Capítulo 12
8/6/2022
Junto a Owen con nuestros ahorros y una ayuda de la Sra. Baker habíamos logrado alquilar un apartamento pequeño. Sí, Owen aún sigue conmigo, no logro librarme de él.
Ya había conseguido trabajo en una escuela primaria pero hasta el nuevo comienzo de clases no podía ir y ganar dinero. Owen trabajaba en una editorial, no muy famosa pero una de las mejores de San Francisco, tenía el salario necesario para mantenernos hasta que yo pueda ayudarlo con las cosas necesarias para el apartamento.
Charlie, Hana y Thomas ya se encontraban de vacaciones hasta el próximo semestre, así que tenía más tiempo con mi novia. Que bien se siente ser mantenido.
—Entonces ¿todos saben lo que tienen que hacer?—pregunta Matthew y lo miré para asentirle.
—Este lugar es un asco—habló Owen viendo al gorila que le miraba mal—. No quiere socializar conmigo—señaló al animal y reí.
—Ya te expliqué por que estábamos aquí—dijo el pelirrojo.
Nos encontrábamos en un zoológico. Supuestamente Thomas había hablado con el jefe y había pagado para tener un tiempo en la cafetería. Y se preguntarán ¿por qué quería la cafetería?. Pues mi amigo tiene un concepto muy raro del romanticismo.
—¿No crees que es muy rápido?—le pregunté dando vueltas en el lugar. El zoológico ya había cerrado pero al parecer al conserje no le había dado tiempo limpiar así que estamos esperando desde hace media hora a que toda la cafetería estuviera reluciente.
—No lo es. No puede decir no—asentí no muy convencido.
—Refréscame la memoria ¿por qué accedí a venir?—preguntó el rubio sentándose en el suelo.
—Porque me amas— sonríe y el rubio le muestra su dedo corazón.
—Owen, no lo molestes. También nos pedirás ayuda.
—¿Dónde está Thomas?—pregunta Owen esquivando lo que le dije—. Hace minutos desapareció.
—Habló con el conserje para que lo dejara pasar a la cocina. Está haciendo lo que mejor sabe hacer, cocinar—respondió Matthew.
Miré al gorila y aún seguía mirando mal a mi amigo. Owen lo miró y se ganó que el animal le sacará el dedo del medio. Solté una carcajada burlona y mi amigo me lanzó un zapato. ¿De quién es ese zapato?.
—¡Oye!—grita Matthew y cuando lo vi estaba en el suelo con su pierna estirada hacia Owen. Creo que me imagino que fue lo que sucedió—. Me dolió—quitó su pie y vino hacia mí cojeando para tomar el calzado del suelo.
—Ya terminé—escuché una voz detrás de mí así que me giré para encontrarme con el conserje.
—Perfecto, gracias—sonríe Matthew y corre hacia el interior del lugar seguido por Owen y luego entro yo.
—Esto es deprimente—bufa el rubio y se sienta sobre una de las mesas.
—Cuando lo adornemos quedará hermoso—dijo Matthew y salió dejándonos solos. Supongo que buscará la caja donde tiene los adornos.
—Está loco—habla Owen y lo miré a los ojos.
—Son tres años, lo comprendo.
—Yo no—se cruza de brazos.
—Tu eres un insensible.
—Gracias—aleja su vista de mí—. Hana ya me dijo te amo— comencé a aplaudir y a reír.
—Te la ganaste, hermano—me mira mal y dejo de reír—. Me alegro por ti.
—Yo también.
—¿También te alegras por mí?—pregunté esperanzado.
—No, también me alegro por mí—dice con superioridad y aguanté mis ganas de lanzarlo de la mesa en la que estaba.
—¡Empecemos!—grita Matthew parándose en la puerta con la caja en sus manos.
_
—Solo falta que llegue Grey—dijo Matt arreglándose la chaqueta.
—Las chicas ya vienen en camino—informa Owen mirando su celular.
—Estaremos afuera—hablé, el asintió y salí con Owen para estar nuevamente frente al gorila—. Hola viejo amigo—reí y vi a Thomas caminando hacia nosotros. Al parecer ya le dejó todo listo a Matthew.
