Era cierto cuando le dijo a Desmond que el tiempo se movería más rápido a sus ojos. Ahora mismo estaban en el año 2015, para Desmond apenas fue ayer cuando salvo al mundo. Había tantos sucesos que se había perdido: El analista reclutado, los iniciados, el sudario, la búsqueda de las manzanas del Edén, más antepasados... No tenía fin.

Ser un fantasma dentro del templo tampoco era tan malo. A diferencia de cuando estaba vivo, las diferentes visiones del futuro no lo consternaban o dejaba exhausto mentalmente... Lo intrigada en formas que no puede describir.

Desmond suspira con cansancio, todavía le está costando aceptar que tiene un artefacto Isu en su interior en medio de su espalda donde nacen sus enormes alas. Estaba agradecido de no sentir el peso extra como un costal en su espalda, eso era algo reconfortante.

A veces, Desmond escuchaba voces, pero se sentía diferente al efecto sangrante. A diferencia de las alucinaciones que caminaban sin rumbo ignorando su existencia, era como si le estuvieran llamando, buscando respuestas. A veces escuchaba la voz de Altair, las preguntas de Ezio y la impotencia de Connor... Otras veces son de personas desconocidas en lenguas diferentes, pero lo más extraño, es como si se dirigieran a un objeto en vez de una persona.

No le gustaba volver a sentirse como una herramienta... Lo repudiaba con toda su alma.

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Otra simulación fallida

Tenía suficiente conocimiento como para crear lo que ella nombró "un árbol del Edén" , un árbol que contenía millones de posibilidades de futuros alternativos en forma de simulación.

Quería creer que podía manejar su presente, deseaba terminar la guerra de todas las formas posibles. Lamentablemente, las circunstancias de nuevo estaban en su contra, de las millones de posibilidades que observaba... La mayoría terminaban en sangre y ninguno salía victorioso. Si ese no era el caso, las llamas del sol los consumían hasta quedar todos hechos ceniza.

- Esta guerra nunca terminara -dijo con pesar

— Por eso siempre odie las guerras

Shirley se materializó en frente de ella. Era más sencillo entablar una conversación de esta forma que mirar al vacío.

Desmond estaba agradecida por el gesto.

— Guerras como esta... -Continúa- Nunca llevan a una victoria grata, solo el remordimiento y el peso de las consecuencias sobre tus hombros

Desmond no puede evitar estar de acuerdo, ¿Cuántas personas inocentes en el pasado sufrieron a causa de las manos de esta guerra sin sentido? Esta segura de que fueron más de los que podría contar en todos los recuerdos que vivió en el animus.

— ¿Y los ángeles?... —Cambia de tema— ¿Ellos existían? Los habías mencionado antes

— Lo hacían —afirma— Eran los principales protectores de los ciudadanos del Edén, se llamaban a sí mismos "La legión de los ángeles" y así como tú, eran capaces de hacer lo imposible

"Así que la biblia no estaba tan equivocada" pensó Desmond

—suspiro— No eran tan diferentes a los Isu

— El deber de los ángeles era proteger y servir —aclaró— deseaban mejorar el mundo que los rodeaba, evitando desastre tras desastre, uno peor que el anterior... Amaban a la humanidad más que a sí mismos

— ¿Por qué no evitaron esta guerra antes?—preguntó Desmond- tenían todo para evitarlo

— No pudieron... Algo se los impidió, ahora no son mas que seres celestiales que la humanidad venera y respeta

— Maldición, ¿la llamarada solar también acabó con ellos?

— No —sacude la cabeza— fue mucho antes de eso... La primera desgracia se desató, y no tuvieron más remedio que morir

Si estuviera viva, sentiría un escalofrío en todo el cuerpo porque ¿Que sería peor que una bola de fuego acabando con la raza humana?

— Esto es una mierda —concluyó

Shirley tarareo de acuerdo

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Con Juno fuera de la vista, decidió hacer una pequeña visita a sus amigos a costa de las advertencias de Shirley. Ya no soportaba estar encerrada un momento más en el templo, necesitaba un cambio de aires. Shirley acepta. Con la única condición de mantener su conexión con el templo en caso de que su cuerpo holografico se debilite ya que todavía es muy débil para viajar por su cuenta.

Incluso en la muerte, Desmond podía desafiar a su propia mentora. Se presentó como un débil fantasma holografico que nadie podría notar, era una gran ventaja.

