Si dijera que había dormido profundamente, mentiría. Como mucho, había dormido una hora y media pero no tan cómoda.

Después de que Justin saliera del baño me ignoro y era lo mejor porque yo también pase de él.

Me desperté a las cuatro de la madrugada por qué me había dado cólicos y dolor de cabeza.

Hice una mueca y aparte las cobijas de mi, me incorporé sentándome. Miré hacia Justin que dormía plácidamente y tuve envidia de él, dormía tan tranquilo sin ninguna preocupación por medio, sin nada.

Me puse de pie y observe el colchón envuelto en una sabana blanca si había una mancha o algo, pero no había nada de que me preocupara. Camine hasta la cómoda y agarre mi cartera donde contenía una caja de pastillas y cogí una. Se me escapó un sollozo ya que el dolor era agudo y bastante doloroso pero aguanté mientras me tomaba la pastilla en el baño con un vaso de plástico que encontré por allí. 

Supongo que era para enjugar.

Devuelta a la cama, me senté observando mi marido dormir de lado mientras que una mano estaba debajo de la almohada y la otra descansaba arriba de la sabana, estirada. Aparte su mano despacio y con temor de que despertará y me lleve el susto del año cuando se movió para acomodarse mejor.

Suspire de alivio y me dispongo a tumbarme para intentar coincidir en el sueño, si es que por lo menos lo conseguía. Gire dándole la espalda y cerré los ojos.

Minutos después, olí una olor. Justin se había tirado un gas.

[...]

Me levante estirándome, no había dormido des de que desperté por la madrugada.

Voltee hacia la ventana y mire el sol pasar por la cortina dando un poco de luz a la habitación. Justin no había bajado la persiana por la noche.

Bostece por la falta de sueño y camine hasta el lavabo, hice mis necesidades, eche agua a mi rostro y lave mis manos mientras cepillaba mis dientes.
Dejé el cabello revuelto y salí después de apagar la luz. Desvíe mi móvil en el tocador y camine hasta el para luego, verificar la hora.

Las ocho y media de la mañana.

Alce mi cabeza hacia el espejo y contemple mis ojeras de un tono casi negro. Bajé la mirada hasta mi cuello y mordí el labio para evitar soltar una maldición.

Habían tomado más color pero de los llamativos.

Si alguien viera esto, pensaría que soy una fiera en la cama.

Y es totalmente al revés, no sé nada y soy una miedosa. Seguramente el día que tenga sexo con alguien, me saque a patadas de la cama. Y no mencionaré a Justin. El no es el indicado.

«¿Piensas tener relaciones con alguien que no sea tu esposo? Chica, estas loca. ¿Que pensarán de ti luego?» habló seria mi subconsciencia. 

Me encogí de hombros, ¿que más da lo que piensen los demás? Lo tengo decidido, no tendré ningún contacto con Justin en la cama.

Hablando del rey de roma este me tenía que dar la llave de la suite antes de que llegase el personal.

─Eh Justin, despierta.─me senté a su lado. 

Moví suavemente su brazo pero este parecía estar en coma.

─¡Justin!

Nada.

─¡Justin despierta carajo!─grité mientras lo movía un poco más fuerte.

Gruñó mientras se giraba a encararme.

─Nunca he visto una esposa que despierte a su querido a gritos.─se acomodó el pelo.

─Cállate y dame la llave.

─¿Que hora es?─ su voz salió ronca.

─Las ocho y cuarenta.

Me mira por unos segundos y baja sus ojos a mi cuello y sonrió.

─Iba a gritarte por levantarme temprano pero ahora que veo mi obra, se me fueron las ganas.

Rodé los ojos y me levante para pararme delante de la cama matrimonial. 

─La llave.─extendí mi mano.

Aún estirado en la cama, metió su mano abajo de la cobija y empezó a buscar.

─No está.─Murmuró mientras apartaba la sabana de el y se disponía a sentarse apoyando su cabeza en la cabecera de la cama.

Metió una vez más su mano dentro de su pantalón buscando.

Negó con la cabeza y me entró pánico.
¿Qué si nos quedábamos encerrados aquí?

Se levantó y bajo los pantalones cortos de pijama y adentro su mano en los boxers haciendo que bajará estos un poco.

Rápidamente gire dándole la espalda y cerré los ojos.

Minutos después, oí a Justin suspirar de alivio.

─Estaba entre mi miembro y... ─se interrumpió el mismo y negó con la cabeza─Ten.

