Al final no se trataba de ganar una guerra interminable...

Desmond ya no creía en eso... Había descubierto algo mucho más importante formando parte en ese rompecabezas que estuvo armando en la última vida de su antepasado Connor.

La guerra entre dos bandos: Asesinos y templarios. Libertad y orden. Arruinó toda posibilidad de intentar prepararse ante la calamidad que se avecinaba.

La desgracia que terminó con aquellos seres como Minerva volvería a ocurrir y estaba fuera de sus manos, Desmond no tenía tiempo ni forma de evitarlo sin ofrecer su propia vida.

Juno se saldría con la suya

Estaba acostumbrada a seguir órdenes todo el tiempo, había pocos o ningún día en su pasado que pudiera rememorar y valorar con cariño. Nunca tuvo opciones o alternativas, estaba atrapado por sus circunstancias

La corta alegría que obtuvo siendo un barman fue lo más cercano a un libre albedrío.

Este mundo tenía mucho que ofrecer, tuvo la dicha de vivir y sentir su propia libertad, sus antepasados lucharon por ello y ella daría hasta su último aliento. Era una lástima que sus últimos momentos no fueran aprovechados como ella quería que fueran.

Tomó su decisión

Minerva se fue decepcionada

Su padre intentó detener desesperadamente su locura, más sabia que no era posible.

¿De qué servía vivir si con eso llevaría a la muerte millones de personas? Jamás soportaria tal carga sobre sus hombros.

Abrazo a su padre, mentiría si dijera que no tenía miedo al velo de la muerte pero tampoco dejaría que su padre lo Notará. Lamentó que su reconciliación como padre e hija pasara de esta forma

— Sabes que esto tiene que pasar, no tengo otro camino papá

Shaun por primera vez quedó en silencio y Rebecca tenía lágrimas acumuladas en sus ojos, perderían a otro asesino, otra hermana y una amiga.

— Ellos no tardarán en llegar, ¡váyanse!

A regañadientes salieron del templo, ahora el destino del mundo estaba en sus manos, literalmente. Acercándose al ojo, posó su mano sobre ella y espero que al menos la muerte fuera más compasiva

— ¡AAAHHHHH!

No fue así...

Podía sentir la mano quemandose al rojo vivo, el olor nauseabundo de carne cocida a carbón en sus fosas nasales, cada musculo y nervio de su cuerpo se paralizó totalmente, el dolor atravesandolo era más fuerte que cualquier descarga que haya experimentado. No lo sabía en ese instante, pero fueron veinte segundos... Veinte largos segundos que tuvo pasar antes de caer en los brazos de la muerte.

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"Cumpliste tu propósito Desmond, ahora yo continuaré con el mío"

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No veía nada, no escuchaba, no sentía nada. Sabía que su cuerpo ya debía encontrarse inerte en el suelo y ahora todo lo que restaba de ella era su espíritu escuchando el eco de las palabras de Juno antes de morir

Era repugnante...

La maldita no dejó de molestarme aún después de muerta—pensó Desmond

Pero ya no había caso molestarse, liberó a una loca demente luchando por el control total de la humanidad y era muy probable que los templarios fueran los próximos títeres de Juno

A Desmond no le hubiera dado importancia hace unos meses cuando lo único que quería era escapar de toda esta locura, ella nunca pidió ser una asesina...

Tampoco ellos...

La voz de la razón le inunda en una profunda culpa, ella no era la única en ser parte de una maldita guerra  pero ¿que más podría hacer? ya había muerto, no tenía un cuerpo funcional ni forma alguna de regresar con los vivos

Le es difícil admitirlo, pero, se había apegado a sus antepasados: Altair, Ezio y Connor. Gracias a sus enseñanzas pudo darle las suficientes fuerzas para que ella cumpliera su deber.

Ojaja hubiera hecho más....

Deseaba que su sacrificio no fuera en vano, deseaba que su padre, Rebecca e incluso Shaun estuvieran a salvo.

