Capítulo 34
Maratón 1/5
Leer la nota final.
─¿Una visión?─Habló Abie sorprendida dejando la carpeta azul en el mueble más cercano.
Asentí con un aclarado de garganta mientras las imágenes de ayer llegaban a mi mente como un recuerdo a vergonzoso. No todos los días te encuentras con una cría de dieciséis años lloriqueando, por soñar despierta teniendo un hombre encima de ella.
Y aún que Justin había pasado del tema, yo ya no podía durar más de cinco segundos aguantándole la mirada, porque siempre mis pensamientos iban más allá de lo normal.
Por la mañana me encontré totalmente sola en la cama, su sitio estaba intacto y supuse que no debió dormir conmigo anoche. Se fue cuando me encontraba navegando por mis sueños.
Suspire y me enfoque en Abie y en lo que decía, sinceramente, solo miraba su boca abrirse y cerrarse.
─¿____?
Rápidamente alce la cabeza hacia ella observándola, me inspeccionaba con una mirada confundida y angustiada.
─¿Quieres contarme lo que sucedió anoche, cariño?─Pregunto con dulzura.
Me encogí de hombros, si me negaba iba a obligarme a relatar detalle por detalle la humillación que pase ayer.
Así que tome una bocanada de aire y empece a explicarle los hechos de unas horas atrás. Después de unos cuantos minutos de incomodidad, me aconsejó animándome y tranquilizándome a la vez, quitándome todo rastro de nervios que se habían acumulado en la terapia de hoy.
─¿Entendido?
Asentí con la cabeza y me maldije por no escuchar los últimos consejos que daba.
Se levantó de la silla, camino hacia mi, para sentarse en el sofá en que estaba y me abrazo.
─Quiero lo mejor para ti y para Justin...─Se detuvo unos segundos y continuó─. Te daré visita aquí en una semana y cuando...
─¿Una semana? ¿No vendré el próximo lunes, miércoles y viernes? ¿Por qué?─Pregunté rápidamente, interrumpiéndola.
Negó con la cabeza riendo mientras alzaba las manos parándome.
─Déjame terminar de explicarte y entenderás, jovencita.─Me apunto con el dedo bromeando y haciendo un gesto que me recordó a mi madre cuando me retaba.
Sonreí melancólicamente y asentí.
─Como decía, cuando entres por esa puerta después de una semana quiero verte una mujer. Sin miedos, sin pánicos sin nada. Quiero que vences poco a poco tu miedo, tu sola en esta semana y creo que podrás hacerlo. Confió en ti.
¿Lo podría lograr en una semana? ¿Podría hacerlo sin miedo alguno?
[...]
Camine cansada mientras bebía de mi botella de agua un trago bastante largo y me adentré en la tienda con Camila. Esta era la cuarta tienda y aún no encontraba el vestido ideal para la ocasión de mañana. Di una rápida ojeada a todo el local y troté hacia los vestidos. Me llamaron la atención unos tres de color rojo, blanco y negro los típicos colores que no faltan en ninguna fiesta. Su textura era tan suave y fría.
¿Se puede ir de negro en una boda? la respuesta es sí, si se puede.
Busque con la mirada a mi amiga que la encontré en la sección femenina de ropa interior observando un conjunto provocativo de color azul eléctrico.
Bufé y cargue los tres vestidos hacia ella para que me diera el aprobado al menos, uno de ellos.
Alce una ceja cuando estuve delante de ella y menee los vestidos.
─Quiero verte en ellos, allá están los vestidores.─Señalo con su dedo largo en un tono autoritario.
Rodé los ojos y camine hacia donde me indicaba. Me adentré y cerré la puerta de madera de un color negro brillante. Coloqué los tres vestidos en unas perchas y deje las dos bolsas en el suelo y empezó el desfile de unos cuantos minutos. Cogí el blanco y me lo puse lentamente. Me mire en el espejo y sonreí, no me quedaba tan mal.