Me tendió la llave en su mano.

Hice una mueca de asco y negué con la cabeza.

─Abre la puerta tú. 

Soltó una carcajada.

─Cambiaras de opinión cuando la tengas dentro de tu boca nena.

Ugh, asquerosidad, asquerosidad.

[...]

Cuando Justin abrió la puerta, el personal ya se encontraba en casa y se presentaron todos; eran cinco. Para mi eran muchos pero eso nos tocó.

Lucía y Clara las chicas de limpieza aparentaran menos de veinte años, Mariana en la cocina mientras que Angela era la ama de llaves y Josh el jardinero, ellos eran de edad avanzada.

Todos eran simpáticos y humildes.

Justin después de duchare y desayunar salió sin más. No hice nada en todo el día aparte de deshacer las maletas con ayuda de Angela.

Y ahora que eran las siete de la noche me encontraba debatiendo en que ponerme. Al final, escojo un vestido color vino con encaje negro.

Era sin mangas y tenía la espalda descubierta hasta el medio mientras que por los hombros ondas del vestido caían. Era una mano arriba de la rodilla y tenía el cuello en forma de U mientras que este se ceñía perfectamente a mi cuerpo.

Lave mi cuero cabelludo sin llegar a mojar mi cuerpo y cogí una toalla y la humedecí para pasarela por las axilas y el resto del cuerpo que se podía limpiar. Que puedo decir, odio bañarme cuando estoy en mis días.

Salí del baño en ropa interior y me dispuse ponerme las medias negras transparentes y el vestido.

Seque con la secadora mi cabello y empecé a ondular-lo.

Cuando acabé, empecé a maquillarme y esta vez, usando base y corrector para tapar las marcas de mi cuello y de paso, las ojeras. No logre el resultado que quería pero llegué a taparlos un poco.

Estaba por acabar mis ojos con la sombra pero Justin entró por la puerta poniéndome nerviosa.

Apartó la cortina beige y se adentró para buscar ropa en el vestidor.

Delinear mis ojos siempre fue difícil para mi pero más cuando estaba nerviosa. Así que sólo puse mascara a mis pestañas y pinte mis labios de un color coral rosa.

Coloque unos aretes plateados con un collar del mismo estilo.

Listo.

Justin salió del vestidor con su conjunto en la mano y entro al baño. Aproveche y entre para coger unos tacones de plata forma negros.

Antes de salir de la habitación cogí mi IPhone y lo coloque en mi sostén ya que no iba con bolso y salí.

Baje las escaleras y me encontré con Angela.

─Ésta espectacular señorita _____. ─Me halago haciéndome sonreír tímidamente.

─Umh, gracias Angela. 

Ella asintió y despacio por el pasillo.

Acomode mi cabello en el espejo que estaba al lado de la puerta principal y agarre del perchero un abrigo negro.

─Vamos.

Sin mirar hacia atrás asentí y abrí la puerta.

Salí al exterior y una corriente fría me recorrió la espalda haciéndome estremecer.

Suspire y camino hasta el auto de Justin que se encuentra aparcado delante de la casa espero hasta que Justin abra el seguro del auto, abro la puerta del copiloto y me siento.

Luego de cinco minutos en la carretera, Justin saco un paquete de cigarros de su bolsillo y prendió con el mechero un cigarrillo mientras que manejaba unos segundos con las rodillas. No se digno a abrir la ventana con el humo que había. 

Así que sacudí mi mano de un lado a otro mientras apretaba el botón para abrir la ventana y tosí. 

Rodó los ojos mientras también abría su ventana. 

─Exagerada.─Susurró.

─Cállate. Que si no fuera por mi ya nos habríamos muerto de intoxicación.─Dije mientras me cruzaba de brazos.─Y exagerada tu abuela.

─Hazme un favor, mátate.─Musito mientras exhalaba el humo en mi dirección.

─Púdrete mujeriego. 

Este rió y sacudió la cabeza, negando.

─Continuaremos esta discusión en casa. Ahora, baja y compórtate.

Lo mire ofendida por lo ultimo ¿acaso soy una malcriada? Mi madre me crió muy bien... creo.

Salí del auto y di un fuerte portazo para molestarlo. 

─¡_____!─Gritó. 

Reí y corrí hasta la puerta principal de la gran mansión mientras intentaba no caer con la altura de los zapatos.

Toque el timbre y espere hasta que Justin llego a mi lado y antes de que abriesen la puerta me dio una fuerte palmada en mi trasero.