Jamás pensó que extrañaría el ambiente peligroso e intoxicante a su alrededor como un perfume atrayente... Se sentía como en casa después de un largo viaje.

Indagó por todo el lugar evitando las computadoras o cualquier equipo electrónico que pudiera dar a conocer su presencia, no sabría con certeza la influencia que tendría al tocar tecnología inferior a los Isu.

Era mejor no arriesgarse.

Afortunadamente no le tomó tanto tiempo encontrar a Shaun en una improvisada sala de estar. Él se veía cansado, resultado de una posible larga vigilancia(conocía el sentimiento) y estaba manteniendo una conversación con una desconocida mujer a través de una videollamada.

¿Todo bien?

— ¿Salvo por el escuadron de la muerte?

Llegarán refuerzos, ¿por qué te empeñas en luchar contra los templarios? No es vuestra misión

— Tenía un colega. Era la hija de nuestro jefe. Al principio no le tenía demasiado aprecio... Todos lo trataban como si fuese algo fuera de lo común

— Como si eso fuera algo de lo que estar orgulloso -susurro disgustada

— Pará mí. Ella no se involucraba en nada que no le afectara personalmente

Desmond resoplo antes de lanzar un insulto como idiota británico. No tenía habilidades que pudiera serles útil cuando se la pasaban inactivos, ella era más de trabajo de campo.

— ... Pero me había equivocado con ella. Nos hicimos amigos. Paso por un martirio y ella nos salvo a todos —el remordimiento inundaba en su rostro, algo poco característico de él

Shaun no vacilaba en sus palabras. Recuerda amargamente las breves pláticas de intereses que tenían en común, durante ese tiempo había entablado una especie de respeto entre ellos. Casi como amigos.

Cuando confesó su trabajo como barman, había querido probar una una bebida hecha por Desmond y descubrir por si mismo si hubiera válido la pena uno de los regaños de Lucy.

Shaun ignora ese pensamiento, no quiere volver a recaer.

— Así lo veo yo... No puedo disculpame con ella. Pero si puedo hacer otra cosa. Seguir su ejemplo

— Eres un buen asesino —una voz melodiosa con acento ruso aparece detrás de Shaun

— ¡Dios mio!

Desmond se queda estupefacta. Su partida no fue solo un amargo recuerdo para su amigo, fue un nuevo motivo para seguir luchando en las futuras batallas. Shaun podía ser un bastardo sarcástico, pero, era difícil imaginar su vida sin su presencia.

Antes de irse, se acerca a su compañero y le susurra al oido

— Algún día les servire una buena bebida para celebrar... —habla lo más bajo que puede

Se va del lugar no sin antes asegurarse que la zona estuviera libre de cualquier indicio de soldados de Abstergo

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De la nada, la asesina se desplomó sosteniendo su cabeza. Nunca le había sucedido algo como esto antes, el dolor jamás fue así de intenso.

— Shirley... No me siento bien, lo cual es raro porque ya estoy muerta

— Describe lo que sientes

— ugh... Mi cabeza, no paro de escuchar disparos, gritos y golpes fuertes

— Intenta visualizarlo, busca de donde proviene

— N-no puedo

Intenta contener los gritos que amenazan salir de su boca, la tarea no le es sencilla.

¡¡Shaun no!!

*Disparo*

Hay demasiada sangre...

¡No me dejes Becs por favor!

Dolor...

El sudario...

Perseverancia...

¡¡Olvida el sudario, no me dejes!!

Desesperación...

— ¡¡Desmond...!! —le llama

Pero su voz ya no la alcanza

Tiene un nuevo objetivo a la mira

Tiene un impulso de proteger

Quiere salvar a Rebecca y a Shaun

Llama su cuerpo, exige que aparezca dentro del templo.

Sus alas se despliegan en una luz dorada expandiendose en la oscuridad del templo como respuesta de la manzana siguiendo sus órdenes. Siente la presencia de Juno tratando de detenerla. Puede percibir su confusión e incredulidad.

Pero ella no es rival para su nuevo poder. La humanidad que le queda todavía persiste y viene a reclamar lo que le pertenece.

Sin dudarlo ni un momento, se adentro en aquel cuerpo que antes carecía de vida. Su corazón volvió a latir, los músculos le respondían, el aire entraba de nuevo en sus pulmones y las marcas de circuitos de metal marcaron la mitad de su cuerpo donde su brazo se quemo al tocar el ojo.

Se sentía casi humana...