—¿Kelly no ha llegado?—pregunta el enano y niego con la cabeza—. Dijo que estaba a unos minutos de distancia.
—Tal vez se arrepintió y decidió no venir—dijo Owen.
—¡Estoy aquí!—escuchamos el grito del coreano que venía corriendo hacia nosotros—. Perdón, mis padres llegaron antes de su viaje y me hicieron cenar con ellos—habla sofocado—. ¡Thomas!—vuelve a gritar y no solo Thom lo miró—. Encontré a tu gemelo—señala con notable emoción al gorila.
—¿Es idea mía o fue un poco racista?—le susurro a Owen mientras veía como los dos chicos discutían.
—Lo fue, lo fue—suelta una carcajada e imito su acción.
Ya las chicas habían llegado. Nos escondemos para que Grey no nos viera y luego de que Charlie y Hana la dejarán en la cafetería salieron para encontrarse con nosotros.
—¿Qué crees que diga?—me pregunta Charlie—. Yo creo que le dirá sí. Pero éste lugar es muy raro para pedir matrimonio.
—Aquí fue su primera cita—le aclaré—..Y en esa cafetería—la señalé—aceptó ser su novia—ella hace un puchero.
—Ya lo veo más romántico—ríe—. Grey nos tenía loca, demasiadas preguntas y no entendía como podíamos entrar al zoológico de noche.
—Es algo raro—dije para mirar al rubio que hablaba con su novia y señalaba al gorila para luego cruzarse de brazos. Supongo que le estaba dando las quejas.
—¡Thom, no es así!—grita Kelly y todos los miramos para verlos jugando a la rayuela—. Si pisas la raya pierdes—aparta al chico de un empujón, toma una piedra para lanzarla a un número y comienza a saltar.
—¡Yo quiero jugar!—grita Charlie y corre hacía ellos.
Kelly se hizo a un lado para que mi novia comenzara a saltar riendo y era bastante buena, algo que enojaba al coreano.
Sentí caer una gota de agua sobre mi nariz así que levanté mi mirada hacia el cielo y las estrellas ya no estaban presentes en el. Estaba lloviendo.
—Debemos entrar—dije y todos me miraron.
—¿Estás loco?—pregunta Hana riendo—. Matthew nos matará.
—Peor es enfermarnos—dije y caminé hacia la chica que tenia un unicornio en su playera para tomarla de la mano y guiarnos hacia la entrada de la cafetería.
—¡Kyle!, espera, tal vez no llueve tan fuerte—y saliendo esas palabras de la boca de Thomas comenzó a caer tanta agua que me era imposible abrir los ojos.
—¡Vale, entren!—grita Kelly y abrí la puerta de un tirón arrastrando a Charlie bajo el techo.
—Listo, espero no enfermarme—habla Kelly riendo cuando todos entran.
—Chicos...—susurra Charlie mientras señala hacia algo detrás de nosotros. Nos giramos todos a la vez y nos encontramos con un Matthew arrodillado, un anillo en su mano y mirándonos con cara de querer matarnos, frente a él se encontraba Grey sentada en una silla y aguantando las lagrimas con sus manos sobre su boca.
—¡Sorpresa!—grita Thomas moviendo los brazos de un lado a otro. Kelly comienza a aplaudir y se siente más el enojo emanando del cuerpo del pelirrojo.
—¡Dile que sí!—grita Hana y Matthew vuelve a mirar a su novia quien comenzó a reír y asiente con la cabeza muchas veces.
—Claro que quiero casarme contigo—dijo para quitarle el anillo a su novio y ponérselo en su dedo—. ¡Me caso!—grita emocionada y se levanta de su asiento para comenzar a saltar.
—¡Ah!—comienzan a gritar Hana, Charlie, Kelly y Thomas. Giré mi rostro para ver a Owen y estaba sonriendo.
Supongo que todo salió bien a pesar de nuestra intervención.
25/9/2022
—¿Owen has visto mi traje?—se escucha la voz de Kelly y camino hacia el espejo para ver que tal tenía la corbata.