Lo mire mal y este sonrió divertido.

─Imbécil. 

No tuve tiempo de apártalo cuando beso mi mejilla sonoramente ya que la puerta fue abierta por Pattie nos saludo a los dos y entramos detrás de ella. La casa era el doble de grande que la nuestra y tenía un estilo antiguo pero llamaba la atención. Des de la puerta se podía apreciar el comedor en un lado y el salón en el lado contrario mientras que en el medio había unas escaleras de caracol y más allá una puerta. 

Entramos al salón donde se encontraba la familia Bieber sentada. Jeremy quien miraba atentamente unos papeles, una mujer pelinegra que estaba comiendo besos a un niño de cinco o seis años mientras que un hombre los miraba con adoración, el hermano de Justin.

Todos alzaron la mirada cuando paramos a unos metros de la puerta, poniéndome nerviosa. Sonreí hacia la mujer quien me miraba con una gran sonrisa. 

─Padre.─Habló Justin con la voz ronca haciendo un asentimiento hacía su padre y este también lo saludo con un asentimiento.

La mujer de Jason se acercó con pasos cortos hacia nosotros con su hijo y su marido. 

─Un placer conocerte al fin _____.─Dijo dándome un amisto y corto abrazo al cual recibí gustosamente.

─Gracias...─Musite algo incomoda ya que no sabia su nombre.

─Melissa.─Sonrió.

Asentí hacia ella y mi mirada se dirigió hacia el doble de Justin pero más maduro. 

─Hola ____, encantado de conocerte.─Tendió su mano hacia mi y rápidamente la recibí en un apretón.

─Igualmente Jason.─Sonríe tímidamente.

Justin saludó a Melissa con un beso en la mejilla y su hermano con un saludo raro mientras cargaba el niño. 

Mi mirada viajo a unos ojos grandes de color canela que me miraban curiosos. 

─Matthew no seas maleducado, saluda a la tía _____.─Le regañó su madre.

Justin rió y se acerco hacia mi con el nene en brazos quien se escondió en el cuello de su tío. 

─Matt, está es _____ mi esposa.─Susurró Justin en la oreja del peque. 

Me acrece más a el ya que esté no hacia ni un movimiento y bese suavemente su mejilla de un color roja, rozando sin querer a Justin.

Y después de eso, Matthew ya había tomado confianza durante mi estadía con ellos, mientras reíamos y charlábamos de cosas que explicaba Jason y su mujer se había acercado hacía mi para robarme un pequeño beso de la mejilla y aproveche la oportunidad antes de que escapara para estrecharlo en un abrazo el cual le hizo reír.

Adoro los niños. 

Luego de una hora, la cena ya estaba lista, fuimos todos a tomar asiento en el comedor mientras seguíamos charlando. Bueno, Jason, Melissa y Pattie hablaban mientras que yo solo escuchaba atentamente. Ya estábamos a mitad de acabar la cena cuando el padre de Justin, silenció la habitación.

─Bueno, no tuvimos oportunidad de daros el regalo de la boda. La casa fue un regalo de los cuatro; nosotros y los Parker.─Su mirada se dirigió a la mía y rápidamente la aparto.─ A lo que venía, no estáis el cien por cien casados.

Contuve el aire mientras mis ojos se agrandaron para después dirigirla a la de Justin quien tenía los ojos cerrados mientras mantenía la mandíbula tensa.

Lo mire con el ceño fruncido cuando Jeremy soltó una risa y a continuación saco dos cajas pequeñas de terciopelo rojas.

Suspiré de alivio y puse atención a mi suegro.

─Ya que la ceremonia fue echa en poco tiempo y un poco rápida. No tuvimos tiempo de comprar los anillos de boda pero aquí están.─Nos entregó a cada uno una caja.

¿Como no me había dado cuenta? Siempre soñé tener una sortija de la cual presumir delante de las chicas, mientras contaba cuán estaba orgullosa de mi hombre. 

Suspire mientas cogía la caja y por el rabillo de ojo pude observar a Justin serio mientras que este ya tenía mi sortija delante de sus ojos.

─Espero que os guste el estilo, me costó elegirlas.─Comentó dulcemente Pattie. 

Jason y Melissa solo observaban la escena con una sonrisa.  

La abrí encontrándome con el anillo de Justin dorado simple. El anillo de hombre siempre era así, no tenía ningún diamante.

Me gire hacia Justin quien me miraba con la sortija en su palma de mano. Era hermosa, tres diamantes blancos adornaban el medio de la sortija mientras que diminutas piedras rodeaban todo el circulo. 

