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Dedicado a estas personitas <3
Beomgyu regresó a su habitación a altas horas de la noche, cerrando la puerta con cuidado.
Su expresión era agradable, como de costumbre.
Se dirigió hacia la sala, encendió las luces y notó que habian bowls con restos de snakcs tirados en el suelo y al lado una gaseosa aplastada.
Estaba confundido, no creia que hubiera sido yeonjun quien hizo aquel desastre ya que era más ordenado y limpio que él, asi que lo busco en el cuarto que compartian.
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Golpeó la puerta dos veces.
Al no escuchar respuesta, decidió entrar y al girar su mirada hacia la cama, vio a una persona completamente diferente a la que solia estar acostumbrado a ver.
- ¿Yeonjun? -preguntó por su nombre, pero no recibió respuesta-, se acercó a él y vio que estaba dormido, sin embargo, era notorio que le habia ocurrido algo.
Tal vez tuvo una pelea con alguien, aunque no se metia en problemas.
Tampoco divisó alguna herida o moretón.
Quizás pasó un mal rato, hasta le cabia la posibilidad de que se enteró de una mala noticia, debido a que aún eran visibles algunas gotas de sus lágrimas cayendo por su mejilla.
No sabia que hacer.
La mejor opción era dejarlo tranquilo, pero también queria despertarlo y escuchar los motivos por los que estaba asi, pero prefirió elegir la primera.
Por ende, salió del cuarto y cerro la puerta con el fin de ordenar el desastre de la sala y esperar al día siguiente para preguntarle.
Aún asi, vigiló cada cierto tiempo a su amigo y decidió dormir en el sillón para no molestarlo con su presencia, es decir, dejarlo solo.
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A la mañana siguiente, yeonjun abrio sus ojos, miró por todos los lados del cuarto sin encontrar rastros de su amigo. Le era extraño ya que siempre le avisaba si llegaba tarde o no.
Revisó su celular y no habian más mensajes que recibió por parte de él, entonces, salió del cuarto preocupado, pensando en donde estaria.
Se dirigió al baño, miro hacia el espejo y no se sorprendió por su aspecto, este era su verdadero ser.
Alguien sensible, dependiendo emocionalmente de una persona que ni siquiera sospecha sobre sus sentimientos e inseguro por compararse con los demás y pensar que beomgyu nunca aceptaria salir con él.
Lavó su rostro para refrescarse y comenzar el día, colocandose la misma máscara que creo hace años atrás.
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Al salir del baño, miró su celular, eran las 10:00 AM de un sábado, asi que no se preocupó por la hora, lo único que le atormentaba su tranquilidad era el paradero de su amigo, al no saber donde se encontraba.
Pero antes que todo, decidió esperar alguna señal de él, no le gustaba la idea de ser tan insistente y exagerado como ayer.
No le agradaba ser así, le recordaba a su madre.
Cuando se acercó a la pequeña cocina, miró hacia el salón por unos minutos y pudo percatarse de la presencia de su amigo, durmiendo en el sillón arropado con una manta.
No pudo evitar sonreir, le gustaba verlo dormir.
Desde que eran jóvenes, cualquier acción de beomgyu, por más común que sea, lo admiraba desde lejos, a través de uno de sus encantos: sonreir.
Sin darse cuenta, ya estaba frente a frente de él, se agachó con cuidado de no hacer ruido, aunque sabe que tiene un sueño pesado. Con una de sus manos, acarició su cabello con delicadeza.
Era un hábito suyo desde que eran niños; era como la sensación de algo suave, con un aroma agradable e imposible de olvidar.
Para yeonjun, es lo más preciado que adora de su amigo, porque es lo más cerca de lo que puede tocar de él, nunca intentaria ir más allá sin el consentimiento de quien ama y respeta, por eso, mantuvo sus impulsos de juntar sus labios con los suyos, no queria que este se despertara sorprendido por aquella acción, hasta podria ser la causa de una discusión y esa no era su intención.
Luego de un rato, decidió dejar aquel hábito para levantarse y volver a la cocina para preparar el desayuno.
Un rato después se despertó beomgyu debido al olor que sintió provenir de la cocina.
Al dirigir su mirada en ello, notó que estaba yeonjun preparando la primera comida del día, con una expresión muy diferente a la que vió ayer.
Se levanto rápido del sillón y corrió hacia él, dandole un abrazo por atrás, estaba feliz de ver a su amigo de siempre.
- ¡Yeonjun, que bueno que estás bien! estaba preocupado. Ayer cuando llegué, te encontre en un estado que jamás vi de ti, si tienes un problema, sabes que me lo puedes decir, somos mejores amigos ¿ok? -exclamaba con gran alegria.
El contrario se sorprendió ante aquel abrazo.
No le gustaba que otros lo hicieran, sólamente se lo permitia a gyu, además, sentia que sus mejillas se ruborizaban.
Se sentia feliz por aquella acción.
Pero al escuchar las palabras de su amigo, se asustó al.recordar el desastre que habia hecho anoche antes de irse a dormir.
