba con todo mi corazón a Justin. Así que arme valentía para decir unas dos palabras que aún no había dicho en estos años y aún no los había escuchando salir de los labios de Justin. Antes de abrir la boca, Justin se adelantó.

─Nunca olvidaré estos magníficos años que pasé junto a ti, eres y serás siempre la mujer de mis ojos, sé que no comenzamos de una manera muy buena que digamos pero, acabó de una manera increíble, renovamos nuestros votos hace un año de nuevo, para "empezar de nuevo" de una mejor manera y... nunca te lo llegué a decir pero, te amo. Te amo tanto _____. Nunca me arrepentiré de haber firmado aquel contrato. Gracias por darme una familia. Gracias por aparecer en mi vida.

─A veces pienso que lees mi mente.─Reí entre lágrimas mientras lo abrazaba─. Te amo yo también, cariño. Lo hago desde hace mucho, pero no tuve el valor de decírtelo.

Un casamiento arreglado, un matrimonio infeliz, dos muchachos jóvenes donde se odiaban y no se soportaban acabó dando fruto a un amor entre ellos tan grande y tan fuerte donde pudieron averiguar y entender la típica frase del odio al amor sólo hay un paso.

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Y colorín colorado esta historia ha terminado.😢😢💕

NO OLVIDEN QUE HABRÁN CAPÍTULOS EXTRAS, ASÍ QUE NO LA BORREN DE SU BIBLIOTECA.👏🤗

¡omg! no puedo creerlo, esta novela llegó a su fin. Muchas gracias a cada una de vosotros por todo el amor que le habéis dado desde el principio hasta el final. Gracias por su paciencia tan grande cuando tardaba en actualizar.🙏🙏

Espero que haya sido de vuestro agrado este final y en general, la historia.

Un beso muy grande y un abrazo, nos vemos en Dangerous Pychopath.🙋‍♀️🔥😈

No se que más decir, seguro que habrá un apartado de agradecimientos.

KISSES AND LOT OF LOVE. SO FUCKING MUCH.❤😘💕