Imite su acción y cuando quisimos intercambiar los anillos. Melissa no nos dejó mientras se paraba con una cámara. Y es cuando entendí que tenía que poner el anillo en el dedo de mi esposo.

El tomo mi mano con algo de brusquedad y puso la sortija en mi dedo anular seguido de un flash de cámara. Me acomode el anillo y me dispuse a repetir la misma acción poniéndole el anillo a mi esposo también con un flash cegador. 

─Miren hacía aquí y digan patata.─Chillo Melissa quien estaba apunto para tomar una foto. 

Sonreí y mire hacia la cámara para tomarme una foto. 

Se volvió a sentar y acarició su barriga de siete meses. Si, estaba embarazada y esperaba una niña. 

Cogí el vaso de agua y me dispuse a beber de el.

─Ahora sí, aquí de un mes quiero oír la noticia de que mi nueva nuera espera un bebé.─Dijo tan normal el padre de Justin.

Me atragante con el agua y empece a toser. ¿No era que si alguien se atragantaba tomaba agua? ¿Y ahora de que me sirve? ¿Qué tomo? ¿Cloro? 

─¡¿Qué!?─Gritamos yo y Justin al mismo tiempo. 

Pero debo admitir que mi grito sonó mas a un chillido asustando a Matt.

Jeremy explotó en una gran carcajada. 

─Es broma chicos, relajaos.─Rió. 

Suspire de alivio mientras intentaba relajar mi respiración agitada.

─¿Tan malo es tener un bebe? Yo quiero ser tío.─Dijo Jason divertido. 

─¡Yo quiero tener muchos primos!─Saltó Matthew.

─Quiero tener nietos de parte de Justin.─Sonrió Pattie. 

Antes de que Melissa dijera algo que me dejara más avergonzada, Justin le interrumpió. 

─¡Basta! Ya hemos entendido de que tu quieres ser tío, tú tener primos y mama, tener más nietos.─Tomo una respiración y me echo un mirada rápida.─Serás tío, tendrás primos y tendrás más Justin's en versión bebé. Pero no ahora, aun somos jóvenes y no está en nuestros planes. Pero os aseguro que aquí en un futuro os daremos la noticia de que seremos papas.─Sonrió a medias. 

Asentí vagamente.

Claro, sigue soñando Bieber. pensé.

Ya íbamos camino a casa, después de lo sucedido acabamos la cena tranquilamente y luego, seguimos charlando hasta que se hizo tarde. 

Justin frenó en seco aun lado de la carreta y apagó el motor, quito el cinturón y se acerco hacia mi. De tanto retorcer me dí con la ventanilla de la puerta y me quejé. Justin aprovecho el momento para agarrar mis dos manos y acariciarlas suavemente.

─Quiero tener seis hijos.─Dijo divertido.

─¿Qué?─Susurré confundida.

─En un futuro quiero tener seis hijos: tres niñas y tres niños.─Acarició mis nudillos.

─¿Con una zorra?─Pregunté.

─No...contigo claro.

─¿Crees que soy una coneja para tener tantos hijos?─Reí siguiéndole el juego.

─Si nosotros queremos podemos tener hasta más de seis.

─No tendré seis hijos Justin.─Murmure. 

─Eso ya lo veremos. ¿Crees en el amor?─Preguntó cambiando de tema.

Asentí desorientada. 

─Claro que sí. 

─Si yo creo en el amor y tú crees en el amor entonces podemos enamorarnos de alguna forma. Si quieres lo mejor para nosotros como yo quiero lo mejor para nosotros, entonces debemos aprender a confiar en este mismo momento.─Susurró cerca de mis labios.─No dejes que el esfuerzo sea en vano, pongamos todo de nosotros en esto.─Y di el paso esta vez yo. 

Bese sus carnosos y suaves labios.

Pero la pregunta que rondaba en mis pensamientos.

¿Realmente un mujeriego sabe que es el amor? ¿Justin está hablando enserio? 

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¡El capítulo más largo hasta ahora!¿Qué les pareció?

La estrofa de este capitulo es de Trust. 

Ya estoy nuevamente en casa♥

¿Quien le gusta la pareja Jailey? Yo la respeto y hailey me parece buena chica hace feliz a Justin.

¡Gracias por vuestros comentarios en el capítulo 24!

Con una ✬ me harás feliz.

 ¡Nos vemos pronto!