Se separó de mí y con una de sus rodillas separó mis piernas que comenzaban a cerrarse, pasó dos de sus dedos por mi intimidad que aún tenía el short puesto haciendo que mis piernas temblaran, de nuevo me volteó quedando frente a él, retiró mi sostén, volvió a besarme pero esta vez de una forma más salvaje que la anterior, me arrancó el short de las piernas, él en el proceso ya se había quitado la camisa y ahora yo me encontraba desabrochandole el pantalón y bajandoselo junto a su ropa interior, dejando al descubierto su ya erecto y duro pene, de un momento a otro el ya se había encargado de mi ropa interior quedando ambos completamente desnudos, kook se tendió en la cama para que me dispusiera a hacerle un oral y yo gustosa se la hice, comencé pasando la lengua por el glande haciendo pequeños círculos e introduciendome el miembro en la boca completo hasta la base, continúe con ese patrón hasta que sentí como se tensaba, apreté más los labios y aceleré mis movimientos intensificando la sensación, haciendo que se corriera en mi boca junto con un ronco gemido de su parte, cuando se recuperó me colocó en posición de perrito y cuando menos lo esperé sentí la lengua de kook hurgar en mi vagina, lamía y subcionaba mi clítoris haciendome dar largos gemidos de placer y excitación, no tardé mucho en correrme en su boca justo como lo había hecho él conmigo minutos atrás, colocó mis muñecas en la parte baja de mi espalda y las sujetó con una mano mientras que con la otra rosaba su miembro con mi intimidad, haciendo que se mojara con mis liquidos, de una estocada lo introdujo con fuerza logrando que soltara un gemido de auténtico dolor y placer, se movía rápido y ágil, sus movimientos eran salvajes y me embestía con fuerza obligandome a gemir más y más alto.

-¿De quién eres? -Pregunta entre jadeos por el esfuerzo físico y la excitación.

No respondi, me fué realmente imposible, el placer me consumia a niveles insospechados. Ante mí silencio intensificó sus movimientos.

-Dime de quién eres -Me dió una fuerte nalgada tornando mis glúteos de un bonito pero doloroso color rojo... Acción que solo logró encenderme aún más.

-Ahhh, si Kook, más duro...

La respuesta no fué la que deseaba pero se que le gustó, lo sentí, sentí como sus caderas reaccionaron ante mis palabras con peligrosidad, se cuánto le gusta oir que lo disfruto, pero no por mí, sinó por él, le gusta sentir que tiene todo bajo control.

Su mano se posa en mi cabeza tomando mi cabello en su puño y tironeandolo hacia atrás. No voy a negar que esa clase de cosas siempre me han puesto a mil, desde muy jóven empecé a desarrollar ciertos gustos por lo sadomasoquista y él lo sabía muy bién, me conocía sexualmente a la perfección y sabía cómo hacerme llegar al límite.

-Dime que sólo eres mía... Que solo yo te hago sentir así, que solo conmigo gozas de los más exquisitos orgasmos.

-Ahhh, Soy sólo tuya, solo tuya... -Respondí casi llegando al orgasmo, sentía como pronto descargaría todo el placer que me está brindando éste chico con apariencia inocente.

-Así me gusta -Afirmó complacido

Continuó penetrandome igual de fuerte y profundo hasta que las paredes de mi vagina aprisionaron el miembro de Jungkook haciendo que ambos nos corrieramos al mismo tiempo, kook calló exhausto al lado mío y yo me acomode en su pecho quedando profundamente dormida.

La había vuelto a cagar.