Había pasado una semana y unos días de lo sucedido aquella noche, no volvimos a mencionar el tema. Al parecer Justin sabía que tenia esa crisis, pero no me hablo de eso en ningún momento, al menos no se burlo de ese asunto. 

En esta semana intente disfrutar al máximo, por lo que hice cosas como cualquier turista haría en sus vacaciones; fui de compras, a la playa, comí en los restaurantes más caros de la costa y descubrí nuevas culturas mientras gozaba de los paisajes. 

Con Justin lo evite toda esta semana y el tampoco se quedo atrás. 

Ya que cuando estábamos en el hotel y nos encontrábamos en el pasillo nos ignorábamos, como si no estuviésemos casados, como unos completos desconocidos. Pero era lo mejor así teníamos tiempo de pasar unas últimas vacaciones, cada uno solo antes de que nos atáramos en una casa los dos juntos. Aun que se suponía que esto lo teníamos que pasar juntos, como es la luna de miel. Con el amor de tu vida. 

«Es lo que es, el amor de tu vida.» habló por primera vez en una semana mi subconsciencia.

Salí del trance donde me encontraba y resople cansada.

Mientras sacaba toda la ropa del closet y empezaba a doblarla, prenda por prenda cuando estaba todo doblado, retire dos maletas del closet de la puerta final que se encontraba al lado de la pared y las puse arriba de la cama. 

Mañana volveríamos a Los Ángeles, de donde venimos hace un mes... habían pasado muy deprisa los días, en cambio para mí, fue el mes más largo en mi corta vida. 

Yo en realidad no sabía que pasaría cuando pisara las tierras de Los Ángeles, no sabía donde iríamos a vivir. No sabía lo que me esperaba allá realmente. 

Mamá no había llamado en todo el viaje, en una parte la entendía se mantenía ocupada con su trabajo, el cual me había arruinado la existencia pero por otro lado me sentía abandonada. 

Metí todo en la maleta y la cerré, agarre la otra maleta y introduje mis cosas de aseo, cosméticos, higiene personal y cosas nuevas que había comprado aquí. Hice lo mismo como la interior cuando acabe. 

Tenia que hablar con Justin, para saber donde iríamos cuando lleguesemos allá.

Puse el vestuario que me pondría mañana en la cómoda de madera maciza de color blanco, los zapatos y algunos accesorios, también deje mi bolso con lo necesario a un lado. No tenia planes para hoy, no iba a salir a ningún sito, ya había disfrutado de la playa esta mañana junto una rica comida. 

Suspire y mire la hora en el móvil esta marcaba las ocho de la noche. Entonces decidí llamar a Camila que cuando hable con ella la última vez, colgó cabreada. Pulse en su nombre y me lleve el aparato a la oreja. 

Después de cuatro timbres, descolgó la llamada. 

Llamada telefónica

─Hola cariño.─Hablé. 

─_____ no sabes cuanto te echo de menos.─La oí susurrar. 

Reí mientras cogía las maletas y las ponía un lado. 

─Mañana estaré allá. Yo también te echo de menos. 

─¿A que hora tienen el vuelo?

─Viniendo de Justin, seguramente iremos en el jet privado de su padre, así que... En cualquier momento estaremos allá.─ Metí un mechón de pelo detrás de la oreja. 

─Ya veo... Como no, los Bieber's están forrados.

Rodé los ojos. 

─No hablemos de los Beadles.─Reí fuertemente mientras la oía refunfuñar como niña pequeña. 

─¡Oye! Deja a mi chico en paz.

Escuche alguien tocar la puerta y fruncí el ceño.

─Espera un momento, alguien llamo a la puerta─Susurre.

─Seguramente es Justin.

No conteste ya que por el agujero de la puerta puede apreciar quien era y al parecer Camila acertó. 

─Bingo.─Dije de mala gana mientras abría la puerta y me ponía un lado para dejarle paso. 

El solo pasó y se sentó en la cama mientras sacaba su celular y empezaba a navegar en el.

─Bueno _____ te dejo, mañana nos vemos. Usar protección por favor no quiero ser tía a esta temprana edad.─ Murmuro lo ultimo rápidamente y colgó la llamada.

Fin de la llamada

─Sera perra.─Hable en voz baja mientras negaba con la cabeza y dejaba el móvil en la mesita de noche. 