—¿Me ves cara de adivino?. Claro que no sé donde están tus cosas—bufa el rubio.
—¡Kelly encontré uno de tus zapatos!—grita Thomas y me giro para ver a los chicos detrás de mí. Owen estaba sentado en una silla abrochado sus cordones. Thomas se ponía su camisa y Kelly andaba por todo el lugar en calzones.
—Matthew debió darnos una habitación para cada uno—susurré.
—Somos hermanos, no hay nada que no nos hayamos visto ya—dijo el enano.
—Tú no has visto nada mío—lo señala Owen mirándolo mal.
—Si eso quieres creer, azuquita—solté una carcajada y Kelly dejó de moverse.
—¡Necesito mis cosas!—grita el asiático.
—No es nuestra culpa que seas un desordenado—hablé y de repente se abrió la puerta dejándonos ver al pelirrojo con un traje en su mano.
—Me llamaron de recepción para preguntarme si este traje era de alguno de nosotros—dijo Matthew adentrándose a la habitación.
—¡Mi traje!—grita Kelly y corre hacia él para tomar su ropa y comenzar a vestirse.
—Estaba en el baño principal del hotel.
—¿Ahí lo dejé? Jamás lo hubiera adivinado—comienza a reír y todos lo miramos mal.
—No ha perdido la cabeza porque aún no se la he cortado—susurra Owen y reímos.
—¿Cómo estás?, ¿nervioso?—pregunté y todos sabían a quién iba dirigida la pregunta.
—Para nada, solo me voy a casar con la mujer más buena y agresiva del planeta. Todo estará bien—Matt suelta una carcajada nerviosa.
—Mujer que amas—dijo Thom.
—Por eso hago esto—sonríe.
Nos encontrábamos en un hotel de Los Ángeles. Aquí vivía Grey y quisieron traer la celebración a este lugar para que su familia no tuviera que viajar. Además, para los padres de Matthew les era más fácil venir aquí que a San Francisco. Y también está que el clima no les ayudaba mucho a tener su boda soñada. Por desgracia nosotros si tuvimos que viajar.
Todos los gastos del hotel estaban pagados por los padres de los novios, la luna de miel también sería en este hotel. Nosotros nos iríamos al otro día de la boda para dejarlos completamente solos.
La celebración se llevaría a cabo en la playa, al atardecer. Grey siempre quiso algo romántico y le pareció que esto era lo indicado, obviamente su prometido estaría de acuerdo con todo lo que ella dijera.
Yo ya había comenzado a trabajar pero, gracias a Matthew todos pudimos venir sin inconvenientes ya que era sábado. Viajamos ayer en la noche para que no interviniera en los trabajos de nadie, y el domingo ya estaríamos en casa. Todo perfectamente calculado.
—Me pregunto si Grey ya estará vestida—dice Matthew tomando asiento en una silla.
—Seguro que si, debe estar tan emocionada como tú—respondió Thomas.
—O tal vez se está arrepintiendo de decir que si quería casarse contigo—habla Owen y lo miré mal.
—Seguro se está arrepintiendo, no le doy nada bueno—pone sus codos sobre sus piernas para arrescostar su cara en sus manos.
—No digas eso, eres muy buen partido—lo anima Kelly pasando su mano por la espalda del pelirrojo.
—¿Seguro?.
—Claro que sí—digo y trato de sonreír.
—Grey no podría encontrar a alguien mejor—sigue tratando de animarlo, Kelly.
—O eso queremos creer—susurra Owen y estoy segura que en estos momentos todos queremos matarlo.
—Ánimo, todo saldrá bien—sonríe Thomas y todos hacemos lo mismo excepto Owen que se levanta de su asiento.
—Iré a tomar un trago para relajarme—dijo el rubio saliendo de la habitación.
—Se supone que el nervioso soy yo—ríe Matt.
—Entiende que tiene mucha presión por llevar los anillos—bromea Thom.
—Si pierde alguno juro que lo mataré—susurra el pelirrojo.