Salí y desfile para Camila quien sonrió y su cara cambió rápidamente a una seria negando con dicha.
Suspiré y volví a hacer el mismo proceso, ahora, con el rojo.
Salí y di una vuelta entera sobre mi misma. Me miró por un largo tiempo recorriendo me de arriba a bajo y nuevamente rechazó el vestido.
La maldije en voz baja y repetí lo que hice hace unos minutos esta vez, con el vestido negro teniendo una pequeña esperanza.
Salí lentamente y me giré de la misma manera para encontrarme con el rostro de Camila desencajado en su lugar. Mi reacción fue asustarme ¿Tan mal me veo?
Unas cuantas personas se giraron al oí el chillido de la futura novia.
Esta se encontraba con los brazos extendidos hacia arriba mientras sujetaba ropa interior en cada mano.
Me avergoncé cuando corrió hacia mi sin cambiar de posición y di unos pasos hacia atrás mientras con mi mano discretamente hacia una señal para que bajara las manos.
─¡Este! ¡Este!─gritó dando saltitos.
Unos cuantos silbidos se escucharon de parte de unos adolescentes cuando me di la vuelta y pose para mi amiga.
─Definitivamente, este.─Habló con una gran sonrisa plasmada en la cara─. Ahora solo te faltan los zapatos y algunos accesorios.
─Está bien, ahora me cambio y vamos por lo que falta.
Con una velocidad increíble me quite el vestido y me volví a poner lo que llevaba puesto. Salí con el vestido y las bolsas mientras una trabajadora amablemente se encargó de los otros.
─Christian le va a dar un infarto cuando me vea con esto.─Me enseño unas bragas de hilo de color rojo conjunto a su sostén.
Solté una risa por lo emocionada que se encontraba. Me tendió un conjunto de leopardo y me negué.
─Claro que no.─Negué rotundamente.
─Oh vamos ___, me lo agradecerás cuando tengas a Justin bajo tus pies pidiendo por más.─Alzó las cejas y las bajo sucesivamente.
─¡Camila!─Gruñí sonrojandome por la mirada que me echo un hombre de unos veinticinco años.
─¿Qué? Digo la verdad.─Se encogió de hombros.
─Es que... tengo ropa interior nueva aún sin usar y no creo que me quede bien.─Susurré lo último mintiendo, apartando la mirada para que no me delatase.
─¿___? ¿____ Parker esta insegura consigo misma?─Susurró rápidamente Camila.
─No, claro que no solo que...
─¿Qué? practica más para una mentira ____, deja de estirar el borde de la camiseta, te delata.─Rió burlona─. Nada de escusas, te lo llevas.
Estúpidas manos. Estúpida Camila.
Aveces odiaba el echo de que me conociera tan bien.
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Hola...
Si bueno ya se, no cumplí con mi promesa, tarde más de una semana en subí, el maratón, etc.
Todos tuvimos esos días de flojera sin ganas de nada, solo quieres estar estirada en la cama, pensando, dando un repaso a tu vida, estar aislada de todo y más... y precisamente, eso es lo que me pasaba y desgraciadamente duró más para mi gusto y también estaba fatal de inspiración.
Y ahora que volví, tengo la inspiración hasta flotando por los aires, tengo muchas ideas sorprendentes para esta novela, la inspiración volvió de golpe y no puedo parar.
Subiré mañana o el jueves.
Si se dieron cuenta en este capítulo no hay una estrofa de una canción. Solo faltan pocas canciones del álbum y usaré sus estrofas en capítulos especiales para que rime y que quede bien. También cambie el nombre de mi usuario por jussbizzle (era Zahiaess) ¿Os parece bien?
Si llegaste hasta aquí, comenta «¡Viva Camila y su tanga roja!» JAJAJAJA nah mentira mejor decirme como os pareció el nuevo look de Justin. Parece un soldado. >.< But... I like it♥
Kisses and lot of love♥♥
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