Eran las nueve y media y nos encontrábamos dando vueltas con el auto mientras Justin gruñía frustrado, nos habíamos perdido. Le pregunté varias veces si sabia bien la dirección y este asentía hasta llego un punto que lo colme con mis preguntas y me asustó golpeando el volante y mandándome a la mierda des de ese minuto, me mantuve quieta y callada. 

─Joder, es como si estuvieras atrapado en una caminadora corriendo en el mismo lugar.

Suspire, como que no duraba mucho callada, le aconseje que era mejor llamar a su padre o a cualquier que sabía donde estaba la casa.

─Llamare a Chris seguro sabe en que barrio esta.─Murmuro.

Cogió su teléfono y marco el numero de Chris el prometido de Camila.

─Hola amigo, ¿Como va?─Calló un momento y después continuo hablando.─Si, si... de eso te llamaba. Me perdí y no se por donde queda la casa.─Asentía con un aclarado de garganta cada vez que Chris le decía por donde pasar y/o ir.

Esto era algo loco ya que Chris no era su casa y sabía donde estaba ubicada. En cambio Justin era su casa y ni sabía donde estaba. 

«¿Y si no le habrán dado la ubicación? ¿Qué? nadie es perfecto» lo defendió mi subconsciencia.

Después de dar varias vuelta de izquierda a derecha y más, llegamos a nuestro destino.

Abrí la boca impresionada, esto era increíble.

Era una casa de color beige bastante grande con dos pisos y por los alrededores del techo blanco. Los ventanales eran grandes polarizadas y un balcón se encontraba en el piso de arriba, vallas altas de hierro se hallaban a su alrededor rodeando la casa completa. 

El pasto era de piedras todo color gris y más allá se podía ver el jardín verde pequeño delante de la casa, el camino que daba hasta la puerta iba con curvas y el piso era de ¿madera? No lo sé pero el hogar me encantaba. 

Observo a Justin y el no esta como yo, al parecer estaba intentando disimular que también le gustaba la casa. Mire por los lados y a lo lejos podía ver casas con el mismo diseño que nuestra casa pero claro, con diferente estilo. 

─Por fin puedo decir, hogar dulce hogar.─Comento Justin en voz baja. 

Hice una mueca llevando los labios a un lado, lastima que yo no podía pensar lo mismo que el. 

Porque el no me pertenecía, ni esta casa, ni esta vida de delante que me espera. Nada me pertenecía. 

Suspiré y intento relajar mis piernas tensas. Justin toca el claxon dos veces seguidas y el portón se abrió. 

Aun no tenia el mando para manejar el portón por su cuenta. 

Veo la puerta blanca de casa abrirse y de ella sale Camila, Chris, Pattie y mamá.

Cuando Justin aparca el coche delante de la casa, me deshago del cinturón rápidamente y bajo corriendo hacia ellos. Ellos me recibían con una sonrisa, mientras que Camila me esperaba con los brazos abiertos. Y no dude en lanzarme contra ella.

─¡Pies grandes!─Chille mientras la abrazaba fuertemente.

─¡Caderas anchas!─Gritó imitando la misma acción que yo, mientras que los otros reían por nuestros apodos. 

Camila el único defecto que tenía era que sus pies eran demasiados grandes para mí, bueno no tan grandes pero el punto era que eran de tamaño grande, ella siempre intentaba no mostrarlos demasiados. 

Mientras que yo tenía las caderas anchas, la verdad es que no me sentía a gusto con ellas pero Camila me había dicho una y otra vez que era la mejor curva del cuerpo humano, claro para ella. 

─¿Como estas mujer? Wow veo que te sintieron bien estas vacaciones.─Musitó mirándome de pies a cabeza.

─Y como no le iban a sentir bien estando conmigo.─Bromeo Justin dejando entender la frase con doble sentido.

Rodé los ojos mientras que Camila lo miraba con desprecio, fruncí el ceño por su actitud. Pero entonces recordé la llamada que le había echo una dos semanas antes. La agarre de la mano mientras la intentaba alejar de Bieber pues había dado varios pasos hacia él con la intención de golpearle mientras que él la miraba desafiante después su mirada viajo hacia la mía para después negar con la cabeza. Chris al ver la situación y entender se llevo a mi amiga para que se calmara un poco.

Suspire y mire a mama quien me miraba con tristeza y dio un paso hacia mi. No pensé ni dos veces antes de estrecharla en mis brazos.

─Hija...─Susurró en mi oído.

 Y la atraje más hacia mi.

─Lo sé mama, el trabajo te mantuvo ocupada.─Susurre también.

─Lo siento. 

─No pasa nada mamá, entiendo.─Me separe de ella mientas que ella me mantenía agarrada mis dos manos.

Aun que estuviese enfadada con ella, era mi madre. No podía durar mucho tiempo con ella enojada, siempre una de las dos pedía perdón a la otra cuando estábamos enojadas. 

─¿Como has estado?─Pregunto dulcemente.

Baje mi mirada y reí nerviosa, si algo sabia era que tarde o temprano mamá se enteraría todo. 

─No respondas a la pregunta si quieres.─Dijo en un suspiro. 

Alce mis ojos hacía ella y no puede contener una lagrima bajar de mis ojos pero rápidamente la borre del mapa con la mano.

Ella hizo que no vio lo que acababa de hacer pero sabía que le dolía verme así por lo tanto decidió ignorar el echo por lo que se lo agradecí en voz baja en cambio sabía que no me salvaría de una larga charla con ella.

