Penúltimo capítulo.

Ya no sabía que más hacer, estaba cansada de llevar este estilo de vida desde hace unos meses. Justin... Justin había cambiado mucho y no sabía la razón.

Yo no había echo nada malo, pero el echo de que venga cada noche a decirme las mismas palabras, me hacía dudar.

Dame tiempo.

No es tu culpa.

Es mí culpa.

No sé que me esta pasando.

Por favor, come más.

Esta última la había dicho la última noche, me había sorprendido bastante pero lo que más me produjo dolor era que al día siguiente había un desayuno saludable echo por Mariana, una pequeña nota adornaba la mesa de la cocina con la letra de Justin.

"Come, por favor."

Y obedecí, comí todo lo que estaba a mi alcance ese día pensando que así iba acercarse a mi y me hablaría.

Pero no.

Cinco meses había pasado desde su cambio, cinco meses desde extraño su toque en mi. Extraño toda cosa que tenga que ver con el.

Y no soportaba más, no quería pasarme todas las noches envuelta en lágrimas lamentándome que hice para merecerme esto, que hice para que se apartara de mi tan lejos, que hice para merecerme esto una y otra vez.

Cinco meses donde descubrí en el fondo de mi corazón, en la profundidad de mi corazón envuelto en candados, lo amaba.

Lo amaba, aún que nunca había experimentado ese sentimiento, sentía muchas cosas fuerte por el aparte de atracción.

Pero mi paciencia se había agotado, mi tiempo se atascó. No aguantaba ni un minuto más aquí.

Así que decidí hacer mis maletas y irme a casa de mis padres.

Deje la última maleta al lado de la pared y me acosté en la cama mirando la hora en el móvil, ya era bastante tarde, así que intenté dormir algo, lo cual no logré. Estaba nerviosa para mañana, el día que iría de nuevo a mi viejo hogar, tendría que dar una buena excusa para mis padres. Quién diría que volvería a la casa del hombre que se considera mi padre.

También había pensado en irme lejos, coger un hotel por unos días y después pensar en donde ir, pero no tengo el dinero suficiente para estar fuera de casa. Podría retomar mis estudios y buscar un trabajo para al menos mantenerme pero no, no podría.

Soy lo suficiente asustadiza para hacer algo así, siempre fui de las que no se arriesgan, aún que la vida te dice lo contrario, arriésgate haz lo que sea imposible de hacer y vive la experiencia.

Pero era lo suficiente cobarde para echarme hacia atrás como un gato asustado.

Suspiré mirando por décima vez la hora, tenía unas ganas inmensas de esperar a Justin despierta pero había sido un día agotador, había salido todo el día pensando que así me despejaría de mis pensamientos, lo había conseguido pero solo fueron unas horas. Y no podía aguantar tanto tiempo hasta la madrugada así que por un día sin escuchar sus palabras de siempre, no iba afectar a nadie.

[...]

Desperté por un ruido en el jardín, las luces del jardín delantero y de las luces delanteras de casa estaban encendidas, bostecé y miré la hora, las cuatro de la madrugada. Abrí los ojos asustada, me levanto y camino hasta llegar al balcón de la habitación, aparto un poco las cortinas y achino los ojos al no ver nada, cierro los ojos y los vuelvo a abrir para enfocar mi mirada y veo una silueta sentada en el pasto de la entrada, el coche encendido y con la puerta abierta.

Justin.

Un jadeo sale de mi boca y me echo para atrás, allá afuera había un frío que te calaba los huesos y el estaba en una camisa con mangas cortas.

Suspiré y cerré los ojos por un momento pensando en que hacer, me armé de valor y me coloque las pantuflas y bajé las escaleras, cogí las llaves de casa y me puse el abrigo.

Salí de casa y vi a Justin beber de una botella de ron mientras tenía una mano apoyada en su cabeza.

Me acercé lentamente hacía el y cuando iba a ponerme delante de el, giró su cabeza hacia mi y me miró con sus ojos inyectados de sangre.

Suprimí un gemido de sorpresa que iba a salir de mi, Justin... estaba diferente.

Sus labios se formaron en una sonrisa sarcástica y dejó la botella a un lado de él.

─¿Qué haces aquí?─Preguntó.

