Capítulo 48 [Parte 2]
Solté una risa escuchando a Justin, hacía horas que había venido y estábamos tumbados en la cama mientras el me contaba lo que había hecho en Atlanta.
─¿Tu padre no te regañó?─Pregunté mordiéndome el pulgar.
Negó con la cabeza mientras agarraba mi mano para poner un beso en mi dorsal.
Sonreí apenada.
Mis piernas estaba arriba de su cintura mientras que él tenía el torso girado hacia mi. Nuestras cabezas estaban reposando en la cabecera de la cama. Y su mano estaba jugando con el borde de mi camiseta que me llegaba por la mitad del muslo, pero al tumbarme se había subido dejando ver mis bragas azules.
─Realmente veo que me echaste de menos.─Besó la comisura de mis labios referiéndose a la camiseta que llevaba puesta.
Me encogí de hombros.
Me miró por unos cuantos segundos antes de besar mi boca y agarrar entre sus labios mi labio inferior tirando de el suavemente, succionándolo. Profundizó el beso mientras su mano iba acariciando todo a su paso, subiendo hacia estar en mi vientre.
Me separé de el nerviosa girando mi cabeza a un lado haciendo que su nariz tocara mi cuello, su respiración caliente me erizó la piel de esta y sentí el tacto de sus labios dejar un pequeño beso.
Soltó un leve suspiro y cerró los ojos para empezar a acariciar mi muslo de arriba a abajo. Abrió los ojos y me sonrió. Y me sentí mal. Mal porque se estaba conteniendo, haciéndome sentir a gusto.
Miré la hora y vi que eran las diez de las noche.
Agradecí haber cenado en la calle en un puesto de comida rápida, antes de venir a casa.
Justin ya había comido algo en el avión así que no había problema.
─En el viaje Abie me llamó para preguntar por ti, pero no me contuve y le regañé por haberme echo esa propuesta estúpida y se disculpó.─Tragó saliva y apretó un poco mi muslo─. Aún que en parte tengo yo también la culpa, eché más de lo debido...─Susurró lo último maldiciendo.
Nuevamente, se disculpó apenado.
─Pero investigó tu miedo más a fondo y por los apuntes que apuntaba y las cosas que le contabas, llegó a la conclusión que tienes una fobia llamada vaginismo. Es una fobia sexual...
Me miró con una ceja alzada.
─¿Lo sabes, sabías que tenías esta fobia?─Preguntó.
─No, nunca pensé que podía ser una fobia yo decía que era miedo, porqué recuerdo que una vez había ido al ginecólogo para que me examine y no me dejé.─Murmuré.
─¿Sabes por qué? No es por solamente miedo, es miedo a ser penetrada. ¿Nunca usaste tampón no?
Lo miré confundida, pero negué con la cabeza.
Justin tomó una respiración y me miró con cautela.
─Vaginismo, es eso.
No pude evitar soltar una pequeña carcajada por el nombre. Justin me miró con el ceño fruncido y negó con la cabeza.
[...]
Literalmente Justin se estaba quedando dormido mientras seguía contando sobre el contrato que les llevó tanto tiempo en cerrarlo.
Pero yo solo miraba su boca abrirse y cerrarse, su lengua mojar sus labios de vez en cuando y su nuez de adán subir y bajar cada vez que tragaba.
Mis cabeza estaba en otro mundo pensando, solo podía oír las voces de Abie diciendo que lo intentara, Camila hablando de su experiencia, la risa de Melissa con Jason y el movimiento constante del reloj que marcaba las doce de la noche.
Cerré los ojos sintiéndome mareada.
─¿Oye me estás escuchando?─Preguntó Justin con la voz firme.
No contesté.
─¿Estás bien cielo?─Preguntó esta vez preocupado.
Tampoco le contesté.
─¿_____?─Apretó mi costado.
Abrí los ojos y lo que salió de mis labios me sorprendió el y a mi.
─Házmelo.
─¿Qué?─Me miró por unos instantes confundido y después una línea se formó en sus labios, entendiendo.
─¿Me estas vacilando? Por que si es una de tus bromas no estoy para aliviar una erección─Dijo con voz cansada.
─No estoy bromeando, quiero que me lo hagas aún que cueste...─Susurré.
─¿Estas segura de esto, cielo?
Asentí con la cabeza intentando calmarme, la conversación no ayudaba.
Se levantó y rápidamente fue al baño, rebuscó en el armario y trajo consigo tres condones. Los puso a un lado de la almohada y se posicionó delante mío.