Ahora sólo restaba esperar a que todas esas teorías sobre el infierno no fueran verdad. Si resulta ser cierto... Mejor no lo imagina.

De repente, el espacio una vez cubierto de oscuridad se iluminó hasta el punto de mostrar una habitación que ella reconocía demasiado bien. No sólo eso, tenía su cuerpo de vuelta, marcado por las horrendas quemaduras en su piel como un recordatorio a su inevitable destino, movió su brazo esperando sentir algún tipo de dolor, pero para su sorpresa está se movió sin mayor problema. ¿Seria extraño que no sintiera ningún dolor en su brazo casi ceniza? Era difícil saberlo, pero la satisfacción y el alivio le fue suficiente como para ignorar ese hecho.

Exploró el espacio en el que se encontraba, era muy parecido y a la vez muy diferente la estructura de la habitación cuando conoció por primera vez a Minerva, sin embargo, las marcas que había en el suelo y en las paredes eran más destacados y no tan uniformes como el diseño futurista al que acostumbraba e inclusive en la misma sala se sentía una presencia irreconocible

— ¿Minerva?

— Ella no está aquí—Le responde una voz bizarra—su espíritu quedó muy débil, pero no tardará en llegar

— ¿Quién eres?¿Dónde me encuentro?—Fueron las unas preguntas que salieron de su boca

Se escucha un bufido, por el tono, expresa total aburrimiento y desinterés

— Lo que hiciste fue valiente e imprudente Desmond Miles—ignora sus primeras duda— Cuando Minerva me reveló el camino que seguiste no lo podía creer, nadie de ellos se había atrevido a usar el ojo por medio de un sacrificio para salvar a su especie... Eso malditos se condenaron a la extinción

Las carcajadas que dio fueron suficientes para enviarle un escalofrio, la risa que emanaba carecía de humanidad y sonaba más a un robot. Desmond no sabía a dónde quería llegar esta voz ni qué quería de ella.

— En fin, no los culpo tampoco, me usaron como la caja de Pandora y ahora que la caja está abierta gracias a tu intento de salvar a la humanidad la descarada de Juno va a hacer muchas travesuras

— Espera, ¿Tu eres el ojo que active en el templo?

— ... No siempre lo fui querida, es un milagro que todavía posea una conciencia propia en esta máquina infernal

— ...

—suspira— Jamás llegue a pensar que el credo por el que una vez porté con orgullo se convirtiera en algo perverso e inhumano

Su respuesta le dejo sin habla, se quedó helada

La voz pareció darse cuenta de su error

— Ignora lo que acabo de decir, como dije, eso fue hace mucho tiempo

— ¿Eras un templario?

— ... Si y no

— No entiendo

— No hay nada que entender, mi tiempo fue miles de años antes de que los tuyos se involucrarán en su patética guerra, ellos no son más que extraños que nunca aceptare como hermanos

— ¿Porque estoy aquí?—Desmond se le acababa la paciencia— Pensé que ya no sería más su titere si terminaba con esto

— Tal vez para ti querida, pero a tus amigos es el comienzo de otra guerra y creeme que esta vez Juno será la vencedora, tiene todo para lograrlo

— Sabes lo que hará—afirma

— Por supuesto, era su única compañía

— ¿No pudiste impedir que saliera?

— Cómo dije, me utilizaron como un instrumento en esa máquina que solo servía para ser manejada a su antojo, tenía conciencia pero no tenía poder para intervenir o advertir a los tuyos

Calló por unos minutos. Tampoco disfruto el desenlace, el solo ver como la vida se le escapaba del cuerpo siendo un espectador le enfermaba

— Ella está tan obsesionada con esclavizar a los humanos, jamás lo entendí, para mí era una perdida de tiempo y esfuerzo reparar algo que ya está roto

— ¿Por qué sigo aquí?