Era evidente que no le podia decir el verdadero motivo de la causa, destrozaria la máscara que creo durante años y también su personalidad falsa que mostraba tanto a los demás como a quien estaba abrazandolo y amaba con todo su ser.
- No te preocupes beomgyu, estoy bien, vi una serie y no me gusto el final, eso es todo. Ve a sentarte, serviré en unos minutos el desayuno -habló calmado, con el fin de que su amigo se tranquilizara y no insistiera.
- está bien, primero ire a lavarme esta cara de somnoliento y probare tu desayuno -decia feliz, convencido de que ese era el motivo por el estado en que lo vio ayer.
Dejo de abrazarlo y camino hacia el baño.
Cuando desapareció de la vista de yeonjun, este bufó, queria ser abrazado un minuto más, sentir su calidez y, por sobre todo, admirar una vez más su sonrisa, tan hermosa y de la cual siempre trata de proteger, nunca se perdonaria si él fuera culpable de que beomgyu no sonriera o llorara, simplemente quiere verlo feliz, ya sea a su lado o con otra persona.
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Ambos se sentaron para disfrutar del desayuno, hablaron sobre videojuegos, cómics, series, entre otros temas.
Yeonjun por curiosidad le preguntó sobre lo que hizo ayer, el contrario comentó que estaba siendo regañado por el profesor de matemáticas al interrumpir la clase con su risa y la de hueningkai, asi que tuvieron que cumplir con el castigo que se les asignó.
En verdad no le disgustaba la asignatura, pero no pudo evitar sacar una carcajada por el chiste que habia dicho su amigo.
Al terminar de comer, beomgyu quiso ayudar a su amigo para lavar la loza (trastes en otros países), este se sorprendió ya que muy pocas veces hace cosas básicas del hogar, idealizó que era una estrategia para pedirle algo.
- ¿Qué quieres ahora? recuerda que tenemos un presupuesto y no podemos malgastar el dinero -dijo con una expresión seria, pero que no era intimidante para el otro.
- Yeonjun ¿sabes que eres tierno cuando te pones asi? -comentó de forma burlona, le gustaba molestarlo con que parecia más un cachorro intentando ser rudo, en vez de un maleante.
Luego, alzó ambas manos para apretar los cachetes de su amigo, mientras le mostraba una gran sonrisa.
Por otro lado, yeonjun cedió a que hiciera tal acto.
No le importaba que sus mejillas quedaran rojas después de aquello, con tal de ver feliz a la persona que más amaba, era suficiente para él.
Haria todo lo que fuera para mantener esa felicidad, sin importar lo que debia de arriesgar, incluso, dejar que amara a otra persona que no fuera él.
Esa era su excusa para no confesarle sobre que desea ser más que un amigo, por eso no es honesto.
Tampoco está bien que siga con esta falsedad, sin embargo, muchas veces es mejor ocultar la verdad, para evitar reacciones despavorables o con el término de una relación (no necesariamente romántica) con alguien.
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Beomgyu dejó de apretar sus mejillas y lo miró con una expresión de compasión, con el fin de convencerlo, aunque no era necesario, porque su amigo estaba tan enamorado que aceptaria cualquier favor que le pidiera.
- en realidad, quiero ir al parque de diversiones contigo, como lo hicimos en nuestra infancia, por favor -rogó, esperando una respuesta positiva del otro.
Yeonjun sin pensarlo dos veces, aceptó, desde hace años que no iban, además, seria una actividad muy entretenida para ambos y asi se distraeria por un rato de sus pensamientos, junto con la persona que ama en secreto.
El chico de cabellos castaños saltó de alegria, abrazandolo tan fuerte que casi le rompe una costilla.
(aclaración: es una metáfora)
- ¡gracias yeonjunie, recordaremos viejos tiempos y te aseguro que será el mejor día de nuestras vidas! -exclamó animado, siempre quiso revivir aquel recuerdo que lo hacia tan feliz, ya que su infancia siempre fue así, alegre, con la persona que más quiere en este mundo.
Decidieron que en la tarde era la mejor opción para realizarlo, ya que seria más agradable y disfrutarian mejor el día.
Y así fue, los dos subieron a varios juegos, compitieron, ganaron premios y comieron tantas delicias que contenian mucha azúcar, pero eso era lo de menos, para terminar aquella magnifica experiencia, subieron a la rueda de la fortuna.
Mientras admiraban el paisaje que se reflejaba en sus ojos, yeonjun observó por un momento a su amigo, sonrió al estar junto a él, tan cerca, pero a la vez tan lejos, no queria que esto acabara, pero todo tiene un fin.
Bajaron del juego y miraron por última vez las atracciones antes de retomar el camino hacia la universidad y posteriormente a la habitación que compartian.
Hola !!
Espero sea de su agrado el capítulo y recuerden que todos los viernes serán las actualizaciones.
Agradezco el apoyo y paciencia de BlueVlights por esperar este capítulo.
Cualquier error que observen, lo pueden comentar y yo estare dispuesta a arreglarlo.
Pueden comentar su opinión abajo del banner <3
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Hasta luego !
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