Tragué saliva sintiendo un nudo en mi garganta, el pequeño short que llevaba Justin desapreció en segundos, quedándose en boxers.
Sus manos pararon en mi camiseta pero negué.
Soltó un suspiro y cerré los ojos haciendo el intento de tumbarse nuevamente pero le agarré el brazo.
─No, solo ve al grano directamente.─Asentí.
Me miró por unos segundos y sus manos pararon en el borde de mis bragas, jugueteó con ellas mientras me distraía hablándome de cualquier cosa.
Cuando menos me lo esperé, me las había sacado rápidamente haciendo que el aire me golpeara en mi parte erizándome la piel.
─Y luego ella le dijo...─Vi su boca abrirse y cerrarse, estaba intentando distraerme.
Cerré las piernas al ver como bajaba un poco sus boxers dejándolo al descubierto, su miembro.
─Hey, mírame a mi cielo, no mires abajo.─Dijo tomándome del mentón haciendo que mi vista observase sus ojos brillosos.
─¿Justin?─eché un vistazo rápidamente a su parte y lo miré a sus ojos que me miraban con burla.
─¿Los hombres no se depilan?─Pregunté.
Su vista bajo a su miembro y me miró amagando una sonrisa.
─Si, si lo hacen, de echo yo lo hago pero no pensé que iba a pasar así que...─Se encogió de hombros y finalmente logró abrir el condón.
─Entonces deberías de depilarte esa selva.─Solté una risa nerviosa sin poder evitarlo. Mi pánico creció al ver como se ponía el preservativo por su longitud─.Por cierto, pensé que sería más grande, porqué así lo simulaban en los libros de biología.
Solté una pequeña carcajada al ver su reacción.
Justin me miró ofendido y palmeó mi muslo interior para abrir mis piernas, pero no lo hice.
─Abre las piernas─Susurró tranquilamente.
Negué presa del pánico, me estaba arrepintiendo.
Se apoyó en mis rodillas y cerró los ojos mientras me susurraba cosas para calmarme y lo estaba logrando.
Besó mis rodillas y me miró esperando una respuesta.
Mi pecho subía y bajaba agitadamente, mientras sentía una presión instalarse en mi pecho haciendo que mis ojos llenarse de lágrimas.
Justin tragó saliva y me limpió las lágrimas que rodaban por mis mejillas.
Se puso de rodillas delante mío y se acercó a mi cara besando mis mejillas.
─No pasa nada, lo intentaremos otro día...
No lo dejé terminar, negué con la cabeza ahogando un sollozo.
Tomé respiraciones profundas y mientras temblaba como una gelatina, lentamente me fui abriendo de piernas, lo suficiente para que mi parte intima quedara a los ojos de Justin.
─¿Cómo lo simulaban en los libros de biología?─Intentó sacarme tema mientras daba rápidas miradas a mi zona prohibida, haciendo que su miembro se sacudiese un poco.
Entre lágrimas intente sonreír ya que era muy tierno de su parte sacarme tema en esta situación incómoda.
─El dibujo lo hacía ver más grande.─Me limpié las lagrimas sin evitar reír al recordar las clases de biología.
En un impulso intenté cerrar las piernas pero Justin las aguantó.
─Me ofendes, el mío es grande, solo que con el frió que hacía en Atlanta se encogió.─Dijo acercándose.
Mi cuerpo se sacudió en una carcajada que fue remplazada por un grito desgarrador seguido de un gran sollozo al sentir una punzada en mi interior.
Lo había echo, Justin estaba dentro de mí.
Distinguí entre mis ojos aguados a un Justin pálido con una mueca en su cara.
─No, no, no, Dios...─Jadeó dando una pequeña embestida antes de salir y apoyarse en la cama.─No puede ser, joder _____ estas tan tan tensa y cerrada.
No podía pronunciar una palabra, estaba intentando asimilar mi dolor, mientras pequeños sollozos salían de mis labios. Esto era jodidamente doloroso y por lo visto más cuando no estaba excitada.
Justin miró por un momento la sabana y sus ojos se posaron en mi cara. Seguramente, roja y llena de lagrimas. Solté una bocanada de airé seguido de un sollozo e intenté taparme con la camiseta.
─No, no, no. Lo haré con un condón que tiene lubricante.─Dijo rápidamente Justin sacándose el condón que tenía una pequeña mancha de sangre.