Nosotros cuatros seríamos los padrinos, Owen era el encargado de los anillos, Thomas de lazo, Kelly de arras y yo de velación.
Las madrinas escogidas por Grey serían Charlie, Hana y dos de sus primas. La que tomaría el ramo sería Hana. Ya que Charlie era conmigo de la velación y las otras dos estaban con mis amigos en sus tareas.
Sabemos que deben escoger una pareja casada para ser los encargados de la velación y que prediquen con el ejemplo de un matrimonio estable pero, nos honraron demasiado al creer que Charlie y yo no necesitábamos estar casados para serlo a pesar de no llevar ni un solo año de novios.
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La música comenzó a sonar y tomé a Charlie para que se colgara de mi brazo. Volví a recorrer su cuerpo con mi vista antes de comenzar a caminar hacia el altar detrás de Hana y Owen.
Las chicas tenían puesto un vestido tope azul marino pegado al cuerpo y luego a la mitad de sus muslos era más suelto. No es por que fuera mi novia, pero a Charlie es la que mejor le quedaba. Su piel y cabello con este tono de azul combinaba demasiado y la hacía parecer un ángel, una princesa, te hacía creer que te encontrabas en un sueño.
Los chicos teníamos puesto un traje diferente cada uno pero de color negro y camisa blanca.
Llegamos al altar y dejé a Charlie en su lugar. El aire, el sonido de las olas, hacía que todo fuera mágico. Ya entiendo por que Grey escogió este lugar. Todos los invitados estaban en su lugar esperando que ella llegara al altar. La vista de Matthew estaba fija en ella y sus ojos devoraban una luz que jamás había visto. Supongo que es por lo hermosa que se ve mi mejor amiga con ese vestido blanco, caminando de la mano de su padre.
La ceremonia comenzó y todos estaban mirando fijamente a los novios pero yo de vez en cuando no podía evitar mirar a herrmosa Honey. Ese vestido definitivamente quedará en mi memoria. Lo arrastraba, caía sobre la arena pero eso se debía a que no podía tener tacones, todos estábamos descalzos, lo sé, muy poco formal pero era cómodo sentir la arena entre tus pies.
—Creo que perdí las arras—me susurra Kelly al oído y juro que quería estrangularlo. Ahora si permitía que Owen le arrancara la cabeza.
—¿Las arras?—vuelve a preguntar el cura y se veía el miedo en la cara de Kelly.
La prima de Grey caminó hacia ellos con algo en sus manos y Kelly pudo respirar tranquilo. Al parecer él nunca las tuvo, siempre las guardó ella. Caminó hacia la chica y tomó un poco de lo que tenía en sus manos para entregárselas al padre y que las bendijera para posteriormente entregárselas al pelirrojo.
—Recibe estas arras como prenda de la bendición de Dios y signo de los bienes que vamos a compartir—susurra Matthew entregándole las arras a Grey.
—Yo las recibo—sonríe y miré a Charlie quien estaba aguantando las lágrimas. Nuestro ojos coincidieron y me dio una sonrisa mostrando sus dientes. Alguien estaba opacando a la novia hoy.
La ceremonia finalmente terminó y todos nos encontrábamos aplaudiendo como locos cuando Matthew tomó de la cintura a la novia para besarla.
—¡Vivan los novios!—grita Thomas y todos comenzaron a repetir lo que el dijo.
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Era hora de los discursos y Owen comenzaría, pensamos que sería el mejor iniciando para nosotros poder arreglar el desastre que haría con su discurso tan insensible.
El rubio subió al escenario y se paró frente al micrófono y centró la vista en la mesa de los casados.