Mire hacía Justin que este me miraba serio ¿Que había echo esta vez? trague saliva cuando palmeo la cama para indicarme que me sentara a su lado y obedecí. 

─¿Cuanto tiempo eh?─Sonrió burlón. 

No me cansare de repetirlo, enserio este chico tiene problemas con la bipolaridad. 

─Si mucho la verdad, hace años que no te veo─Respondí sarcástica.

─¿Como has estado? ¿Disfrutaste esta semana? ¿Follaste como un conejo?

Esta vez lo mire seria. 

─No te importa si lo hice o no, ahora, di lo que tenías que decir. 

Su mirada cambio radicalmente a una de ¿enojo? 

─Quiero ser yo el que te quite la virginidad, seré el primero en penetrarte y el ultimo en hacerlo.

Abrí la boca sorprendida pero rápidamente reaccione y sonreí mientras alzaba una ceja divertida intentando disimular que me dejo de piedra. ¿Como mierda sabía que aun era virgen? 

─¿Quien dijo que era virgen? Cariño, se ve que no sabes informarte.─ Esta vez fui yo la que me burle. 

─Vamos tan solo mírate, se ve en tu cara la inocencia, se podría saber a kilómetros que aun eres virgen. Además no cabe duda de que tendré que rogarte para que aceptes acostarte conmigo.─Dijo mientras sonreía con arrogancia.

No dije nada, porque podría negarme pero, en el fondo sabía que decía la verdad. Así que solo lo mire fijamente.

─¿No habías dicho que no era de tu tipo o lo olvidaste?─Incline mi cabeza aun lado.

─La verdad es que estoy cambiando de opinión.─Recorrió mi cuerpo de arriba a abajo con su mirada─Ademas algún día tendremos que completar lo que falta para que seamos oficialmente marido y mujer.

─¿Que quieres decir?

─Cuando seas grande entenderás.─Comenzó a reír.

Voltee los ojos en blanco por segunda vez en la noche. 

─¿Mañana a que hora nos iremos?─Pregunte cambiando de tema. 

─De eso vine a hablarte.─Se acomodo mejor y nuevamente me miro serio.

Deduje que pasaba algo malo o solo se quería hacer el serio. Asentí con la cabeza para que hablara y cruce mis piernas sentándome como indio.

─Mañana saldremos temprano de aquí, a las seis de la madrugada tendremos que estar allá ya que mi padre necesitará el jet para viajar después.

─¿Tan temprano?─Hice una mueca ya que el trayecto del hotel al aeropuerto era largo. 

─Si, nos tendremos que despertar a las cinco por allí, así que pon la alarma en el teléfono─Suspiro. 

─Y luego ¿que haremos?─Dije mientras gateaba hasta llegar donde estaba el móvil y lo cogía para poner la alarma. No hacia falta voltearme para saber que Justin me estaba viendo el trasero.

─Iremos en mi hermoso auto que lo añoro mucho a nuestra casa.

¿Nuestra casa? ¿Qué me he perdido? Lo mire confundida esperando una explicación. 

─Me llamaron para informarme que todo esta preparado, mi padre y el señor Parker nos compraron una casa y la decoraron mi madre y la tuya, ellas saben como nos gustaría el estilo de nuestra casa así que combinaron tu gusto y el mio, también contrataron el servicio personal que solo son unas pocas personas.─Explico. 

Asentí lentamente con la cabeza analizando toda la información que me estaba dando. 

─¿Todo esta preparado?─Pregunte para mi misma pero él oyó mi pregunta.

─Todo esta en orden, una nueva vida nos esta esperando para vivir momentos inolvidables, risas, lagrimas, peleas y como bonitos o malos recuerdos que experimentaremos en esa casa des de mañana. Así que _____ prepárate cariño, esto recién empieza.─Me guiño el ojo y salió de la habitación.

Mi cabeza no dejaba de pensar en lo que dijo hace segundos. 

«Una nueva vida nos esta esperando para vivir momentos inolvidables, risas, lagrimas, peleas y como bonitos o malos recuerdos que experimentaremos en esa casa des de mañana.»

Y lo que más retumbaba en mi cabeza era si podría en un futuro vivir un ¿romance? Podría existir entre nosotros dos el sentimiento de ¿amor?

Sacudí la cabeza mientras negaba frenéticamente.

«Así que _____ prepárate cariño, esto recién empieza»

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¡Hola!

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Como dijo el rubio esto recién esta empezando baby. 

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