Fruncí el ceño y levanté la cabeza para ver la sabana justo debajo de mi. Había una macha de sangre. Dejé caer mi cabeza nuevamente y cerré los ojos intentando calmar el temblor, sentí como Justin rompía la envoltura de un nuevo condón y me tensé.
─Relájate, cariño. Ya pasó lo más difícil.
Apreté mis manos haciéndolas puños y solté un gemido de dolor al sentir nuevamente a Justin.
─No te tenses, no te tenses, relájate, relájate.─Palmeó mi muslo interior varias veces.
Se paró un momento para verme y se acercó hacia mi para darme varios besos en mis labios.
─Lo estas haciendo bien, cielo.
Intentó sacar conversación mientras intentaba moverse lentamente pero con cada movida, un pequeño dolor me atravesaba haciendo soltar nuevamente lagrimas. Haciendo que Justin se frustre y pierde la paciencia.
─¡______, no te tenses!─Gritó en un jadeo─. Eso también me duele a mí.─Dio una embestida lo bastante fuerte para que me dé con la cabecera de la cama.
─¡Justin!─Grité en un sollozo.
─Lo siento, lo siento...─Murmuró y cerró los ojos, estaba sudando la gota gorda.
Soltó un suspiro y salió de mi para después levantarse y coger el otro condón para tirarlos en la papelera del baño.
Se arregló los boxers y se acercó hacia mi para abrazarme.
─Lo hiciste muy bien cariño.─Susurró besando mi frente mientras me cubría con las sabanas, no antes de quitar la que estaba debajo de mi y tirarla al suelo ya estaba machada de sangre.
Negué con la cabeza mientras lloraba en su cuello.
Mentía para hacerme sentir bien.
─No mientas Justin, no lo hagas. Ni siquiera llegaste al orgasmo. No sirvo para nada─Dije rodeando mis brazos a su alrededor temblando, moví mis muslos sintiéndolos húmedos.
─No vuelvas a decir que no sirves para nada porque me enfadaré, eso realmente no me importa si no llegué. Lo que importa es que lo conseguiste, eres una chica muy valiente.─Dijo besando el dorsal de mi mano, mientras acariciaba mi espalda cariñosamente─. Además te recuerdo que yo nunca antes traté con una virgen y tampoco sabía que iba a doler, hubiese sido más cuidadoso.
Asentí con la cabeza, y sentí la mano de Justin secar mis lágrimas.
─Ya sabes que siempre la primera vez es una mierda, recuerdo que la mía había sido a mis quince años y con una que ya tenía algo de conocimiento, cuando sus paredes empezaron a apretar a mi alrededor, me asusté pensando que me iba arrancarlo y empecé a llorar.─Empezó a reír y me uní a él.
─Christian, no se había colocado el condón bien y cuando acabó, el condón quedo dentro de la chica y tuvieron que ir a urgencias juntos.─Soltó una carcajada y besó mi frente por décima vez.─ No se lo digas a Camila, seguro que se burlará de el y a mi me matará.
Asentí riendo y soltando un bostezo.
─Alfredo tuvo problemas en meterla porque no sabía donde hacerlo.─Bostezó y apoyó su cabeza entre el hueco de mi cuello después de apagar la luz.
─¿Ves? Nadie tuvo una primera vez como lo aparentan en las películas.─Susurró.─Quizá la próxima vez sea mejor.
Asentí y cerré los ojos, cansada.
─Buenas noches mi cielo.
Fue lo último que escuche salir de sus labios antes de caer rendida en los brazos de morfeo, en este caso Justin.
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Justin siendo un amorcito con su mujer es asdfghjkl🌷😍😍
¡El capítulo más largo que hice en toda la historia!
Y por fin después de tantos capítulos llegó lo esperando. No saben lo que me costó escribirlo y encima mi primera vez escribiendo estas cosas. Quiero aclarar que esto si pasa en la vida real y no exageré porque básicamente, pregunté antes de escribir.
¿Qué les pareció? ¿Os lo esperabais así? Ya dije que no sería lo típico, no quería cliché y recuerden que ella sufre de esa fobia.
Fobia vaginismo: Hay muchas mujeres que tienen miedo a ser penetradas y llevan este miedo hasta tal punto que sienten pánico hasta a colocarse un tampón o ir al ginecólogo.
Les mando mucho amor y nos vemos en el próximo capítulo.❤️️💕💞
Kisses and lots of love, see you soon🙋🙋💋
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