—Comenzaré dando el discurso yo porque soy su amigo más decente y el más genial. Haré que se sientan felices con solo ver mi rostro para que el disgusto que le darán los demás no sea tan grande—comienza a hablar sin poder evitar mostrar su lado egocéntrico—. Cuando Matthew le iba a pedir matrimonio a Grey pensé que sería el error más grande de su vida— tomé la mano de Charlie para aguantar mis ganas de decirle que bajara de ahí y no jodiera todo—. Ahora no tengo ni idea de por que lo pensé. Supongo que tuve miedo de que alguno de mis amigos saliera lastimado—suelta una carcajada seca—. Supongo que olvidé que eran Grey y Matthew, los que llevan juntos tres años y se la pasan dándole lecciones al mundo de como debe ser una pareja de verdad. Todos creen que hoy comenzaron su familia pero debo decirles o más bien recordarles, que su familia la comenzaron el día que todos nosotros nos conocimos. Así que no pienso dejar que me reemplaces por un bebé. Vamos, hombre, soy más guapo que un bebé—señala su rostro y vuelve a ser egocéntrico—. Felicidades chicos, enhorabuena Grey, ya eres una Henderson—levanta su copa de vino—,.no puedo decir si eso sea algo bueno o no pero, enhorabuena.
—¡Que te jodan!—grita el pelirrojo y todos ríen.
—No fue lo más sentimental del mundo pero fue más de lo que esperé—le susurro a Charlie y ella ríe.
—Tú lo harás mejor—me sonríe.
—Tampoco soy sentimental—me acerco a su rostro.
—Pera será algo que hiciste. Todo lo que hagas me parecerá mejor, así sea que todos puedan construir un cohete y tu solo una bicicleta.
—Gracias por decir que no soy capaz de construir un cohete—ríe.
—Entendiste lo que quise decir—susurra y acaricio su rostro.
—Siempre entiendo lo que quieres decir—y finamente acabo con el espacio que había entre nosotros.
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—Estoy agotada—dice Charlie lanzándose a la cama.
Teníamos una habitación para nosotros solos. Mañana debíamos tomar un vuelo a primera hora así que era bueno que descansaremos todo lo que pudiéramos, ya que eran las tres de la madrugada, no teníamos mucho tiempo.
—Tomaré un baño antes de dormir—besé sus labios y caminé hacia el baño. Me quité toda la ropa y me metí en la bañera para sentir el agua recorrer cada uno de mis músculos relajándolos.
Salí de ahí con una toalla amarrada en mi cintura, había olvidado llevar mi ropa. La música que tenía puesta Charlie en su teléfono comenzó a inundar mis oídos, ella cantaba a la par. Fui a mi mochila donde tenía la ropa y saqué unos boxers y mi shorts de dormir, me iba a dirigir nuevamente al baño cuando sentí unas manos en mi espalda para luego girarme.
—I wanna live in a world
Where alll your exes is dead
I wanna kill all the memories —comienza a cantar sonriendo como si le causara gracia que me dedicara indirectamente una canción toxica—That you save in your head
Be the only girl
That's ever been in your bed— la interrumpí besándola y le quite el móvil de su mano de un solo movimiento.
Caminé hacia la cama sin aún despegar nuestros labios y colocando mis manos en su cintura para luego recorrer el camino hasta su trasero pegándola más a mí y pudiera sentir como empezaba a crecer el bulto entre mis pantalones. Ella caminaba de espalda pero yo la guiaba, la dejé caer sobre la cama y me miró con los ojos abiertos a más no poder.
—¿No lo decías enserio? Con esas cosas no se juegan—hablé con mi voz más ronca de lo normal por la excitación. Lo sé, un poco estúpido que ya estuviera así pero era mi novia de hace casi seis meses y aún no había podido disfrutar de su cuerpo.
—No...no estaba jugando—comienza a tartamudear y sonrío para luego deshacer el nudo de la toalla dejando que cayera al suelo.
Sus ojos comenzaron a recorrer mi cuerpo y no sentí vergüenza alguna. Yo también estoy deseando verla sin ese vestido. Me subí sobre ella y comencé a besarla nuevamente pero con más pasión y desesperación.
Charlie esa noche me regaló sus primeros gemidos. Esa noche me hizo sentir el hombre más afortunado por poder ser el primero disfrutando del tacto de su piel y los movimientos de su cuerpo. Es cierto que yo tenía experiencia, había tenido relaciones sexuales incontables veces pero, esta era mi primera vez haciendo el amor y debo admitir que superó el sexo casual.
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