— No permitiré que ningún amigo mío muera esta noche... Estoy cansada de perder a la gente que quiero proteger

Bastó un parpadeo para localizar a sus amigos... Rebecca se estaba desangrado. Escuchaba sus pensamientos, los de su amiga lamentando tener que dejar a Shaun solo y a su amigo británico hasta las lágrimas implorando que su único soporte en toda esa locura no le sea arrebatado. Los disparos se vuelven cada vez más fuertes... No le queda mucho tiempo.

Los soldados de Abstergo los están rodeando, les será casi imposible escapar de ellos.

Le toma menos de un minuto llegar a la ubicación del sudario. Un lugar abandonado lejos de la civilización

La persona que cargaba la manta sagrada en un maletin siendo custodiado por guardias de Abstergo caen inconscientes como peso muerto

Su presencia aterro y asombró a la mujer como si fuera un ser intocable

La mujer era débil, carecía de fuerza y combate cuerpo a cuerpo. Temblaba de asombro y miedo combinados, pero trataba de mantener la compostura aferrándose a la fuente de todos sus problemas.

Otra persona ingenua... Que no tenía tiempo que perder con ella

— No tienes idea de lo que estás cargando en tus manos —su voz cambió, estaba llena de ira oculta, enmascarada en un tono suave y autoritario

— E-Es el futuro de Abstergo

Eran puras excusas, pensó la asesina

— ¿No les bastó torturar hasta la locura personas inocentes? Esto ya no es orden, es tiranía —acusó— Y no se dan cuenta de que fueron utilizados como peones de tabla de ajedrez

— Y-Yo...

— Ese manto no les pertenece —interrumpe vorazmente— Y voy a impedir que ustedes se aprovechen de cualquier tecnología Isu, lo juro por toda mi herencia.

Desmond les estaba haciendo un favor a ambos bandos. Incluso los asesinos pueden caer en picada a la locura de los artefactos como los templarios.

Un golpe ligero en la nuca la dejó inconsciente y la atrapó antes de caer al suelo (Desmond no era tan cruel).

Se adentra a la sala donde sus amigos estaban siendo atacados. Los enemigos de igual forma quedaron afectados con una pizca de su poder. No se despertarán dentro de unas horas.

Se acercó a pasos lentos para no asustar los más de lo que ya estaban con la muestra de habilidad. La asesina rusa se interpuso en su camino activando su espada oculta, la cautela en sus movimientos acercándose como una serpiente tratando de morder su cuello debería transmitirle miedo, sin embargo...

Le divertía un poco

Dejando la diversión a un lado, alejo la espada oculta de su pulso con el dedo anular.

— No le queda mucho tiempo —señala a Rebecca— los refuerzos no tardarán en aparecer, si deseas salvarla, dejame pasar

La asesina rusa no retrocede. Había cautela en sus movimientos

— ¿Quién eres? ¿Qué eres? —preguntó entre asombrada y temerosa

— Soy Desmond, y creí que las alas te darían una pista —alza un poco los labios

El teléfono de Shaun se cae

— No... No es posible, moriste —la voz de Shaun tembló

— Y Rebecca también lo hará si no la llevan a un lugar seguro bastardo británico

— ¿Qué hay de ti? Tenemos preguntas

— Y las responderé, tú...

— Galina, soy una asesina

— Galina, ¿son solo ustedes?

— Si —habla Shaun saliendo de su estupor— pero nuestro vehículo se encuentra muy alejado de la zona y dudo que esas alas soporten nuestro peso

— Tengo algo mejor bajo la manga, todavía no lo domino bien, pero nos dará algo de tiempo para encontrar un buen médico

— ... Salvala —susurro

Acercándose a su amiga dormida por la pérdida de sangre, levanto su mano quemada y esta comenzó a emitir un brillo dorado contrastando con los circuitos en su piel junto a sus ojos determinadas en su tarea.

— Todo estará bien Becs, lo prometo

Sin previo aviso, atravesó la herida bajó la incredulidad de Shaun y Galina que estaban a punto de interrumpirla, no obstante, esta en poco tiempo sacó las balas que penetraron el cuerpo de Rebecca como si fuera un fantasma y con una tira de su ropa lo transformo en una venda medica que cubrió parte de la herida para evitar el desangrado.

— El vendaje sanará las heridas internas más graves pero todavía necesita de un profesional.

Shaun asintió

— Tenemos que irnos al refugio

Continuará...