 Oímos una queja y mama se volteo a hacia Justin y Pattie yo imite su acto y los observe.

Estos también se saludaban y Pattie le repatrió varios besos en toda la cara mientras que Justin se quejaba para que lo soltara.

─Mamá ya basta por favor, suéltame.─Le dijo en un tono fastidioso.

Ella obedeció a su queja y lo soltó.

Justin camino hasta mi madre la cual hizo un esfuerzo para sonreír y darle la bienvenida.

Por mi parte fui hacía mi suegra la cual me recibió encantada estrechádome entre sus brazos.

Entramos después de hablar un rato y todos nos enseñaron la casa, era hermosa.

Tenia mi estilo y el de Justin la casa consistía en cuatro habitaciones, tres baños, el salón, el comedor, la cocina, un jardín en la parte trasera de la casa con una gran alberca y un garaje. La casa tenia tonos beige, marón, un tono color crema y negro. 

Me tire en el sofá de cuero negro exhausta, habíamos estado casi media hora de allá para aquí.

─El personal vendrá mañana por la mañana.─Habló por primera vez Chrisitan que ante lo ocurrido no puede saludarle hasta más tarde.

Asentí con la cabeza y cerré los ojos.

─Cuando tenga la oportunidad le cortaré los testículos y les daré de comer a los perros.─Susurro Camila referíendose a Justin.

Solté una carcajada y me tape la cara con las manos. 

Almorzamos todos en un ambiente tranquilo, la comida de Pattie era deliciosa. No dirigí en toda la tarde ninguna palabra a Justin quien había salido después con Chris. Mamá y Pattie se fueron a las seis prometiendo que volverían seguido. Y me quede sola con Camila quien le había informado Chris que volvería para ella.

Estábamos tiradas en el sofá mientras reíamos por cualquier tontería que pasaba por nuestra cabeza. En un momento se puso seria y se sentó mirándome fijamente por lo que retorcí asustada.

─Casi lo hacemos.─Habló en voz baja.

─¿Qué?─La verdad es que no había entendido a que se refería.

─Casi pierdo la virginidad con Chris.─Bajo la mirada y continuo hablando─Pero no pude, no estaba preparada.─Suspiro.

Me quede en silencio, no sabía que decirle.

─Me dijo que no pasaría de la noche de bodas.─Sonrió y me observo por un largo tiempo.─No cumpliste tu promesa _____.

Fruncí el labio y me encogí de hombros.

─Entiéndeme Camila, no puede. No es el indicado.─Murmuré recordando la promesa que nos habíamos echo años atrás.

[FLACHBACK]

Camila corría gritando mi nombre hasta llegar donde me encontraba, respiraba agitadamente mientras intentaba recuperar el aliento.

Voltee hacia ella y la mire con el ceño fruncido mientras me apartaba dejando a los alumnos pasar para adentrarse a la escuela.

─¿Qué pasa? ¿Ocurrió algo?─La mire preocupada.

─¡_____! ¡Te perdiste de lo mejor ayer!─Gritó haciendo que varios compañeros pusieran atención al tema.

La agarre del brazo y la empuje a un rincón detrás de un árbol y la indique que siguiera hablando. Ayer había una fiesta en la casa de un compañero de mi clase el cual me invitó pero mis padres se negaron diciendo que no tenia edad suficiente para ir sola a una fiesta a los catorce, insistí diciendo que no estaría sola por que Camila también iría pero no cambiaron de opinión.

─Ayer Júlia lo hizo con Mateo, perdió su virginidad.─Dijo intentando no chillar. 

Abrí los ojos como platos y me tape la boca para contener el grito que quería salir. 

Júlia era una chica estudiosa de catorce años y Mateo un chico de dieciséis el típico chico rebelde rompe corazones. 

─¿Como paso?─Pregunté curiosa. 

Camila me explico detalladamente la historia, mientras hacía expresiones con las manos y la cara yo solo me limitaba a escuchar y asentir. Júlia le había pedido a Mateo que la hiciera suya y el sin dudarlo le obedeció.

─Oh dios mio, esta chica esta demente.─Dije en un susurro─Yo no lo haría aun que mi vida dependiera de eso.

─Yo lo haré en mi noche de bodas.─Musito Camila.

─Yo también, con el que pasare el resto de mi vida─Asentí con la cabeza de acuerdo.

─¿Hacemos una promesa? Esperaremos hasta la noche de bodas.─Dijo segura y me tendió la mano solo con el dedo meñique. 

Asentí mientras juntaba mi dedo meñique con el suyo, sellando nuestra promesa.

[FIN DEL FLASHBACK]

─Esta bien, no pasa nada al menos hiciste parte de nuestra promesa─La cual era llegar virgen hasta la noche de bodas.

─¿Que promesa?─Habló una voz que reconocía a kilómetros.

─Si eso ¿Que habéis prometido?─Comentó Chris.

¿Estos cuando entraron a casa?

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WAJAJA las dejo con la intriga amores♥ 

La estrofa de este capítulo es de Life Is Worth Living está en cursiva y en negrita la frase ya que me lo han pedido porque no saben donde esta la estrofa que pongo en los caps anteriores. 

¡Nos vemos en el siguiente capitulo!

Con un comentario y una ★ me harás feliz.

♥Kisses and lots of love♥