— Toda alma que muere en este templo a manos de la tecnología Isu es un alma condenada a permanecer atrapada en estos muros, tuve algo de suerte de que mi alma se apegara al ojo, Juno preparo su mente para evitar que el mismo templo la privara de toda conciencia y pudiera ser lo suficientemente libre para manipular algunos hilos

La asesina se muerde los labios, ni en el más allá se le permite descansar en paz.

— En tu caso... Hm... Que extraño—se escucho confundida— Tu alma debería permanecer aquí pero tu espíritu se está negando

— ¿Significa... ?

— Tienes algo más importante que te mantiene atada a un lugar que no es aquí ni en este tiempo, pero eso es imposible... Los Isu jamás tuvieron ningún problema como este

— Eso significa... ¿Que puedo salir?

— Provienes de una larga ascendencia de grandes maestros asesinos que lucharon en contra del "orden" de los templarios, tal parece que no sólo la sangre llama, dime ¿Tenias algún asunto pendiente?

¿Qué si tenía asuntos pendientes? Niega con la cabeza, se había resignado a aceptar todo... De mala gana

— No estas siendo sincera

¿Qué?

— Tampoco tengo que leer tu mente para saber que jamás aceptaste el manto del asesino en vida pero si en la muerte

— ¿Qué esperas que diga?

— Nada que no desees

— ¿Quieres honestidad? Bien, lo más que desee antes de dar mi maldita vida, ¡fue evitar que todo esto terminará de esta forma! Así nunca hubieran muerto tantos inocentes, como Lucy y Clay...

— ... No seas ingenua

En vez de sorprenderla, se enfureció

— Aún si lograrás detener los planes de Abstergo darías tu vida de todos modos

— ¿Quién dijo algo sobre Abstergo?

— Pero tu dijiste—Fue interrumpida

— Me habías dicho que algo me ataba a los vivos pero no en este tiempo

— Eso dije

— ¿Quieres decir que puedo viajar en el tiempo a diferentes épocas?

— ... En teoría si, pero sólo en espíritu—Responde algo nerviosa— necesitarias un recipiente o algo que te ayude a ser más que un espectro

—  Sabes como hacerlo—no era pregunta

— Si

— Enseñame

— ... Hacer esto significaría cambiar el curso de la historia, no sólo eso, probablemente te convertirías en algo similar a...

— ¿A qué?

— ... Un angel

— ...

— ...

— No tiene sentido

— ¿Siquiera notaste lo que tienes en la espalda? Tal vez necesites una pequeña ayuda querida

Un espejo aparece a su lado. A Desmond no se le escapo la burla, se inclina al espejo y no puede evitar abrir la boca de asombro, detrás de su espalda había un par de grandes alas negras que caen hasta sus pies

— Que demonios—

— Las alas te quedan bien...

— ...Minerva

— ¿Disfrutas tu regalo?

Al darse la vuelta, se encontró al Isu en frente de ella. La decepción desaparecio de su rostro, se veia orgullosa de su creación

— ¿Cuál es el significado de esto?

— Estoy cumpliendo tu último deseo

Desmond alza las cejas, sigue sin entender

— Te otorgue el poder de la manzana del Edén que ahora se encuentra dentro de ti, es uno de los objetos más poderosos, el ojo lo escondió en su interior lejos de Juno para que sólo tu pudieras usarlo

— ... Soy como un ángel en todo su esplendor—respondió sarcástica

— Es muy pronto para que utilices toda su capacidad al máximo—Minerva ignora el sarcasmo— Todavía sigues débil espiritualmente por lo que su uso es limitado, cuando puedas salir de este lugar por tu cuenta iré a verte

— Espera, ¿Me dejaras aquí?

— El ojo te ayudará manejar tus nuevos dones, sabe lo que tienes que aprender

Así como se presentó, se fue sin dejar rastro.
Desmond se quería arrancar el cabello, eran demasiadas emociones por hoy y lo que más quería era dormir. Un segundo...

¿Ella podía dormir?

Continuará...