Estaba hasta la médula de borracho.

No respondí.

─¿No deberías de estar en la cama mientras lloras lamentándote de estos meses?

Abrí la boca sin poder creer lo que salía de sus labios.

─No creas que no te escucho desde donde estoy, porque lo hago siempre. Tus sollozos entran cada noche en mis oídos y ¿sabes qué?─Bebió un gran trago de su botella y dejo salir un pequeño jadeo─. Me haces sentir como la mismísima mierda, me haces sentir que tengo la culpa de todo lo que paso en estos últimos meses, pero la verdad, es que yo tengo la culpa, la culpa es mía.

Sus ojos se aguaron y bajo la mirada mirando el pasto.

─Y-yo no hice nada, realmente no se lo que cambio entre nosotros, estábamos logrando ir por un camino bueno, estábamos tan bien pero después de unos días de esa noche donde me entregué... todo cambió.─Hablé con miedo de que no me escuchase como los otros intentos.

En todo momento me miró y después una sonrisa de lado forzada se asomó en su cara.

─Lo sé y yo soy el culpable de todo eso.

Un silencio nos incomodó a ambos. Justin terminó la botella y la tiró al otro lado de la entrada de la casa donde los cristales volaron en todas direcciones.

Di un pequeño salto del susto y cerré los ojos.

Se levantó y intento caminar hacia el auto para a pagarlo y cerrar la puerta cosa que consiguió después de varios intentos.

Luego de ese show, intentó caminar hasta la puerta de casa pero se cayó de rodillas en el intento, por insisto fui hasta él y lo ayudé a levantarse, pasé una mano por su cintura y su mano se colgó en mis hombros.

Se tambaleó hasta que logré coger el equilibrio ente los dos un poco, caminamos despacio hasta llegar a la puerta y la cerré tras mío.

Subimos las escaleras y en un momento me tuve que detener porque Justin se había mareado y había tenido arcadas, agradecí que no hubiese vomitado.

Iba diciendo cosas sin coherencia mientras me apretaba un poco los hombros, mi corazón latía tan fuerte al tenerlo tan cerca mío después de tanto tiempo.

Al acercarme a nuestra habitación Justin se detuvo, lo miré confundida cuando me arrastró un poco para entrar a ella, había pensado que querría seguir durmiendo solo en la otra habitación alejada de la mía.

Se detuvo en medio del cuarto y se quedo observando un punto fijo, seguí su mirada y me encontré con mis maletas esperándome listas para partir mañana.

Mordí mi labio inferior y me agarré fuerte a él.

─Eres como una ratón asustadizo que intenta alejarse de sus problemas y no sabe como hacerlo, solo yendo lejos.

Lo deje caer en la cama desecha y respiré intentando contener mis absurdos argumentos, no iba a contestarle porque estaba borracho y no sabía lo que decía, pero en una parte no había mentido, los borrachos dicen la verdad siempre.

─¿Y entonces por qué el todo de estos meses? ¿Por qué haces esto, por qué cada noche vienes borracho y no enfrentas tus problemas?─ No pude contenerme.

Cerró los ojos y arrugó la cara llevándose la mano para sobar su frente.

─Me enamoré y ahora no se que hacer, nunca me sentí tan por debajo cuando estaba vulnerable.

Contuve el aire en mis pulmones y lo miré, su mirada no se quitaba de la mía.

─¿Fui un estúpido por dejarte derribar mis paredes?─Preguntó.

Bajé la mirada y caminé hasta llegar a la puerta, no iba a quedarme esta noche con el, no iba a ser tan masoquista para romperme a mi misma por dentro.

─Por favor, no te vayas de casa. Por favor... no me dejes solo.─Murmuró

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¡Feliz Navidad!🌺💐 ¡Ayer 25 fue mi cumple y cumplí 18! Por eso no pude publicar, perdón.

La estrofa de este capítulo es de LOVE YOURSELF.

Chanchan se acerca el final solo un capítulo más y el epílogo.

En un momento haré el Q&A y lo publicaré. ¡Gracias por las preguntas que hicieron! Que lo pasen genial en estos días con vuestros seres queridos cielitos.

Instagram: jussbizzleza

Kisses and lot of love 💕🙌😍🌸